Los seis integrantes se encontraban divididos en la pequeña sala de la oficina del líder, HimChan estaba sentado en el sillón a la izquierda mientras a su pareja de la espalda quien se encontraba en sus piernas, DaeHyun estaba a lado derecho con YougJae sentado en el antebrazo del sillón mientras se recargaba en su pareja, Zelo jugaba con la silla giratoria que se encontraba detrás del escritorio donde Bang estaba semi- sentado, el silencio inundaba el lugar, todos estaban conscientes que la Omma había cometido un error al comenzar una guerra con una organización desconocida ahora que apenas estaban logran unificar a varios equipos después de haber asumido el control de la Mafia en Asia.
—¿Sabías que el sujeto que atrapaste era uno de los pederastas más buscados? ¿O que pertenece a una de la organización más peligrosas del mundo? —Le cuestionaba venenosamente a lo que el pelinegro negaba con la cabeza. —Apenas hemos logrado mantener a la raya a los contrabandistas de personas que estaban bajo el control de las antiguas familias, y con lo que hiciste has encendido una llama que explotará en una guerra.
—SI hubieras visto lo que hacían ahí. —Defendía un pelirrosa levantándose de su lugar. —Tú tampoco te hubieras podido controlar.
JongUp apunto con su dedo a su hermano pegándole en el pecho para dar más énfasis a sus palabras, HimChan lo jaló del brazo para sentarlo en su lugar, negó con la cabeza, estaba consiente que siempre hay un camino para resolver las cosas, que todos se estaban esforzando pero que cada acción debía ser pensada antes de ejecutarla.
—Onew me acaba de informar que entregaron al sujeto a las autoridades de EUA, recibiendo una muy buena cantidad de dinero la cual usaremos para comenzar la construcción de un nuevo orfanatorio en Tailandia. —Volvía a decir con voz neutra mientras caminaba a lo largo de la oficina. —Lamentablemente algunos reos por azares del destino se enteraron del tipo de monstruo que era y lo molieron a golpes provocando que muriera hace un par de horas.
—Es cuestión de tiempo que el resto de sus compañeros se entere de su fatal destino, no será difícil que aten cabos. —Ahora hablaba el maknae. —No tardaran en saber que fuimos nosotros quienes cerramos su negocio, quienes entregamos a uno de sus líderes, es indiscutible que nos reclamen.
La pareja del lado izquierdo bajaba la cabeza, ahora TS Family peligraban por culpa de unos de sus arranques, siempre había cuidado sus pasos, en el mundo que vivían se debían pensar antes de actuar.
—Ellos tuvieron la culpa por iniciar ese tipo de negocios en una de nuestras zonas. —Hablaba orgullosamente YoungJae, su mano estaba enlazada a la de su esposo. —Deben respetar nuestras reglas, no pueden ir haciendo lo que les venga en gana, fue su culpa.
—Nosotros solo reaccionamos, hemos dejado en claro en que negocios queremos entrar y cuáles no. —Ahora secundaba el castaño con tono enérgico mirando a su líder. —No podemos permitir que pisoteen nuestras normas, si guerra quieren, guerra tendrán.
La pareja del lado izquierdo y derecho se fundieron en una mirada, se apoyarían mutuamente, eran Familia, si uno se caía el otro estaría para levantarlo. Bang giro su rostro para ver los brillantes ojos de su pareja, quien sonreía delicadamente.
—Lo sé, por eso he lanzado un aviso a esta organización auto llamada Black. —Comentaba con voz enérgica mientras se colocaba atrás de la silla donde su pareja estaba. —Les he dicho que tienen prohibido acercarse a nuestras zonas, no permitiremos su insolencia, que respetaran nuestras normas.
—No debemos agachar la cabeza ante nadie, somos TS Family. Fue una advertencia. —Ahora secundaba el maknae, Bang acaricio su hombro. —Veremos al final quien queda de pie.
El resto de BAP se levantó de su lugar con una sonrisa, esos eran sus líderes, los jefes de la Familia, automáticamente se encendió una televisión de plasma que se encontraba al fondo de la habitación llenándose de pequeñas imágenes donde se veían en cada una a los equipos que formaban a TS Family.
—¿Ustedes que piensan? —Cuestionaba Bang. —BAP ya tomo su decisión ¿Cuál es la suya?
—No pueden ir por ahí pisoteando nuestras reglas. —Hablaba orgullosamente Suho. —Les dejaremos en claro que por algo somos los mejores.
—Siempre seguiremos lo que JongUp-hyung diga.—Comentaba Rin. —Ese tipo de criminales merece pudrirse en una de nuestras celdas.
—Nosotros fuimos quienes esparcieron el rumor en la cárcel, ese maldito merecía ese fin. —Orgullosamente se expresaba Onew. —Ya hemos dado nuestra respuesta.
La mayoría de los integrantes de BAP se sentían orgullosos de sus compañeros y por sus palabras.
—Desde el inicio nuestra meta ha sido deshacernos de esa escoria. —Se levantaba de su sitio CAP. —Acabemos con los más fuertes para que al final los gusanos no continúen.
—Estamos listos para defender nuestros ideales. —Decía sonrientemente JR mientras acariciaba el rostro de su amante. —No le tememos a la muerte, si al final logramos nuestro objetivo.
—Es tiempo de demostrar porque somos uno de tus equipos, Shishimato. —Ahora quien hablaba era N, el líder de Vixx. —Te juramos lealtad y acataremos tus órdenes.
Los integrantes de BAP se colocaron frente a la enorme televisión, esa era su Familia, su orgullo, todos estaban conscientes de lo que se avecinaba, pero eran guerreros, adoraban su trabajo y estaban conscientes que les apasionaba la sangre de su rival.
—De hoy en adelante, seremos más cautelosas. —Comentaba por el altavoz la dulce voz de Oneket. —Descubriremos su escondite, todos nos temerán.
—Somos nuevos pero siempre los hemos admirado. —Entraba a la habitación Rap Monster con su equipo BTS. —Seguiremos aprendiendo de ustedes.
—Haremos que se sientan orgullos de nosotros, hyungs. —Ahora entraba Rasa con LC9. —Nos ganaremos nuestra zona.
Esta sería su primera prueba como Familia, estaban dispuestos a pasarla con excelentes notas, no se detendrían ante nada. Los miembros se saludaron, platicaron las nuevas noticias, se asignaron misiones para ir descubriendo que otros negocios había en su zona, harían un barrido total, ya después se sentarían a esperar la respuesta de Black, pero les dejarían en claro que con TS no se jugaba, de igual manera se armaron varios equipos ya que era urgente comenzar a trabajar algunas empresas las cuales ayudarían a lavar el dinero de las calles ya que ese era el subsidio para todos los orfanatorios que tenían en Asia, los cuales eran lugares, seguros, limpios donde se ofrecían los mejores servicios para los niños, donde pudieran crecer tranquilamente y con un futuro. Después de una alegre reunión cada uno de los integrantes se dirigió a realizar sus actividades, HimChan se quedó platicando con los integrantes de SHINee ya que tenía bastante tiempo sin verlos, las horas pasaron sin percatarse así que decidió ir a su habitación que compartía con su pareja, su rostro se fue formando una cara de furia al ver que había miles de juguetes regados por el piso, “Le he dicho mil veces que levante sus cosas, después no quiere que le diga que es un niño, si como no figuras coleccionables” se gritaba mentalmente el pelinegro, al llegar a donde estaba la cama se llevó una dulce sorpresa, ahí acostado estaba el amor de su vida en sus brazos tenia abrazado a ese nuevo pequeño que rescataron, ambos se veían tan tiernos que el corazón del mayor latió con emoción, esa inocencia que emanaba lo emociono, se acercó para recostarse atrás de su pareja quien despertó por el contacto.
—Nos cansamos de jugar. —Decía somnoliento el pelirrosa. —¿ya cenaste? Nosotros comimos algo, después lo bañe y al final nos quedamos dormidos.
—Si ya comí algo, eres una buena Omma. —Comentaba burlonamente para después recibir un codazo. —Aunque realmente eres una sexi Omma.
El mayor beso salvajemente los labios del más joven, verlo en ese estado tan lindo lo incitaba a corromperlo, de un momento a otro ya se encontraba encima devorando su cuello, sus habilidosas manos recorrían su bien formada anatomía, sus caderas pegaban peligrosamente pero un gruñido los paralizo, cuando voltearon a ver el origen ambos se quedaron blancos como la nieve.
—¿Omma? —Hablaba en balbuceos. —Pikachu!!
HimChan automáticamente se bajó de su pareja algo sonrojado, por un instante había olvidado que el pequeño estaba a su lado, cuando su pasión se encendía solía borrar cualquier rastro de cordura per quedo atónito al escuchar que el pequeño decia otra nueva palabra se emocionó por lo que se abalanzó abrazarlo.
—¿Quién Omma? Él. —Cuestionaba intrigado, señalo a JongUp quien tenía una enorme sonrisa. —¿JongUp es Omma? Si mi pequeño Tastmato.
El pequeño negó con la cabeza para señalar el pelinegro y una vez más gritarle Omma, JongUp soltó una carcajada.
—Pikachu. —Decía el pequeño ahora señalando al pelirrosa. —Pikachu.
Himchan no salía de su asombro, él era el seme en esa relación ¿Por qué no paraban de decirle que era la Omma?, su mal humor se esfumo cuando miró como el pequeño jugaba con Moon, ambos hacían gestos, imitando algunos pokemons, su corazón se llenó de un cálido sentimiento, ahora esa era su micro Familia, era responsable de su seguridad, se unió a ellos, beso sus mejillas, sus frentes, al final quedaron dormidos, uno de cada lado, era un hombre completo.
Bang se encontraba recostado en su enorme acama tenia los brazos extendidos, en uno de ellos su pareja descansaba, se giró para ver su perfil estaba tan entretenido jugando con su teléfono celular que le dieron ganas de molestarlo así que le quito el móvil para lanzarlo a uno de los sillones, el atacado se giró con un puchero.
—Me tienes a tu disposición y prefieres jugar. —Comentaba con falso tono de molestia. —Creo que también debería adoptar un bebe como JongUp así tendría la atención de alguien.
—Mejor adopta dos así tienes dos que te amen solo a ti. —Le contestaba sacándole la lengua. —Tú eres quien comúnmente me ignora así que es mi momento de venganza.
El castaño se colocó encima de su pareja sujetando ambas manos, se acercó a su cuello para recorrerlo con la punta de su lengua, Zelo se estremecía por el contacto por inercia levanto las caderas.
—No es mala idea tener dos pequeños que anden jugueteando a mi alrededor, así tendría que dividir mi escaso tiempo entre ellos y tú. —Decía con una maquiavélica sonrisa al ver que su pareja inflaba los cachetes. —Debo admitir que imaginarte de Omma me causa cierto grado de excitación.
Beso sus labios, recorrió cada rincón de esa conocida boca, lo amaba, sus caprichos, sus berrinches, lamentaba no poder estar el suficiente tiempo con él, pero sabía que tenían toda la vida para estar juntos que sin importar las pruebas que le pusiera el destino al final volverían estar juntos.
—¿Por qué eres tan malo? No quiero compartirte, ya tengo suficiente con permitir que el resto de la Familia me robe tu tiempo. —Comentaba seriamente mientras se aferraba a su espalda. —Detén la guerra contra Black.
Soltó Zelo entre sollozos ese acto sorprendió al mayor quien detuvo sus caricias para ver su blanco rostro el cual estaba lleno de lágrimas.
—¿Qué te sucede? —Cuestionaba preocupado. —Nada malo pasara pequeño, todo estará bien, sabes que es lo mejor tarde o temprano tomaríamos ese camino.
—Tengo miedo, no sé por qué. —Repetía escondiéndose entre las almohadas. —No quiero perderte, si te vuelvo a perder juró que esta vez no tendré las suficientes fuerzas para seguir adelante. Por favor júrame que siempre volverás a casa, prométeme que nunca morirás.
El mayor guardo en sus brazos ese frágil cuerpo que sufría convulsiones por el constante llanto, limpio sus mejillas con el dorso de su mano, beso sus labios, se recostó en la cama pegándolo a su pecho para después enrollar su dedo meñique en el dedo meñique del joven de piel blanca.
—Lo prometo pero si tu juras que cuidaras de nuestra Familia hasta mi regreso. —El chico de piel blanca asintió y juntos cantaron—b34; Promesa de meñique, si miento me tragaré mil agujas... b34;
Ambos soltaron una sonrisa por esa boba canción para después comenzar a jugar en la cama ya que el mayor le hizo cosquillas al más pequeño quien trataba vanamente de defenderse, sus carcajadas resonaron por la habitación trataban de olvidar sus temores, sus miedos, sus labios se volvieron a reencontrar, recorrieron sus cuerpo como solo ellos conocían, cada extensión, cada centímetro de piel.
YoungJae estaba entretenido en su portátil, había mucho que trabajo que hacer ahora que la presión aumentaba al doble estaba tan concentrado que no se dio cuenta que su esposo había entrado a la habitación hasta que sintió sus labios tocar su sensible cuello.
—Tu vuelo sale mañana a medio día, viajaras a China para apoyar a Teen Top con algunos problemas que tienen. —Comentaba sin despegar la vista en la pantalla. —Solo tienes que eliminar a las personas que nos estorban.
—¿No me vas a acompañar? —Cuestionaba intrigado a lo que el más joven negó. —Eres demasiado sensual cuando estas de ese modo, tan mandón.
DeaHyun obligo a su esposo a voltear la cara para besarlo desesperadamente, odiaba que no viajaran juntos, detestaba estar separado de él, quería protestar, hacer un berrinche, patalear, pero conocía la respuesta, en ese caso su querido marido terminaba haciendo lo que indicaba el líder.
—Viajare a Japón, tenemos que iniciar una franquicia de karaokes que nos ayudaran a lavar el dinero de los casinos clandestinos. —Contestaba subiéndose a la mesa. —Pero si terminas pronto me puedes alcanzar.
—Por favor detente. —Comenzó a gemir el mayor al sentir como su amante introducía su mano en sus pantalones. —Se supone que no soy el acosador, por favor para…
Sus palabras se vieron arruinadas por una voraces labios, unas piernas se enredaban en su cadera, su playera fue a dar al piso, y su espalda comenzaba a ser rasgadas por unas ansiosas manos.
—No estaremos un buen tiempo juntos, necesito saciar mi hambre de ti. —Contesto entre gemidos el más joven. —Hazme el amor.
YoungJae se entregó a la pasión que su cuerpo le gritaba, necesitaba una manera de mantener a su esposo entretenido, por primera vez en su vida le mentiría, no quería preocuparlo, además era un asunto que solo él podía resolver, su martirio comenzó apenas un par de meses, después de recibir aquella desagradable carta, solo recordarla que causaba nauseas, era su más íntimo secreto, aunque sabía que Bang sospechaba algo, lamentablemente a su querido líder jamás se le iba algo pero había decidido mantenerse al margen. Sus gritos resonaron por toda la habitación al igual que la potente voz de su esposo, una vez más terminaron agotados en su cama, ambos entregados al deseo.
—El pequeño niño de HimChan me hizo recordar a mis hermanos, los cuide desde pequeños, ahora el más grande de seguro tiene 17 años. —Comentaba YJ recostado en el pecho de su amante. —Nunca he pensado en tener una familia, pero fue lindo tener entre mis brazos un niño una vez más.
—Yo sí he pensado en tener una gran Familia, quiero tener dos niñas y dos niños. —Contestaba sonriendo mientras besaba el cabello de su amante. —¿Te gustaría ser el Omma de mis peques?
El más joven le dio un leve golpe en el pecho para después colocarse encima de él y besarlo desesperadamente, después dirigió sus labios a su oído para susurrarle un “Si”, sus mejillas se pusieron color carmín algo que encendió la pasión en el mayor. El sonido de un teléfono despertaba de su dulce sueño al líder de TS Family quien contesto con monosílabos positivos, después de colgar se dirigio al baño para ducharse, Zelo entre abrió los ojos, enfoco su mirada en el teléfono que estaba encima del mueble para darse cuenta que eran las 5 de la mañana, con pereza se volvía enrollar en las cobijas pero su acción se interrumpió al ver como el mayor guardaba ropa en una maleta.
—¿A dónde vas? —Cuestionaba somnoliento. —Se supone que te quedarías por un par de meses, apenas llegaste hace unos días.
—Lo siento pero debo viajar a Bangkok lo más seguro es que habrá represalias en la zona así que decide ir para mostrar mi apoyo a Vixx. —Contestaba con una sonrisa. —Creo que regresaré en tres meses ya que después debo ir a Bangladesh para ver cerrar tratos y extendernos en esa región.
Bang se acercaba al joven de piel blanca para besar sus labios pero el joven se había escondido en entre las almohadas, trato de sacarlo pero fue evadido una y otra vez. Zelo estaba furioso, una vez más se quedaba solo en casa, una vez más era desplazado, se sentía una esposa olvidado por su marido de negocios, un adorno en la pared, un inútil, ese hombre siempre prometiendo cosas que no podía cumplir.
—No quiero que me toques, estoy cansado de tus falsas promesas. —Gritaba fastidiado. —No me gusta quedarme solo en casa, deja que te acompañe.
—No, necesito que te quedes en casa, sabes que es peligroso. —Contestaba tratando de mantener la calma. —Por favor deja tus berrinches pensé que ya habíamos superado esta etapa.
Zelo enfureció por las palabras, detestaba que siempre lo culpará a él, que sus ataques los tomara como berrinches de niño pequeño, estaba cansado, se sentía ahogar en esa enorme mansión, la sobreprotección de su amante lo asfixiaba, lo tenía limitado a vivir solo en Corea, no le dejaba misiones peligrosas, lo de entrenar a BTS solo era una excusa estaba consiente que eran sus guardaespaldas, su protección.
—Me has cortado las alas, tu protección me ahoga. —Le grito enfrentándolo. —No me he quejado por que te amo, pero cada día estas más lejos, te veo menos, me tienes encerrado en una jaula de oro.
—No entiendes que lo único que quiero es cuidarte. —Le gritaba mirándolo a los ojos. —Es la única manera en la que puedo estar tranquilo.
Bang estaba consciente del daño que le causaba, pero le aterraba la solo idea de perderlo una vez más, para él seguía siendo esa dulce niño que conoció hace tantos años, le tenía pavor a una vida sin él.
—Lo siento pero te tendrás que aguantar. —Le contesto fríamente mientras se dirigía a la puerta. —No dejaré que te arranquen de mi lado.
Zelo se dejó caer en la cama, comenzando a llorar, ese no era su Bang, se había vuelto una persona demasiado cruel, sus sollozos resonaron por toda la habitación, comenzó a patalear, arrojar las cobijas al piso, estaba molesto, furioso, decepcionado y lo peor de todo es que no podía irse, lo amaba demasiado, no concebía la vida sin él. DaeHyun abría los ojos con pesadez busco con ansia a su pareja pero una vez más se encontraba solo, tomo su celular para marcarle.
—No se supone que tú eras el flojo, no me esta agrada la idea de despertar solo. —Le decía con un puchero. —Cachetón me estas abandonando muy seguido ¿Ya estás en camino para Japón?
—Si me despido de ti estoy cien por ciento seguro que pierdo el vuelo, eres demasiado sexi en las mañanas. —Le contestaba juguetonamente. — Estoy a punto de abordar el avión. Nos vemos pronto, te quiero mi sensual tragón. Bye Bye.
DaeHyun se sintió tocar el cielo, adoraba que su esposo fuera tan cursi, últimamente había estado de muy buen humor, eso le agradaba, se dejó caer en la cama, sencillamente era el hombre más feliz del mundo. YoungJae miraba su boleto de avión que tenía como destino Singapur, se colocó sus lentes negros, tenía algo de remordimientos por mentirle a su pareja pero necesitaba eliminar los cabos sueltos. La familia Kim desayunada tranquilamente en el comedor de la Mansión cuando de pronto se les unió BTS quienes comenzaron a jugar con el pequeño, después bajaron DaeHyun y Zelo, todos parecían maravillados con el nuevo integrante, el desayuno fue servido, cada quien se dirigió a su lugar en la mesa, como era de esperarse el maknae de BAP estaba al frente, comenzaron a comer con tranquilidad intercambiando algunas palabras pero todos se quedaron mudos al ver que Bang entraba junto con LC9, todos voltearon a mirar a Zelo se suponía que su vuelo había salido hace un par de horas.
—¿Qué se te olvido? —Cuestionaba burlonamente HimChan. —O mejor dicho ¿Qué se te olvido?
—Me llevaré a BTS, necesito probarlos hace tiempo que no hacen una misión conmigo. —Comentaba el mayor ignorando a cierto pelinegro. —LC9 se quedará hacer en su lugar.
Todos se mantuvieron expectativos a la reacción del joven de piel blanca, era común verlos pelear pero siempre se reconciliaban en la comodidad de su habitación, los integrantes de BTS y LC9 eran los más nerviosos odiaban que su Appa y su Omma discutieran, los amaban a ambos, de igual manera los respetaban, aunque solo les ganaran con unos años, siempre los habían visto cómo sus figuras paternas.
—Perfecto. —Contesto fríamente Zelo. —Ya te puedes ir, se está haciendo tarde.
—Necesito que les expliques a la perfección como están los contactos ya que ellos se harán cargo de Corea. —Decía nerviosamente el mayor. —Cuando Rasa este cómodo puedes viajar a Bangkok a alcanzarme, me puedes acompañar hacer los nuevos negocios.
Todos sonrieron automáticamente, AO y JungKok tenían ganas de correr a los brazos de Bang para felicitarlo por ser tan bueno con su Omma, estaban conscientes que para el líder era un paso muy difícil pero estaban orgullosos de sus acciones.
—¿Viajare solo? —Comentaba con ilusión a lo que el mayor asentía. —¿Podremos visitar al resto de los equipos por Asia?
—Sí, pero te iras con cuidado. —Le sentenciaba más relajado Bang. —Me tengo que ir.
Zelo se levantó como resorte de su lugar para besar los labios del mayor, por eso lo seguía amando, por tener el corazón más cálido del mundo, se despidió de sus pequeños de BTS, eran sus bebes, sabía que el mayor tenía 20 años pero no le importaba porque él los rescato, él los salvo, a cada uno lo cuido después de conocerlos. Bang hizo lo mismo con los integrantes de LC9, esos pequeños eran su segundo grupo bajo su protección, le dio un cálido beso en la frente a AO, su peque, con esos cabellos rubios le recordaban a su querido Zelo, ahora que lo recordaba le había dicho en el pasado que se había pintado el cabello en honor a su Omma. Bang salió de la mansión para por fin tomar su vuelo. HimChan y JongUp estaban despidiéndose de su pequeño bebe ya que lo dejarían a cargo de GI, el primero debía viajar a Filipinas mientras que el segundo tenía que ir a Malasia, muy rara vez se separaban pero esta era una ocasión especial, se despidieron con un dulce beso en los labios. HimChan era recibido por el líder de EXO M en el aeropuerto ya que recorrerían uno de los sitios más peligrosos donde se sospechaba que existían otros negocios de pertenecían a la organización Black.
—Visitaremos algunos establecimientos por las orillas de Cagayan de Oro, es una zona donde la corrupción está en su esplendor. —Comentaba seriamente Lay. —Aunque tenemos cierto control esa región muerta.
—Lo entiendo. —Respondía seriamente mientras miraba por la ventana. —Una camioneta viene siguiéndonos desde que salimos del aeropuerto.
Kris dio la señal para que Xiumin investigue la placa del automóvil, dieron varias vueltas, no le temían a los acosadores así que no se inmutaron y continuaron con su trayecto.
—Nos han estado vigilando desde que llegamos hace un par de días, tal vez levantamos sospechas al recorrer una zona que no manejamos. —Decía seriamente Xiumin. —Si Black ya sabe que fuimos nosotros solo están esperando el mejor momento para atacarnos.
—Dejemos ver quién es el mejor. —Comentaba Chen mientras sacaba su pistola. —Es momento de la diversión.
Bang tenía un par de horas de llegar a BangKok estuvo platicando con N sobre las consecuencias de haber cerrado aquel negocio de mala muerte, las represalias fueron fuertes ya que Black ataco varios establecimientos de sus aliados quienes enfurecieron y comenzaron a exigir seguridad.
—Solo es un par de bandas de maleantes, todos son traficante de éxtasis y sicarios de Black. —Comentaba Ravi mirando por la ventana de la camioneta de lujo. — Los hemos vigilado hace un par de días y claramente no saben que les hemos preparado una emboscada.
—¿Cuántos son? —Cuestiono interesado el líder a lo que Leo mostro ambas manos explicando que diez. —BTS veamos de que están hechos, yo los acompañare a eliminar esta basura mientras que Vixx solo estará de apoyo por si ustedes fallan.
Los mencionados asintieron, sacaron sus armas, no era la primera vez que mataban a alguien pero si su primera misión peligrosa, siempre estuvieron cuidando a Zelo así que era la primera vez que atacaban.
—No te decepcionaremos. —Contestaba V. —Estarás orgulloso de nosotros Appa.
En Vietnam un joven de piel pálida limpiaba la herida de una niña la cual se había resbalado, la pequeña toco su rostro donde una profunda cicatriz descansaba.
—Gracias. —Comento la niña antes de irse a jugar con sus amigas. —Ya no me das miedo.
—Pues a mí me parece muy atractiva esa marca. —Interrumpía un pelinegro. —Llevas dos años viviendo aquí y parece que todos se han acostumbrados a tu presencia.
El joven de cabellos rubios se levantó tomo por la cintura al pelinegro para después besar sus labios, cada día era como un sueño, tan encantadoramente real, todas las mañanas le agradecía al destino y su líder el haberle dado una oportunidad más, estaba seguro que un día pagaría ese favor.
—Te amo Kyung . —Hablaba con seguridad Zico.