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El señor de los gatos por Kurara

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Notas del fanfic:

Título del fanfic: El señor de los gatos

Parejas: Wonkyu

Tipo: Yaoi.

Género: Romántico y fluff

Clasificación: {G}

Advertencias: Ninguna.

Comentario de la Autora: Este One-shot es el decimocuarto de la serie de la familia ChoiCho que estoy escribiendo. Se pueden leer independientemente, lo único que necesitáis saber es que Siwon y Kyuhyun se han hecho cargo de Suho, el hijo de la hermana de Kyuhyun, tras la muerte de esta. Pero si queréis leerlos todos, los encontrareis ordenados en mi perfil de autora.

Notas del capitulo:

Bueno, aquí estoy otra vez! Lamento la espera, pero siento deciros que la cosa seguirá yendo así de lenta, no tengo tiempo y parece que la inspiración me ha abandonado... Me prometo seguir esforzándome en escribir nuevos shots, lo que pasa también es que ahora ando enfrascada además en un nuevo seriado que espero vea la luz por aquí algún día... si logro acabarlo, claro.

En este shot tenemos una aparición especial otra vez, poco a poco iré introduciendo al resto de sujus en la historia, así que podéis esperar por ellos^^

 

Otra cosita, estoy abierta a sugerencias, si os gustaría que escribiese sobre algo en concreto alrededor de esta historia, podéis pedírmelo. Me refiero a alguna escena o situación que os gustaría que vivera la ChoiCho family y cosas así. Si la idea me parece interesante y puedo desarrollarla de algún modo que me guste, puedo escribir un shot sobre ello. También os digo que si lo que queréis es la aparición de algún otro Suju, ya tengo en mente algunos papales para la mayoría, pero podéis sugerirme algo, si no lo tengo planeado, puedo incluirlo. Pero no prometo usar todas las ideas, eh? Sólo aquellas con las que me vea capaz de hacer una historia satisfactoria, así que espero que no os enfadéis si me pedís algo, pero os digo que no. Aviso de antemano, si? No quiero que nadie se ofenda. Así como tampoco os obligo a pedirme ni sugerirme nada, vale?

 

Ahora sí que sí, aquí os dejo el nuevo shot, espero que lo disfrutéis: 

El señor de los gatos

 

Suho estaba dando vueltas en el recibidor de la casa, vestido en pijama y con sus nuevas pantuflas en forma de conejo, otro regalo del tío Min.

 

-Suho, ven a cenar de una vez -le repitió Kyuhyun por quinta vez.

 

-Pero appa... -se quejó el niño-. Todavía no ha llegado... Me dijiste que llegaría a las ocho.

 

-Bueno, es probable que haya algún atasco en la carretera -trató de explicarle Siwon llegando también al recibidor-. Vamos a cenar Suho, o se enfriará.

 

-Pero... pero... -trataba el pequeño de encontrar algo que le excusara de cenar.

 

-Venga, Suho, a la mesa -ordenó Kyuhyun cogiéndolo en brazos-. Cuando llegue, llegará. No vas a pasarte toda la noche dando vueltas en el recibidor.

 

-Appaaaaaa -se quejó el niño retorciéndose en los brazos de Kyuhyun.

 

-Suho estate quieto -pidió el mayor al ver como Kyuhyun tenía problemas para sujetar al pequeño.

 

Kyuhyun dejó a Suho como pudo en la silla y el pequeño puso morros a su cena, enfadado porque sus appas no le consintieran sus caprichos. Sin embargo, una gran sonrisa se formó en su cara al oír el timbre de la puerta. Pegó un salto de la silla y echó a correr hacia el recibidor, esquivando a sus dos appas para que no le detuvieran. Llegó al recibidor y abrió la puerta con una sonrisa.

 

-¡Tío Chul! -exclamó el pequeñín-. ¡Gatitos! -y se lanzó a observar la pequeña jaulita para animales.

 

Siwon y Kyuhyun llegaron al recibidor a tiempo de ver cómo Suho apoyaba sus manitas en la pequeña rejilla metálica que cerraba la jaulita.

-Hola, hyung -saludó Siwon llegando hasta él-. Suho suelta la jaula o sino tío Chul no podrá entrar -le pidió agarrando al pequeño por las axilas, para levantarlo y apartarlo de los animalitos que lo tenían encandilado.

 

-¿Así que lo que querías ver es a los gatitos antes que a mí, no? -bromeó Heechul entrando en el piso, mirando al pequeño.

 

-Sí  -afirmó el niño desde los brazos de Siwon con la vista clavada en la jaulita que tío Chul llevaba en la mano.

 

Heechul se paró sorprendido en medio de la entrada y luego se echó a reír, divertido ante la sinceridad inocente del pequeño.

 

-Pues toma, anda -dijo Heechul abriendo la jaulita para dejar libre a los gatos-. Puedes jugar con ellos, pero ten cuidado.

 

Suho se revolvió en el agarre de Siwon hasta que éste lo dejó en el suelo y echó a correr detrás de los gatos que, asustados ante el niño, echaron a correr por el pasillo.

 

-No, hyung... -se quejó Kyuhyun-. Ahora no habrá manera de hacerle cenar...

 

Siwon y Heechul rieron, pero Suho seguía inmerso en perseguir a los gatos. Desde que sus appas le habían dicho aquella mañana que tío Heechul vendría unos días a casa con sus gatitos, no había podido dejar de pensar en ello. Sólo los había visto en fotos, eran dos preciosas crías de gatito, uno blanquito y otro gris, ambos con ojitos brillantes.

 

-Hyung, ¿tienes hambre? -preguntó Kyuhyun-. Íbamos a cenar ahora.

 

-Claro -aceptó el mayor.

 

-Suho, ven a cenar -le llamó Siwon.

 

Pero Suho estaba en la otra punta de la casa, persiguiendo a las dos crías que se habían escondido tras un mueble en el pasillo, huyendo del niño.

 

Kyuhyun resopló y salió de la cocina en busca del crío.

 

-Suho, déjalos y ven a cenar.

 

-No tengo hambre -negó el niño metiendo un brazo detrás del mueble tratando de alcanzar alguno de los dos animalitos.

 

-Ja, eso no me lo creo -dijo Kyuhyun sorprendido-. Ven a cenar y después puedes jugar todo lo que quieras con los gatos -sentenció cogiéndolo en brazos.

 

El niño se revolvió en los brazos de appa Kyu hasta que éste lo sentó en la silla. Trató de huir, pero Kyuhyun se paró frente a él con una mirada que no admitía réplicas.

 

-Cuando acabes tu cena, podrás ir a jugar con los gatos -le advirtió.

 

Suho puso morros, pero sabía que appa Kyu no daría su brazo a torcer, así que colocó sus codos en la mesa y empezó a comer a toda velocidad.

 

-Suho, come despacio -le recomendó Siwon-, o te dolerá la tripa más tarde.

 

El niño negó y siguió engullendo su cena. Kyuhyun resopló y se sentó en la silla junto al niño sin quitarle un ojo de encima. Heecuhl rió.

 

-Estais hechos unos padrazos, ¿eh? -bromeó.

 

-¿Y qué esperabas? -cuestionó Siwon-. Son seis años ya...

 

-Madre mía como pasa el tiempo -comentó-. Si aún recuerdo la primera vez que le vi... No era más que un bebé.

 

Kyuhuyn y Siwon sonrieron melancólicos, rememorando los momentos de Suho de bebé en aquella casa con ellos. El sonido de las patas de una silla arañando contra el suelo les sacó de sus cavilaciones.

 

-¿Ya estás? -preguntó Kyuhyun viendo como el niño salía corriendo al pasillo.

 

-¡Sí! -exclamó el pequeño.

 

-Sí que está entusiasmado con los gatos, sí... -murmuró Siwon.

 

Kyuhyun le miró curioso y Siwon le señaló el plato del niño.

 

-Se ha comido hasta las verduras.

 

Kyuhyun miró el plato sorprendido, comprobando que lo que Siwon decía era cierto.

 

-Hyung -llamó mirando a Heechul-, voy a pedirte que vengas más a menudo con tus gatos.

 

Y Heechul se echó a reír.

 

Después de la cena, los mayores se acomodaron en el sofá, charlando alegremente, contándose qué era de sus vidas después de tanto tiempo.

 

Heechul era un antiguo hyung de Siwon, de la época del instituto. Durante la universidad sus caminos se separaron, pero siempre habían mantenido contacto. Heechul era un viajero empedernido, pasaba largas temporadas fuera de Seúl, pero siempre que regresaba a la ciudad, le gustaba pasar a ver a uno de sus más queridos dongsaengs. Heechul era veterinario, sentía un gran cariño y aprecio por los animales y en esta visita a Seúl, había adoptado dos gatitos de una protectora. Pasaría unos días en casa de Siwon y Kyuhyun hasta conseguir los permisos necesarios para poder sacar a los animalitos del país para llevárselos a Tokio, su residencia actual.

 

-Tío Chul -la dulce vocecita de Suho se oyó desde el pasillo.

 

El nombrado y sus appas voltearon a verle entrar en el salón cargado con los dos gatitos en brazos, al parecer, no habían podido escapar de él.

 

-¿Cómo se llaman? -preguntó el niño llegando a su lado.

 

-Este es Heebum -respondió Heechul agarrando el gatito gris-. Y este es Champagne -añadió señalando el gatito siamés que Suho mantenía en sus brazos.

 

-¿Champagne? -preguntó divertido Kyuhyun.

 

-Sí -afirmó Heechul-, ¿no te parece adorable?

 

Y Kyuhyun se echó a reír.

 

Estuvieron un rato más en el salón, hablando animadamente, viendo como Suho jugaba con los gatos encima de la mesita del café hasta que Kyuhyun se dio cuenta de la hora.

 

-Suho, es hora de ir a dormir -anunció poniéndose en pie.

 

El pequeño alzó la vista y miró a appa Kyu con ojos suplicantes, abrazándose a los gatitos.

 

-No me mires así. Vas a ir a dormir ahora y punto -sentenció.

 

Suho hizo un puchero y dirigió su mirada a appa Won que, al verse observado, se removió incómodo en el sofá. Odiaba negarle los caprichos al pequeño, pero sabía que era por su bien, así que resopló y se puso del lado de Kyuhyun:

 

-Appa Kyu tiene razón, Suho. Es hora de ir a la cama.

 

-Pero... pero...

 

-Nada de peros -negó el mayor-. Mañana podrás seguir jugando con los gatitos. Tío Chul se quedará varios días.

 

Suho bajó los ojos, como si estuviese a punto de llorar, sabía que aquella era su mejor arma, appa Won nunca se resistía cuando él lloraba, pero inesperadamente, esta vez Siwon no se dejó convencer.

 

-No servirán esta vez tus lágrimas de cocodrilo -le advirtió poniéndose en pie para cogerlo en brazos.

 

Suho lo miró sorprendido, no se esperaba que su appa le descubriera. Tan sorprendido estaba que no le dio tiempo a reaccionar hasta que Siwon ya le tuvo en brazos y lo llevaba de camino a su cuarto.

 

-Jo -se quejó el niño. Sabía que si appa Won decía algo, luego ya no se retractaba, así que ya no valía la pena molestarse en despotricar o lloriquear.

 

Cuando Siwon entró en el cuarto del pequeño, dejó a Suho en el suelo y deshizo la cama.

 

-¿Puedo dormir con los gatitos, appa? -le pidió el niño mirándole con ojitos suplicantes mientras acariciaba la cabecita de Champagne en sus brazos.

 

-No Suho, ¿y si se escapan? -le preguntó.

 

-Pero yo los vigilo -insistió el pequeño subiéndose a la cama aún con la cría en brazos.

 

-Pero tú te mueves mucho mientras duermes Suho, puedes chafarlos sin querer, son muy pequeños.

 

Suho le miró horrorizado ante la conclusión a la que había llegado su appa y le tendió rápidamente al gatito siamés, asustado ante la posibilidad de hacerle daño.

 

Siwon sonrió y tomó al gatito que el niño le ofrecía. Después se inclinó y arropó a Suho antes de darle un beso en la frente.

 

-Buenas noches appa -le deseó el pequeñín con sus ojitos brillando ante la tenue lucecita que siempre estaba encendida en el cuarto, pues él tenía miedo de la oscuridad.

 

-Duerme bien, hijo -se despidió Siwon saliendo del cuarto, dejando la puerta un poco entornada, nunca le había gustado cerrar la puerta del niño,
¿y si a media noche les llamaba porque le pasaba algo y ellos no le oían porque tenía la puerta cerrada? Un escalofrío recorría su espalda cada vez que pensaba en eso.

 

Cuando Siwon regresó al salón, le devolvió el gatito a Heechul. El animalito maulló molesto y se estiró en las manos de Heechul, tratando de alcanzar a Siwon.

 

-Está claro que eres el rey de los felinos, Simba -rió el mayor al ver como el gato trataba de escapar de su agarre para regresar a las manos del moreno.

 

Kyuhyun rió ante el apodo.

 

-Hacía mucho que no oía a nadie llamarte así -comentó divertido.

 

-Claaaro. Tú prefieres el mote de caballo, ¿verdad? -apuntó Heechul burlón.

 

-Oh, sí -admitió Kyuhyun-. Prefiero al caballo indomable -añadió riendo.

 

Estaba más que acostumbrado a las burlas de Heechul y sus comentarios con doble sentido y ya no permitía que le avergonzara con ellos. Había aprendido a contrarrestarlo.

 

Heechul se echó a reír a carcajada limpia ante la contestación del menor. Sí, definitivamente Siwon no había podido escoger a nadie mejor que a Kyuhyun. El menor se había ganado fácilmente su aprecio, no había muchos que se atrevieran a responderle.

 

Estuvieron charlando en el salón un buen rato más hasta que Siwon se dio cuenta que ya era muy tarde. Heechul se quejó, quería seguir de cháchara, pero ninguno de los dos se doblegó ante su capricho tampoco, puede que él no trabajase mañana, pero ellos empezaban su rutina diaria muy pronto, así que no iban a ceder a los chantajes del mayor.

 

Siwon acompañó a Heechul hasta el cuarto que habían preparado para él, normalmente era una habitación que no se usaba más que de trastero, pues estaba a tope de cacharros inservibles que por alguna razón no querían tirar, pero la habitación contaba también con un mueble cama que ya habían preparado para Heechul.

 

Siwon se despidió de su hyung y se metió en su cuarto, dónde Kyuhyun ya se había puesto el pijama. Sonrió de lado al verlo de espaldas frente al armario, buscando la ropa que se pondría mañana, y se acercó hasta él silenciosamente. Colocó sus manos en su cintura y le dio un beso en la oreja.

 

-Así que prefieres al caballo indomable, ¿no? -susurró.

 

Kyuhyun soltó una risita.

 

-Oh, Wonnie. Sabes que sí -afirmó dándose la vuelta entre sus brazos para verle de frente con una sonrisa de lado.

 

Siwon le devolvió la sonrisa y se inclinó un poco atrapando sus labios en un profundo beso. Kyuhyun alzó sus brazos y los entrelazó tras su cuello, intensificando aquel beso. El brazo de Siwon rodeó su cintura y le apretó contra su cuerpo, obligándole a arquear un poco su espalda.

 

-¿Y qué te parece la idea de montar a caballo un rato, eh? -preguntó el mayor separando sus labios y mirándole intensamente.

 

Siwon sonrió otra vez antes de responder:

 

-Me parece una idea excelente -aceptó volviendo a unir sus labios con los del mayor, mordiendo su labio inferior y colando su lengua en la boca contraria.

 

Siwon gruñó en el beso y buscó la lengua de Kyuhyun con la suya, entrelazándolas a la vez que llevaba sus manos hasta el trasero de su chico.

 

-Appas... -el llamado lastimero de Suho tras la puerta les obligó a separarse, mirando preocupados hacia allí a tiempo de ver como el pequeño entraba al cuarto con su manita posada en su tripa.

 

-Suho -le llamó Kyuhyun preocupado llegando hasta él seguido por Siwon-. ¿Qué pasa?

 

-Appa me duele la tripa -se quejó el niño con un puchero.

 

-Te dije que si comías tan rápido, luego tendrías dolor de tripa -le recordó el mayor agachándose a su lado.

 

-Appa no me regañes ahora -le pidió el pequeño llevando sus manos hasta su cuello.

 

Siwon suspiró y colocó su brazo tras las piernas del niño y lo alzó en brazos, sintiendo cómo el pequeño apoyaba su cabeza en su hombro.

 

-Vamos a acostarlo un rato, a ver si se le pasa -dijo Kyuhyun sujetando la puerta de la habitación para que Siwon saliera al pasillo.

 

-Appa... -le llamó Suho antes de que lo sacaran del cuarto-. ¿No puedo dormir aquí? -pidió mirándolo triste.

 

A Kyuhyun casi se le parte el alma al ver los ojitos suplicantes del niño.

 

-Claro que sí, pequeño -aceptó cerrando la puerta.

 

Siwon se dio media vuelta y se encaminó a la cama. Dejó al pequeño ahí, que se hizo una bolita sujetando su barriga y él y Kyuhyun se tumbaron cada uno a su lado.

 

-Ponte boca arriba, Suho -le pidió Kyuhyun.

 

El niño obedeció y Kyuhyun puso su mano sobre su tripa y empezó a repartir caricias tratando de calmarlo un poco.

 

-¿Te encuentras mejor? -preguntó Siwon un rato después.

 

Suho asintió ya medio dormido  y Siwon se incorporó para agarrar las sábanas y cubrirlos a los tres con ellas.

 

-Appa -murmuró Suho adormilado.

 

-¿Qué pasa? -preguntó el mayor.

 

-¿Podemos tener un gatito? -pidió.

 

Kyuhyun y Siwon soltaron un par de risitas.

 

-Ya veremos, pequeño. Ya veremos -respondió finalmente Kyuhyun un segundo antes de que Suho se sumiese en un profundo sueño.

 

 

 

 

Una semana más tarde, Suho, al salir de la escuela, se encontró con que appa Kyu y tío Chul habían ido a buscarle juntos. Echó a correr al ver que tío Chul sostenía la jaula de gatitos en sus manos.

 

-¡Heebum! ¡Champagne! -saludó con una sonrisa agarrando la puertecita de la jaula con sus manos.

 

-Suho tienes que saludar a tío Chul primero -le regañó.

 

-Vale -aceptó el niño-. Hola tío Chul -saludó-. ¿Abres la puerta? -le pidió.

 

Y Heechul se echó a reír, no había quién corrigiese a ese niño.

 

Durante el camino de vuelta, Suho llevó en brazos al pequeño siamés.

 

Una vez llegaron al edificio, el pequeño fue a llamar a Luhan al piso de enfrente para que viniese a jugar con él y los gatitos a su casa, como había estado haciendo toda aquella semana, pero Kyuhyun le detuvo antes de que llegase al timbre.

 

-Suho, primero ves a dejar la mochila en tu cuarto y a comer tu merienda, después llamas a Luhan.

 

El niño asintió y entró corriendo en casa.

 

-¡Appa Won! -saludó el chiquitín al ver a su appa en el salón-. Llegas temprano.

 

-Hoy he salido antes -respondió el mayor cogiendo al pequeño en brazos.

 

-¿Y eso? -preguntó Kyuhyun llegando a su lado para saludarlo con un beso.

 

-Heechul me ha llamado antes, me ha pedido que regresara pronto -respondió Siwon mirando al nombrado con curiosidad.

 

-Mi avión sale en tres horas -informó el pelirrojo.

 

-¿Te vas? -preguntó Kyuhyun sorprendido.

 

-¿Porqué tan de repente? -cuestionó Siwon.

 

-No es tan de repente, en realidad ya hace días que saqué el billete -comentó-. Pero no me gustan las despedidas, así que...

 

-¿Tío Chul se marcha? -preguntó el pequeño comprendiendo tardíamente sus palabras.

 

-Sí, pequeño -afirmó el nombrado-, vuelvo a casa.

 

Suho le miró entristecido y bajó la vista a punto de llorar.

 

-Pero no estés triste -le pidió el mayor llegando a su lado-. Mira, para que te acuerdes de mí, ¿qué te parece si dejamos a Champagne aquí?

 

Suho abrió los ojos sorprendido por sus palabras.

 

-¿Me regalas a Champagne? -preguntó.

 

-Sólo si me prometes que lo cuidarás bien -le advirtió.

 

Suho movió su cabeza arriba y abajo afirmativamente repetidas veces. Heechul sonrió divertido.

 

-Bueno, pues ya que está todo dicho, me marcho -informó agarrando la maleta que había dejado lista en el recibidor antes de reunirse con Kyuhyun para ir a buscar al pequeño-. Nos veremos pronto.

 

Abrió la puerta, dispuesto a marcharse y de repente Champagne empezó a maullar. Heechul sonrió y se acercó al gatito que Suho mantenía en brazos.

 

-Portáte bien, ¿eh?

 

El gatito maulló de nuevo y frotó su cabecita contra la mejilla del mayor. Heechul sonrió, acarició su cabecita una última vez y se giró de nuevo hacia la puerta.

 

El gatito siguió maullando en brazos del pequeño mientras Heechul desaparecía tras la puerta. Suho vio como el animalito se retorcía entre sus manos queriendo escapar de él sin dejar de mirar a la puerta.

 

-Appa, bájame -le pidió Suho a Siwon.

 

El mayor le miró curioso, pero lo dejó en el suelo y Kyuhyun y él vieron como salía al rellano tras Heechul.

 

-Tío Chul, espera -le pidió llegando a su lado.

 

Heechul se giró y lo miró.

 

-¿Qué pasa? -preguntó.

 

-Champagne se quiere ir contigo -dijo el niño alzando al gatito para que tío Chul lo cogiera.

 

-Bueno, pero tú quieres que se quede, ¿no? -cuestionó el mayor-. Se acostumbrará en un par de días, ya verás.

 

Suho negó.

 

-Pero él no quiere quedarse -explicó el niño-, además no quiero separarlo de Heebum -apuntó acercando al gato a la jaulita que tío Chul llevaba en una mano, viendo como Heebum sacaba su naricita entre la rejilla de la puerta, tratando de alcanzar al gato siamés-. Ellos son como hermanos y si los separamos estarán tristes...

 

Heechul miró al pequeño conmovido por su actitud y alzó la cabeza para mirar a Siwon y Kyuhyun que veían enternecidos la escena.

 

-Bueno, pues si eso es lo que quieres... Me lo llevaré -aceptó el mayor abriendo la puertecita de la jaula para que Suho metiese allí al gatito.

 

El niño dejó a Champagne en la jaula que dio un saltito para llegar junto a Heebum y frotar su cabecita en su lomo cariñosamente. Suho sonrió un poco triste, pero contento de ver de nuevo feliz al gatito.

 

Heechul cerró la jaula y miró de nuevo a Suho.

 

-Me lo llevo, ¿eh? -le avisó. Si quería echarse atrás todavía estaba a tiempo.

 

Suho asintió y se dio media vuelta para regresar con sus appas. Heechul vio cómo Kyuhyun se agachaba hasta la altura del pequeño y le abrazaba cariñosamente. No pudo evitar sonreír ante la escena.

 

El ¡ding! del ascensor le indicó que el aparato había llegado a su planta y se giró de nuevo para entrar en el elevador.

 

-¡Tío Chul, espera! -la aguda vocecita del niño le obligo a girarse otra vez con una sonrisa en la cara.

 

-¿Te has arrepentido, no? -preguntó divertido viendo como el niño llegaba a su lado.

 

Pero en lugar de responder, Suho atacó su cintura en un abrazo de oso.

 

-Te echaré de menos tío Chul -confesó el niño.

 

Heechul le miró sorprendido.

 

-¿No querrás decir que echarás de menos a los gatos? -preguntó.

 

El niño negó aferrado todavía a su cintura y Heechul le acarició la cabeza con una sonrisa, enternecido por su actitud.

 

-Te prometo que vendré pronto a verte -le prometió-. Y tú puedes pedirles a tus appas que te lleven a Tokio, a mi casa, te dejaré jugar con todas mis mascotas.

 

-¿Tienes muchas? -preguntó el niño alzando el rostro.

 

-Mi casa parece un zoo -respondió el mayor sonriendo.

 

Los ojitos de Suho brillaron de emoción de tal modo que sacaron una carcajada al mayor.

 

-Mala cosa le has dicho hyung -apuntó Siwon llegando a su lado con Kyuhyun agarrado de la cintura.

 

-A Suho le encanta el zoo -le explicó Kyuhyun.

 

-¿Sí? -preguntó mirando al pequeño-. ¿Cuál es el animal que más te gusta? -preguntó.

 

-¡El león! -respondió el pequeño sin dudarlo.

 

Y Heechul se echó a reír.

 

-¿Así que el animal que más te gusta es appa Won, no?

 

Suho le miró confundido ladeando la cabeza.

 

-Pero appa no es un león -apuntó el niño.

 

-Ah, no, es verdad -aceptó el mayor-. Tu appa es un caballo indomable.

 

-¡Hyung! -exclamó Kyuhyun.

 

Heechul se echó a reír y se dio la vuelta para marcharse.

 

-Se me va a escapar el avión -apuntó levantando una mano despidiéndose de espaldas-. Que os vaya bien familia -se despidió desde dentro del ascensor.

 

Justo antes de que las puertas se cerrasen, Heechul vio una preciosa estampa en el rellano. Suho despidiéndose de él con una manita, en brazos de Kyuhyun que apoyaba su cabeza en el hombro de Siwon. No pudo evitar sonreír y menos cuando la vocecita de Suho se coló en el ascensor justo antes de cerrarse.

 

-Appa, ¿porqué dice tío Chul que eres un caballo indomable?

 

La carcajada de Heechul se oyó hasta en el hall del edificio.

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Espero que os haya gustado!!


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