Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Evermore por Nanaa

[Reviews - 9]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

!Hola!

Este fic va dedicado a todas las personas que leen mi otro fic TaeKey, especialmente para:

Mi esposita JessKyS xDD acachan,  SamiiV ,AKU e  IVI-CHANFUJOSHITA Porque le e agarrado cariño aunque ni las conozca y eso TTnTT

Y para todas las personas que han abierto el Fic, para ustedes TaeKey shippers (:

Notas del capitulo:

 (:

 

 

***

Estas aquí…estas esperando

 

Sé que me sientes. Sabes que estoy aquí.

 

¿Me hueles, cierto?

 

Tú amas mi sangre. Podrías beberla por siempre. Podrías beberla en copas. Podrías convertirme en tu bebida más apetitosa.

 

Lo deseas. Me deseas.

 

Tus ojos negros me dicen muchas cosas. Me dicen que me amas, aunque nunca me lo digas. Yo se que, es así.

 

Ámame.

 

Ámame porque yo te amo. Te amo y lo sabes, te lo he dicho infinidad de veces. Tu solo me observas tan fríamente como siempre sueles hacerlo, y haces como si no hubieses escuchando nada. Esa es tu esencia, la esencia de tu mirada, tan fría y amarga, aunque tú no quieres que sea así. Pero yo puedo verlo, solo yo puedo verlo; una pequeña luz resplandeciente en tus ojos profundos.

 

Sé que me estas esperando…aunque quisieras que no estuviera aquí.

 

Sabes de mi presencia, me sientes, me hueles, pero no haces nada por estar cerca de mi o al menos hablarme.

 

 

En esta casa abandonada, miles de espíritus deambulan por el lugar polvoriento.

 

Murmullos y gritos desquiciantes perciben mis oídos. Los espíritus me saludan amigables; Si, esto es amigable para ellos. Son saludos: los gritos, las palabras, los murmullos. Ellos me están saludando. Todo aquello que asusta a mis amigos los humanos es, en realidad, un saludo.

 

Un saludo espeluznante.

 

¡Ellos quieren hacer amigos! Los espíritus tratando de hacer amigos humanos. ¡Qué estupidez! Pero es realidad.

 

Casa hermosa, casi por caerse. En cualquier momento puede derrumbarse. En cada paso puedo llegar a morir. En cada paso el piso puede caer bajo mis pies. Cada paso es un nuevo rechinido. En cada paso me acerco más a ti…

 

Cada paso me lleva a la muerta.

 

 Es lo que siempre eh querido.

 

-No acerques más pequeño…- Me dices. Tu voz aterciopelada me llama, por fin has dejado de ignorarme.

 

Pero yo No dejare de moverme.

 

-No sigas Kibum…-

 

No.

 

-¡Basta! no des un paso más.

 

No.

 

Frente a mis ojos te conviertes.

 

Tus ojos negros se vuelven grisáceos. Tus labios rojos se vuelven pardos. Tu piel se vuelve más blanca y pálida. Tras tu espalda liberas sombras negras. Son más espíritus. Personas que nunca alcanzaran la paz. Miles y miles de sombras liberas.

 

Un escalofrió recorre mi cuerpo.

 

En este instante algo crece tras tu espalda. Las sombras se alejan. Todos se alejan. Gritos estallan como eco.

 

Tus alas se muestran con orgullo, y me sonríes con malicia.

 

Eres Taemin: El ángel de la muerte.

 

Mientras yo…sigo dando pasos, me sigo moviendo hacia ti.

 

-No mas Kibum…!Aléjate!- Gritas.

 

No.

 

El frio inunda mi cuerpo. Una ráfaga de aire frio como hielo me recorre. El clima se vuelve frio de repente, y el cielo comienza a nublarse.

 

Los relámpagos hacen presencia.

 

Tú has provocado todo esto.

 

Así como las olas comienzan a moverse con salvajismo. Estamos en medio del mar. En una casa abandonada-sobre una diminuta isla- desde hace años, muchos años…, es aquí donde liberas las almas-.

 

Doy un paso más…

 

Tus alas se extienden. Tan magnificas e irreales. Tan grandes y frías…

 

Algo cruje…

 

-¡No!-Vuelves a gritar- ¡Kibum! ¡No lo hagas!

 

El crujido suena con fuerza. Bajo mis pies el piso se mueve. La madera vieja me abre paso. Esta rompiéndose. Estamos en el piso más alto. Esta casa es tremendamente grande, así como escalofriante.

 

Puedo morir, es lo que quiero.

 

Pero eso no sucede, otra vez.

 

-Te dije que no dirás un paso más…- Me susurras tan dulce y amigable, pero también percibo enojo en tu voz.

 

-No- Digo simplemente.

 

-Eres un estúpido, no sabes a lo que te condenas.

 

-No me importa.

 

Tú niegas con la cabeza.

 

Cuando el piso rompió, volaste hacia mí. Me salvaste.

 

Me sostienes con amabilidad, una amabilidad que pronto deja de serlo. Volamos encima del mar, en aquel frio infernal. El viento me da directamente al rostro y no pudo soportarlo. Es demasiado helado y fuerte.

 

Dejo se sentirte. Dejas de sostenerme. Tus brazos dejan de sostenerme, y me arrogas al mar. Caigo. Con aquellas olas extendiéndose frente mis ojos. El océano me recibe furioso, no me deja ni un solo respiro. Siento ahogarme. Me estoy ahogando.

 

-¡Aun quieres morir!- Gritas desde el cielo, observado mi agonía.

 

No respondo, ni si quiera puedo hacerlo.

 

Ya no puedo hacerlo…el mar comienza a comerme.

 

Como miles de cuchillas dando contra mi cuerpo. Mil y un dolores percibo.

 

El oxigeno. El oxigeno me está abandonando.

 

Entonces cierro los ojos...

 

Unos brazos fríos me sostienen y sé que eres tú. Antes de perder el conocimiento, me vuelves a sostener. Te sumerges bajo el mar y me sostenientes. Volvemos a volar. Pero yo me siento perdido, me siento aturdido, y tengo frio, mucho frio.

 

De repente ciento que morir no es algo muy agradable, al menos no en la forma que estaba a punto de hacerlo.

 

Volvemos a la casa abandonada. Los espíritus ya no están allí. Tú los has ahuyentado.

 

Estamos solos.

 

-Siéntate- Me dices frio, seco, enojado.

 

Me liberas de entre tus brazos. Me tiras en aquel suelo maltratado sabiendo que podría romperse en cualquier momento, porque en cuanto mis pies la tocan, esta vuelve a crujir, como hace un momento.

 

No te obedezco. Permanezco de pie, observándote, y recobrando el aire.

 

-Eres un estúpido- Me vuelves a decir- Deberías de apreciar tu vida.

 

-Tu deberías dejarme morir, es mi vida no la tuya. Sé lo que hago con ella.

 

Me observas furioso. Tus alas se mueven con insistencia. El viento se vuelve incontrolable, y siento como mis huesos calan a causa del helado viento.

 

Vuelas hacia mí, tan rápido que apenas logro pestañear. Me empujas por el pecho, trapazando la pared de madera. Caigo con fuerza. Siento mucho dolor y, suelto un grito desgarrado. Tú me observas inocente y travieso. Estas encima de mí, aplastándome. Tus alas son las que pesan, tus alas son las que me causan dolor.

 

Tu rostro se desfigura, y  lames tus labios lentamente, cómos si estuvieras apunto de saborear algo delicioso.

 

Siento más dolor, te aprietas más contra mí, y vuelvo a gritar.

 

-¿Asustado?-Me susurras en la oreja, y…la muerdes. La muerdes con fuerza, haces que comience a sangrar y saque mas gritos –tu sangre siempre será mi fascinación-Dijiste dando un ultimo lengüetazo a mi oreja sangrante.

 

Me vuelves a sostener y, me levantas del suelo bruscamente; sin piedad por mi dolor, solo me alzas y me vuelves a estampar en otra pared, esta vez con menos fuerza, por lo que, no se rompe.

 

Siento como tus labios fríos se abren paso a los míos temblorosos. En ese instante metes tu lengua dentro de mi boca. Comenzamos un beso húmedo, en el que, arrebatas toda mi ropa. La rasgas y rompes, dejando completamente desnudo en segundos. Comienzo a temblar, y tú en ese momento te alegas, admirando mi cuerpo desnudo y friolento.

 

-¿Seguro que no tienes miedo?- Me preguntas en una mirada profunda e intensa, desbordante de deseo.

 

-No…lo que tengo es frio.

 

Tu solo sonríes, y me envuelves con tus enormes alas.

 

-¿Así está mejor?-

 

-Mejor- Afirmo.

 

Me vuelves a besar. No eres amable, comienzas a morder mis labios. Sacas más sangre de mí, y la saboreas nuevamente. Yo solo lanzo quejidos entre el beso dañino. Sabes que me duele y solo lo disfrutas.

 

Acaricias mis piernas en movimientos rápidos, como si quisieras que dejara de tener frio con aquella acción. No funciona, sigo teniendo frio. De un momento a otro dejas el movimiento y, tomas mis piernas con fuerza. Me alzas y haces que las enrolle alrededor de tu cintura.

 

-¡Ahhhhhh!- Grito desgarrado, doloroso, demasiado doloroso.

 

Duele, duele, duele, duele mucho.

 

Me has penetrado, sin preparación, sin compasión.

 

-¿Qué pasa? Pensé te gustaba el dolor…- Dices susurrante, ronco y amargamente. Pareciera como si mi dolor también fuera el tuyo. Como si ahora mismo la culpa te llenara, el amor por mi te albergara y me dejarías libre de un dolor agudo e insoportable. Pero no fue así.

 

-D-Detente- Susurro casi sin voz.

 

No lo haces, no te detienes. En su lugar comienzas a moverte con más rapidez, enterrándote profundamente en mí.

 

-Eres masoquista, te encanta esto, lo sé- Me susurras en la oreja, sonriendo placentero, pero también ¿Doloroso? Como saberlo ¿Cómo saberlo si me penetras con tal violencia?

 

-No…no, por favor, para…- No lo soporto más, como mi entrada quema y arde, y tú te entierras sin compasión, con ganas y fuerza que me hacen sollozar desconsolado y aterrado.

 

Te detienes. Me observas con preocupación, solo por un instante y tu mirada  maliciosa regresa.

 

-Tae-Taemin…por favor no sigas…- Te pido en una cara desfigurada y lagrimosa-Para, por favor…

 

Me observas por un momento y tu sonrisa maliciosa se ancha aun más. Te vuelves a mover dentro de mí y yo vuelvo a gritar, suplicándote porque te detengas. Mi dolor se transforma en rasguños hacia tu camiseta desgarrada- la he roto con mis manos, a causa de tremendo dolor que  me llena- y traspasa la piel, sacándote sangre con mis uñas que se entierran sobre tus omoplatos.

 

Me embistes con violencia, con fuerza y así como empezaste también terminaste. Sales de mí. Me dejas caer contra el suelo. Mis piernas no lo soportaron y, caigo inevitablemente. Ciento un tremendo dolor en mi parte baja, es lo más horrible; la agonía más terrible de mi vida.

 

 Un dolor casi insoportable.

 

-Esta no es vida para ti Kibum…deja de hacerte daño…-Me dices, esta vez, en una voz suave y dulce, como si las fuertes embestidas contra mi cuerpo nunca hubieran sucedido.

 

-¡Tu eres el que me hace daño!- Te grito en un rostro lleno de lagrimas agonizantes.

 

-No es así, solo trato de mostrarte que la muerte como tú la deseas no es buena.

 

-Déjame morir, así dejare de sufrir, así te demostrare que la muerte como yo la deseo si es buena-Susurro casi sin aire, con mi último aliento de suplica, aun con todo el dolor que me hiciste pasar hace un momento.

 

-¡No!- Gritas- No puedo hacerlo, tu vida es valiosa, tienes que seguir viviéndola.

 

-Solo quiero estar contigo.

 

No puedo soportar todo esto. Soy tan débil. Tan débil que mis sollozos aumentan, desparramándose por sobre mis mejillas sonrojadas a causa del frio llenándome en el cuerpo.

 

Tú suspiras con pesadez y dices:

 

-No llores… no hagas eso…-

 

En ese instante un relámpago nos alumbra. Comienza a llover. Tú has provocado eso. Has ocasionado la lluvia solo para no seguir viendo mis lagrimas, aunque sabes eso me causara mas frio. Te acercas a mí, y me levantas del suelo. Trato de ser fuerte, trato de no llorar más, pero me es imposible, así como me fui imposible no lanzar un quejido por el dolor de mi entrada lastimada.

 

-Solo quiero estar contigo…- Susurro cuando me pones de pie.

 

-Lo estas, ahora lo estas.

 

-No, no así, quiero ser como tú…quiero hacer lo que tú, quiero ser eterno como tú… para amarte siempre.

 

-No quiero condenarte a esta vida Kibum, no es agradable, por favor entiéndelo.

 

-¡No! ¡Entiéndelo tú!-Explote, mi paciencia dejo de existir- No quiero esta vida, y no podrás impedirlo por siempre ¿Entiendes? No quiero. Seguiré intentando acabar con mi vida, así será hasta que me dejes morir.

 

Tus ojos dejan de ser grisáceos, convirtiéndose nuevamente en negros profundos y desbordantes de brillo aun con toda aquella profundidad que albergan.

 

Entonces…grite. Lo más fuerte que e gritando alguna vez, desgarrándome las cuerdas vocales en el instante.

 

Has mordido mi cuello, enterrando tus dientes en piel húmeda y desnuda. El dolor en mi parte baja deja de sentirse, pero el frio que siento sigue llenándome los huesos. Más frio…siento más frio. Es insoportable. Todo comienza a nublarse, así como comienzo a ver negro... y la fuerza en mi cuerpo me abandona.

 

Tus alas me vuelven a envolver. Pero antes de caer en la inconsciencia la lluvia se detiene, dejándome observar tus ojos sollozantes.

 

Estas llorando.

 

Llorando porque he muerto.

 

Llorando por mi muerte.

 

 

***

 

Yo quería esta vida.

 

No me arrepiento de nada.

 

Soy como tú.

 

Ahora somos dos ángeles de la muerte.

 

Dos ángeles enamorados.

 

 

***

 

 

Habitamos la casa abandonada, en medio del mar. Controlamos el mundo. Controlamos la muerte. Controlamos nuestro amor, y me has dicho que me amas. Un millón de veces, un millón de veces me los has dicho. Bueno. Estoy exagerando, pero yo siento que han sido un millón de veces, porque cada instante me lo dices…

 

Te amo Kibum, Te amo, Te amo…

 

 La cuenta sigue… seguirá y seguirá internamente, así como los “Te amo” que yo pronuncia hacia ti. Como cada instante que me besas. Cuando tus labios acarician los míos con suavidad, frescura, ternura, salvajismo- en algunas ocasiones-brusquedad, mordiscos, pero sobre todo sincero amor. En cada caricia mi cuerpo quema, en cada caricia tiemblo y me estremezco, incluso tu mirada me acaricia y me dice tantas cosas. En cada vez que hacemos el amor, en cada ocasión que nunca hay dolor y nunca hay frio.

 

Tú eres mi calor.

 

 

***

 

La noche que lloraste, fue la noche que morí.

 

“No sabes a lo que te condenas” Habías dicho. No querías condenarme a ser inmortal. No querías que fuera un ángel de la muerte e hiciera lo mismo que tu, aquello es: Recoger almas. Querías que viviera mi vida de humano común, que fuera feliz en mi mundo, que fuera al cielo cuando muriera. Siendo un ángel de la muerte, mi vida es neutra, es decir, no voy al cielo, pero tampoco al infierno. Viviré eternamente en este casa abandonaba, en la Tierra de los humanos, recogeré almas perdidas y…

 

Nos amaremos eternamente, esa es la verdadera razón…

 

Porque  te demostré que la vida como yo la quería si era buena.

 

Han pasado siglos y seguimos amándonos, y después de todo ese tiempo sigues pidiendo perdón por todo el dolor que me causaste cuando era un humano. Te he perdonado miles de veces, pero la tristeza de aquella vez que  me lastimaste aun sigue presente en tus ojos y yo lo elimino cada vez que te beso y te digo: Te perdono.

 

***

 

Soy Kim Kibum. La muerte se enamoro de mí.

 

Yo me enamore de la muerte.

 

Me enamore de Taemin.

 

***

 

 

 

 

Notas finales:

¿Les gusto?

!Omo! Disculpen si hay errores, los revise varias veces pero igual siempre se escapan.

Este One Shot lo tenia desde hace más de un mes, pero no lo subia porque soy mala xDD ahahahah

No pido Re'w porque luego me deprimo xDD  -soy rara .__. Disculpenme-

Gracias por leer!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).