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Feliz cumpleaños ¿a mi? por my wishees

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Notas del fanfic:

¡La soulmate está de cumpleaños! Y que mejor regalo para ellos que un fic pornoso (?) xD ok no ~ a mi siempre se me ocurren este tipo de ideas cuando estoy a punto de dormir.. y en este caso, tantas ideas se me pasaban por la mente que tuve que levantarme a escribir ~ kk y esto salió. Espero que les guste ♥

El TeukChul es lo más bonito de la vida *^* y más me inspiró aún que cumplan años tan seguido kk~ 

De nuevo, si a alguien le gustó, me doy por servida :) 

PD: ¡Feliz cumpleaños al líder más carismático y precioso de todos! Jungsoo-ah ~ te amo mucho<3 espero que la hayas pasado bien y estés feliz :') de paso felicitar por adelantado también a ese hombre que amo y admiro tanto.. mi precioso Heechul ♥ saranghae baboya ~ ♥ ! mucho, mucho más amor para ti mi hermoso Kim Bipolar, flor de flores ~ kk ♥

Gracias por tanto, a los dos<3.

PD: Este fic va dedicado a Deborah, quien me pidió que me lo regale por el cumpleaños de su marido ~kk.

Notas del capitulo:

Originalmente había pensado en hacerlo un oneshot, pero a mi gusto como que me quedó largo y decidí cortarlo aquí. La continuación, o sea la segunda parte (y lo más seguro es que sea la última), la subiré la semana que viene, si todo sale bien, por el cumpleaños de Heechul :3 de regalo (?)

Nunca iría a admitirlo en voz alta, o baja, o susurrando siquiera. A penas y lo conseguía para sí mismo, pero se sentía nervioso. Ansioso ¿quizás? Ya era bastante considerable el tiempo que había pasado desde la última vez que había tenido un encuentro con su líder y ¿para qué mentir? Lo extrañaba mucho. No era como si fuera una larga brecha la diferencia de edad entre el y el resto de los miembros pero Jungsoo tenía ese no-sabía-que único y especial y a pesar de tener demasiados amigos, era contados con los que se sentía así como con él. Tal vez por eso solo el podía ser el líder de aquel zoológico.

-          Hyung ¿estás seguro que a Leeteuk-hyung no le dieron permiso para salir?

-          Sí.

-          ¿Seguro, seguro, seguro?

-          Seeeeeeeh.

-          Pero hoy es su cumpleaños, no es justo.

Finalmente Donghae había comprendido que hoy no vería a su madre pollo y decidió no discutir más. Por suerte y solo porque era él, Heechul todavía no lo había estampado contra la pared, aunque bien ya estaba por hacerlo. Hae suspiró con tristeza y se echó con desgano en el mueble de la sala, exactamente a lado donde estaba sentado el interrogado. Sin dejar de prestar atención a la pantalla de su celular, el mayor acarició su cabeza como si este fuera su mascota, una especie de cachorro en depresión quizás, como máxima expresión de consuelo.

-          Todos ustedes, deberíais salir de todos modos.. ya sabes, a pasarla bien en nombre del viejo.

-          Ya no tengo ganas. –sospesó el menor, en medio de un enorme puchero-

-          Ya, pero sabes que de todos modos Wookie no te lo dejará pasar ¿verdad? Así que vete haciendo a la idea de que hoy como sea, saldrás con el resto.

-          Ah… -Hae hundió su cabeza en uno de los almohadones que llevaba rato abrazando, resignándose a su suerte- ¿Qué hay de ti? ¿No irás con nosotros?

-          Nop.

-          ¡¿POR QUÉ?! –protestó el menor, incluso dando pataletas en el aire, pues sus piernas no llegaban a tocar el suelo- ¿De nuevo nos cambiarás por tus amigos?

-          No, simplemente no se me da la gana.

-          A mi tampoco se me da la gana, ¡sin embargo tengo que ir!

-          Pero tu no eres Heechul.

Que egocéntrico de su parte, pero era cierto. Quiérase o no Heechul hacía y decía lo que quería.. ¿Por qué? Porque era él. Nadie más en el grupo tenía tales derechos. El pescado no pudo discutir contra ello y de nuevo quedó callado, de todos modos había perdido las ganas de seguir conversando sobre cualquier tema en general.

El pelinegro y mayor de los dos, seguía demasiado concentrado en su celular, sin darse cuenta siquiera si el otro seguía o no ahí, en cuanto seguidamente, no tardó en hacer acto de presencia el eterno maknae.

-          ¡Hyuuuuuuuuuuung! ¡Fiesta, fiesta, FIESTA!  -gritó Ryeowook echándose sobre el taciturno Donghae, abrazándole y zarandeándole hasta el cansancio, momento que tardó en llegar puesto que Wook estaba más eufórico que nunca, emocionado ante la idea de salir luego de tanta agenda apretada.

-          Wookie ~ ¡yah! No sé porque tanta emoción, de todos modos omma no estará.

-          Lo sé~ -espetó, haciendo un pequeño puchero- pero nosotros necesitamos salir también ¿a que sí? No solo por Teukie-hyung. Además.. aunque no él no esté, festejaremos en nombre suyo y ¡mañana iremos a comprar un gran, graaaaaaaan regalo para él!

-          Mientras el regalo no sea tan grande como esa “gran, graaaaaaan” monstruosa jirafa que tienes en el pasillo, todo bien. –agregó Heechul, quien hasta ese momento parecía completamente ajeno a la conversación de los menores.

-          ¡Hyung! ¡No le digas así a Kiki! ¿Sabes? Podrías herir sus sentimientos. –agregó un ofendido Wook, a lo que Heechul simplemente entornó los ojos, negando con la cabeza.-

-          ¿No se estaban yendo ya ustedes dos acaso?

-          ¡Ya nos vamos! Para quiero estar contigo, de todos modos.

Ryeowook, le sacó la lengua al mayor de todos y levantándose de las piernas de Donghae, estiró al mismo de sus brazos para terminar por arrastrarlo fuera del departamento. Este mismo, había quedado en completo silencio, pues el resto de los que vivían en ese piso ya habían abandonado las instalaciones. Heechul quedó solo, ¡por fin!

No había pasado media hora desde que sus compañeros se habían retirado, cuando oye sonar el timbre.

-          ¿Quiéeeeeeen?

-          ¿Acaso esperan a alguien más que no sea yo?

“Esperan”. Heechul rió. Se levantó y fue hasta la entrada, recibiéndole a un sonriente líder con un cálido abrazo, de esos que la diva prácticamente nunca daba a nadie, para seguidamente besar cerca del hoyuelo derecho del mayor.

-          Feliz cumpleaños a mi viejo favorito ~ -siseó, lo que provocó que el de radiante sonrisa soltara una de sus risotadas tan propias de su ser.

-          Heechul, en verdad me sigue sorprendiendo esa obstinación que tienes al creerte más joven que yo.

-          SOY más joven que tú.

-          Claro cariño, 10 días… todo un siglo de diferencia. ¿Y los demás?

Preguntó el líder al mirar dentro de la habitación y no ser capaz de ver a nadie, notando demasiado silencio de hecho para ser esa una sala donde estuvieran los miembros de Super Junior. “Los demás”, por algún motivo Heechul no se había preocupado en pensar que hacer o decir una vez hubiera llegado este momento.

-          Ehmm..

-          ¿Ehm?

-          Ehmm..

-          ¿Heechul? –inspeccionó el mayor de los dos con la mirada al otro y una clara interrogante en la suya.-

-          No están.

-          ¿Dónde están?

-          ¿En un club?

-          ¿Y qué hacen en un club? Heechul… ¿no les dijiste que venía acaso? –esta vez, el ángel había retrocedido un poco para terminar el abrazo y verle mejor y de manera más “seria” al menor. Lo mejor que pudo hacer el otro no fue otra cosa sino que sonreír, cual crío pillado en una travesura.

-          De hecho… les dije que NO vendrías.

-          ¡Heechul!

-          ¡Jungsoo, lo siento! ¿Ya? Es que.. ¡te extrañaba mucho! Con ellos pululando y estorbando alrededor es imposible hablar tranquilamente. ¡Ya tendrán tiempo para verte otro día!

-          Pero hoy no es cualquier día.. lo sabes, también quería verlos a ellos, no solo tú me extrañas, estúpido gato egoísta.

-          Perdónnnn~~

Para Heechul, aquel ronroneo con el que soltó su disculpa, acariciando el rostro ajeno era su último recurso de un falso arrepentimiento. Maldito felino narcisista. Jungsoo estaba sorprendido consigo mismo en como aún a estas alturas de su vida, Heechul lograba comprarlo tan rápidamente y con tan poco. Por un segundo pudo comprender como hacía el menor para engatusar a sus conquistas, no por nada era el amo y señor de las citas. Suspiró.

-          Me las pagarás, Heechul. Y no creas que no les diré a los demás lo que has hecho.

-          Me vale.

-          ¿Eso tiene que extrañarme?

Ambos rieron. Luchar con el genio de Heechul era un caso perdido, había perdido la mitad de su carrera artística tratando de entender ello y ahora que se lo tomaba un poco más a la ligera, su vida era un poco menos estresante, en cuanto al pelinegro se tratara al menos.  

Una vez que Heechul hubo superado la parte más difícil, tomó de la mano de su líder y finalmente lo metió dentro de la casa, cerrando consigo detrás la puerta. Ambos se sentaron alrededor de la pequeña mesa en medio de la sala y no fue sino hasta ese momento que el menor se percató de algo que lo dejó sumamente perturbado.

Jungsoo llevaba puesto el uniforme militar. Y por mucho que se amara a sí mismo, al diablo su ateísmo y ¡Santo Dios! Tenía que admitir que aquel traje le quedaba de muerte a su compañero, mucho mejor de lo que a él se le vio una vez y dejando en claro lo mucho que se había estado ejercitando estos años y que por lo visto, no había perdido aquella costumbre dentro del ejército.

¿Qué demonios andas pensando Kim Heechul? Sacudió la cabeza rápidamente, llamando la atención de su líder con aquel gesto propiciado.

-          ¿Sucede algo?

-          Nada, ¡nada! –volvió a negar rápidamente con la cabeza.-

-          Hmm.. como digas~

El ángel no insistió en el tema, tampoco era como si sospechara del  asunto que andaba debatiendo el menor en su mente, por lo que con simpleza, habló de otra cosa.

Así pasaron un cuarto de hora, hablando, riendo, el mayor de los dos a veces siendo incordiado por el pelinegro y de nuevo volvían a reír. De algunas forma Heechul siempre se las ingeniaba para que nadie se enojara con él aún cuando sus bromas o comentarios fueran de los más pesados.

-          Ah.. ¡cierto! Mira –soltó el ángel una vez que hubo finalizado otra de sus charlas sin sentido, sacando una caja rosada de la mochila que hacía un rato traía en su espalda, entregándosela a su acompañante.-

-          ¿Hm? ¿Y esto qué es?

-          Tu regalo de cumpleaños, por sup…

-          ESPERA. ¿Me estás diciendo que no estarás aquí para mi cumpleaños? –el mayor carraspeó ante su reacción. Sabía que algo así sucedería.

-          Lo siento Heenim, sabes que no puedo salir sin más… Si me han dejado salir hoy fue nada más porque es mi cumpleaños, o si no, ni muerto.

Heechul entendía la situación, sabía que no era su culpa y que de ninguna manera su presencia dependía de él mismo, si no de sus superiores, pero aún así no podía evitar sentirse triste y enojado, decepcionado que uno de sus más grandes amigos no estuviera presente en aquel día. Frunció el ceño, mostrándole la peor expresión de desprecio que pudiera mostrársela a alguien.

-          Ni creas que un regalo y de este tamaño además –levantó la pequeña caja en el aire, agitándola sin siquiera haberla abierto- va a compensar el que no estés, no señor, no te lo perdonaré así nomás.- Leeteuk suspiró.

-          Te lo compensaré, Hee~

-          ¿Cómo?

El mayor vaciló. No sabía realmente que podía ofrecerle a su exigente compañero a cambio de ganarse su perdón o al menos comprarse un poco de su indulgencia y misericordia.

-          Eh.. eh.. ¡haré lo que quieras! ¡lo que me pidas!

-          SIEMPRE haces lo que quiero, no le veo la novedad a tu producto.

-          ¡No es cierto! Bueno, realmente no he llegado a hacer TODO lo que quieras.. esta vez es… especial, pues en verdad entra cualquier cosa, incluso si me pides que mate a alguien por ti.

El líder se arrepintió al segundo de haber dicho aquello. Conociéndole a Heechul, era muy capaz de pedirle aquello y ahora rogaba porque esa no fuera su elección. El susodicho no respondió nada, no en los minutos siguientes al menos. El uniformado trató de ablandarlo  un poco y arriesgando su salud física se acercó lentamente a su amigo, intentado  un primer contacto, recostó su cabeza sobre los muslos ajenos en tanto cerraba los ojos, esperando por el golpe final que acabaría con su vida. Ok exageraba, pero esperaba una reacción violenta. Nada sucedió.

Pasaron los minutos nuevamente y no obtenía respuesta contraria, tanto oral, como gestual hasta de repente, sintió la mano del carilindo sobre su frente… ¿acaso estaba acariciando sus cabellos? Eso era lo que parecía, no, eso realmente estaba sucediendo, lo que le llevó al mayor de los dos abrir los ojos, sorprendido por su cambio de actitud. Y la verdad era que no sabía porqué se sorprendía, Heechul siempre había sido así.

-          ¿Heechul? –llamó a su compañero, buscando alguna explicación a aquel gesto y de paso, la mirada contraria. El proclamado le miraba sin decir nada.- ¿Hee..?

Entonces el interrogante se vio acallado por el interrogado, cuando cortaba sus propias palabras con un suave toque; el arrimo de sus labios, con los propios.

Notas finales:

¡Mian! no sé si la jirafa gigante de Ryeowook ya tiene nombre xD por eso solo le llamé "Kiki" como se llama su jirafa pequeña de peluche. Si alguien sabe como se llama esta, me la dice y lo corrijo ;;

Hasta aquí, espero que haya sido de su agrado, las correcciones y opiniones siempre se aceptan. Desde ya, gracias por leerme<3.

 

Nos vemos la semana que viene :3


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