Escuela Chishiki no Shizuku.
Ese día, el salón 3 A estaba realizando una subasta de alumnos durante el festival escolar de medio año, la idea era sencilla…
-o-o-o-o-o Días Antes o-o-o-o-o-
-¡Subastaremos estudiantes!-anunciaba Suzuki, el presidente de la clase.-si ganan a uno en la subasta que se realizara en el festival escolar, este hará todo lo que quieran.-sonreía.
Varios alumnos se acercaban curiosos “¿lo que sea?” “¿es esto correcto?” preguntaban algunos.
-Claro que es correcto.-anuncio el maestro.-es para reunir fondos para la graduación de la clase tres A, y en efecto harán lo que sea: bañar a su perro, hacer las tareas, limpiar su casa, comer insectos… todo eso y más por un día entero.
Ante la proposición de “cualquier cosa por un día entero”, los chicos de los demás salones se entusiasmaron mucho por la idea de “comprar” a un “esclavo por un día” y nadie protesto nada más.
Por supuesto que los alumnos de ese salón no estaban muy emocionaos por la idea, sin embargo, cuando el maestro dijo que eso les subiría la calificación final, todos aceptaron gustosos.
-o-o-o-o-o Actualidad o-o-o-o-o-
Y fue así como la subasta inició…
Como era de esperarse, la subasta fue dirigida por el presidente de la clase y supervisada por el maestro. Se podía ver de todo: Cantidades monetarias anunciadas por aquí y por allá, chicas emocionadas y sonrojadas tratando de conseguir a el chico que amaban o por lo menos a un chico guapo, chicos tratando de “comprar” a chicas lindas y uno que otro buen muchacho tratando de salvar a un amigo de caer en la manos equivocadas.
-El siguiente en ser subastado es Oyami Kasai.- anuncio Suzuki.-pasa al frente por favor.-pidió para que el nombrado saliera de atrás de la cortina.
-Bueno… Creo que es mi turno.-suspiro con cierto fastidio.
-No te preocupes Sai.-le sonrió su amigo, llamándolo por su apodo.-te ira bien, todas las chicas de el salón B están enamoradas de ti.-le sonrió.-además, te ayudara mucho ese punto extra.
-Supongo que tienes razón, Aoi…-dijo mientras se dirigía al escenario.
-Bien, comencemos la oferta con trescientos yenes.
-Doy trescientos.-dijo una chica mientras alzaba la mano y daba saltitos.
-Ofrezco trescientos cincuenta…-anuncio otra chica más tranquila.
-¿Nadie ofrece más?-pregunto el presidente de la clase mirando para todos lados.
-¡Cuatrocientos veintisiete!-gritaron un grupo de cinco chicas levantándose de sus asientos.
-¡Cuatrocientos veintisiete a la una! ¡A las dos! ¡A las tres! -grito antes de golpear un pequeño paso de madera en el podio.- ¡Vendido al equipo de animadoras del salón 3 B!-anunció mientras las emocionadas chicas depositaban el monto en una caja y se llevaban prácticamente a rastras al pobre pelirrojo. Aoi no hizo más que despedirse de su amigo con la mano mientras el más alto le expresaba con los labios un desesperado “Auxilio”. El menor no hizo más que reír.
-De acuerdo…-titubeo Suzuki mientras tachaba el nombre de Kasai en la lista y escribía la cantada que recaudó.-el ultimo en ser subastado es…
Tsubasa Aoi, un chico en exceso hermoso. Sin embargo muy tímido, y por tanto no es nada popular, tiene solo un amigo; Oyami Kasai. De no ser por que se conocen desde que son pequeños, el pequeño peliazul estaría completamente solo.
-Terminemos con esto…-bufó el presidente ya cansado, habían pasado treinta y ocho alumnos y se empezaba a quedar ronco de tanto gritar.- ¿alguien ofrece algo por el?-dijo mientras lo miraba de arriba abajo, no recordaba haberlo visto en su vida.
Cualquiera se sentiría triste o humillado, pero no Aoi, le pasaba muy a menudo y ya estaba acostumbrado a que lo trataran así.
-Ofrezco ciento veinticinco…-dijo de mala gana una chica, el peliazul era lindo, pero no parecía tener personalidad.
-Vamos chicos…-animó el maestro de la clase.-se ve bastante… capaz.-No hubo respuesta.-Puede hacer sus tareas, lleva un promedio de noventa y nueve…
-Yo doy doscientos.-se levanto un pequeño viendo una manera fácil para el trabajo de final de semestre de matemáticas.
-Yo ofrezco tres mil quinientos.-dijo un chico de grado superior provocando que todos voltearan a verlo y algunos empezaran a murmurar.
-¿Estás seguro de que quieres dar esa cantidad?-preguntó el profesor un poco incrédulo.
-Completamente.-contestó con una sonrisa encantadora que derritió a varias de las chicas allí presentes.
-D-de acuerdo…-tartamudeo Suzuki bastante inseguro sobre si ese chico traía esa cantidad con el.- tres mil quinientos a la una…
-Vendido.-dijo el maestro en seco.-duda que alguien de más que eso.
Dicho y hecho, el mayor entrego la cantidad ofrecida y se llevo al menor con sus manos sobre los hombros del más pequeño, llevándolo a un lugar con menos gente.
-Gracias…-Susurró Aoi.-pero de verdad no era necesario dar tanto…-dijo al sentir que se detenía el sempai
-No agradezcas.-le sonrió mientras revolvía el cabello del menor.
-A todo esto… ¿Quién eres? ¿Nos conocemos?-preguntó el ojiazul con mucha curiosidad.
-Mi nombre es Murasaki Tori...-dijo el mayor inclinándose y dándole un beso al dorso de la mano de Aoi, este se sonrojo.-…y tú eres mío ahora.-declaró con una sonrisa seductora.