Zelo era un chico joven, el cual había acabado la secundaria. Le habían aceptado en la universidad “k” (por decir algo), era una buena noticia, pero vivía muy lejos de ahí, así que se mudó con Jongup, su mejor amigo a un piso que encontraron cerca de la universidad. Consiguieron trabajo en un bar como camareros.
Se mudaron y comenzaron a trabajar en vacaciones para poder ir ahorrando.
Un sábado por la mañana, Zelo se había levantado para hacer el desayuno y oyó unos ruidos de la puerta del al lado, como allí no vivía nadie, supuso que alguien se había mudado, le hubiera gustado ir a saludar pero era demasiado tímido para hacerlo.
***
Yongguk, un chico alto, con el pelo rubio y unos ojos salvajes y penetrantes acababa de mudarse con su amigo de la infancia Himchan, a un apartamento en un barrio de mala muerte.
Yongguk viene de una familia muy rica, sus padres, al escuchar que quería hacer algo relacionado con la música se echaron a reír. El padre de Yongguk le miro seriamente y le dijo que quisiera o no heredaría la compañía, al oír eso Yongguk cogió sus cosas y se marchó, lo último que oyó decir a su padre fue “si cruzas esa puerta no pienses en volver jamás”.
- Pff ni que estuviera loco.
***
Zelo estabas sirviendo unas copas cuando apareció su jefe informándolo de que habría un nuevo grupo que tocaría esa noche en el bar. En verdad no le importaba mucho, todos los grupos que pasaban por ahí eran un vejestorio y no sabían cantar.
-¿Que te ha dicho el jefe? – Pregunto Jongup
-Que hoy va a venir un grupo nuevo.
-Ooo... más vejestorios, que bien… - Dijo Jongup
Zelo se río por su comentario, la verdad es que a él le gustaba mucho la música y aún más bailar, siempre cantaba y bailaba cuando estaba solo en casa.
Habían pasado tres o cuatro horas desde que abrieron el bar y estaba más lleno que de costumbre, sobre todo de chicas. Seria por el nuevo grupo, se preguntó.
***
Yongguk y Himchan se preparaban para salir, al ver un coche negro afuera esperando salieron de casa y cerraron con llave, caminaron hasta el coche y se subieron, dentro estaban Youngjae y Daehyun sus amigos.
-¿Dónde dijiste que íbamos a tocar a partir de ahora? – Preguntó Youngjae
-Vamos a actuar en un bar llamado Marte, ¿lo conoces? – Dijo Himchan con una cara tierna, como siempre hacía cuando preguntaba.
-Sí, he ido un par de veces con amigos a tomar algo, aunque la música era una mierda, pero supongo que eso ahora va a cambiar. Por cierto que le pasa a Yongguk, lleva una cara que da miedo
-Jaja no lo sé, se levantó de mal humor, mejor no molestarle ahora, está escuchando música y sabes cómo se pone cuando le hablas mientras escucha música.
***
Ya era casi la hora de que llegase el nuevo grupo y Zelo era el encargado de darles la bienvenida. Acaso no es el jefe el que tiene que hacerlo, porqué él?. Cuando habla con gente a veces se pone tan nervioso que comienza a tartamudear pareciendo un idiota, así que no le gustaba hablar con una persona más de 5 minutos.
El jefe le comunico a Zelo que ya habían llegado y que le esperaban en la puerta trasera.
Cuando llegó, vio a cuatro chicos, les saludo y se presentó.
-Em… hola me llamo Zelo y trabajo aquí, si no os importa os llevare hasta la sala donde podréis prepararos. – Dijo sonriendo, una sonrisa angelical que solamente él sabía que era falsa.
–Hola yo me llamo Himchan este es Daehyun, Youngjae y Yongguk – Dijo señalando cada uno de los miembros del grupo. – Es un placer conocerte.
-Igualmente – Contesto el menor con la misma sonrisa.
Yongguk se aguantó la risa todo lo que pudo, Zelo al verlo no comprendió de que se reía. Les dejo en la habitación y fue a ayudar a Jongup con los clientes.
Cuando empezó a tocar el grupo todos estaban callados y mirando el escenario. Zelo miraba a Yongguk el cual le llamaba la atención, aunque no sabía porque.
Comenzaron a cantar uno tras otro, cuando escucho cantar a Yongguk se le puso la piel de gallina. Tenía una voz grave y seductora, Zelo lo escuchaba con mucha atención. Mientras miraba, Yongguk le guiño el ojo, Zelo abrió los ojos de par en par y noto como su cara se ponía roja poco a poco, giro su cara hacia un lado avergonzado por lo que acababa de presenciar.
Lo que más le sorprendía a Zelo era que se hubiera puesto rojo por algo así, además Yongguk era un chico y le acababa de conocer.
***
Ya era la hora de cerrar y ya no quedaba ningún cliente en el bar, el grupo ya se había ido. Los dos chicos fueron llamados por el jefe.
-A partir de mañana Yongguk trabajara aquí con nosotros.
-Por qué – Pregunto el menor con una cara de preocupación
-Era parte del contrato que hice con ellos, pero eso es algo que no te incumbe. Acaso tienes algún problema con ello?
- No – Contesto seriamente.
-Pues hasta mañana.
***
-Vi el signo que hiciste a ese niño – Le dijo Himchan a Yongguk
-No sé de qué me hablas – Hablo con indiferencia Yongguk
-Por favor puedes engañar a cualquiera menos a mí.
- I qué?
-Ooo… ahora lo admites, jajaja
-Aish… cállate!!
-Hay – suspiro Himchan – Nuestro Yongguk ha experimentado amor a primera vista – Se burló a lo que Yongguk le respondió con una mirada amenazadora.
***
Zelo y Jongup estaban de camino a casa, pasaron por un supermercado. Jongup no paraba de mirar de reojo a Zelo.
-Si tienes que preguntarme algo hazlo, pero para de mirarme me incomoda.
-Oh lo siento, es que estas raro.
-Raro? En qué sentido?
-Te atrae Yongguk – Pregunto repentinamente Jongup lo que hizo que a Zelo le sorprendiera bastante.
-Que te hace pensar eso? Él es un chico!!
-No importa el sexo de una persona cuando te enamoras.
-No... No estoy enamorado!
-Lo que tú digas – Dijo Jongup con sarcasmo, a lo cual Zelo se enfadó e inflo los mofletes como un niño pequeño.
Los dos llegaron a casa, comieron y se fueron a dormir cada uno a su cuarto. Zelo no podía dormir, se sentía raro, emocionado por lo de mañana quizás. No quería sentirse así pero casa vez que pensaba en Yongguk sentía un hormigueo en el cuerpo, cuando se acordaba de su sonrisa, él también sonreía como un tonto hasta que se daba cuenta y se daba con las manos en la cabeza.
Al día siguiente se despertó pasadas las 12 y Jongup no le había despertado, le llamo pero no contestaba. Entro en su habitación pero allí dentro tampoco estaba, pero encontró algo muy sorprendente en el escritorio de Jongup, era una revista porno. Zelo se sorprendió mucho, normalmente no lo haría si se tratara de una revista normal, pero en ella solo salían hombres desnudos. La volvió a dejar en su sitio y cerro la habitación.
Sin querer pensar mucho en ello, bajo a la cocina para algo de comer pero no había nada en la nevera. Se vistió y salió al supermercado.
Mientras iba hacia el supermercado vio a Jongup en un bar pero no estaba solo estaba con alguien, pero no veía bien quien era, asique se acercó un poco y… era Himchan, el chico que canto anoche en el bar. Decidió que le preguntaría cuando volviera a casa.
Compro todo lo que necesitaba y se fue a casa, después de esperar varias horas a que volviera Jongup, por fin se oyó la puerta.
-Hola
-Hola, donde has estado?
-Fui por ahí
-Solo? Qué raro… - Dijo Zelo mirándolo de reojo.
-Por? No puedo pasear o que, anda vamos a cambiarnos, de aquí poco tenemos que ir a trabajar.
-Ya veo… espero que te haya sentado bien tu “paseo” de más de 6 horas – Dijo sarcásticamente.
Por ahora lo dejaría pasar pero cuando tuviese la oportunidad le preguntaría directamente.
Fueron hasta el bar, ya estaba abierto lo cual era extraño porque normalmente llegaban ellos antes y lo abrían, entraron y vieron a Yongguk esperándolos para saludarles.
Al ver a Yongguk, Zelo corrió al vestuario lo más rápido que pudo. Jongup saludo a Yongguk y se dirigió hacía el vestuario donde al ver a su amigo se rio a carcajadas, pero no le dijo nada.
Jongup salió primero, mientras Zelo se ponía el “uniforme”, se estaba mirando al espejo cuando de repente vio una figura detrás de él, era Yongguk, se puso muy nervioso y se sonrojo.
-Qué pasa? – Pregunto el pequeño
-Nada solo quería saludarte, como has huido corriendo cuando has entrado.
-Podrías haber esperado a que saliera – Le temblaba un poco la voz al decirlo.
-No me cuesta nada venir hasta aquí a saludarte, espero que podamos ser bueno amigos.
Zelo estaba de espaldas a Yongguk pero sabía perfectamente que en ese momento estaba sonriendo.
-Puedes girarte no te voy a comer jaja creo…
-Ja... ja… estoy mejor así.
Yongguk lo cogió por la cintura y lo giro. Zelo intento darse la vuelta otra vez, pero el otro no le dejo.
-Tienes la camisa mal abrochada, no te has dado cuenta?
-Qué? Ah… gracias.
Yongguk desabrocho la camisa rápidamente, Zelo no tuvo tiempo ni de quejarse.
-Espera… puedo hacerlo yo solo. – Dijo apartándole las manos, pero el mayor no le hizo caso y siguió con lo que estaba haciendo.
-No importa, yo lo hago por ti – Dijo mientras le miraba a los ojos.
Zelo se quedó paralizado mientras el mayor le abrochaba la camisa, le estaba mirando a los ojos con una mirada que parecía saber exactamente lo que pensaba.
A Zelo le pareció eterno el tiempo que tardo en abrocharle la camisa, rápidamente bajo la mirada y miro el suelo.
Vamos – pregunto el mayor con una sonrisa burlona.
El pequeño ni contesto se fue rápidamente hacia a fuera.
La noche pasaba, los clientes iban y venían. Zelo intentaba no mirar hacia Yongguk pero algo obviamente imposible. Yongguk también le miraba, podía sentirlo, le ponía muy nervioso y no sabía cómo actuar. Jongup se daba cuenta de todo y los observaba desde lejos riéndose por dentro.
Himchan apareció de la nada y se sentó a beber algo.
Ya era la hora cerrar y no veía a Jongup por ningún lado, asique fue a comprobar por la salida de detrás y efectivamente allí estaba contra la pared besándose con Himchan. Volvió para dentro y fue corriendo al vestuario para no toparse con Yongguk. Al cerrar ni siquiera espero a Jongup ya que seguramente los dos seguían con lo suyo.
De repente oyó una voz grave, era Yongguk.
-Te acompaño hasta tu casa?
-No soy un niño pequeño, puedo arreglármelas
-Las calles están muy oscuras y este no es un barrio que digamos de buena gente.
La verdad es que tenía unas ganas tremendas de que le acompañarase además de tener mucho miedo a la oscuridad, pero tenía que proteger su orgullo.
Después de caminar un largo rato, se dio la vuelta.
-Te dije que no hace falta que me acompañes!!
-Solo estoy yendo hacía mi casa.
-Ya claro…
Al llegar al apartamento, Yongguk seguía detrás.
-Vale… satisfecho? Ya puedes irte a casa tranquilo – Dijo con una mirada asesina.
-Vivo aquí.
-Espera… eres tú el que se mudó aquí hace poco?
-Jaja que coincidencia.
Zelo estaba muy perdido. I aún más porque por dentro se sintió muy feliz.
-Buenas noches – Dijo Yongguk con una sonrisa a la cual Zelo no se pudo resistir, el mayor lo beso en la frente, se quedaron varios segundos a milímetros uno del otra mirándose fijamente hasta que Zelo se fue a casa y cerró la puerta rápidamente.
-Jajaj es como un niño pequeño.
Después de arreglarse Zelo se fue a la cama y se escondió debajo de las sabanas, aún podía cerrar los ojos i visualizar perfecta mente a Yongguk a milímetros de él, se ponía rojo como un tomate solo de pensarlo.
***
Yongguk llego a casa y Himchan no estaba, asique le llamo pero al no respondía se imaginaba lo que debía de estar haciendo y con quien.
Se fue a dormir pensando en el pequeño ángel que vivía al otro lado de la pared.
***
Zelo estaba durmiendo y de pronto sonó el timbre, aun medio dormido abrió la puerta sin ni siquiera mirar quien era. Eran Yongguk y Himchan, estuvo a punto de cerrar la puerta pero una voz detrás de él dijo pasad. Los dos pasaron como si fuera su propia casa, Himchan saludo y detrás de él venía la persona que precisamente en ese instante era la que menos quería ver.
-Hola Zelo – Dijo el mayor guiñando el ojo y con una sonrisa.
-Hola… bueno me voy a vestir – Dijo corriendo el menor.
Al bajar estaban todos comiendo, era algo muy raro de ver. El pequeño bajo de manera silenciosa y se sentó al lado de Yongguk el único asiento libre. Ninguna dijo ni una palabra, al acabar Jongup comenzó a hablar.
-Zelo tengo que decirte algo..
-Qué pasa?
-Puede que te parezca raro pero estoy
-Saliendo con Himchan – le interrumpió – Ya lo sabía, os vi en un bar y besándoos. No pasa nada lo apruebo, sabes que quiero que seas feliz – Dijo sonriendo
-Gracias, dijo Jongup mordiéndose el labio inferior como un niño pequeño que está a punto de llorar.
Zelo no se atrevía a mirar la expresión de Yongguk, seguramente a él le disgustaba, pero no dijo nada.
Después de desayunar la pareja salió dejando a los otros dos solos.
-No tienes por qué quedarte, seguro que tienes muchas cosas por hacer.
-Tengo tiempo de sobra para estar contigo.
Eso hizo que el corazón de Zelo de acelerara. No sabía desde cuándo pero ya había aceptado los sentimientos que tenía por Yongguk, pero tenía que tratar de ocultarlos los máximo que pudiera.
Los dos se sentaron en el sofá, Zelo no sabía que decir y notaba la mirada de Yongguk, le miraba directamente a él.
De repente Zelo se acordó de cómo había cantado esa noche Yongguk en el bar.
-Cuando vais a volver a cantar?
-El sábado – Continuaba mirándole, no apartaba la mirada… lo que hacía a Zelo estar aún más incómodo.
-Podrías…
-Qué?
-Nada, pensé en una tontería. – Rio el pequeño
-Quieres que te cante algo?
-Eh… - Como sabía lo que iba decir pensó Zelo
-Eres transparente, puedo saber exactamente lo que piensas. – Dijo sonriendo Yongguk.
-Qué quieres que te cante princesa?
-No soy una princesa – inflo los mofletes
-jajaja vale como usted diga.
El mayor empezó a cantar y el pequeño lo miraba a los ojos, su voz era tan sexy, era como si estuviera soñando. Pasaron la tarde enfrente del televisor hablando sobre sus vidas privadas, Zelo cogió más confianza.
-Por qué no me llamas hyung en vez de Yongguk?
-No sé jaja…
- Si lo prefieres puedes llamarme oppa – Dijo con una sonrisa diabólica.
-Jajaja que gracioso, HYUNG – dijo esa última palabra más fuerte.
Los dos fueron a trabajar juntos, ya que Jongup aún no había vuelto de su cita con Himchan o lo que estuvieran haciendo.
En el bar el tiempo pasaba muy lento. Yongguk estaba atendiendo a unas chicas que desde que empezó a trabajar aquí, venían cada noche. Eso le tocaba mucho la moral, viéndolas riéndose con Yongguk, le ponía furioso. Yongguk se dio cuenta de la mirada que ponía Zelo y se rió desde lejos, El pequeño se ruborizo al verle sonreír de esa forma.
Unos empresarios que estaban por negocios. Llamaron a Zelo para que les traiga más cerveza, mientras las ponía en la mesa uno de los empresarios le toco el culo.
-Señor por favor no haga eso – Dijo Zelo con una sonrisa que obviamente significaba “tócame otra vez y te mato”, pero el señor lo volvió a hacer – Señor por favor – A la tercera vez una mano lo detuvo.
-Por qué no vas a la barra? Ya les sirvo yo la cerveza – Dijo Yongguk mientras sonreía
-Sí…
Yongguk Zelo y siguió repartiendo las cervezas.
Zelo estaba en el vestuario intentando calmar su corazón que había estallado cuando Yongguk le rescato de ese viejo pervertido. De repente alguien le abrazo por detrás, se asustó en pensar que era ese viejo otra vez, pero entonces oyó un susurro en su oreja, una voz grave le estaba tranquilizando. Pero tuvo el efecto contrario, hizo que se pusiera mucho más nervioso de lo que estaba.
-Vamos hyung de aquí poco cerraremos el bar.
-Sí – Dijo el mayor sonriendo.
Los dos salieron del bar recién cerrado. Estaba lloviendo y se podían oír algunos relámpagos.
-Está lloviendo mucho…
-No pasa nada vamos – Yongguk cogió al menor de la mano y comenzaron a correr.
El menor solo podía pensar en la caliente mano de su hyung, no quería soltarla nunca. El camino hacia su casa se hizo eterno. Al llegar al apartamento seguían con las manos agarradas. Zelo buscaba las llaves.
-Vas a soltarme la mano o nos vamos a dormir cogidos de la mano? – Pregunto el mayor burlándose del menor.
-Ah… lo siento no me di cuenta. – Parecía preocupado llamo al timbre pero nadie contestaba.
-Qué pasa?
-No encuentro las llaves y Jongup no está dentro. Voy a probar de llamarle
-Hazlo en mi casa
-Qué?
-Quieres resfriarte o qué? Entra ya
-Si… - El menor entro, parecía un apartamento normal. Llamo a su compañero pero este tenía el móvil apagado.
-A contestado?
-No, su teléfono esa apagado o fuera de cobertura.
-Puedes quedarte hasta mañana, pero primero deberías ducharte o te resfriaras.
-NO! Quiero decir… estoy bien así.
-Tienes 30 segundos para entrar en el baño o te llevo y te ducho yo mismo.
-A… vale – Zelo se puso rojo por lo que dijo Yongguk y fue directamente a la ducha, mirando al suelo sin levantar la mirada ni un centímetro.
-La ducha esta hacia delante oyó decir a Yongguk
-Si – El pequeño seguía mirando al suelo, hasta que se chocó contra algo.
-Como piensas llegar mirando el suelo, levanta la vista – Le cogió de la barbilla y le levanto la cara, al vérsela Zelo fue corriendo hacía el baño. Yongguk se quedó en el pasillo de pie.
Cuando Zelo salió de la ducha vio que Yongguk había dejado ropa suya para él. Cogió la ropa y la olio, olía a Yongguk podía imaginarlo como si estuviera a su lado. Se la puso y salió del baño. Yongguk estaba en su habitación.
-Gracias por dejarme usar la ducha. – Grito para que le oyera, al salir de la habitación Yongguk no llevaba camiseta, y aunque Zelo no le importaba cuando veía a hombres con la parte de arriba descubierta, cuando vio a Yongguk se ruborizo.
El mayor vio la reacción del menor y le cogió de la muñeca, le llevo hasta su cuarto y cerró la puerta. Le tiro en la cama.
-Qué pasa hyung?
-He esperado demasiado, no puedo más.
-De que…
El menor no pudo acabar la frase, Yongguk no le dejo. Le tapo los labios.
-Te quiero
-Hyung… yo… también… t…
-Ya lo sé no te esfuerces.
-Ya lo sabes? Cómo?
-Porque se lo que piensas, no te acuerdas?
-Hyung…
Yongguk estaba encima de Zelo abrazándole.
-Puedo besarte Zelo?
-….
-Puedo?
-Si…
-Hyung… te quiero… mucho
El mayor le beso, un beso inocente para que el menor no se asustara. Le besaba el cuello y le mordía a veces lo que hacía gemir al pequeño. Jugaban con las lenguas.
-Hyung…
-Tranquilo no voy a hacerte nada por ahora, esperare a que estés listo.
-Gracias…
El mayor se levantó de la cama y el menor le cogió de la mano con fuerza.
-Pero puedes seguir besándome si quieres – Dijo el menor con una cara que hizo que el mayor no se pudiera negar.
-Si quieres que te bese tendrás que decir “Bésame oppa”
-Bésame oppa
El malvado Yongguk se abalanzó sobre el ya no tan inocente Zelo