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[EXO] Déjame atraparte. por AnnyongWorld

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Notas del fanfic:

Pues. .  . ¡AMO EL KAISOO! es mi primero. Espero que muchos lo difruten, este primer capitulo es como un prologo. ¡Disfrutenlo!

Notas del capitulo:

Comenten, o si no no sabré si les interesa para subir los siguientes capitulos. No siempre va a ser como aquí, es como un prologo; 

 

Gracias ¡FOREVAH KAISOO! HREFWQGFSRTRDWTGRDWS XDDDDDDDDDD

Paso por paso, uno tras otro, el tacón resonando contra el piso, un irritable sonido radicaba de ellos, eran cortos y con timidez, pesado. “Mierda, Mierda, Mierda” Se repitió el escuálido chico en su cabeza, siendo capaz de combatir la palabra en un fuerte sentimiento de desahogo mental, su única ayuda.

 

Llegó. A su gran perdición, exactamente eso. Leer ese letrero que le volvía su cabeza girar y no creer que en su vida este pasando este tipo de cosas.

 

–Do KyungSoo. Con que violencia, agresión hacía otros compañeros, inicio a peleas… ¡Vaya! Es lo que me dicen –Hablaba el director, el puesto supremo de toda la escuela tomando en su mano sus registros, más bien, echándose aire con ella, sus pies sobre su propio escritorio.

 

 ¿Realmente merecía ese puesto? Era lo que la mente de KyungSoo buscaba respuesta. Era bajo de estatura, con el cabello corto de color castaño oscuro, las manos se sostenían de sus rodillas sentando en el sofá de frente de “Los pies del director” Sus ojos rasgados con un tamaño extraordinario para un coreano estaban fijos en sus manos, en sus mejillas se podían distinguir un color que se esparcía en toda esta misma hasta llegar a la sien, el color purpura que una vez fue rojo antes de que los puños de otro le fueran  dar directo allí, sus gruesos y rojizos labios se podían ver una cortada en la mitad de esta, un chico guapo, un guapo chico herido a decir verdad. –¿Qué hacer contigo? ¿Deberé darte una sanción?

 

–¿Cómo? Discúlpeme profesor, yo no comencé nada es lo que diré. ¡Esto no es justo! –La mirada del joven se alzó y su ceño se frunció, increíble, él no había hecho absolutamente nada. –¡Él comenzó, yo no inicié nada, además que yo nunca me he metido con nadie en todo lo que he estado aquí, esto no es justo!

 

–No grite, que no estoy gritando. –El profesor no hizo ni esfuerzo en alzar a mirarlo, tenía su mirada mantenida en las telarañas que se formaban en las esquinas de su “Sucia” oficina. KyungSoo apretó sus puños fuertemente contra sus pantalones, apretó sus dientes y labios formando estos en una sola línea. –¿Quiénes fueron? –Eso dejó perplejo al pequeño chico, abriendo sus ojos a sorpresa teniendo que parpadear un par de veces.

 

–Cho KyuHyun, superior. –Susurró en un hilo de voz teniendo que cerrar fuerte sus ojos, apretando con fuerza sus manos que se creían posibles de sangrar en una sola, la rabia le contraía su pecho. –Y  Lee SunKyu.

 

–Eso se lo he dicho a todo señor Do, a cada una de estas personas lo he dicho, pero claro usted gasta saliva en insistir ¿Verdad? –Su vista fue directo a él, penetrante. Se obligó a caer sus piernas de su escritorio y sus codos montar contra este observando respuesta alguna del contrarío.

 

–Pero no es justo, él empezó.

 

–No se meta con el novio de mi hija, señor Do. Como es nuevo en esto, dejaré que todo pase y mi mente… Simplemente olvidaré  lo sucedido. –Los ojos de KyungSoo mostraban ira, simplemente bajo la cabeza haciendo esfuerzo de no demostrarla. “Impotencia” era lo que apretaba su mismo ser, a tal punto que las lágrimas quisieran salir de su cueva sentimental.

 

–¿Y qué sugiere? ¿Qué que me vuelva a maltratar?, ¿Que me haga lo que le plazca porque solo es el novio de su –“Puta”–Hija, Director Lee?

 

–Sí.

 

El autocontrol se le fue de borda. Sus fosas nasales lanzaron una fuerte calada de aire soltando sus manos aferradas a su pantalón con tal fuerza que se concentró a dejar estas dolidas. Se rindió.

 

–De acuerdo. –Fue su última palabra antes de salir con la cabeza hacia abajo.

 

 

Cerró la puerta tras él en un suave toque, sus ojos se encontraban perdidos en el vacío, estaba arto de lo mismo siempre, ¿Por qué la envidia debía ser así? Tener que soportar todo por ese tonto, por esa puta de mujer cual se hace llamar ángel en los asquerosos labios del director.

 

–Cálmate, KyungSoo… Cálmate, no te enojes, por eso idiotas. ¡No lo hagas! –Sus manos se llevó a su rostro soltando un fuerte suspiro frustrado, todos era lo mismo, cada día le molestaban, le empujaban, le quitaban su dinero, comida, humillaban. Imágenes, imágenes y más imágenes pasaban por su mente consecutivamente de todo lo que ha pasado. –Oh, mierda no puedo, soy un bebé llorón –Estaba perdido, soltó la primera lágrima y allí siguieron a más, sus labios entre –abrió quedando en ellos en un sollozo ahogado, sus lágrimas bajaban de sus blancas mejillas que carmesí dieron por el intenso ardor que desprendía su enojo, sus labios por efectos se volvieron de un color rojo intenso. “Ya no me podré detener”.

Ahí soltó su primer sollozo y así continúa a otro, sin poder parar ya, teniendo que mirar al frente sus ojos llenos de lágrimas no le dejaban ver nada, tan borroso como su futuro. –Maldita sea… No me puedo detener, soy un cobarde, soy un idiota. –Sollozó entre dientes, sus manos llevó a su pecho y ambas se apretaron a la camisa del uniforme. Su cabeza movió de un lado a otro varias veces con mucha rapidez como si eso quitará sus pensamientos de cualquier tipo tan sólo trato de correr. Ya dando un paso a la derecha se dispuso hacer un camino apresurado y dramático al baño.

 

Lo estaban viendo.

 

Si se creía que sus ojos no se podían agrandar más estaban equivocados, en ese momento se pusieron como platos de lo altones, sus labios se apegaron más, uno contra otro acumulando una saliva innecesaria para tragarla. A su frente estaba un chico alto, con buena postura su mirada estaba dirigida a él, de eso no había duda.  Los cabellos que cubrían en partes de su cuerpo se erizaron ante su simple mirada potente “¿Ahora qué hago?” era lo único que a su mente le vino a dar, un vacio le lleno en su pecho cayendo en su estomago, se sentía acorralado de forma inexplicable ¿Qué iba a pasar? Le iba a humillar, era lo más seguro.

 

 Bajo su rostro y trató de dar un paso atrás pero la mirada le detenía, estaba temblante. “Kai” era todo lo que sabía, un chico moreno  y bastante guapo del grupo de “Cho Kyuhyun” estaba seguro de ello.

 

El chico Kai, lo miraba atento sus manos las tenía dentro de sus bolsillos y cero expresión era lo que representaba o se observaba en su rostro, nada de nada. Dio unos pasos silenciosos hacia el de más baja estatura, decididos  firmes a donde iban en él, así con sus manos rodeo ambas mejillas del mayor obligando que este mismo subiera su mirada, y así fue como ambas miradas se entrelazaron en una. No podía creer lo que estaba viendo, no le pegaba, no le humillaba, no le decía nada, solamente… Le tomó su rostro, aunque no le quitará lo extraño. No, lentamente los gruesos labios de Kai se entre-abrieron y con un extremo cuidado se posaron en su mejilla justo sobre esa lágrima que resbalaba de esta misma pálida mejilla, el corazón de KyungSoo empezó a latir a mil, sus manos temblorosas se posaron sobre ambos brazos del chico y sin saber solamente cerró sus ojos envuelto en ese sentimiento, el cómo cerró sus labios en aquella zona de su lágrima, tomándola y absorbiéndola en un desliz del suave  labio de “Kai”, humedeciendo su pequeña mejilla, no obstante aquellos labios no pararon allí dejando rastro por alrededor de su mejilla con ese mismo beso.

 

¿Quién carajos se cree para dar ese tipo de impresión? ¿Para tocarle? ¿Por qué se deja?

 

Sin embargo KyungSoo no servía, sus piernas temblaron y pidieron caer al piso, que no podían aguantar, la respiración se aceleró más y más rápido, no tenía oxigeno. No la necesitaba; El sentimiento caliente que quedó en su mejilla, ardía ese lugar, ardía su cuerpo en toda su totalidad, ardían sus manos que tocaban sus brazos, ardía su corazón que parecía que estaba a punto de salir de su pecho, el bombeo incrementaba de manera loca y agonizante que pedía a gritos la necesidad de ellos. Sus carnosidades llegaron a parar en la comisura le los ajenos que estaban entreabiertos, y así dejó soltar un prolongado suspiro.

 Estaba igual: No podía respirar, las fosas nasales se involucraron con el aroma del chico. Sus dedos pulgares hicieron unas suaves caricias sobre ella, el moreno abrió sus ojos para encontrarse con los de KyungSoo que seguidamente los abrió al sentir ningún contacto más, en comparación de sus ojos los de “Kai” eran fríos e inexplicables, sin dulzura alguna pero hacían un intento. ¿Consolarlo tal vez?

 

–No llores. –Susurró con una voz ronca el muchacho, los ojos se le  agrandaron. –Porque aunque llores, siempre serás un idiota. Es algo que he aprendido.

 

–T-tu –Masculló sin que se pudiera escuchar su voz, estaba confundido al punto que su mente brincaban estrellas fugases, y allí escuchó una pequeña risa de parte de él, se veía tímida alejando sus manos de su rostro para llevarlas a donde inicialmente estaban, en sus bolsillos.

 

–Do KyungSoo. –Habló primero y acercó un paso a él, como reacción de inercia se alejó. “¿Sabe mi nombre?”

 

–¡Kai! ¿Qué haces ahí? Vente. –Se escuchó de atrás, teniendo que obligarse a parar lo que hacía, y con una sonrisa ladina su rostro acercó lo suficiente a él, y con sus labios posados en su oreja sonrió de la comisura de sus labios.

 

–Te quiero nada más para mi, KyungSoo –Esa sonrisa ladina, fue la última que escuchó cuando se alejó.

 

“Oh, mi mierda”

 

–¡Oye! ¿Por qué tardaste? ¿Hablaste con el director?

 

“Oh, mierda”

 

–No,  me entretuve con otras cosas.

 

“Oh, por mi madre y mi homosexualidad…”

 

–¿Qué estabas haciendo?

 

“…Que esto es mentira”

 

–De cacería.

Notas finales:

Comenten o . . . Nada, comenten todos. 


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