-Nos vemos Chanyeol, debo ir ya a casa.- Ambos se despidieron y antes de que el mayor de ambos saliera, el más alto grito:
-Vuelve mañana, que te esperare.-
Un sonriente KyungSoo abandono aquella cafetería decidido a llegar a su hogar, aquel que compartía con Kim JongIn quien ahora, además de ser su compañero de piso era su dolor de cabeza y algo más... El eco de sus pasos se escuchaban en el oscuro callejón que tenía que cruzar para llegar a su destino. Un dolor en el pecho le hacía sentir incómodo, mal, preocupado pues siempre que algo estaba por ocurrir y no precisamente algo bueno, esa extraña sensación se hacía presente. Un hondo suspiro sale de sus labios al ver que no tenía mi una llamada ni un mensaje de Kai; Siempre se preocupaba y cuando era tarde no paraba de hacerle llamadas, pero esta vez, nada fue así.
Por fin llego a las entradas del edificio, con un empujón de su cuerpo logro abrir las puertas de cristal que daban entrada. Camina hacia los elevadores y estando allí, aprovecha la señal y llama a Kai, estaba preocupado por el, pero al otro lado, no recibió respuesta. "Debe estar dormido" Era lo que se le venía a la mente sin siquiera imaginar lo que venía. Al llegar abre la puerta despacio ya que odiaba el ruido, su estómago comienza a dar vueltas al escuchar ese sonido, gemidos, gemidos en su habitación y lo peor; Gemidos que venían de una voz ya conocida para el, arrastrando los pies camina hasta la puerta de su habitación temeroso de lo que pudiera ver, aún así lo hizo.
En la cama, un cansado Baekhyun yacía apoyado en rodillas y manos sobre la cama, mientras que el chico de tez morena lo sostenía por las caderas llevando un ritmo constante en sus estocadas, al ver entrar a un tercero, ambos se sorprendieron, de inmediato se separaron y se cubrieron con las sábanas. Tarde, el chico de ojos grandes miraba a los otros dos en la cama con unos ojos tristes, se hace el fuerte y los señala completamente sonrojado: Primero por la vergonzosa escena, y segundo por todo lo que sentía en su interior.
-¡Idiotas! ¡Ambos son unos idiotas! ¡Kai por dios, piensa, la voz de Baekhyun es inconfundible! Para la próxima.... No lo hagas gritar tanto... Adiós.- Un triste KyungSoo se gira para salir de la habitación cuando escucha una risa detrás de sí, se muerde el labio inferior para detener las lágrimas cuando una voz lo obliga a voltear de nuevo.
-KyungSoo.... Perdóname y-yo... Estoy muy apenado por esto... L-lo siento...-Baekhyun intentaba cubrir con las sábanas su desnudez mientras por su rostro corrían algunas lágrimas.
-Baek, por favor, no te hagas el inocente si tu eras quien me pedía más, ¿Lo vas a negar?.- Cuando el menor de los tres presentes hablo, los mayores se miraron entre sí con los ojos bien abiertos, uno porque se suponía nadie debía enterarse de eso, y el otro, porque simplemente estaba decepcionado.
-Kai mira, lo que hicieron o no, verdaderamente no me importa. Sólo quédense aquí, que yo me largo no tengo ganas de estar aquí. Hasta luego.- La frialdad en sus palabras dejaron prácticamente boquiabiertos a los dos que aún estaban sobre la cama.
De nuevo, la triste figura del castaño deambulaba por el callejón después de haber abandonado el edificio. Todas las imágenes que acababa de presenciar, se reproducían nuevamente en su mente, nadie sabía de la relación entre el y Kai pero, ¿Eso le daba derecho a engañarlo? Las lágrimas inundaron sus ojos a tal grado que al cruzar la calle, no se percato de un coche que pasaba justo frente a el; Unos largos brazos lo rodearon y lo pegaron a un bien formado pecho, salvándolo prácticamente de un accidente, sus ojos se abren de sobremanera al ver quien era el que le brindaba el abrazo, olvidándose un momento de las lágrimas.
-Chanyeol... ¿Qué haces aquí?.- La incredulidad le hizo abrir aún más los ojos por lo que el más alto solo consiguió sonreír.
-Vi a un pequeño llorando, ¿Qué te sucedió?.- Al escuchar su pregunta, opta por bajar la mirada, hace unos días, le había confesado lo que sentía por Baekhyun ya que ambos trabajan en el mismo lugar. Y ahora venir y decirle esto, sería como dañarlo y no, no a el.
-Nada, sólo me dolió un poco la cabeza, además tengo hambre.-
-Vamos, en mi piso tengo comida, Suho aviso que no llegaría porque saldrá con Xiumin, y Baekhyun estará feliz de verte.- Una sonrisa irónica sale de los labios del más bajo, realmente, le dolía que ese tal Baekhyun, dañara así a alguien tan lindo como lo era Chanyeol. Por ello lo abraza con fuerza y suspira triste.
-Grandote, Bakhyun no esta en tu casa, pero vamos. Me caerá bien estar contigo.- Se separan y comienzan con su paso regular, perezoso. Entre risas mantenían el paso divertidos hasta que el mayor, incrédulo, abre los ojos viendo la entrada de un hotel. Señala completamente mudo a lo que el menor mira y abre la boca, casi se le cae la quijada.
-¿Viste? ¿¡Viste!?.- El más alto seguía sorprendido mientras el mayor lo sacudía ansioso.
-Esos... Esos... ¿Eran ellos? -El mayor asintió y comenzó a reír nervioso, las sospechas de todos eran ciertas y ahora, lo había comprobado.
-¡S....!.-El grito del más bajo fue interrumpido por las grandes manos del contrario, se miraron riendo y retomaron su camino hacia la casa.