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Equinoccio por VoiceInTheDark

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Notas del capitulo:

Hola :) espero que os guste, he dejado que se me vaya la pinza un poco con la historia. Besos, dejen comentarios :P

PRÓLOGO UN NUEVO COMIENZO EN FORKS

 

--Jacob--

 

Aún no podía creer que nos hubiéramos marchado de nuestro hogar para ir a Forks, el hueco en la hendidura del agujero del mundo. Mark dijo que sería un buen lugar para comenzar de nuevo. Nathan, Gaby y yo éramos los únicos que nos negábamos a irnos, o al menos, no estábamos conformes con la idea. Mientras que David y Ayla apoyaban a Mark en la decisión de irnos. Habían pasado ya dos días desde que habíamos dejado Canadá y nos mudábamos al pueblo más frío del estado de Seattle. A Mark le gustó la idea solo porque allí casi nunca hacía sol, por lo que podríamos hacer una vida normal, ir al instituto y poder graduarnos y así instalarnos durante un tiempo sin tener que hacer las maletas a los dos meses. Por si no lo había comentado, yo Jacob Black y mi familia somos vampiros. Mark me transformó hace ya más de siete años. Mark Dawson, era un nómada que fue transformado hace más de dos siglos. Nos encontramos en un hospital, él era un enfermero y yo estaba muriendo a causa de un disparo por un atraco. Recuerdo el instante en el que me vio. Me miró con sus ojos disimuladamente rojos, llenos de una ternura y una compasión nunca vista por mí. Yo era huérfano, y no tenía más familia, que yo recuerde. Él se apiadó de mí. Me llevó a la morgue cuando estuve en las últimas, y allí me mordió, convirtiéndome en lo que ahora soy. Poco después encontramos a David, Ayla y Noelle. Habían formado parte de un aquelarre, pero fue exterminado por los Vulturi, unos refinados que tenían una obsesión por las normas y un desprecio por la vida humana incalculables. A partir de entonces, decidimos montarnos el cuento de la familia feliz. Mark y Noelle, el de treinta y pocos y ella de cuarenta y muchos según los falsos documentos de identificación, hacían de padres mientras que Ayla, David y yo fingíamos ser los hijos de entre dieciséis y dieciocho años. Estuvimos unas décadas viajando de un lugar a otro, por el camino Mark transformó a Nathan y Gaby, dos hermanos, de origen italiano, pero que estaban a punto de morir por ahogamiento, una larga historia. Estuvimos todos juntos hasta que Noelle fue pillada por los Vulturi y asesinada. Desde entonces, Mark no ha vuelto a estar con ninguna otra vampiresa. Yo no podía entenderlo entonces, pues nunca me había enamorado. No hasta que llegué a Forks.

Mark había ido a hablar con un tal Carlisle Cullen, un médico muy respetado allí en Forks. Por lo que parecía, Carlisle era vampiro y tenía un aquelarre también. Carlisle y su familia poseían una casa alejada en una zona boscosa cerca de Forks donde podíamos instalarnos. Yo no conocía al tal Cullen ni a su familia, pero Mark parecía bastante feliz con el hecho de encontrar a alguien que pudiera ayudarle a él y a nosotros, su familia. Carlisle le buscó trabajo a Mark como enfermero en su hospital, y a nosotros plaza en el instituto de Forks. Todo esto estaba bien, pero a cambio de todo aquello nosotros debíamos hacer algo. Debíamos de dejar de tomar sangre humana y hacernos vegetarianos como él dijo, es decir, alimentarnos sólo y exclusivamente de animales. Aquello provocó un gran revuelo entre nosotros. A mi simplemente me daba igual, pero no quería abandonar la sangre del todo. Y Nathan era más extremista. Defendía que, como vampiros, nuestro deber era ir deshaciéndonos de los humanos poco a poco, ya que había demasiados. Esto, claro, lo decía en broma. Pero la costumbre, por no decir dependencia, a la sangre humana era a veces motivo de pelea entre Mark y Nathan. Mark creía en otros métodos de alimentarnos. En vez de matar, bebíamos de bolsas de transfusión de sangre que él nos suministraba de los hospitales en los que trabajaba temporalmente. Hubo una vez que, junto con Ayla y Gaby, montó un puesto donde donar sangre, y así nos mantuvimos en nuestra temporada en la que más nos mudábamos. Mark valoraba la vida del ser humano. Por eso no toleró ni permitió que nos alimentáramos de humanos directamente.

Cuando llegamos a Forks, fuimos directamente al hospital, allí Mark dijo que había quedado con Carlisle allí. Mark había cambiado mucho desde la primera vez que nos vimos. Entonces llevaba el cabello negro largo en una melena revuelta. Ahora llevaba el pelo corto y algo despeinado. Solía ir bien vestido con polos y camisas de colores fríos desde un azul celeste hasta un verde olivo, pasando por un violeta azulado. Nathan y Gaby tenían el pelo de color caoba oscuro, Nathan en una melena corta que le tapaba las orejas y un poco los ojos, y Gaby en una melena larga y lisa, que ocultaba su ojo derecho. Ambos se habían rapado el lado izquierdo de su melena. Nathan iba siempre con camisas a cuadros desabrochadas, y con vaqueros anchos y desgastados, a conjunto de unas bambas negras y verdes. Gaby usaba camisetas de grupos de rock de todas las épocas, y siempre llevaba pantalones ajustados de color negro o blanco, con unas converse a cuadros blancos y negros. David usaba siempre ropa de colores, camisetas blancas con estampados coloridos y pantalones del color de algún dibujo de la camiseta, y con deportivas blancas. Siempre llevaba el pelo corto y como era oscuro, le quedaba bien. Ayla, en cambio, llevaba a todas partes su gorra plana de DC y sus bambas, combinadas con sudaderas y camisetas anchas y con pantalones anchos que le quedaban genial. Su larga melena y su flequillo que cambiaba de lado constantemente eran su parte más distintiva. Yo en cambio solía vestir con playeras, con deportivas o sandalias y con pantalones vaqueros cortos, sencillo pero bien vestido. Era el más moreno en comparación con los demás, pero con ese tono pálido que caracterizaba a los de nuestra especie. Los demás eran pálidos, como figuras de mármol. Llevaba el pelo corto como David, pero de distinto modo. Y claro, el denominador común entre nosotros eran los ojos rojos, no un rojo intenso, pero si un rojo oscuro, apagado. Mark supuso que se debía a que no matábamos al alimentarnos.

Al llegar al hospital, Mark entró y nos dejó en el aparcamiento. Salimos del Land Rover negro en el que íbamos. Entramos y nos sentamos en la sala de espera. Yo simplemente me apoyé en la pared mientras los demás se sentaron. Miré como Nathan se arremangaba los brazos y exhibía sus tatuajes hechos en su vida humana. Me quedé mirándolo embobado, sin darme cuenta, el corazón musical que tenía tatuado en el antebrazo derecho y el nombre de “Cheshire” con dos ojos de gato de color verde amarillento en el brazo izquierdo.

- Que pasa Jake, ¿te gusta lo que ves? Pues ven aquí que te dé lo tuyo y lo de tu prima- soltó él riéndose pícaramente.

- ¿No serás tú el que me desea tanto que por eso me tiras indirectas?- contesté yo sacándole el dedo medio de la mano.

- Jacob, no juegues con fuego, sabes que te puedes quemar…- dijo él.

Se levantó de la silla y me empotró aun más contra la pared. Se acercó sensualmente a mí, poniendo sus manos en mis brazos reteniéndolos. No era la primera vez que lo hacía. Él y yo habíamos empezado a salir hace unos meses. Gaby aceptaba la relación y empezaba a llamarme cuñado. Era muy efusiva y alegre, al contrario que Nathan, que era serio, aunque un poco pícaro y salido. Yo era más bromista, junto con David tomábamos el pelo a Ayla. Ella, se cabreaba y peleaba con nosotros. Era seria y despreocupada, pero también tenía sentido del humor. Todos aceptaban mi relación con Nathan, excepto Mark que a veces parecía algo receloso, pero no se lo tenía en cuenta.

Nathan me dio un beso, suave y sensual, abrazándome a él. Yo le sonreí mientras él me miraba con sus ojos, transmitiéndome su calma y tranquilidad.

David nos dio un toque en la pierna. Mark volvía con el tal Carlisle. Me sorprendió la hermosura de sus facciones, su semblante tranquilo y su porte profesional. Pero lo que más me impresionó fueron sus ojos, dorados, de un color brillante y cálido.

- Bien, señor Cullen, te presento a mi familia- dijo Mark señalándonos.

- Llamadme Carlisle, por favor- dijo él presentándose.

- Ella es Ayla- dijo Mark señalando a la vampira – Ellos son David, Jacob y Nathan- nosotros asentíamos cuando nos nombraba- y ella es Gaby- dijo por ultimo lugar señalando a la pequeña.

Carlisle nos dedicó una sonrisa a todos. Fuimos a nuestro coche y él subió en el suyo. Mark lo siguió conduciendo hasta las afueras de Forks. Llegamos a un camino no asfaltado que se introducía en el bosque. Llegamos hasta una casa de tres pisos, muy sorprendente, ya que no me esperaba para nada eso.

Mark aparcó justo delante. Bajamos del coche, y una mujer de pelo largo oscuro nos esperaba en la puerta, con una sonrisa y una mirada que me transmitían afecto y cariño. Entramos en la casa y allí mis ojos se abrieron como platos. Aquella casa era una fusión entre la decoración clásica y la moderna. Me maravillaba ante los detalles del amplio salón cuando aparecieron los que debían ser los hijos de Carlisle. La primera persona que vi fue a una chica rubia, hermosa, pero con el semblante serio. La acompañaba un musculitos de pelo corto y oscuro con cara sonriente y pintas de prepotente. Se acercaron dos más. Una chica que parecía un duende, con el pelo corto y oscuro y las puntas revueltas, bastante hermosa, y con una sonrisa que llenaba la habitación de serenidad. Detrás de ella vino un chico rubio con porte serio y caballeresco, me recordó a un general del ejército. Nos dedicó una sonrisa torcida, observándonos. Y entonces llegó el último. Un chico hermoso, con los ojos brillantes y el cabello revuelto. Nos miró a cada uno de nosotros, y entonces posó la vista en mí. Me miró con interés, como intentando descifrarme. Me quedé literalmente congelado ante sus ojos hasta que Carlisle Cullen rompió el silencio presentándonos a su familia.

Notas finales:

Bien, pronto subiré capitulos :) 

besos, y dejado comentarios ^^


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