Kakashi si iba a un club de peleas con Gai, aunque solo eran los fines de semana. Hace año y medio conoció a Orochimaru en una de sus juergas, y después de hablar y conocerse, el narco lo invitó a conocer a su sobrino, que en ese entonces tenía 14 años. Kakashi quedo prendado de la docilidad del niño. Desde ese día, cuatro veces por semana-semana-cita previa-, el sensei podía tener entre sus manos el cuerpo del rubio.
Sazuke conoció a Orochimaru cuando este lo vio entrar a uno de sus bares. El moreno quería relajarse de una discusión con su novio, aunque el alcohol tampoco le ayudó, así que Orochimaru lo invitó a una partida de póker, y al ver el talento del chico, continuó invitándolo, hasta que, ganada la confianza del narco, éste le presentó a su sobrinito, que entonces rondaba los 14 años. Sazuke quedo fascinado con los ojitos azules del niño. Desde ese día, cuatro veces por semana-cita previa-, el moreno podría relajarse con el cuerpo del rubio.
-¡Me estas engañando!-gritó Sazuke
-¿Yo? ¿Y tú qué, eh?-reclamó Kakashi
-Un club de peleas; cómo debiste reírte de mi, verdad?
-¿Un spa, no? Y así te atreves a decir que yo soy el adicto al sexo, hipócrita
-¡Mentiroso!
-¡Infiel!
-¡Degenerado!
-¡Infantil!
-¡Pervertido
-¿Pervertido, yo? ¿Quién se daba placer en los baños del instituto?
Sazuke, enojado en verdad, se lanzó al sensei, y ambos forcejearon, sin escuchar que la silla caía, y Naruto, que había logrado desatarse, intentaba escapar, pero antes de que pudiera acercarse a la ventana, los amantes le cayeron encima. Forcejearon, y cuando dejaron de moverse, Kakashi y Sazuke quedaron sobre el chico, cuya playera habían roto del cuello hasta medio pecho, al igual que sus bermudas, de la bolsa arriba de la rodilla; estaba bocarriba, jadeando y con lágrimas en sus ojos. De hecho los tres estaban jadeando. Y Sazuke hizo el primer movimiento, besando al chico. Kakashi lo hizo a un lado, dando un beso francés al rubio, que trataba de detenerlos, pero el moreno tenía su mano derecha, y el platinado la izquierda.
Sazuke le abrió la playera, y besó su pecho, mientras Kakashi bajó su mano hasta la entrepierna del rubio, encontrándose con la mano de Sazuke. Se miraron, pero antes de discutir, ambos le terminaron de romper las bermudas, desgarrando la tela, y volviendo cada uno a besarlo, ambos a masturbarlo.
Naruto trató de mover las piernas, tratando de retorcerse al sentir las bruscas caricias en sus genitales, sin lograr zafarse ni de los besos asquerosos que los amantes compartían al mismo tiempo que metían sus lenguas a la boca del rubio. Pero no podía moverse. Hasta sus piernas las tenían atrapadas los amantes.
Sazuke, entonces, soltó al chico, y se acercó a sus piernas. Kakashi, al descubrir lo que su novio tramaba, liberó la pierna de Naruto, pero atrapó ambas muñecas con una sola de sus manos, observando como Sazuke separaba las piernas del rubio, penetrándolo, sin tomar alguna precaución con el chico. Naruto quiso gritar, pero Kakashi logró silenciarlo, cubriendo su boca con la mano libre. El platinado estaba en total éxtasis, pues Sazuke nunca se había comportado tan rudamente, siempre que tenía sexo con el, el moreno solo hablaba, preguntándole sí le gustaba lo que hacía, cómo lo hacía, y todo eso que tanto le molestaba a Kakashi, pero esa forma tan ruda que presentaba el moreno, era una nueva faceta que le agradaba.
Cuando Sazuke se vino, los novios cambiaron de lugar, cada uno gozando mirando los gestos de placer del otro, casi olvidando que el niño estaba allí. Sazuke alcanzo otra corbata y amordazo al rubio, y con lo que sobró, trató de atarle las manos, así, en el momento en que Kakashi se venía sobre Naruto y salía de él, el moreno se lanzó hacía el, besándolo, quitándose la ropa. Su sensei lo imitó, y allí, frente al rubio asustado, tuvieron relaciones, después de meses que llevaban discutiendo.
Una vez que terminaron, se miraron nuevamente.
-Te amo, Kakashi
-Te amo, Sazuke
Un leve ruido, los hizo mirar a la esquina. Allí seguía Naruto, asustado. Los novios sonrieron al ver el gesto del muchachito. Se vistieron, se pusieron de pie, y se acercaron al niño, que levanto la mirada opacada por las lagrimas, mirando con terror a los amantes.
Terminaron de quitarle los harapos que le habían dejado, y lo vistieron con una de las camisas de Kakashi, que le cubría lo debido, salvo que estuviera a gatas-imagine que les gustaría imaginar eso-. Hecho esto, Sazuke trajo una soga que encontro en un armario, y lo ataron por las muñecas, atando el otro extremo al tubo de las toallas del baño, amordazandolo con un pañuelo. Apagaron la luz, y cerraron la puerta.
-¿Qué haremos?-preguntó Sazuke
-Yo voy a bañarme, estoy sudoroso-dijo Kakashi
-Hablo de Naruto
-¿Tu qué opinas?
-No lo sé...-sonrió-a mi me gusta relajarme con él
-Yo solo lo uso por gusto-sonrió burlonamente-; y él no quiere volver a su casa
Se miraron compartiendo la misma idea perversa.
-No creó que sea malo-dijo Sazuke-si se queda aquí unos días, no?
-Claro que no, solo le estamos dando un hogar... Y a cambio, él nos da el placer que necesitamos
Esa noche durmieron uno al lado del otro, mientras Naruto intentaba soltarse, o al menos gritar. Lo peor que podía pensar que podría sucederle, se hizo realidad; vivir con dos pervertidos que solo ven en él, un objeto de desfogue sexual.