Explico: Sasuke y Kakashi han salido por cuatro años, desde que el mayor lo encontró en las duchas del instituto masturbándose pensando en él, así que allí tuvieron relaciones por primera vez. El problema fue justamente ese, que Kakashi no pensaba con la cabeza, sino con lo que tenía entre las piernas, sobre todo cuando estaba con el chico. En su mente solo podía pensar en las muchas ganas que le tenía al cuerpo del muchacho.
Sasuke, en cambio, deseaba algo más que sexo, quería seducción, no erotismo vulgar; quería besos y caricias, frases tiernas y un delicioso beso al terminar el acto. Pero Kakashi no era alguien muy romántico, el era más bien físico que mental, alguien que aprecia esos 5 minutos que tomas para relajarte, o los tres minutos que tarda el cambio de maestros en el instituto. Para resumir los “rapidines” eran lo suyo; como dijo José Luis Cárabes(1): “se echaban polvo en Blitzkrieg(2), sin táctica ni estrategia, porque no había tiempo y si plazas más importantes que asediar”. En el caso de Kakashi, las plazas eran chicos y chicas a su disposición por su posición de asesor del instituto.
Sasuke amaba a Kakashi, pero saber que solo se iba a acostar con él en cada cita, lo estresaba, y lo único que le ayudaba a relajarse, era el spa y su cita semanal -tenía 4 a la semana- con Naruto.
Al llegar a su departamento haces enojar, Kakashi?
-Eres tú, que eres tan remilgoso
-Sí pensaras en algo más que el cuerpo...
-No me vas a negar que te la pasas bien conmigo
-Claro, no lo niego... Solo que...-se recostó en el pecho del sensei-te falta algo
-¿Eso crees?-preguntó, y sus manos bajaron hasta el trasero del chico, acariciándolo, restregando sus manos con dureza, lo que hizo gemir a Sazuke, abrazándose más a su cuello. El sensei pasó las yemas de los dedos, acariciando la espalda del chico, haciendo que este "ronroneara, besándolo. Un delicioso beso francés, cálido, húmedo, tan excitante, que Sazuke acercó su cuerpo aun más.
-Kakashi...
-Mi gatito, ¿esto te gusta?
-...si...si...
Pero entonces, Kakashi comenzó a desabrocharle el pantalón, y desabrocharse el suyo, cuando Sazuke se separó repentinamente de él, sin levantarse de sus piernas.
-Alto-dijo
-¿Y ahora qué?-gritó el sensei lleno de frustración
-No quiero que lo hagas aun
-¿Qué?-gritó aun más desesperado
-Aun no te quites la ropa
-Sazuke...
-No me gusta que te apresures así
-Pareces un niño-dijo molesto pasando su mano por su rostro con enfado
-No es porque sea infantil-reclamó molesto-, es porque no me gusta así
-Bájate-, lo empujó, dejándolo en el suelo con el pantalón abierto
-¡Kakashi!
-No voy a tolerarte esto-, se puso de pie, y se abrochó de nuevo-, estoy harto de tu "no me gusta así
-Entiéndeme
-Te entiendo, sabes? Te entiendo, y me...molesta que seas tan remilgoso
-¿Yo? Al menos yo no pienso solo en sexo
-¿En serio? ¿Y me puedes decir que hacías en la ducha hace cuatro años?
-Cielos-reclamó molesto, golpeando el suelo-siempre lo dices, el que me encontraras allí fue casualidad, yo no hago eso en todo momento
-Ya son las siete, me voy-dijo dando por terminada la discusión
-¡KAKASHI!
-Hasta mañana-, y cerró de un portazo, mientras Sazuke golpeaba el suelo de nuevo, pensando en que no debió haber dado nunca la orden de dejar entrar a Kakashi al edificio.
Ya ha anochecido, y cerca del puente, hay música estruendosa. En la zona de bares, estos tugurios de mala muerte han encendido sus luces, y la estridente música de los lugares son señales de que la noche comienza. Pero en el bar de Orochimaru, "La Mamba Negra, en el último piso, todo es tranquilidad. Allí, Naruto, solo en el departamento, ha preparado su cena, y al ver que no había nada en el televisor, decidió dibujar con gises en el suelo, sabiendo que su tío no subiría hasta la madrugada. Al menos eso creyó...
La puerta se abrió.
-Naruto, mira...-comenzó a hablar Orochimaru, cuando vio el suelo lleno de gis (tiza). El rubio lo miró, y huyó a su habitación, pero fue atrapado por el cabello
-¿Qué tienes en la cabeza?-le gritó su tío, zangoloteándolo
-¡Perdón, tío, lo siento, lo limpiare!
-Imbécil-gritó, y lo lanzó al suelo, para luego sujetarlo por el antebrazo, y jalarlo de vuelta a la sala, donde lo entregó a otro hombre.
-Esta vez-advirtió Orochimaru al tipo-, no lo golpees tanto, el otro cliente se quejó
El tipo no dijo nada, solo asintió, y se llevo a Naruto a la habitación del tío, le quitó la ropa bruscamente, arañándole la piel, y se desvistió, acostándose sobre el chico, alcanzando sus labios, besándolos y mordiéndolos.
-Tenía tantas ganas de ti...-susurro el tipo-no sabes cuánto había esperado este momento...estaba desesperado por llegar...-, y sin decir más, se abalanzo al chico, manoseándolo rudamente, y girándolo, penetrándolo rudamente. Naruto gritó, no solo de dolor, sino porque le tenía miedo a ese tipo, que siempre se comportaba violento con él, sobre todo cuando no llevaba obsequios, como si estuviese molesto con él. Llegaba incluso a golpearlo.
Una vez que terminaron, Naruto lloraba mientras él tipo se vestía.
-No llores-se quejó-, es suficiente con un niño para aguantar a otro... Además, el golpe no fue tan fuerte, no sangró tanto, déjame ver
El tipo levanto el rostro al chico, tomándolo suavemente por la quijada, y en su frente del lado izquierdo, tenía un rastro de sangre que se había secado después de llegar a su parpado. Orochimaru entró en ese momento, mirando molesto a Naruto, y luego al tipo.
-¿Qué parte de "no lo golpees no entendiste, Kakashi?-, el platinado sonrió, y se alejó del rubio.
-Nunca me doy cuenta de lo que hago
-¡Ya lárgate...! Pero págame primero
Kakashi pagó y se fue, no sin antes besar a Naruto, prometiéndole verlo en dos noches.
Una vez solos, Orochimaru curó al niño, y le ordenó ducharse después de limpiar la sala. Pero antes de salir, le dijo que al terminar, fuera a su habitación, que no lo regañaría por lo de la tiza(gis), sí pasaban la noche juntos. Cerró la puerta.
-No importa-pensó Naruto mientras limpiaba el suelo-; todo vale la pena cuando llegaba el sábado