Le veo salir totalmente furioso, ¿Por qué ha reaccionado de esa manera? No logro comprenderlo, se perfectamente que a veces comienzo a hablar sin razón alguna y no puedo evitar decir lo que pienso y siento pero eso la mayor parte del tiempo me trae problemas, y mas con el, no es la primera vez que sucede ya antes e dicho algo que le a herido, pero siempre por alguna razón me perdona y vuelve a sonreírme, tal vez por eso es que siempre he pensado en el como alguien que siempre estará para mi a pesar de que se que le daño en mas de una ocasión, sin embargo no puedo evitarlo.
-kaito…
Escucho la voz de meiko llamándome, sin embargo poca atención le pongo sigo mirando la puerta por la que a desaparecido, cuando se a levantado furioso he pensado en seguirle y pedir disculpas aun si no se por que, pero ese impulso se ha visto reprimido, si no se lo que e hecho ¿Por qué e de disculparme? Realmente soy egoísta.
-kaito el que mires la puerta de esa forma no lograra nada, el de vedad se ha ido enfadado- la castaña me mira algo preocupada.
¿Esta preocupada por gaku-chan?
¿Por qué siento un desagradable sentimiento oprimiéndome el pecho?
-ne. mei-chan ¿conoces a la madre de gaku-chan?- pregunto tranquilamente mientras ella posa su mirada en mi.
-si… la conozco desde la preparatoria, en realidad conozco a toda su familia…- ella responde en tono serio pero aun restándole importancia en su voz.
Al escuchar su respuesta por alguna razón me moleste un poco con ella, era molesto saber que ella sabia mas de gakupo que yo, somos los mejores amigos, estoy conciente de que meiko y gakupo también lo son pero ¿Por qué la castaña si conoce a su familia y yo no?
-en ese caso has ido a su casa ¿verdad? Gakupo menciono que su madre te mostró los álbumes familiares… ¿estas segura de que no sientes nada por el?- me sorprendo al darme cuenta de lo que estoy diciendo no es propio de mi ser tan directo y entrometerme de esa forma en la vida de mi amiga.
-¿estas molesto conmigo por alguna razón?- sentó sus ojos castaños rojizos escudriñarme de forma retadora.
-no es solo curiosidad… me preocupa, nunca se vio tan molesto y menos conmigo.
-pues acostúmbrate, todo ser humano tiene un limite, y el ya te a soportado suficiente tiempo, era claro que en algún momento tendría que enfadarse por tu idiotez- ella habla resignada como si intentara hacerme ver un error o hecho que desconozco del todo.
-meiko…- mi voz suena seria- tu también has tenido culpa comenzaste a contar algo que al parecer el no quería que supiera, con ustedes siempre es así se guardan secretos y a mi nada me dicen… meiko sabes que odio que me oculten las cosas será mejor que si sabes algo me lo digas.
Ella me mira sorprendida, yo nunca a llamo por su nombre a menos que este realmente enfadado, sin embargo pronto su mirada se endurece y me mira retadora.
-exiges honestidad cuando tu no eres honesto ni contigo mismo… lo que yo sienta por gakupo, lo que el me halla dicho y lo que no es asunto mío, no tiene nada que ver contigo, si tanta curiosidad tienes mas te vale preguntarle a el… y ya de una vez deja el papel de idiota frente a el- ella me observa furiosa y se levanta para irse dejándome solo en la habitación, sin embargo antes de salir por completo me vuelve a mirar- has estado evitándolo de una forma u otra, dándole preferencia a las series en vez de lo que el tenga que decirte, si sigues así lo único que aras será que el se aleje y al parecer es lo que quieres, si sigues ignorándole yo misma me encargo de que se olvide de tu existencia ¿entendido?- luego de eso se fue azotando la puerta.
Yo realmente no llegue a comprender aquellas palabras, pero estaba muy enfadado, de alguna u otra forma se perfectamente que el siempre me a puesto mas atención a mi, pero que quieren que haga me e acostumbrado a ello, puedo actuar como yo quiera ya que el siempre me ve sonríe y me dice “todo estará bien”, el infinidad de veces me a dicho que puedo ser un poco egoísta, siempre me cumple los caprichos, es culpa de el, ¿Por qué se enoja ahora? ¿Qué fue lo que dije? Y ahora tengo a meiko igualmente molesta y amenazándome…
Tomo la bolsa de galletas y sigo viendo la TV, me intento concentrar en lo que sea que estén dando pero el rostro herido de gakupo no me deja de rondar la cabeza, ¿tal vez realmente estoy siendo tan egoísta? ¿Y si le pregunto que le sucede? Por alguna razón tengo miedo… de que realmente este enfadado y no me vuelva a hablar… desde cuando… ¿desde cuando me importa tanto el?, al principio cuando nos conocimos le hable por que parecía enojado y perdido, pero luego cuando hablamos mas tiempo me di cuenta de que era parecido a mei-chan, se enfada con facilidad, siempre esta gruñendo, y cuando le sacan de sus casillas es insoportable, pero, el resto del tiempo… siempre era amable, sonreía, reía, siempre me estaba sonriendo a mi, se alegraba cada vez que yo le invitaba, y siempre hacia de algo pequeño la mayor fiesta posible, es algo exagerado y… maldición… ¿Por qué siempre fue bueno conmigo? ¿Cómo era todo antes de que él llegara a nuestras vidas?...
Me levanto del piso y me acerco a la ventana dándome cuenta de que la luz del sol poco a poco se va extinguiendo en el horizonte… ¿mei-chan estará hablando con el en estos momentos? ¿Por qué esa idea me enfurece un poco? Me deprimo ante mis propio sentimientos, ¿desde cuando me e vuelto tan voluble? Mañana deberé arreglar todo esto, no puedo sacarme de la cabeza su rostro triste y el de ella enfadado, definitivamente no soporto que ellos se enojen conmigo aun cuando ellos tienen la culpa, por que definitivamente la culpa es de ellos, de el por esconderme cosas y ella por defenderle a el.
Tengo los libros frente a mí, estoy estudiando para los exámenes y sin embargo no dejo de darle vuelta al problema que se ha formado… realmente estoy deprimido, suspiro una vez mas, recuesto mi cabeza en la superficie del escritorio y siento como abren la puerta de mi habitación y escucho la voz de mi hermana.
-¿gaku-nii realmente estas bien?- la voz de gumi se oye con ese matiz maternal que siempre a tenido para mi, algo curioso suponiendo que el mayor soy yo y yo debería preocuparme por ella y no al revés.
-si, eso creo, estaré bien, solo estoy cansado- le sonrío lo mejor que puedo no seria justo preocupar a mi hermana mas de la cuenta.
Ella solo me observa escéptica, maldición se me olvidaba que esta niña sabe perfectamente cuando miento.
-enserio gumi… estaré bien.
-¿eso crees? ¿Eso esperas? O ¿solo intentas repetir la frase para creértelo tu mismo?
- gumi por favor- digo de forma suplicante...
- Onii-chan sabes tan bien como yo que no estas bien… ¿recuerdas cuando éramos pequeños?- se acerco a mi tomando mi cabello y comenzando a trenzarlo- el abuelo te dijo que proveníamos de una línea sucesoria de grandes samuráis, y con ello en mente siempre te educo bajo sus propias creencias, para el eras el hijo que no pudo tener, ya que padre no quiso seguir sus pasos te arrastro a ti…
- No le veo el caso a que me lo recuerdes ahora – la conversación estaba fastidiándome.
-tu siempre le hiciste caso aun cuando te enseño que un verdadero hombre no llora… tu le hiciste caso, gaku-nii nunca te e visto llorar, ni cuando murió la abuela ni cuando murió el abuelo, incluso esa vez en que te rompiste una pierna no soltaste ninguna lagrima, y ahora llegas a casa llorando deprimido y distraído, algo grave debió suceder y quiero saberlo- me gire para verla y estaba genuinamente preocupada, dejo la trenza terminada en mi hombro y se sentó en mi cama- ¿y? ¿No me dirás nada?
-gumi… es complicado, muy complicado, desde que llegamos a Tokio mi mundo se fue cuesta abajo, no es que odie el lugar pero me han pasado tantas cosas…
-¿tiene que ver con meiko-san y kaito-san? O probablemente solo con el ultimo ¿verdad?
-¿eh?
-meiko-san me informo de lo que pasaba- al parecer vio mi enfado por lo que siguió hablando- no te enfades ella ha llamado, estaba bastante preocupada me pidió que te dijera que la disculparas que no fue su intención hablar de mas, también me dijo que habías discutido con kaito-san y por ello estarías algo deprimido y que intentara animarte, es una buena amiga- ella sonreía tranquila.
En ese instante recordé una de las pocas conversaciones en las que no discutí con meiko, ella conoce mejor a kaito, y sabe desde hace mucho mis sentimientos por el, esa vez termino por decirme:
“tienes pésimo ojo para enamorarte, debiste elegir a alguien menos idiota y menos mesquino, pero dale tiempo no creo que sea tan idiota como para no darse cuenta y tampoco es como si fueras mal partido, si cambiaras esa actitud de perros cualquiera caería ante ti”
Suspire, esa había sido la conversación que tuve cuando ella se dio cuenta de mis sentimientos por kaito… y en vez de verme como a un enfermo solo me dio una palmada en la espalda y me dio sus “condolencias”.
-gumi… ¿me puedes dejar solo? Debo llamar a meiko- dije tranquilo mientras tomaba mi celular.
-claro…nii-chan… tranquilo no puede ser tan malo ya vez como todo se soluciona.
La vi salir de la habitación y yo me quede observando mi celular por largos minutos, no sabia muy bien para que la llamaría, pero un poco de apoyo nunca me vendría mal, además quería saber que había sucedido luego de que yo me fuera, tenia la certeza de que al menos a kaito no debió haberle importado…después de todo nada de lo que yo haga suele importarle mucho.
En la agenda de mi celular busque el numero de meiko, a estas alturas estaba deprimiéndome y ni siquiera había escuchado una de sus palabras, apreté el botón y el pitido que indicaba que estaba llamando se escucho, a cada timbre comenzaba a rogar por que no contestara, sin embargo mis ruegos no fueron escuchados y ella contesto al tercero.
-¿meiko?...
-OH gakupo eres tu… ¿Qué tal? ¿Te has calmado?
-algo… estoy bien, era de esperarse que kaito dijera alguna estupidez así o por lo menos yo me lo esperaba, creo que a sido el shock.
-bien… con respecto a lo de tu complejo… lo lamento reconozco que esta ves me pase de la raya, no era mi intención acerté sentir mal.
-no, esta bien, después de todo eres una cabrona con titulo, era de esperarse.
Creí que en ese momento comenzaría a insultarme, pero para mi sorpresa una sutil risa vino del aparato.
-tienes razón… ¿Qué aras? ¿Me aras caso y te olvidaras de ese enamoramiento estupido? Te hace mal y lo sabes…
-tienes razón… pero es fácil decirlo no hacerlo… no tengo ganas de hablarle por un buen tiempo, ya no estoy enfadado… pero…
-entiendo entiendo… tienes mi apoyo, haz lo que debas hacer, el idiota azulino también me saco de quicio poco después de que te largaste así que… entiendo que no le quieras hablar yo también estoy en lo mismo.
-¿a si? ¿Qué ah sucedido?
-no te lo diré, confórmate con saber que es lo suficientemente idiota como para sacarnos de quicio a los dos.
Ante aquellas palabras ambos reímos.
-te voy a buscar mañana, no creo que te levantes tu solo con lo depresivo que estas, a las siete te quiero en pie es una orden o si no te despierto con agua fría- luego de esas palabras corto la llamada.
Yo solo me quede viendo mi celular con una sonrisa, por más fastidiosa y maldita que fuera…seguía siendo una buena amiga.
Me levante y guarde los libros era claro que con lo revuelto que tenia el cerebro poco podría estudiar, por lo que simplemente me puse el pijama y me acosté intentando dormir un poco, pero recuerdos de años pasados vinieron a mi, recordar como era la vida antes de kaito me era difícil, y cuando lograba recordar algo me parecía aburrido y monótono a la vida que llevo hoy, definitivamente kaito llego para hacer brillar mis días, y aun así de una forma u otra también los ensombrecía y los hacia deprimentes.
Siempre me estoy repitiendo que con mi cara y mi boca cerrada puedo conquistar a cualquiera, pero la única persona en la que me puedo fijar es claro que pasa de mi, y me llama su amigo ¿esto seria una especie de friend zone? maldición como mierda pienso eso ahora, me siento mil veces peor que antes.
Me doy vueltas en la cama intentando conciliar el sueño pero no soy capaz de llevar a cabo ese cometido, frustrado como estoy me siento en la cama incapaz de siquiera sentir sueño, aparto el cubrecama y me acerco a la ventana abriéndola y dejando para la brisa nocturna, la luna ya esta en lo alto, y yo solo soy conciente de mis propias penas y penumbras, esta para mi casi se siente como un amor prohibido que debe ser guardado en los confines de la tierra, es que ¿acaso las tragedias no se pueden centrar en alguien mas? A estas alturas siento que poco puedo hacer por mi mismo, me siento igual de perdido que las protagonistas de los mangas rosas que le mi hermana, aunque reflexionando si el amor fuera sencillo no tendría nada de interesante, sonrío ente esa idea, es verdad mi vida es mas interesante desde que kaito esta en ella.
Ahora que lo pienso, ¿como era yo antes de este lugar? E cambiado, y mucho, me a costado, aun cuando lo hacia para ser mejor para el, siempre lo hice con un sentimiento optimista, pensando en que si era mejor el se fijaría en mi, ahora creo que todo el esfuerzo a sido en vano, ya antes e estado deprimido por este tema pero, esta vez es diferente, realmente estoy pensando en darme por vencido con todo aquello del amor, quiero dejarle ir y aun así un sentimiento contradictorio me dice que me aferre a el, que todo el esfuerzo puede surtir efecto, que el un día se dará cuenta de que todo es por y para el y se sentirá de la misma forma que yo… pero soñar no cuesta nada y la realidad es mas dolorosa.
En este podrido mundo nadie puede ser completamente feliz… de eso estoy seguro, sin embargo todos tenemos un mínimo de derecho a la perfecta felicidad del amor, todos estamos unidos a otra persona… ¿puede kaito ser esa persona para mi? ¿Algún día encontrare esa persona para mí?
Dejo la ventana abierta y vuelvo a mi cama, me estiro en ella y dejo que la penumbra de los sueños venga a mi, realmente estoy cansado, si pudiera desearía poder estar dormido el resto de mi vida, espero que al menos mi vida sea mas amable en sueños, poder soñar con un lugar en donde tu y yo podamos estar juntos aun si solo es mi fantasía.
-ga… po… kupo…- siento como alguien me habla entre sueños, es una voz conocida y maternal.
-gakupo despierta de una buena vez- lentamente abro los ojos y veo a meiko frente a mi- eh hasta que te despiertas, vamos vístete que llegamos tarde.
Yo solo la observo totalmente desorientado, ¿que hace en mi cuarto? La veo mover el pie con impaciencia, y pronto caigo en cuanta de que esta aquí para acompañarme a la universidad, espere… ¿pensé en una voz maternal? ¡¿Para meiko?! Carajo realmente me esta afectando esto del desamor.
-meiko no es necesario…
-no hables que si es necesario, si llegas allá solo vas a ver a kaito y le vas a perdonar todo, ya ten un poco de autoestima y enójate con el que el idiota creerá que te tiene en sus manos ya me canse de su jueguito- me mira ¿preocupada? Vale vale soy conciente de que tiene razón a si que no le discuto mas.
La veo salir de la habitación, y me levanto, entro al baño me ducho con agua fría y luego salgo a vestirme, unos jeans grises y un polerón canguro blanco con mangas tres cuartos con unas zapatillas converse blancas servirán a aquel propósito, vuelvo a trenzarme el cabello, tomo mi mochila y bajo a buscar a meiko.
Al verme ella señala mi cabello, y yo capto de inmediato la indirecta.
-no tengo ni paciencia ni animo de esforzarme por que se vea ordenado y en su lugar- peinar mi cabello en esa coleta alta es un desafío de cada mañana. ***
Salgo de casa arrastrando a meiko, ya que mi madre nos esta regañando por irnos sin comer, ella solo grita que será en otra ocasión a lo que yo doy un bufido, a mi madre le agrada demasiado meiko, demasiado para mi desgracia, seguimos caminando por la calle, yo totalmente mudo, y meiko escudriñándome con su pesada y autoritaria mirada.
-eh ya párale al acoso ¿Qué es lo que quieres?- le veo de reojo con el entrecejo fruncido.
-no quiero nada solo que dejes ese jueguito del mártir- sus palabras salen extrañamente tranquilas y luego suspira- gakupo no puedes seguir así, llevas cuatro años enamorado de kaito, que vas a hacer si el llega con lo idiota que es contándonos feliz de la vida que tiene pareja o que le gusta alguien sabes que no mide sus palabra y nos dice todo aun si sabe al cien por ciento que no nos importa o que nos ara daño pero en su afán de “nadie se enoja conmigo” igual lo hace, si eso pasa no tendrás derecho a refutarle nada y tendrías que verte feliz por tu amigo.
Sus palabras me calan en lo hondo y yo la miro con sorpresa, nunca me plantee esa idea, ¿y si kaito quiere alguien mas? Meiko tiene razón amo a kaito lo suficiente como para quererle ver feliz por sobre mi felicidad… ¿Qué are si eso llega a pasar? ¿Hundirme en mi miseria? Probablemente tenga un ataque depresivo mayor, ya suficiente tengo con mis inseguridades como para que meiko me de una mas, realmente es algo en lo que no había querido pensar en estos cuatro años.
-estas claro que en este ultimo tiempo de alguna forma que no comprendo me e inclinado en tu favor ¿verdad?, te convertiste no en un amigo eres “el” amigo casi como un hermano pequeño idiota, y no te quiero ver sufrir, claro que también quiero a kaito pero me enfurece que sea conciente de cuanto poder tiene sobre ti…
-espera ¿lo sabe?- eso si me desconcertó.
-¿realmente creíste su acto de niño idiota e inocente? Kaito es tan víbora como tu y yo por que crees que se lleva bien conmigo, claro que si es una buena persona y algo inocente pero esta bastante conciente de su alrededor y por alguna razón que no comprendo cual es sabe que te tiene a su favor, esta conciente de que no eres capaz de enojarte con el, claro no tiene ni idea de que es por que lo quieres pero esta conciente del hecho de que si el dice lo siento con una carita triste tu mandaras al jodido infierno tu enojo- ella lo dice tan seria que me es imposible no creerlo, aunque me parece inverosímil, como alguien que es feliz con un cubo de helado lleno de chispitas de colores puede ser tan ¿astuto?
Sigo caminando a su lado incapaz de tragarme lo que acaba de decir, ¿kaito sabe que me tiene en la palma de su mano? Me siento como una muñeca que se usa y desecha, detengo mis pasos y meiko se gira a verme, y yo siendo más alto que ella apoyo mi cabeza en su hombro, siento el respingo de sorpresa de su parte pero no me aparta y en vez de eso me acaricia el cabello intentando calmarme.
-estoy jodido… ¿Qué es lo que are? A estas alturas si me dice que salte de un puente lo más probable es que lo haga…- dijo para luego soltar un suspiro cansado.
-el primer paso es admitirlo, este amor para ti es tan adictivo como las drogas, y para deshacerte del vicio debes evitarlo- ella ahora si que habla maternal y comprensiva.
-oye ¿no crees que estas siendo demasiado comprensiva? Tanto apoyo tuyo me tiene con escalofríos.
-pues que quieres que te parta la cara y te diga “te lo dije” puedo hacerlo, pero eres tan idiota cabeza de berenjena que no me tomaras en cuenta, pensé en otra táctica genio haber si así me escuchas- ella lo dice con burla y arrogancia, como extrañaba sus palabras retadoras.
-es un alivio que mi amiga aun este hay- suelto riendo por lo bajo y con aparente cansancio.
-así que este era el secreto de ustedes dos… ahora entiendo por que después de que se fue ayer lo defendiste…
Me vuelvo a parar erguido todo lo que mi altura da, meiko deja de acariciar mi cabello y como yo se gira para ver a la persona que nos hablo, y con sorpresa veo a kaito enfadado como nunca antes lo e visto… ¿acaso creyó que meiko y yo? ay no maldición no podría ser peor.
-kaito no…