Ese día al fin y al cabo no fue tan malo, si bien ahora kaito esta enfadado conmigo, por alguna razón increíble de la cual no tengo ni idea no me esta afectando tanto, tal vez meiko tenga razón, kaito no debe y no tiene tanta influencia en mi, luego de su escape nos mantuvimos charlando un par de minutos con len pero luego de un rato nos separamos, el nos contó que vive con su hermana en un departamento regalo de sus padres, ya que el no es de Tokio, al igual que yo el vino de joven a estudiar aquí ya que sus padres quienes trabajan juntos fueron trasladados aquí y luego cuando debieron regresar el se quedo aquí para estudiar.
Quien diría que las cosas comenzarían al fin a salirme bien, estoy tranquilo, y eso nadie lo cambiara, aun así tengo un poco de angustia, aun si no e entrado en pánico por el repentino “odio” de kaito pues le sigo amando y en esa idea me es inaceptable causarle algún daño… ¿debería hablar con el del tema? ¿Qué le diría? Ni siquiera se por que esta enfadado.
Al llegar a casa mi madre estaba en la cocina y mi padre estaba en la sala leyendo, y al verme se quedo con la mirada fija en mi, como si tuviera una grosería escrita en la frente.
-sucedió algo- ni siquiera fue una pregunta… una seca afirmación.
-¿ a que se debe eso?
-tu rostro… estas preocupado…
Mi padre es medico, hoy tenia su día libre y créanme cuando les digo que es una especie de brujo adivinador de estados emocionales… siempre sabe cuando algo no anda bien, es como un sabueso solo que el “huele el peligro”
-no es nada se me pasara.
Decidí subir a mi cuarto antes de que se le ocurriera comenzar con un discurso de “las emociones no pasan tan fácilmente si estas preocupado como tu padre es mi deber aconsejarte” como si fuera un adolescente.
Aquel día fue pesado y a la vez tan liberador… todo fue tan caótico y a la vez relajante, una gran variedad de contradicciones vienes a mí y a cada momento ciento que una gran tormenta se acerca a mí.
Tire mi bolso sobre i escritorio y prendí la televisión, curioso estaban dando una maratón de la serie favorita de kaito, sin siquiera prestar atención deje el programa y me estire en la cama, no tenia ánimos de estudiar o de hacer algo productivo, solo me quede hay recostado meditando y dándome cuenta de que estos últimos años e sido el peor tipo de hombre arrastrado y enamorado que hay, repase cada uno de mis recuerdo junto a kaito y me doy cuenta de que realmente ¿hay algún momento en el que solo me prestara atención a mi? ¿Alguna vez comprendió o tomo en cuenta mis esfuerzos por verle feliz? Lo dudo mucho, a estas alturas creo no ser mas que una mancha en su vida, aun cuando era notorio el solo me llamo su más cercano “amigo” y escuchar esa palabra de sus labios es lo que más duele a mi enamorado corazón.
Presto atención a la televisión cuando el protagonista esta dando un discurso de amor y lucha valentía y fuerza, claro… que sencillo en el momento, la chica mas guapa enamorada de el, y el enamorado de ella, as cosas son fáciles, siempre han sido regios gallardos y afortunados, sus vidas escritas en papel y lápiz nunca tendrán algún trunco ya que a pesar de los malos momentos… siempre encuentran la felicidad.
¿Puedo ser yo como aquellos protagonistas? ¿Puedo de un día a otro descubrir que tu te sientes igual que yo? lo dudo… la ficción es mas hermosa que la realidad.
El blanco se apodera de todo, tan blanco, tan puro, veo un destello azul, una voz susurrante llega a mis oídos y tu voz la puedo reconocer, tanto amor tanta devoción cuanto soñé poder escucharte hablarme de aquella manera, veo un destello azul y el contorno de tus ojos se dibuja ante mi, una calida sonrisa y tu rostro se contornea dándole forma a quien amo.
-gakupo…
¡Ah! Tu voz llamándome es música para mis oídos…
-gakupo…
Sin embargo… ¿por que tu voz se deforma en mis pensamientos y toma un timbre mas agudo? el azul de tus ojos se aclara y la forma es cambiada, tu rostro cambia de contorno y aquel cabello azul rey que amo palidece y toma un tono dorado ¿Qué es esto?
Veo los delgados brazos aferrarse a mi cuello y el cabello mas largo y dorado baila alrededor de tu rostro, tu estatura disminuida y tu figura se ve más infantil, tu sonrisa inocente me recibe y ya no eres quien yo amo… tú dulce voz me llama en susurros.
-gakupo-san…
-¡aaaaaaaahhh!
Me levante jadeante y aterrorizado, ¿Qué fue ese sueño? Observo mi alrededor y me doy cuenta de que estoy en mi habitación, las persianas están abiertas y llevo puesta la ropa de la noche anterior… ¿me quede dormido viendo el televisor? Aquello no fue mas que una pesadilla y pronto siento los golpes en mi puerta, es mi madre quien alarmada por mi grito despierto, la despido diciendo que no hay nada que temer solo fue una pesadilla, tomo mi rostro en mis manos y me siento en la orilla de la cama ¿ que acabo de soñar? ¿Aquel… era len?
Me levanto intentando no seguir meditando aquello y me dirijo al baño una dicha fría es lo mejor para mi en estos momentos…que pesado siento que todo se torna.
En la universidad todo se veía normal, casi demasiado normal, el escándalo del día anterior no comenzó rumores extraños y aunque todo me miraban extrañados nadie se atrevía de hablar del tema, el escándalo que meiko kaito y yo armamos ayer era un montón de conjeturas que todos secreteaban, aun así eran lo suficientemente discretos como para que no lo notara hasta que escuche a una chica de mi clase murmurar con respecto a ello.
Meiko se veía de buen humor, y kaito si bien ya no estaba molesto se veía cansado y distante, yo estaba algo nervioso, el que actuara de esa forma me inquietaba ya que si bien me estaba desintoxicando aun lo amaba y me preocupaba por el.
-kaito…- estaba conciente de que mi voz fue un ruego y mi rostro demostraba mas de lo que debería pero realmente estaba preocupado.
-gakupo… todo esta bien
Al escucharle decir mi nombre en seguida sentí una alarma advirtiéndome que algo no estaba bien, ¿Por qué me llama por mi nombre bajo estas circunstancias? Por lo general me llamaría por algún mote, el que me llame por mi nombre me inquieta como si una fuerza invisible y poderosa lo alejara de mi.
Maldición ya estoy pensando de esa manera de nuevo, no tienes que ser tan arrastrado, kaito tiene problemas como todo ser humano, si te preocupas de todo terminaras mal, déjalo resolverlo no es un niño.
El ambiente estaba pesado, y yo no sabia que hacer, sin embargo la voz de alguien a mis espaldas me trajo al mundo terrenal y la reconocí como la voz de len, quien me veía con una de esas sonrisas que al parecer siempre parecía tener.
-buen día gakupo-san
- oh pero si es el pequeño len- meiko se acerco a el animada y le puso el brazo sobre la cabeza len era un poco mas bajo que ella.
- Por favor meiko-san no haga eso- me dio algo de gracia verlo hacer un puchero infantil.
- Buen día len- mi voz salio sin rastro de preocupación alguna estaba tranquilo.
El se acerco a nosotros y comenzamos una charla amena en la cual kaito no participaba es mas se veía bastante incomodo pero lo atribuí a su estado de humor, no quise pensar en ello.
Luego de eso los días siguieron pasando y si bien seguía enamorado de kaito sentía que este se alejaba aun mas que antes, la brecha entre nosotros era tan grande y sin embargo el vacío que sentía era momentáneamente tapado por la presencia de len, quien ya formaba parte de mi vida, era increíble que en tan poco tiempo me allá afiatado a alguien de esa manera.
Con el paso de los días me mostré tal cual soy, mi mala suerte y mi personalidad de perros se dejo ver y aunque al principio me sentí aterrado de que len se alejara al fin el solo lo acepto diciendo “nunca me aburriré a su lado”
Kaito ya no pasaba tanto tiempo con meiko y conmigo solo estaba cuando len no estaba cerca, no comprendía bien la situación pero era claro que a kaito el rubio no le agradaba.
Mis confusiones se hacían más grandes y cuando quería tocar el tema el solo parecía una fiera enjaulada, desesperado por alejarse o cambiar el tema, ya luego de un tiempo no le di importancia y lo deje ser.
Con el paso del tiempo comencé a ser mas consiente de mis propios sentimientos tal cuales son sin darles ese dramatismo que siempre le doy a todo, era claro que para el mundo yo seguía siendo el mismo pero para mi era evidente el cambio que estaba sufriendo, el alejamiento de kaito me hizo darme cuenta de que no era el ser omnipotente que siempre creí, no era la preciosa muñeca de buena actitud que siempre ame, no era el chico tierno que siempre adore, era gruñón despistado y siempre tenia algún motivo por el cual comportarse dejadamente, comencé a ser conciente de sus defectos y de los defectos en mis sentimientos, ya no sabia si realmente era amor, o una obsesión sicótica la que tenia por el, pero era claro que los sentimientos estaban maximizados y dramatizados, aunque de una osa podía estar seguro cariño amor o obsesión sicótica yo sin el no podía vivir en paz.
-estas realmente mal- meiko me veía como a un ser extraterrenal diabólico y horrendo.
-que quieres que haga no puedo dormir bien…
No se si se refería a mi aspecto o a mi forma de actuar pero una cosa era clara el cansancio hacia mella en mi, hace días que no podía dormir por que cierto sueño recurrente comenzaba y despertaba agitado sudoroso y asustado, en esta ultima semana incluso evitaba dormir si me era posible, pero eso también me afecto como para que en estos momentos parezca un panda tenga la piel pálida y desdeñada y el cabello… lo suficientemente enredado como para romper un peine, sin mencionar que los pantalones holgados y los polos enormes no me venían bien.
Solté un suspiro, de esos que tengo pegados cada vez que algo me supera, y solo seguí mi camino por los pasillos, de verdad parecía un ser raro, uno de esos otakus caricaturizados que se visten mal tienen lentes feos y son de actitud rara, pues así me veo en estos momentos.
Doble la esquina para llegar a mi salón y caí al piso sin darme cuenta de por que, mis anteojos (los cuales estaban desajustado) cayeron al piso y quede totalmente ciego (¿mencione que soy corto de vista y utilizo lentillas por que no me gusta como me veo con los lentes?) tanteaba el piso buscándolos incluso me tope con mis libros esparcidos y solo escuchaba risas a mi alrededor, hasta que sentí que alguien ponía algo en el puente de mi nariz, pestañee un poco y mire hacia arriba era len quien me sonreía un poco divertido y avergonzado.
-¿Por qué siempre no encontramos en situaciones así?
Me di cuenta de que había nuevamente chocado con el.
-casi no te reconocí, lo único que me dijo que eras tu fue el cabello largo púrpura…
-ya… lo siento no puse cuidado
-esta bien.
Me levante y recogí todo lo que había caído, arregle los lente y seguí mi camino junto al pequeño rubio, esta vez fui conciente de que todos nos miraban raro, ya que… len es un chico “lindo” y yo en estos mementos parezco… un… espécimen antisocial… murmullos por doquier y yo fastidiado aunque pocas ganas reales tengo de preocuparme por algo, últimamente lo único que hago por mi es bañarme.
-¿tan mal estas por que kaito-san te ignore?
Lo mire con los ojos casi saliéndose de mis cuencas, los lentes cayeron un poco por el puente de mi nariz y me boca se abrió un poco, ¿se dio cuenta de algo?
-no malinterpretes me e dado cuenta de que son muy amigos…
Uf..... Que alivio… en ese momento el pequeño pánico que vino a mi se esparció como neblina que se convierte en llovizna.
-realmente creo que yo no le agrado…
-¿eh? Eso es imposible solo que es algo cuidadoso, siempre hemos sido los tres o por lo menos desde el momentos en que yo llegue- mis palabras sonaron animadas me hacia sentir mal el que kaito fuera tan grosero con el.
-tu lo crees pero yo estoy segurote que no le agrado.
Yo solo me mantuve callado e intente caminar sin volver a caer últimamente estaba hecho un completo inútil, mi coordinación motriz daba asco y mi visión no ayudaba mucho, el sueño lo empeoraba y las preocupaciones lo remataban.
-no pienses en eso, eres realmente un buen chico- le sonreí intentando calmarle, ¿Cómo odiarle cuando es tan lindo?
… ¿lindo? Desde cuando le digo lindo a otra perdona que no sea kaito… de pronto la imagen de len con el rostro sonrojado y los ojos brillante vino a mi, es esa maldita imagen la que no me deja dormir y ahora despierto no me abandona… me quede paralizado en medio del pasillo y len se quedo pasos delante de mi viéndome como si estuviera enfermo o algo por el estilo, me agache y quede en cuclillas realmente esto no es bueno como controlar mi frágil imaginación si le tengo ante mi.
-¿gakupo estas bien?
Se acerco y poso su mano en mi hombro intentando llamar mi atención pero yo estaba mas concentrado en pensar algo horrible antes que tener que recordar las “pesadillas” recurrente que mi atormentaban.
-no es obvio… te gusta….- meiko me veía aburrida como si fuera lo mas obvio.
-no, estas loca tu, tu familia tu ancestros y tus descendientes… no puede ser… yo solo quiero a mi cubo de helado andante… el chico banana no me puede gustar… es solo un colapso mental momentáneo… solo quiero a kaito… kaito kaito kaito
Estábamos en la cafetería, después de aquel incidente me separe de len como si fuera la peor plaga posible, si me mantenía con el no podría relajarme y la verdad es que ya bastante mal estaba, por lo que me apresure a ir a mis clases y medio día después estaba con meiko frente a mi comiendo despreocupadamente y diciéndome que “probablemente” me gusta aunque sea un poco len.
-no es un probablemente es un te gusta…
Maldita bruja como lo supo…
-nada de maldita bruja se te olvida que te conozco eres predecible…
-en ese caso… ¿ahora que mierda hago?- deje caer m cabeza sobre la mesa mis brazos estaban lánguidos a mis costados y el cabello me tapaba el rostro.
-primero… quitarte esa pinta de vago que traes… segundo meditar un poco las cosas y tercero olvidarte de kaito e intentar algo con el rubiales…
-¿Qué estas loca? Kaito es el amor de mi vida…
-te oyes tan seguro de ello...- su ironía y sarcasmo me sacaban de mis casillas.
Solo miraba mi alrededor distraído, así como estaba no podía ni pensar con claridad que era lo que realmente me sucedía, ¿es que acaso realmente estoy tan confundido en mis sentimientos? Nunca me e planteado nada, solo sabia que kaito me gustaba y eso para mi siempre fue suficiente, pero ahora que me doy cuenta de tantas cosas es que comienzo a pensar si todo esto siempre fue por buen camino, mis sentimientos se retorcieron y deje que kaito me controlara al completo, mi vida comenzó a girar alrededor de el y nunca me plantee la posibilidad de algo diferente, y ahora que aparece len me doy cuenta de que… kaito nunca hizo nada por merecerse ser el centro de mi mundo.
Levanto el rostro y me saco los lentes apretando con mis dedos el puente de mi nariz, realmente me duele al no estar acostumbrado a esos aparatos de tortura pero que mas puedo hacer… intento no meditar, y es que si lo ago seguramente me daré cuenta de que estaría mejor si estuviera enamorado de len… ¡oh por dios! Que diablos digo si apenas unas semanas que lo conozco, gakupo estas cayendo bajo.
Meiko me mira cual loco y menea la cabeza al parecer ya se dio cuenta de lo que pienso.
-estoy segura de que al rubio le agradas… y además creo que kaito también te quiere mas que como a su mascota…
Aquellas palabras me desencajaron… ¿kaito… quererme? Debe estar bromeando, la miro ceñudo con clara expresión de “con eso no se juega” y ella solo me devolvió la mirada.
Realmente si kaito me quisiera seria todo lo que soñé desde que tengo dieciséis pero… ¿que sucederá después de aquello? Una relación de pareja… por alguna razón no me entusiasma tanto como yo quiero. Me mantuve en mi lugar hasta que fue tiempo de las clases, el resto del día me concentre en lo que fuera que los maestros decían e intente no pensar en el enredo que mi vida significaba en estos momentos.
Realmente cabe la posibilidad que len me pueda gustar, sin embargo estoy conciente de que amo a kaito, obsesión o amor… ya no me importa lo que siento por el es fuerte pero me aterra la idea de una relación con el ¿Qué me ocurre? No seria lo mas increíble que la persona que amo me ame y sea feliz junto a mi… al parecer esa no es mi idea de felicidad, no se que me sucede.
La situación comenzó a empeorar con el paso del tiempo las semanas pasaban el fin de semestre se acercaba y mi relación con kaito era mas distante casi inexistente, mi preocupación y ansiedad crecían y las emociones por len aumentaban en grandes pasos, meiko seguía con su idea de que lo mejor para mi era olvidarme de kaito y si era posible de len, ahora no solo el peliazul me causaba problemas también el rubio y mi ansiedad aumentaba mas.
¿Realmente me gusta len? Siento que estoy traicionando mi amor por kaito, tan solo pensarlo me produce un malestar en el estomago…sin embargo… los sentimientos de tranquilidad y paz que el me trae… ¿Qué tan lejos podría llegar todo este conflicto que tengo en mi interior? Aunque que tantos problemas puedo recrear en mi mente… es claro que kaito nunca me vera como algo mas que a un amigo y len… tampoco es como si yo pudiera llegar a gustarle… creo que lo mejor que puedo hacer es… seguir fingiendo que nada sucede y tragarme mis sentimientos.