¡Un regalo especial!
Ji Yong salía de la escuela a toda prisa mientras corría por llegar rápidamente a la entrada donde le esperaba su mejor amigo. Al llegar ahí chocó contra el hombro del otro y se paró en seco a respirar para recobrar su aliento luego de haber corrido.
-Yongie, ¿por qué la prisa? –Preguntó riéndose por la cara de afligido que tenía el menor.
-Es que… quería llegar pronto y contarte el panorama… -Le dijo mientras una sonrisa se dibujaba en su cara y le sonreía brillantemente haciendo que el otro se perdiera en sus ojos.
-¿Qué es?
-¿Cómo que qué es? Mi cumpleaños, Hyunnie… ¿ya lo olvidaste? ¡Es mañana! –Hizo un puchero y se quejó mientras se alejaba un paso y se cruzaba de brazos mirándole dolido, como si de una ofensa se tratase.
-¿En serio? ¿Ya estarás de cumpleaños? Yo pensé que faltaba mucho todavía… -Se rió en su cara haciendo el loco mientras comenzaba a caminar.
-¡Idiota! Te iba a invitar a mi casa a comer pastel, pero ahora ya no. –Caminó más rápido adelantándose algo enojado, no podía aceptar que su hyung se olvidara de él.
-¡Hey, no te enojes! Era broma, Yongie… no me podría olvidar de tu cumpleaños. –Le sonrió y entonces Ji se dio la vuelta en seco mirándole fijamente de brazos cruzados todavía.
-¿En serio?
-Claro, incluso ya tengo tu regalo. –Le aseguró sonriendo y entonces el menor se acercó a toda prisa hasta su hyung mientras se le iluminaban los ojos al escucharlo.
-¿Qué es, Hyunnie? –Le tomó del brazo con una sonrisa amplia mostrando su brillante dentadura y entonces el mayor se rió y luego se acercó hasta su oído.
-No te diré. –Le susurró y entonces se rió nuevamente pensando en el regalo que le daría- Mañana lo sabrás.
-¡No quiero esperar!
-Si no esperas entonces no te lo daré. –Se rió.
-Aish, está bien, esperaré. –Llegaron hasta la casa de Ji y entonces este entró luego de despedirse con una gran sonrisa de Seung Hyun. Entonces el mayor lo observó entrar y lentamente se fue hasta su casa que quedaba un par de cuadras más allá.
Entró en la casa y se estiró completamente en la cama mientras pensaba en el regalo para Ji, seguramente el regalo número uno le gustaría, pero el dos, no estaba seguro. La verdad, nunca estaba seguro de nada tratándose de Ji Yong. Él, de todas las maneras posibles era especial, en su forma de hablar, de sonreír, de moverse, de ser. Es por eso, que por ser una persona especial, se merecía un regalo especial también. Un regalo del que se acordara siempre, que llevara con él. Algo no tan fácil ni tan difícil. Algo que simplemente llevara consigo a todas partes, y él le daría justamente eso.
Ji Yong había sido uno de sus primeros amigos al llegar a esa ciudad y lo había aceptado aún con sus defectos y virtudes. Le había apoyado en casi todo, era una persona de sentimientos puros, en la que podía confiar a toda costa y sabía que estaría ahí para él si se lo pedía, era por todo eso que necesitaba demostrarle lo agradecido que estaba y lo mucho que le quería.
Cuando recién había llegado, tuvo miedo. Miedo de no ser aceptado, o quizás, miedo de no amoldarse a los demás, a sus estilos. Pero ese pequeño flaco estaba dispuesto a sacarle sonrisas y hacerle pasar buenos siempre. Cuando no estaba él simplemente mandaba mensajes, fotos o cualquier cosa pequeña, solo eso era capaz de subirle el ánimo. Le había dado un empujoncito para integrarlo a todo lo que venía cuando recién llegó, y junto a él no se sentía ni solo ni triste.
Por eso era una persona especial… era una de esas personas en las que uno sabe que puede apoyarse sea cual sea la situación, una de esas personas que estaría ahí siempre, una de esas personas honestas, llenas de amor y llenas de comprensión hacía el otro. Por eso se sentía tan cercano a él.
Le estaba agradecido, por eso, quería algo que fuese especial para él. Y esperaba que el regalo que hasta ahora atesoraba con tantas fuerzas fuese especial para Ji. Con esto en su mente, Seung se quedó completamente dormido.
Al otro día, Seung Hyun no fue a la escuela, cosa que preocupó a Ji Yong. El menor salió de la sala preocupado y con la cabeza abajo sin decir mucho. Soltó un suspiro y entonces caminó hasta la entrada de la escuela después de haber recibido los saludos y abrazos de varios amigos.
Alzó su cara y al hacerlo estaba Seung Hyung justo en la puerta sonriente. Ji sonrió lo mejor que pudo y corrió como si su vida dependiera de ello hasta llegar a él.
-¡Hyung! –Sonrió abrazándole y el otro intentó abrazarlo como pudo.
-¡Feliz Cumpleaños, Yongie! –Le abrazó fuerte y entonces le dio en sus manos una bolsa de regalo mientras le mostraba una sonrisa brillante y hermosa.
Ji la abrió y sonrió lo más que pudo al ver un recuadro de ambos. Al llegar a casa lo pondría en el velador al lado de su cama, le encantaba la foto, le ponía muy feliz. Simplemente abrazó a Seung y luego le sonrió.
-¡Felices 13! Por cierto, espero que te haya gustado tu regalo nº 1.
-¿Uno? ¿Hay otro? –Se asombró y vio a Seung sonreír antes de ponerse a caminar dejando a Ji con duda mientras miraba la espalda de su Hyung. Ji Yong intentó seguirle lo más rápido que pudo hasta tomarle del brazo y darle la vuelta -¿Me dirás que es?
-Mmm… no lo sé. –Volvió a darse la vuelta para seguir caminando y antes los gritos de Ji simplemente se hacía el tonto o el sordo mientras se reía del menor quien quería pronto el regaño 2.
-¡Seung Hyun! ¡Llevo siguiéndote media hora, dime ahora! –Al ver que el otro no le respondía le gritó más fuerte -¡Por lo menos date la vuelta! –El mayor se dio la vuelta y Ji chocó contra el pecho de Seung haciendo un gesto. Entonces sintió las manos cálidas de su Hyung en sus mejillas y luego los perfectos labios de él en los suyos con un tierno beso que casi lo hace quedar con paro cardiaco, de veras que no se esperaba eso de su mayor.
El mayor se separó de Ji Yong y le sonrió. Ji solo le miró asombrado y observó como el otro se alejó rápidamente. -¿Y eso? ¿Por qué… me besaste? –Preguntó sintiendo el rubor en sus mejillas.
-Porque me gustas, por eso te besé. –Respondió con una sonrisa gigante y entonces se dio la vuelta para seguir caminando –¡Espero que te haya gustado tu segundo regalo!
Ji llevó sus dedos a su boca con la mano derecha mientras la mano izquierda guardaba el cuadro que le había dado Seung Hyun. Entonces subió su mirada y vio al mayor alejarse mientras seguía caminando. Ji Yong comenzó a correr para alcanzar a Seung y una vez que lo hizo se paró en frente de él deteniéndole con las manos en su pecho mientras respiraba agitadamente.
-Deberías quitarte la manía de correr, Yongie… -Le sonrió y entonces el menor le miró nuevamente y esta vez fue Ji quien juntó sus labios a los de Seung un beso cálido.
Seung no se lo esperaba. A decir verdad esperaba que Ji le hiciera más preguntas, no que le besara de vuelta. Lo único que hizo fue rodearle con sus brazos mientras lo levantaba un poco del suelo para seguir con ese beso que le hacía más que feliz que todo. Se separaron y Seung dejó en el suelo a Ji y este sonrió ampliamente.
-Te quiero, Hyunnie. –Le sonrió- ¡Han sido los regalos más especiales que pude haber recibido!
-Me alegra que te gustarán, Yongie. Te quiero demasiado. –Le respondió abrazándole nuevamente y regalándole un beso en la frente.