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Romeo & Julio por SalmaQui

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Notas del fanfic:

Este es el primer fanfic que publico. La historia obviamente está basada en la muy conocida novela Romeo y Julieta escrita por el amor de mi vida: Shakespeare ,no es cierto Víctor Hugo (escritor de Los Miserables), un genio en cuanto a escritura dramatica.

Notas del capitulo:

Estoy agradecida de que estés leyendo mi intento de historia manipulada. Gracias y que te guste mucho.

Capitulo 1

La Universidad de Verona es una de las mejores de la zona, su campus abarca desde tener un campo de Futbol Americano para juegos profesionales, hasta una de las bibliotecas con mas colecciones de libros del país, además, no solo es un lugar hermoso a la vista, sino también cuna de futuros médicos, abogados y lideres. Solo lo mejor es aceptado para estudiar aquí y solo lo mejor de lo mejor consigue entrar a una buena hermandad. En esta Universidad dos hermandades destacan; La Montesco y La Capuleto, ambas rivales y llenas de odio.

En la plaza de la universidad, una área con árboles, pasto verde, bancas de madera y una hermosa fuente de un Merlion escupiendo agua. Se escuchaban los peculiares comentarios de Los Capuleto, quienes vestían con sus chaquetas de su respectiva hermandad, y bajo ellas siempre las mejores ropas de marca, pero no solo eso los caracterizaba sino también una lengua floja al hablar, o más bien parlotear; eran George y Sansón, ambos jugadores de Futbol.

-George, quieres tranquilizarte -menciono Sansón de un suspiro. -¿Que no nos hemos metido en muchos problemas ya por tu testosterona de toro?

-No sabes cómo le tengo ganas de darle una a esos Montesco -dijo George con su profunda voz, era de hombros anchos y algo bajo de estatura entre los hombres.

-Calma, si nos enojamos solo conseguiremos pelearnos -le respondió Sansón, quien tenía una buena musculatura y gran estatura, además de ser muy guapo.

-¡Pues eso quiero! -se paró de un salto de la orilla de la fuente donde estaban sentados.

-¿Y parar a la dirección también? -dijo también parándose de una. -Yo también quiero echarme sobre un Montesco cuando lo veo.

-Lo malo es que eres malo peleando -George miro con un gesto burlón a Sansón.

-¿Malo? Por favor, si yo corro cuando veo a un Montesco -dijo bufándose el alto.        

-¿Que correr no es huir?

-Me refiero a que cuando lo vea, correré para darle una buena a esos cabrones -Sansón dijo esto mientras hacia un gancho con su izquierda. -No soporto a ningún Montesco.

-Bueno, bueno. Que el odio es entre los presidentes, no entre nosotros.

-Me es igual, les voy a ganar a todos esos Montesco y a jugar un rato con las chicas de por ahí -hablaba el hombre mientras frotaba sus manos.

-Pues como quieras -George dio un golpe con el codo al costado de Sansón. -¿Que no son ellos de los Montesco?

Sansón miro mas allá de la plaza. Saliendo de el estacionamiento estaban Baltasar y Abram, dos hombres de pelo oscuro , altos y fornidos, ambos con la chaqueta de Montesco. Venían entrando a la plaza mientras saludaban a algunos que estaban por el lugar, sin ni siquiera notar la presencia de los Capuleto en la plaza.

-Ve corriendo a golpearlos -dijo Sansón dándole un empujón a George.-Yo te cuido la espalda.

-¿Otra vez vas a salir corriendo cuando no te vea?

-¿Te da miedo que no este aquí para protegerte? -Sansón hiso un puchero con los labios burlándose del bajo.

-!Ja¡ Ya quisieras. Pero nos pueden castigar.

-Bueno pues que ellos empiecen, así no nos dan regaño -dijo algo divertido.

-Yo les voy a provocar -George hablo seguro.

George y Sansón comenzaron a caminar hacia Abram y Baltasar hasta pasar al lado de ellos, y al pasar George frunció el seño, llamando la atención de Abram que lo miro de reojo.

-¡Hey! -dijo Abram. -¿Nos están provocando para pelear, cabrones?

-¿Si digo que si, ellos habrán iniciado la pelea? -susurro Sansón a George.

-No -le susurro como respuesta.

Ambos Capuleto voltearon hacia los Montesco y ellos se acercaron hasta que quedaran frente a  frente. Ellos eran altos y causaba cierta gracia que George tuviera que mirar hacia arriba para enfrentarles.

-No, Abram, no los provocamos para pelear -dijo Sansón y después sonrió con una gran falsedad.

-¿Por qué? ¿Quieren pelear? -dijo George y le dio una leve palmada a Baltasar en el pecho.

-¿Pelear? -respondió Abram. -No, claro que no.

-Pues, siendo nosotros de tan buena hermandad -menciono Sansón con cierto aire de grandeza. -Solo ustedes se igualan a nosotros.

-No nos igualemos -dijo Abram. -Somos mejores.

-Di que somos mejores -susurro George a Sansón.

-Nosotros somos mejores -respondió de inmediato Sansón.

-¡Ya quisieras!

 -Anda pues pelea si son mejores -dijo Sansón.                                                                  

Abram toma de la camisa a George y le suelta un puñetazo mientras que Baltasar empuja a Sansón y comienzan a pelear mientras que se van acercando algunos estudiantes y la plaza se empieza llenar de gritos diciendo ''Pelea, pelea, pelea'' y uno que otro golpe acompañado de el disparo de celulares tomando fotos.
En eso entra Ben entre la multitud, uno de los Montesco con mas elite en la hermandad, guapo, rubio y musculoso.

-¡Sepárense idiotas! -dijo Ben y los detiene con destreza. -¿Que creen que hacen peleando?

-Vaya vaya vaya -dijo Teo que apareció entre la gente, era un Capuleto de gran importancia, moreno y gran tamaño. -Si es uno de los grandes Montesco que está peleando con nuestros Capuleto. ¿No deberías pelear con alguien más a tu nivel?

-Solo estoy dando paz -le respondió enojado. -¿O qué quieres pelear contra mí?

-¿Hablas de paz cuando el acero esgrimes?

-No cites a Shakespeare que es un cliché en estos días -interrumpió Ben.

Y en eso Teo se echo sobre Ben y comenzaron a pelear junto con los otros cuatro que ya estaban peleando. La multitud que los observaba se empezó a duplicar murmurando que estas peleas ya se están frecuentando muchas veces, cuando entonces los líderes de ambas hermandades aparecieron entre los estudiantes.

-¿Que están haciendo aquí? -dijo el presidente de los Capuleto. -¡Montesco! Te voy a dar una buena.

-¡Maldito Capuleto! -Grito el presidente de los Montesco mientras se iba a acercarse a Capuleto pero fue detenido por su novia y otros Montesco. -¡Suéltenme!

-¡Ni loca! ¿Para qué te peles como niño?

Con la mala suerte de estos los gritos empiezan a disminuir rápidamente hasta que se extinguió cada uno de ellos pues el Decano había aparecido entre la multitud haciendo que su parecencia detuviera la pelea sin decir una palabra.

-Montesco y Capuleto. ¿Son personas o animales? Como se ponen a pelear en medio de la plaza sin sentido alguno, estoy seguro que son bestias -hablo el Decano con voz prominente. -No los volveré a perdonar, ya es la tercera vez este mes. Presidente Capuleto sígame y Presidente Montesco hoy estará en detención con todos sus miembros.

El decano salió del disturbio y tras él un burlón Capuleto seguido de Teo quien mostraba un aire de grandeza al caminar, como cualquier otro Capuleto. La multitud se fue desvaneciendo dejando solo al Presidente de la hermandad de los Montesco muerto de rabia, su novia y Ben quien mostraba la cara roja y bañada en sudor.

-¿Quien empezó? -dijo el líder. -¿Que ha pasado exactamente?

-Los muchachos de Capuleto estaban peleando con los nuestros -articulo firmemente Ben. -Entonces decidí acercarme a detenerlo y luego apareció Teo -Ben mostro una cara confundida mientras explicaba. -Me pidió pelear y me negué pero al final terminamos peleando luego llego más gente...

-¿Dónde estará Romeo? -dijo la novia del líder Montesco. -Hace mucho que no veo al hermano de mi novio.

-Lo vi en la mañana por el mirador, se veía triste -explico Ben algo preocupado. -Me acerque a preguntarle que tenia y me dijo que quería estar solo.

-Ya van varias veces que lo ven ahí -suspiro la novia. -Haciendo lo mismo, viendo mas allá de lo que ven los ojos, perdiéndose en su mente y cuando va a clases muestra la misma mirada perdida.

-¿Y sabes porque esta así tu hermano?

-No me importa -respondió deprimido el presidente de los Montesco. -No serviría de nada saber, no cambiara su tristeza si lo supiera.

-¿Le preguntaste la causa y no te la ah dicho? -dijo divertido Ben.

-¡Exacto! -se llevo las manos a la cabeza desesperado- No me dice a mí, ni a sus amigos, ni a nadie.

En ese momento se ve Romeo acercarse con cara triste y con las manos en los bolcillos de los flojos jeans. Romeo era 3 años más joven que su hermano, el presidente de la hermandad de los Montesco, también su padre había sido el líder, lo que llevo a Romeo a ser Montesco por nacimiento. Iniciaba su segundo semestre en literatura en la universidad de Verona, Romeo un muchacho de buenas notas para la poesía. Era hermoso, de bonitos ojos verdes, cabello castaño que brillaba cobre bajo el sol y labios delgados, su cuerpo era de una escultura de un ángel: piel blanca, musculoso pero sin gran tamaño y de una altura perfecta.

-Ahí viene Romeo -menciono Ben mientras veía al muchacho acercase. -Déjenme hablar con él.

-Que tengas suerte primo -pues Ben era primo de Romeo y de su hermano mayor.

El líder de los Montesco tomo a su novia de la mano y se fueron dejando a Ben quien se acerco hacia Romeo tomándolo desprevenido a pesar de llegar frente a él, tan perdido estaba Romeo en su pensamientos que se sorprendió al escuchar a Ben.

-¡Primo! -saludo Ben. -Buenos días.

-¿Días? ¿Qué horas son?

-Las 10 -contesto sorprendido por su pregunta.

-¡Hay que tristes son mis horas! -dijo exagerado. -¿Ese era mi hermano?

-Si -respondió Ben y comenzó a caminar a lado de Romeo. -¿Y porque son tristes tus horas, primo?

-Por lo que todo hombre sufre -dijo Romeo con su bien tono exagerado al hablar, como sacado de telenovela.

-¿Reprobaste? -dijo Ben sorprendido.

-No correspondido.

-¿No correspondido? -confundido.

-No correspondido por el amor.

-Ah -dijo Ben aliviado. -Ya sabes cómo es el amor, Romeo.

-El amor -sentencio Romeo. -El amor, más fuerte que la marea, más doloroso que la espina, mas frágil que el cristal mas venenoso que cualquier toxico. Anda ríete de mí.

-¿Reírme? -pregunto Ben divertido. -Más bien quiero llorar.

-¿Llorar? -se detuvo bajo la sombra de un árbol de la plaza.

-De verte así -también dejo de caminar y miro a Romeo.

-Pues que puedo hacer -dijo Romeo recargándose en el árbol. -Si estoy enamorado, y es una pena mi amor porque duele y

-Detente, primo -interrumpió Ben.

-Disculpa primo. Es el amor -dijo divertido.

-Dime con seriedad, Romeo -Ben miro a los ojos a Romeo. -¿De quién estas enamorado?

-¿Quieres que te lo diga en verso? -Romeo tomo aire para comenzar  a hablar pero su primo le corto en el momento.

-No, su nombre, Romeo.

-Claro, Ben. Soy escritor -dijo con sarcasmo, dejo de recargarse en el árbol y se acerco a su primo. -Dile a un ciego que vea. Es lo mismo que yo dijera su nombre sin alabarlo.

-Estas pero si bien enamorado -se alejo Ben de Romeo.

-¡Claro que lo estoy!

-Pues acuéstate con ella, primo.

-Ya quisiera yo -dijo Romeo cruzándose de brazos.

-¿Cómo?

-Esta quiere ser monja.

-¿Monja? -Ben comenzó a reír divertido hasta que vio como Romeo se alejaba y fue tras él y lo tomo del hombro. -Un consejo, primo. Olvídala.

-Primero enséñame voluntad.

-Hay Romeo! Hay muchos peces en el mar.

-Pero ella es una sirena.

-Tranquilo Romeo -Ben paso el brazo por los hombres de Romeo. -Yo te voy a mostrar mas allá que sirenas.

 

 

Notas finales:

Actualizare pronto, espero, ¡ah! y claro si les gusta. Por favor de dejar comentarios, eso me darán ganas de continuar y me sentiré mejor conmigo misma.


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