Lo intentaba, la vida sigue, lo había oído demasiadas veces, comienzan a repetirse, y si existe algo que odiaba eran los clichés.
Sobre todo porque seguía pensando que volvería, que llorar y esperar tendría su final feliz, porque el volvería. No lo dejaría solo. No dejaría que las cosas se jodieran de esa forma.
El alcohol no lo dejaba recordar nada.
Tan solo sabía que se había ido. Que había bebido. Que estaba solo. No llovía, gracias a Dios, porque lo odiaba.
La casa estaba en silencio, solo se escuchaba el sonido de la botella al ser depositada de nuevo en el suelo a cada trago. Llevaba unas dos botellas contando esa. Ese licor era muy cabezón, suave y dulce, pero eficaz, con un par de copas ya sentías el mareo que te sumía en tu propio mundo. Aunque él no podía entrar de en aun. No podía dejarlo atrás y concentrarse en las tonterías que el alcohol dibujara en su mente. Porque él seguía en su mente.
En final fue inminente hace un mes, no por lo que pasaba, sino por como pasaba. Una larga relación de amor podía convertirse en algo insoportable en un momento? Que paso? Imposible, su cabecita no lo recordaría con tanto liquido en su sangre. Incluso había ido olvidándolo poco a poco, su rostro, seguía ahí? sus rasgados y brillantes ojos habían desaparecido de su recuerdo, o tan solo era la borrachera? Parecía que sus pupilas se hacían más y más opacas, borrando todo rastro de aquel al que un día amo, al que aun amaba. Pero lo recordaba, las lágrimas no borrarían su rastro.
El ardor en su cuello comenzó a picarle, a escocerle de nuevo, su torpeza le había llevado a caer ese día rozándose el cuello estúpidamente. Y aunque nada tenía que ver, el dolor le recordaba a el, al quejica que día tras día lo reñía por ser un patoso y hacerse daño continuamente. "No te enfades" repetía susurrando sobre aquella alfombra clara. "No es tan grave". "Si tuvieras más cuidado" solía contestar airado mientras curaba o besaba más heridas que por su propia estupidez hacía.
"No quiero un novio tullido!" Exagero.
"Entonces sólo me quieres por mi innegable estado físico?" Sonrió sobre sus labios, rozando los del otro con cada palabra, soltando el dulce olor a azúcar glas.
"Porque iba a quererte sino?" Mintió, disipando la poca separación entre los dos.
Dejo caer la botella de nuevo, una más vacía. Nunca había bebido tanto, pagaría las facturas mañanas, aunque poco tenía que hacer, no importaba demasiado.
Se impulsó en el sofá tras de si, logrando levantarse entre tambaleos.
"Esto no sería tan difícil si bebiera más a menudo" Comento sonriendo.
Los muebles celebraron su camino golpeándolo, otro moratón más en sus espinillas. Paro un golpe contra la pared de la cocina con las dos manos antes de impactar contra ella.
Otra botella.
"De donde salen tantas? A ver si soy un borracho sin saberlo"
Esta vez se aferró al sofá, hundiendo la espalda en él, quedando boca arriba con la cabeza recostada en el reposabrazos.
Maldito sofá.
"Nunca me dejas sitio!"
"Joder! Que quejica eres Cielo"
"Un sofá tan grande y siempre te sabe a poco" Comento el otro.
Lo miro sonriente "Siempre hay sitio para ti tonto" Escupió tontamente haciéndole un sitio a su lado, pegado a él.
El sonido del móvil lo sobresalto, lanza do parte del contenido de la botella en su propia cara.
La luz verde. Un mensaje.
"Himi dice que sigues en el departamento, Daehyun, tengo que hablar contigo. Es importante para los dos. Parque de siempre."
YoungJae.
No tardó demasiado, en menos de cinco minutos su pelo se mojaba con agua helada bajo la ducha, junto con todo su cuerpo.
Unos vaqueros limpios y una camisa negra vulgar.
No se peinó, tenía excusa. Las cuatro de la mañana no eran horas de mandar un mensaje para quedar en el puto parque de siempre.
Siempre. Sonaba tan falso en su mente.
Encendió el motor, apagando rápidamente la radio que automáticamente se encendía.
"No escucho música cuando estoy triste"
"Porque?" Se apoyó sobre el en aquel viejo banco rodeado de césped verde. El ligero olor del otro en su hombro lo embriagaba.
"Encontrar una canción con la que caracterizarme solo me hace querer llorar más aun"
"Cantaremos juntos cuando estés triste" Beso su mejilla cariñosamente.
Lo que fuera que se encontrara en parque no duraría, nunca fueron expresivos, se decían lo importante rápidamente y punto, recordó que no tardaron más de quince minutos en romper. Suspiro. Hablaban de todo, largas conversaciones, pero tratándose de algo serio no duraba, al contrario, se respetaban, decidían y a otra cosa mariposa. Siempre había sido así, incluso antes de salir juntos.
"No es fácil!"
"Daehyun! Quieres soltarlo ya? Me estresas" Levanto las voz exigente.
"Me gustas, eso es todo"
"Oh... esperaba algo más serio"
"Bromeas?" Miro la casa de desinterés de su compañero, indultado por su actitud, había tardado demasiado en querer admitirlo como para que ahora ese niñato no lo tomara en serio.
"Obviamente come-tartas" Sonrió "Tú también me gustas"
Frente a la fuente, sabía que si se encontraba allí, estaría en ese lugar, siempre era así. Había llegado a conocer al menor demasiado.
"Daehyun" La voz resonó en sus oídos, incluso en la noche, rodeados de escasas cutres y poco luminosas farolas sus ojos seguían hundiéndose en el, la sensación de ser escrutado por el otro seguía inundándolo.
"Jae" Saludo con voz apagada.
"No se cómo empezar esto..." Su nerviosismo era visible, la figura del mayor seguía intimidándolo tanto como antes. "Hueles"
"Lo siento, bebí" Se acercó, sentándose en la fuente, seguido del pequeño.
"Y yo, creo que por eso contacte contigo" Genial, el alcohol le había llevado a mandarle el mensaje? Se arrepentiría ahora de citarle? ParanoiasModeOn. "He estado pensando en todo, aunque parezca mentira... lo olvido por momentos"
"Me pasa lo mismo" Forzó una sonrisa, intento tranquilizar a Jae, que se soltara más y hablara.
"Daehyun te quiero, lo sabes. Puedes seguir así?" Preguntó "Pensé que solo yo me veía demacrado frente al espejo, pero al parecer no"
"También he resultado herido YoungJae"
"Lo sé" Miro al mayor "No me mal intérpretes, tan solo quiero decir que, te quiero, y da igual lo que llegues a decir Daehyun, sé que tú también me quieres" Suspiro "No es justo para ninguno"
A decir verdad sonó como un milagro en sus oídos, los dos podrían perdonarse no era cierto? Tanto los errores de Daehyun como los celos y las malas acciones de YoungJae eran insignificantes para el otro.
No espero, tomo su cuello, acercándolo, fundiendo sus labios, matando el aire e ignorándolo. El olor dulce del alcohol de Daehyun junto con el agrio y fuerte de YoungJae se fundían, sin importar demasiado.
Deslizo sus manos hasta llegar a la cintura del pequeño, acercándolo, uniendo sus pechos, los latidos del otro eran sentidos por ambos.
"Quiero escuchar música" Susurro Daehyun sonriendo, dándole una buena señal al pequeño.
"Te canto?" Lo beso de nuevo, esta vez no deteniéndose en la respiración.