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[SeTao-KaiLu] ¡Devuélveme mi cuerpo! por Ire-Rei

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Notas del capitulo:

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ IMPORTANTE !!!!!!!!!!

 

Sé que es una tontería y que es obvio pero POR FAVOR, NO OLVIDÉIS QUE CUANDO DIGA SEHUN EN REALIDAD IMAGINAD EL CUERPO DE LUHAN, Y CUANDO DIGA LUHAN IMAGINAD QUE ES EL CUERPO DE SEHUN (?) XDDDDDDD

 

A no ser que ponga "Sehun" y "Luhan", entre comillas, en ese caso imaginad ese cuerpo (???) no sé si me explico, pero leyendo se entenderá mejor (creo XD) -POR QUÉ ME METO EN ESTOS FREGAOS-

 

Espero que os guste el capi :)

-Lulululululu… - Sehun se bajó de la cama dando un traspiés y estrellándose contra el suelo de los nervios justo cuando alguien aporreó la puerta.

-¿¿Qué cojones hacéis con los gritos?? – Luhan dio el mayor salto de su vida al escuchar la voz de Suho y atrancó la puerta con fuerza echando el pestillo.

-¡¡Nada!! ¡Hay…una…! ¡¡Cucaracha!! ¡Hay una cucaracha! – Respondió muerto de miedo.

-Abre la puerta, Sehun. – Luhan meneó la cabeza. Claro, estaba hablando él pero sonaba la voz de Sehun.

-¡¡No!! Que-que a lo mejor se cuela d-dentro. – Sus manos temblaban a la vez que miraba horrorizado su propio cuerpo frente a él.

-Como queráis… Pero salid ya, ¡que es tarde!

-Fijo que fue Jongdae quien la metió ahí… - Se escuchó decir a Chanyeol partiéndose de risa.

Sehun y Luhan se miraron en silencio pero con el corazón bombeando a toda velocidad, golpeando en sus pechos como un martillo enloquecido.

-¿¿Qué cojones ha pasado?? – Preguntó Sehun a punto de echarse a llorar.

-No lo sé… ¡No lo sé! – Exclamó Luhan tirándose del pelo desesperado.

-¡Joder! ¡Cuidado con mi pelo! – Le regañó Sehun apartándole las manos escandalizado.

-¡¡Me cago en la puta, Sehun!! ¡No te preocupes ahora de tu pelo! – Gritó el mayor dándole una patada a la puerta y sentándose en la cama con desgana. Se llevó las manos a la cabeza y se agachó hasta que escondió el rostro.

Sehun estaba muerto de miedo. Tenía una sensación extrañísima, como un vértigo al verse ahí. Era él joder, ¡él! Frente a sí mismo. Empezó a dar vueltas por la habitación. Incluso le costaba andar, aquel cuerpo era muy diferente al suyo. Seguía dando pasos de un lado a otro acelerado mirando de reojo cómo su amigo movía “su pierna” arriba y abajo en un tic nervioso.

-Esto tiene que ser una pesadilla, tiene que serlo. – Susurró Luhan con miedo, pellizcándose las mejillas con fuerza. Pero por mucho que lo deseara, no despertaba.

-A ver… Calmémonos, tiene que haber una solución. – Opinó Sehun. Su voz temblaba denotando el terror que estaba sintiendo en ese momento.

-¿Qué solución? ¡Ni siquiera sabemos por qué estoy en tu cuerpo y tú en el mío!

-Piensa, algo ha tenido que pasar.

-¡Y yo qué sé!

Pasaron unos segundos en silencio hasta que el rostro de Sehun, ahora “Luhan”, cambió por completo.

-El eclipse… - Murmuró al caer en la cuenta sentándose a su lado.

-No…

-¿Entonces qué va a ser?

-¡Lo dije de broma! Eso son tonterías de niños, ¿de verdad creías que se iba a cumplir tu deseo aunque no lo dijeras en voz alta?

-¡Pues entonces yo tampoco me lo explico! – Exclamó en un tono más alto y Luhan le tapó la boca.

-No hables fuerte, mierda. Yo nunca hablo así.

-Luhan, todo tiene sentido. – Empezó a explicar Sehun en un tono más bajo, como si todas las piezas de un puzzle empezaran a encajar. – Yo pedí estar cerca de Tao y por eso ahora estoy así, tú eres el que más tiempo puede pasar con él cuando nos separamos.

-Sehun, ¿te estás escuchando?

-¡Ya sé que es absurdo! Pero, ¿de verdad quieres buscarle una explicación lógica a esta mierda?

Luhan se quedó callado unos segundos, suspiró forzosamente y miró a su amigo fijamente, sin acostumbrarse a estar mirándose a los ojos a él mismo.

-Está bien, imaginemos que eso es cierto. ¿Y yo qué? ¡No tiene sentido! Mi deseo no fue estar en EXO-K, ni junto a alguien de ese grupo ni nada de eso. ¡Lo mío es un puto castigo! – Dio un puñetazo en la cama y una lágrima se escapó de sus ojos.

Sehun le miró consternado y su rostro se ensombreció. Se sentía culpable.

-Lo siento…

Luhan no contestó. Seguía mirando al suelo, con la mirada perdida en un punto no definido.

-Lo siento, lo siento… - Empezó a sollozar y Luhan le abrazó dulcemente.

-Para, no es tu culpa, Sehun.

-Sí lo es… Yo pedí ese maldito deseo.

-Deja de llorar, por favor… - Luhan le separó y se miraron a los ojos. – Si de verdad ha sido el eclipse nos enteraremos de cómo solucionarlo, ¿vale? Podemos buscar en Internet, o consultar con un experto o…no sé. Pero lo solucionaremos, ¿de acuerdo? – Dijo, a pesar de que en el fondo no tenía ni idea de cómo se las iban a arreglar. Sonaba tan ridículo todo.

Sehun asintió secándose las lágrimas con el dorso de las manos.

-¿Qué voy a hacer hasta entonces? Tú hablas muy bien coreano pero yo no sé casi nada de chino… - Dijo Sehun sintiendo una presión desagradable en el pecho, una angustia que empezaba a envolverle. – Además no somos iguales, no andamos igual, no hablamos igual ni usamos las mismas expresiones, no gesticulamos de la misma forma, no pensamos lo mismo de la mayoría de los temas, no tenemos las mismas partes en las canciones, no…

-¡Basta, Sehun! – Exclamó. Todo aquello que decía era verdad, pero si empezaban a preocuparse por tantas cosas terminarían locos de remate. – No pienses en eso, nos las apañaremos, no me voy a separar de ti ni un segundo hasta que todo termine. Por el idioma no te preocupes, estamos en Corea. Evita quedarte a solas con Zitao, Yifan o Yixing y ya está. – Le reconfortó acariciándole en la nuca. – Pero prométeme que no se lo vas a contar a los demás.

Sehun negó rápidamente con la cabeza.

-A nadie. – Repitió el menor.

-Si alguien se entera podemos liarla, y a lo mejor conseguimos solucionar esto antes de lo que esperamos. – Luhan sonrió a duras penas, pues él mismo estaba atemorizado, aterrado con aquello que acababa de ocurrirles, pero era el mayor y tenía que intentar animar a su amigo para que no se preocupara. Sehun miró hacia el suelo intentando ordenar los pensamientos en su cabeza y asimilando todo lo que había pasado, repitiendo mentalmente esa frase de Luhan diciéndole que lo solucionarían pronto.

-Ojalá…

 

Unos minutos después y ya más calmados, si es que aquello era posible, salieron de la habitación.

-Para empezar no vayas tan estirado. – Musitó entre dientes Luhan tirándole del brazo. – Yo no ando así.

-Vale, vale, lo siento… - Sehun intentó relajarse, pero ahora sólo parecía un mamarracho intentando imitar la forma de andar de Luhan. El mayor se llevó las manos a la cabeza.

-Esto no va a salir bien…

-Chicos, por fin. – Se acercó Baekhyun. – Estamos hablando para lo de esta tarde. Manager-hyung acaba de llamar para dar instrucciones, él está ahora ocupado para no sé qué rollo pero luego vendrá a por nosotros.

-¡Genial! – Exclamó Luhan sonriente.

-Qué animado estás hoy, ¿eh? – Tao se acercó a “Sehun” y le revolvió el pelo de forma cariñosa. El Sehun de verdad, un poco más apartado, les miró con cierta envidia.

-Ah, s-sí…… - Luhan sonrió e intentó disimular.

-¿Qué te pasa, Luhan? – Preguntó Xiumin preocupado acercándose a Sehun. – Estás más serio de lo normal…

-Nada, no es nada. – Contestó forzando una sonrisa. Kai frunció el ceño a lo lejos.

-Bueno, dentro de un par de horas nos recoge la furgoneta para ir a grabar, así que comamos algo y preparémonos. – Dijo Suho dando por concluida la conversación.

Todos se dispersaron para ir a prepararse excepto Kai que permaneció unos momentos más en el salón. Se acercó a un corcho donde tenían muchas fotos de ellos y se quedó mirándolas un rato. A vista de los demás, parecía que simplemente estaba pasando el rato revisando las fotos una y otra vez, pero sólo él sabía que sus ojos buscaban unas fotografías en concreto.

Las de Luhan.

Sonrió al ver una en la que salían los dos, sólo ellos. Recordó el día en que tomaron la foto: Kai quería colgarla allí pero Luhan no porque decía que salía fatal. Aun así el mayor cedió finalmente a que la colgara en el tablón con una chincheta, pero siempre se las arreglaba para tapar su cara con la foto de al lado en la que aparecían Kris, Baekhyun y Chanyeol, y Kai siempre hacía lo mismo: cuando Luhan no se daba cuenta volvía a sacar esa parte de la foto para que se le viera bien. Kai rió al ver que estaba tapado y, una vez más, deslizó su dedo por debajo del papel y la sacó a la luz, quedando esta vez Kris un poco tapado por la foto de ellos.

-Así estás mejor, Luhannie. – Susurró, acarició la foto con su dedo y se alejó de allí con una sonrisa en los labios.

 

Aquel día, tanto Sehun como Luhan pensaron que se quedarían calvos.

Tuvieron que esconderse en uno de los camerinos vacíos del canal de televisión para ensayar una y otra vez sus partes en la coreografía, los gestos que ambos solían hacer en cada una de las actuaciones y todo lo demás. Los nervios se les encrespaban con cada mínimo debate que surgía entre ellos y terminaron discutiendo más de una vez.

Aquello era una completa locura.

-¿Y cómo coño se supone que voy a cantar si no sé cantar como tú? – Exclamó el maknae mientras se dejaba caer rendido en una silla después de haber terminado de ensayar la coreografía.

-¡Claro que sabes! Eres yo. No creo que hayamos intercambiado todo el cuerpo excepto las putas cuerdas vocales.

-No hace falta que seas tan borde. – Espetó volviendo la mirada.

-Sehun… - El susodicho le miró de nuevo. – Joder, qué raro me siento mirándome a mí mismo. – Bromeó para intentar calmar un poco la tensión. Sehun también soltó una risita.

-Lo mismo digo.

-Mira, simplemente canta. Quizás en tu cuerpo desafinaras, en el mío no lo harás.

-¿Debería dar las gracias por ese comentario?

-Capullo… - Rió el mayor con gracia. – No te preocupes. Y deberíamos irnos ya, se supone que hace veinte minutos que tendríamos que estar en Maquillaje.

-Manager-hyung nos va a echar la bronca.

-Prefiero una bronca por llegar tarde a otra por cagarla delante de todo el país. – Concluyó Luhan tendiéndole la mano para ayudarle a levantarse y ambos salieron de allí más nerviosos que nunca, deseando de todo corazón que todo saliera bien en las próximas horas.

Ya tendrían tiempo después de investigar y ponerle fin a aquel completo desastre.

 

Al final no todo resultó ser tan malo.

Se defendieron como pudieron y lo hicieron bastante mejor de lo que pensaron, a pesar de haber recibido en el camino de vuelta un “Os he visto flojos, poneos las pilas” por parte del manager, que les separó del resto justo antes de subirse en la furgoneta que les llevaría de vuelta al dormitorio para echarles un breve sermón acerca de lo mucho que tenían que esforzarse y no venirse abajo en esos momentos.

Sus demás compañeros también se habían dado cuenta de que no habían estado al cien por cien, a pesar de no haberlo hecho mal, y estaban un poco preocupados por si había ocurrido algo que les tuviera en otro mundo.

-Luhan… - Canturreó Kai, sentado a su lado en la furgoneta. Sehun le miró, se había acostumbrado rápido a que le llamaran de esa forma. – ¿Te hace un fútbol esta semana?

-Eh… - Sehun dudó y miró de reojo a Luhan quien se encontraba en los asientos de detrás en una esquina. Éste le asintió. – Claro.

Kai siguió su mirada y vio que miraba a “Sehun”, pero éste volvió la cara rápidamente disimulando. El moreno gruñó y se volvió hacia él de nuevo, hablándole en voz baja.

-¿Acaso tienes planes? ¿Estabas pidiendo permiso?

-¡No! – Se quejó Sehun indignado. - ¿A qué viene eso?

-A la miradita que le acabas de echar a Sehun.

-No seas estúpido, no he mirado a nadie. – El maknae no entendía qué le pasaba ahora a su amigo, pero se imaginó que quizás Luhan y él se llevaran de esa manera, discutiendo siempre por tonterías.

-Ya. - Kai puso los ojos en blanco y apoyó la frente en la ventana, cerrando los ojos cansado. – Pues más te vale guardarme un día… - Musitó en un susurro casi inaudible justo antes de quedarse dormido.

Sehun rió divertido y volvió a mirar a Luhan que sonrió enternecido. Kai siempre le trataba así, se preocupaba por él y aprovechaba la mínima ocasión para pasar un rato juntos. Siempre se había comportado de forma tan especial con él…

Tao, desde otro de los asientos de atrás, observó toda la escena.

 

Poco después llegaron al dormitorio y, como ya les habían invitado a cenar en los estudios del canal de televisión, todos fueron dispersándose y yendo a sus habitaciones para descansar.

Luhan se encontraba en la terraza. Había anochecido y ya aparecía ante toda la ciudad una gran luna que empezaba a menguar. Esa maldita luna, pensaba, a pesar de que todavía no tenía seguro si el eclipse había sido el causante de la catástrofe.

Estaba haciendo tiempo hasta que todos se acostaran porque para ese momento había quedado con Sehun para entrar en Internet e investigar si podían encontrar una solución rápida.

Suspiró pesadamente. Se miró las manos, los brazos, el abdomen. Tocó su piel para ver cómo se sentía. En todo el día no había querido mirarse en un espejo, bastante tenía con ver su careto continuamente frente a él. Era extraño.

-¿Sehun? – Escuchó una voz tras él. Era Tao.

-Ah… Tao.

-¿Qué haces aquí? – Preguntó con su típica pronunciación coreana.

-Nada, tomar el fresco.

-¿Te pasa algo? – Inquirió de nuevo hasta llegar a su lado.

-Qué va. – Sonrió casi sin ganas y Tao lo notó. La mirada del chino expresaba preocupación.

-No me mientas, hoy has estado raro. Y en la grabación se notaba que te pasaba algo. Que os pasaba algo, a ti y a Luhan.

-No es nada, sólo… - Luhan pensó una excusa rápida que fuera creíble. – Sólo discutimos. Pero ya está arreglado.

-Seguro, ¿no?

Luhan se quedó callado unos momentos. ¿Qué le pasaba a Tao? ¿Tan íntimo era con Sehun como para hablar de sus preocupaciones y él no lo sabía? Era verdad que pasaban mucho tiempo juntos y siempre les veía muy unidos, dándose abrazos, bromeando los dos… Hasta se duchaban juntos. Pero de ahí a hablar de sus problemas, había un gran paso. ¿Por qué Sehun no se lo había contado?

-No te preocupes.

-Sabes que siempre me preocupa todo lo que tenga que ver contigo… - Replicó mirándole fijamente a los ojos. Luhan aguantó una risita pensando en lo emocionado que estaría Sehun si estuviera viendo aquello.

-Si pasa algo, te lo contaré. – Esta vez sonrió con ganas. – Pero de verdad, ahora no me pasa nada.

-Vale… - Pareció que aquella expresión en su rostro le había convencido, Tao se relajó un poco y miró hacia la ciudad. – ¿Quieres ir mañana a beber té de burbujas? Te invito.

-¿Mañana?

-Sí, no tenemos nada en la agenda. Día libre. Sólo si quieres…

Luhan lo pensó un momento. Sentía que sería raro, pero si rechazaba la oferta sería más extraño todavía. Además, no sabía si iban a solucionar el tema de sus cuerpos esa misma noche, así que no le quedó otra que aceptar.

-Claro. – Sonrió. – Gracias.

-Ni me las des… - Tao soltó una risita infantil y le miró a los ojos. Después bostezó ampliamente, muy cansado. – ¿No duermes?

-Sí, ahora iré. – Respondió Luhan rezando por que el otro se fuera. Parecía que los demás se habían acostado y Sehun tenía que estar esperándole en su habitación, así que lo mejor era cortar pronto al chino para poder escaquearse. – Buenas noches.

-Buenas noches, Hunnie. – Le pellizcó en la mejilla y salió de la terraza.

Luhan inspiró profundamente y suspiró dejando escapar todo el aire contenido con lentitud. Menudos minutos de tensión…

 

Al rato volvió a la habitación y abrió la puerta con cuidado, por si despertaba a Kyungsoo. Pero al entrar sólo vio a Sehun con el portátil en su cama. “La mía, claro”, sonrió Luhan.

-¿Y Kyungsoo? – Preguntó sentándose en la cama junto a él.

-Se ha ido con Jongin a su habitación, a ver una película juntos o algo así.

-Ah… - Luhan sintió una punzada en el pecho y se llevó la mano al punto donde le había dolido, molesto. – Au, ¿siempre te dan estas punzadas?

-¿Qué punzadas? – Preguntó Sehun extrañado.

-Aquí… - Luhan se frotó la piel como si así fuera a dolerle menos y el dolor empezó a desaparecer por momentos, aunque no fuera precisamente por el roce.

-Será el cansancio, hoy hemos estado muy estresados. – Respondió el menor frunciendo los labios. – Yo antes he ido a peinarme y con lo que he soltado podría haberle hecho una peluca a una Barbie. – Luhan empezó a reír fuerte y Sehun le chistó. – Tío. – Rió en voz baja. – No hagas eso, que luego las broncas van para mí.

-Perdón… - Luhan apretó sus labios aguantando la risa y miró a la pantalla del ordenador. – Una peluca, dice… - Susurró divertido. – Cuida de mi cabello, por favor. Es importante para mí.

Sehun rió por el comentario.

-¿Sabes? Llevo pensándolo todo el día: mi voz suena demasiado rara. – Dijo el maknae.

-Anda que la mía… Estoy acostumbrado a escucharla retumbando en mi cabeza, pero no así. – Contestó el mayor. – Es rarísima.

-Sí… - Sonrió. – Bueno, no nos entretengamos. Mira lo que encontré. – El menor empezó a enseñarle el historial de búsquedas. – Hay muchas cosas, aparte de las mil y una películas que han estrenado en las que los protagonistas se cambian de cuerpo, - empezó a decir divertido porque se sentía como si él también estuviera siendo protagonista de una historia extraordinaria. – aquí ya empieza lo serio. – Sehun señaló con su dedo los títulos de los enlaces. En ellos se podía leer “Intercambio de almas”, “Almas que abandonan sus cuerpos”, “El intercambio de identidades”. A Luhan de repente le dio un escalofrío, sintió temor al leer los titulares. Sehun lo notó. – Lo sé, es un poco acojonante.

-¿Y qué dicen?

-Nada que pueda ayudarnos… Porque se limitan a explicar lo que ocurre, pero no cómo. Sólo hablan de que puede ocurrir por muchas causas inexplicables.

-Joder, pues vaya ayuda…

-Pero, - le interrumpió Sehun. – he encontrado esto. – Abrió otra página en la que apareció la foto de una mujer mayor.

-Jo SooRi. – Leyó el nombre de la señora en cuestión. – Médium especializada en el espiritismo y el ocultismo. Pero nosotros no somos espíritus.

-Ya, pero aquí dice que una vez trató con éxito a dos personas a las que les pasó exactamente lo mismo que a nosotros… - Luhan le miró con un brillo de esperanza en los ojos. – No sé, nunca puedes fiarte de esta gente, pero por probar…

-Sí, sí. Tenemos que hablar con ella como sea.

-Abajo hay un teléfono, pero ya no son horas de llamar.

-Pues mañana llamamos a primera hora, ¿vale? – Dijo Luhan sonriente. No podía evitar sentir una felicidad inmensa al pensar que pronto acabaría todo.

O al menos, eso era lo que ambos esperaban.

 

A la mañana siguiente, Luhan se despertó con un dolor de cabeza insoportable.

Miró hacia la cama de Kyungsoo y ahí estaba, y sin saber por qué sintió alivio. ¿A qué hora habría vuelto a la habitación?

Se levantó y fue hasta la cocina para coger una pastilla, el punzante dolor le estaba matando.

-Buenos días. – Le saludó alguien acercándose por detrás y sobresaltándole. Era Kai, quien también dio un respingo. – Coño, no quería asustarte. – Rió.

-Joder… - Luhan se llevó una mano al pecho por el sobresalto y su corazón empezó a latir rápido, y así continuó sin tranquilizarse ni un poquito. Y ya no era precisamente del susto. Lo cierto es que, no sabía por qué, la curiosidad le estaba matando y quería preguntarle qué tal había ido la noche, a él también le habría gustado ver la película en su habitación, ¿por qué no se lo había dicho? Pensó que le daba mucha vergüenza meterse en sus asuntos y prefirió no preguntar. Hasta que recordó que estaba en el cuerpo de Sehun, así que… ¿Por qué no aprovecharse de ello? – ¿Qué tal la película anoche? – Dijo al fin echándose agua en un vaso.

-Bastante bien, aunque tuvimos que verla con auriculares para no molestar al resto. – Rió sentándose en uno de los taburetes que había allí. – Y Kyungsoo se quedó dormido a mitad de la película, tenías que verlo, parecía un angelito… Después tuve que llevarlo casi en brazos a vuestra habitación. –  Seguía riendo divertido.

-Ya…

-¿Qué pasa Sehun? – Preguntó Kai al verle tan serio.

-Nada. – Se metió el analgésico en la boca y bebió agua para tragar.

-Siempre nos reímos de Kyungsoo y no me has seguido la broma. Algo pasa.

-¡Nada, joder! – Exclamó Luhan dando un golpe con el vaso en la encimera después de haberse tragado la pastilla. El dolor de cabeza se hizo más potente. – ¿Qué le pasa a todo el mundo últimamente preguntándome si estoy bien? Ayer Tao, ahora tú, ¡dejadme en paz, coño! – Gritó más fuerte de lo que hubiera querido y miró al moreno.

Kai se había quedado de piedra, alzó las cejas sorprendido y se levantó sin decir ni una palabra.

-Jongin, espera… - Le llamó, pero el otro no le hizo caso y desapareció por el pasillo. Luhan se apoyó en la encimera, frotándose la frente y cerrando sus ojos con fuerza. – Mierda…

Unos pasos se acercaron apresurados a él. Era Sehun.

-¿Qué coño haces, tío? ¿Por qué le gritas a Jongin? – Preguntó desesperado.

-Lo siento, no quería.

-Ya, no querías pero lo has hecho. ¡Gracias por meterme en un buen lío! – Sehun hizo un gesto de desprecio con la mano, muy enfadado. Luhan pensó que no le gustaba verse “a sí mismo” así de enfadado.

-Perdón…

-Da igual, ya hablaré con él cuando todo esto haya acabado. – Suspiró resignado el maknae. Sacó su móvil y buscó en la agenda el número de la anciana del día anterior. - ¿Llamamos?

-Sí, salgamos fuera un momento, aunque estemos en chándal. No quiero hablar de esto en casa.

-Luhan… - Sehun se acercó a él y pasó su brazo por detrás del cuello del mayor. Le resultó extraño tener que alzar su mano, habiendo sido siempre el más alto. – Pronto se acabará, ¿vale? – Luhan asintió.

Se acercaron aún más, Luhan rodeó por la cintura a Sehun y se fundieron en un cálido abrazo. Las manos del mayor acariciaron el pelo de Sehun, su propio cabello, y cerró los ojos respirando pausadamente.

Tao acababa de aparecer por el pasillo y no había escuchado nada de la conversación, pero sí llegó a ver el abrazo tan íntimo que ambos se daban. Tragó saliva, bajó la mirada sintiendo una dolorosa presión en el corazón y dio media vuelta.

Justo antes de salir, Luhan se dio cuenta de que en el tablón de corcho su horrorosa cara en aquella horrorosa foto volvía a estar expuesta. Sólo Kai salía perfecto, “como siempre”, pensó. Suspiró con pesadez, pues sabía que era Kai el que siempre hacía eso, y se volvió a tapar con la foto de sus otros tres amigos.

-Vamos. – Le llamó Sehun. Luhan asintió y salieron.

 

-Ya van tres llamadas y no lo coge.

-Inténtalo de nuevo. – Le dijo el menor. Sus piernas se movían nerviosas y frotaba sus manos con inquietud. Ambos estaban sentados en un banco en un parque cercano a su edificio.

-Consultorio de Jo SooRi.

-Sí. – Luhan respondió al teléfono y se irguió en su sitio inquieto. – Buenos días. – Miró a Sehun y le hizo un gesto señalando el teléfono.

-¿Cuál es su problema? – Se escuchó al otro lado una voz suave y pausada que correspondía a una mujer.

-Ve-verá, yo… Nosotros… - Sehun movió sus manos alentándole a que hablara. – Tengo un problema.

-Eso ya lo supongo, si no, no estaría llamando. – La voz de la mujer sonó irónica pero graciosa.

-Tengo un problema con un amigo. Hemos intercambiado nuestros cuerpos. – Soltó de sopetón y sin rodeos. Al otro lado de la línea se escuchó un silencio que duró unos segundos.

-Interesante. Y supongo que me llama porque no están conformes.

-¡Claro que no! – Exclamó Luhan. ¿Quién en su sano juicio querría intercambiar el cuerpo con otra persona y quedarse así toda la vida? – ¿Sabe cómo solucionarlo?

-Sí, pero no por teléfono. – Respondió la mujer. – Tenemos que concertar una cita.

-¿Una cita…? – Luhan miró de reojo a Sehun y éste echó la cabeza hacia atrás suspirando preocupado. Lo último que necesitaban era exponer sus caras. – ¿No puede ser de otra manera?

-No.

Luhan esperó por si decía algo más, pero la mujer se había quedado callada.

-¿Y cuándo podríamos vernos? – Miró a su amigo negando con la cabeza para transmitirle que no les quedaba otra. El maknae se levantó y empezó a dar vueltas de un lado a otro. – ¿Hoy?

-Hoy no, tengo el día ocupado con una chica. Tendrá que ser a partir de mañana.

-¡Pero lo nuestro es urgente! – Exclamó Luhan. No sabía si iba a poder soportar un día más de sufrimiento.

-Lo siento, no puedo hacer otra cosa. – El tono de la mujer sonaba divertido, como si estuviera disfrutando con la conversación. – Venid mañana, a no ser que tengáis la agenda ocupada.

-¿Mañana? – Sehun cruzó los brazos a modo de negación y le hizo un gesto como si estuviera echando una foto queriendo recordarle que tenían una sesión. Pero entonces el mayor se dio cuenta de algo. – Espere, ¿qué quiere decir con eso? – Si bien aquello era una expresión hecha, el tono con el que había dicho “agenda” le había sonado sospechoso.

-La verdad es que os estaba esperando. – Su voz sonó satisfecha. – Os estaré esperando mañana, reservo el día entero para que vengáis cuando podáis. Mi dirección está en mi página web. Hasta mañana.

Y colgó.

Luhan permaneció unos segundos con el teléfono en la oreja, en silencio.

-Creo que sabe quiénes somos… - Dijo, su amigo frunció el ceño y se sentó junto a él en silencio.

Tendrían que esperar un día más.

Notas finales:

¡¡¡ Y ESTO ES TODO !!!

Como imaginareis, en el próximo capi habrá mucha interacción de parejitas

GRACIAS POR LEER Y MUUUUUUUUCHAS GRACIAS A LOS QUE ME DEJARON REVIEW <33333333

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