Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Solo uno. [EXO] - [KaiLu] por Shiira

[Reviews - 51]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Aquí viene un fanfic más de EXO. Decidí cambiar un poco del KaiSoo y me lanzé a por un KaiLu. Kkk Muhos no shippean esta OTP, pero últimamente me gusta mucho y me animé.

Advierto: Kai en este Fic es rubio, pero LuHan se mantiene con el pelo rojizo. Lo siento, lo adoro con ese color.

De momento no contendrá lemon, pero seguramente más adelante sí, así que no advertiré por ahora hasta llegado el caso.

Espero no decepcionarlos y disfruten.<3

--------------------------------------

 

Grupo: EXO.

Couple: KaiLu.

Mención a: El resto de EXO. (Quizás alguna couple más, pero no está decidido.)

 

Notas del capitulo:

¡Hola! Bien, como verán aquí estoy de nuevo.

Hace tiempo que me propuse hacer un fanfic y lamentablemente no pude continuarlo. Pido disculpas de ante mano por ello. Me pilló en una época baja, con problemas tanto domésticos como escolares así que desistí en escribir por una temporada.

Ahora estoy en vacaciones y... ¡Me propuse hacer uno! Esta vez es un KaiHan -Últimamente adora esa couple.-

En un principio iba a ser un Trhee Shot, pero vi que podría dar a más, sin embargo, no serán muchos capítulos. La mayoría ya los tengo escritos así que iría subiendo cada semana.

Este es un capítulo introductorio... No los entretengo más, ¡Disfruten! Nos vemos abajo.<3

Solo uno.

 

 

KAI POV~

 

{{Pi-pi-pi. Pi-pi-pi.}}

Tres veces. Ya eran tres veces las aquel sonido interrumpía mi sueño. Pesadamente, me di media vuelta sobre mi cama hasta quedar boca arriba, con el rostro fijo al techo. Ya me había dado por vencido, debía levantarme. Extendí mi brazo hacia un lado hasta apagar el despertador y abrí mis ojos lentamente, teniendo que cerrarlos por un momento con fuerza al sentir los rayos de sol penetrar intensamente en mi piel, de forma molesta.- Uhm... -Murmuré, llevando los dígitos de mi diestra hacia mis ojos, frotando estos antes de volver a hacer un intento por acostumbrar mi vista a la claridad del sol mañanero.

Finalmente me incorporé de la cama, quedando sentado y medio encorvado hacia delante. Aún pesaba sobre mí el sueño pero estaba lo suficientemente consciente para darme cuenta de algo: Silencio. Nada irrumpía en la sala más que el sonido de los coches en la calle, el repiquetear de los pájaros en la mañana... Pero dentro, nada.

Era algo de lo que extrañamente ya estaba acostumbrado. Un año, solo faltaban dos meses para que se cumpliera un año de aquel horrible, asqueroso e inolvidable suceso.

A duras penas, al final, conseguí levantarme de la cama, me dirigí hacia el armario y cogí lo primero que pillé; unos pantalones cagados de color negro y una sudadera blanca ancha. Apenas empezaba el invierno pero ya hacía bastante frío. Me adentré en el cuarto de baño dónde humedecí mis manos en el lavadero, pasándo mis dedos después por las finas hebras de los cabellos, con tal de al menos dejar este un poco presentable.

Una vez listo, bajé la escalera que daba hacia el primer piso, pasando de largo la cocina y salón hasta el recibidor. Cogí la mochila de la escuela y la coloqué sobre uno de mis hombros, el derecho. Busqué de complemento el gorro negro que yacía encima de la mesita, y lo coloqué bien sobre ahora mis rubios cabellos.- Listo. -Y así cada mañana, me levantaba a tiempo justo para poder vestirme y alistarme antes de salir hacia la escuela, dónde me esperaba después un día aburrido de letras, letras y... ¿He dicho letras ya? En definitiva, un asco. Me giré hacia la puerta y con paso decidido, abrí esta antes de...

¡Ah!

Un golpe seco contra mi pecho y un grito de alguien interrumpieron mi salida, y de no haber sido por mis reflejos, y bueno, el umbral de la puerta, habría caído de culo hacia atrás.- Pero... ¿Qué? -Fijé mi mirada al frente y comprobé que un chico delgado y alto a simple vista, de cabellos rojizos, no había corrido la misma suerte que yo. Él sí había caído de culo.

¿Es que vas a quedarte ahí parado, riendo y sin ayudarme?

Nunca antes me había parecido tan dulce una voz. Espera. ¿Riendo? Sin darme cuenta una sonrisa se había formado en mis labios y como tonto, me había quedado mirando al desconocido. Pero ¿Qué esperabais? Mirarlo. Parecía un crío, acariciando su trasero como un niño pequeño que corriera la misma mala suerte. Solo le faltaba el puchero. Espera no... Retiro lo dicho.

Lo siento. Salí con prisas y... -Me acerqué hacia él, tendiendo mi mano para ayudarle a levantar cuando una luz se encendió en mi cerebro.- ¡Dios! La escuela. ¡Van a matarme!

¿Qué? -Me miró incrédulo mientras extendía su mano para coger la mía pero esta se había quedado en el aire al salir corriendo de en frente suyo, siguiéndome con la mirada.- ¿Pero a dónde vas? ¡¿Me vas a dejar aquí?!

¡Lo siento! -Grité, alzando uno de mis brazos como despedida mientras ahora, me esperaba una carrera como nunca la había hecho hacia la escuela, antes de que las puertas cerraran y con suerte no me castigaran. El resto de horas iban a ser bastante largas.

 

~--------------------------------------~
~--------------------------------------~

 


Un paso... Dos... Tres, faltaba poco.

Sentía las gotas de un color rojizo descender lentamente por mis nudillos hasta el filo de mi mano, desaparecer por éste e impregnarse en el suelo del asfalto. Mi labio inferior ardía, escocía ante el corte que lo dividía en dos por la parte superior.

Dolor.
Sentía mis huesos entumecidos y mi pecho contraerse a cada respiración inhalada. Todo había pasado demasiado rápido, inesperado.

¿Cómo había sucedido todo? Ni yo mismo lo sabía.

Nada más salir de la escuela, como cada tarde, me dirigía hacia el callejón que frecuentaba. Allí teníamos un garaje abandonado que utilizábamos como “sala de baile”. Cinco chicos que nos unimos por la música. Lo que hacíamos era bailar y cantar, algunos rapear como entre otros yo.
Claro que no éramos los únicos en la zona y muchas veces los barriobajeros, bandas contrincantes, buscaban pelea por ver quién es el mejor o simplemente “ganar territorio” como ellos decían.

Hoy, sucedió. Y nosotros, Black Pearl, no nos quedábamos atrás.

Dios... Dios mío, ¿Qué ha sucedido? -¿Qué? Esa voz... Extrañamente era reconocible. ¿Cuándo la había escuchado?- ¿Estás bien? -De un momento a otro la sentí a mi lado, ahogando los pasos rápidos que se escuchaban de fondo. Pasé saliva forzosamente, haciendo una mueca de dolor por el labio y alcé mi mirada hacia la izquierda. Cabellos rojizos. Fue lo primero que vi antes de descender mi mirada hacia aquel rostro... ¿Angelical? Dios. El dolor me mataba y el cansancio me afectaba.

¿Qué estás haciendo aquí?

He estado esperándote... Te recuerdo que me tiraste y me dejaste con la palabra en la boca. -Rechistó como si se tratara de un niño pequeño. Aquello me hizo soltar una leve risa floja y sustituirla enseguida por pequeñas toses.- Déjame ayudarte. 

Estoy bien, no hace falta, déjame. -Intenté zafarme pero unos finos brazos rodearon mi cintura con delicadeza y firmeza. Ayudándome a mantenerme de pie y tomando, sin permiso, mi mochila escolar.

Cállate. ¿En serio crees que estás bien? Mírate. ¿Qué te ha pasado? ¿Por qué estás así?

Mi ceño se frunció con ligereza, mirándolo de reojo. Vale que quisiera ayudarme, ¿Pero quién era para tomar tantas confianzas?- Argh. ¿Quién te crees que eres? Ni siquiera te conozco. ¿Qué hacías esta mañana en mi casa? -Debía admitir que aquel chico había ocupado mi cabeza prácticamente todo el horario de clases, aunque... Bueno, eso no extraño. Con tal de ocupar la mente en otra cosa que esos aburridos libros.

Lo siento. -Me ayudó a subir los cuatro escalones que daban hasta la puerta de casa, dónde una vez allí, busqué las llaves entre los bolsillos de mi pantalón.- Vine por el anuncio.

¿Qué anuncio?

¿Pones un anuncio y ni te acuerdas? -Me preguntó con una ceja enarcada. Qué tierno se veía intentando parecer enfadado. Ah... Es cierto. El anuncio. Mis ojos se abrieron por completo, interrumpiendo cualquier tipo de pensamiento.

Ah... Sí, pero... ¿Cómo lo encontraste? -Pude ver como sus ojos se rodaban mientras hacía el intento de cerrar la puerta y no dejarme caer. Le indiqué el salón, el cual, era la primera puerta que encontrabas pasillo a través.

Creo que en este siglo Internet llega a todos los medios.

Ja-Ja. Qué listillo.

Me ayudó a sentarme poco a poco en el sofá, no pudiendo evitar hacer gestos de dolor, factibles en mi rostro. A cada movimiento que daba era una oleada de mareo y dolor. Inhalé aire lentamente y dejé salir este entre mis fosas nasales, cerrando por un segundo los ojos antes de volverlos a abrir y centrarlos en un muchacho que parecía haberse instalado a mi lado. Enarqué una ceja.

¿Piensas quedarte aquí toda la noche? Gracias por ayudarme, dame tu número y ya te contactaré. -Hice un ademán con la mano para indicarle que se fuera, pero pareció ignorarlo.

No.

¿Cómo?

Vengo a mudarme aquí.

¡¿Cómo?!



Continued~...

Notas finales:

Iiiiiih hasta aquí~.

¿Qué les pareció?

Dejen sus Rewiew, recuerden que es la única manera que tenemos los lectores, de saber si les ha gustado o no y en qué podemos mejorar. 

¡Espero hayan disfrutado y nos vemos la semana que viene.!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).