Circo
-Ichi- lo saludé a la entrada de la escuela con un suave beso en los labios.
-¿¡Qué haces, bruto?! ¿¡A la entrada de la escuela?!
-Ya, relájate. ¿Qué vas a hacer mañana?
-Nada, es fin de semana.
-¿Quieres ir al circo?
-¿¡Al circo?! ¿¡En qué universo paralelo quieres TU ir al circo?!
-¿Es tan raro? Tienen panteras- le mostré el anuncio- mira.
-Bueno, ya, ¿de dónde las sacaste?
-¿Es muy extraño querer invitarte?
-No, lo raro es que hayas conseguido las entradas, ya se habían agotado, ¿cómo las conseguiste?
-Pues verás...
Kouta, un niño normal de primaria, ama el cereal de arroz achocolatado. Un día, Kouta estaba en el supermercado y vio una enorme montaña de cajas de cereal achocolatado en una exhibición. Pudiendo tomar la caja que tenía a su lado, Kouta tomó la caja que estaba en lo mas alto y tumbó toda la montaña de cajas de cereales achocolatados y salió corriendo para evitar ser regañado y obligado a recoger las cajas. Kouta volvió a su casa y durmió esa noche bien, soñando con gatos. Al otro día, Kouta se levantó y desayunó con los cereales achocolatados, encontrando dentro de la caja dos boletas para el circo y, feliz de lo que le había salido en la caja, Kouta se comió la bolsa entera de cereal achocolatado.
-¡¿Te aprovechaste de un niño y le robaste las boletas?!
-¿Me dejas seguir? No voy ni por la mitad...
Con el dolor de estómago que tenía, Kouta fue a estudiar ese día, llevando las boletas para circo deseando invitar a Riza, la niñita que le gustaba y que, ese día, había ido mas bonita que de costumbre porque había llevado un vestido corto rosa que permitía ver sus bragas rosadas y estaba enloqueciendo a Kouta. Antes de educación física, Kouta invitó a Riza al circo y, cuando ella iba a aceptar la invitación, por el exceso de cereal achocolatado, Kouta vomitó sobre los zapatitos de charol de Riza y ella salió corriendo, asqueada y espantada, gritando que era muy joven para tener novio. Kouta, decepcionado, volvió a clases. En matemática, Kouta no había estudiado para su examen por haber ido a comprar el cereal y estaba en blanco, así que, cuando la maestra estaba recogiendo los exámenes, Kouta anexó al suyo las boletas, intentando persuadir a la docente. Al finalizar la jornada, la maestra, cuyo nombre no recuerdo, salió apresurada de la escuela porque le dolían las piernas y quería llegar temprano a su casa para descansar. En medio del camino se detuvo en una cafetería y pidió un café mientras revisaba los exámenes. Cuando llegó al de Kouta vio las boletas, pero ni siquiera estas pudieron salvar a Kouta de su mala nota. La maestra dejó las boletas sobre la mesa mientras seguían calificando y entonces se dio cuenta se la razón por la cual le dolían las piernas, así que salió corriendo a la farmacia mas cercana para comprar una toalla higiénica porque le había llegado la regla. El mesero, al ver a la mujer corriendo fuera sin pagar el café salió a intentar perseguirla, pero no logró detenerla. Vio entonces las boletas y las guardó, pensando invitar a su anciana madre al circo. A las 5, cuando terminó su turno, salió de la cafetería y caminó al parque cercano a ver caminar a la universitaria que le gustaba, de repente tuvo una idea. Quiso invitar a la chica al circo con él y, esperándola, se quedó dormido con las boletas en la mano. El viento, por el suave agarre que tenía al dormir, se llevó las boletas lejos del mesero, dejándolas en manos de una adolescente rebelde. Hikari, la chica, tomó las boletas y supo que era el circo aquel que maltrataba y usaba animales para divertir a la gente. Decidió llamar a su mejor amiga y juntas ir a protestar por los derechos de los animales y reclamar por su libertad. Tomó un bus a la casa de su amiga, Haruhi, para llevar a cabo si justicia y salvar a las pobres criaturas de la crueldad humana. Sentada en uno de los puestos del autobús se levantó para darle el puesto a una mujer embarazada y, en un freno espontáneo, las boletas cayeron al suelo y se salieron por la puerta trasera abierta en una estación donde iba pasando yo, los recogí y los guardé, pensando invitar a mi sensible novio a una cita rara, en la mochila.
Y aquí está Grimmjow Jeaguerjaques invitando a Kurosaki Ichigo al circo.