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Confusos sentimientos. por NEY OTAKU

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Notas del fanfic:

Hey se que aveces les traigo cosas para que lloren, pero también me sale lo romántico y situaciones melosas.

Siepre pienso en  mis shots como una pelicula, un cortometraje que es agradable de imaginar y en usn futuro deguir.

Espero y se imaginen todo lo que yo,jajajaa

:) disfruténlo !!!!

Notas del capitulo:

Hey esto lo hice para un concurso, peor la raón mas fuerte!!! es por el cumple de Taemin jahhsghsj mi amor!!!

jajaja y fue un reto porque esto era como para un fic, ah~ pero aqui lo traje, lo mejor que pude hacer en casi cinco dias ah~~~~ muero Dios no se me ocurria nada!!!

Pero como siempre la libre XD jaja

Lean, y nos vemos en las notas finales e,,e

 

Confusos sentimientos.

Taemin soplaba con su aliento su flequillo castaño, color que compartía con el resto de su larga cabellera hasta por debajo de los hombros, hoy amarrado en una cola de caballo. Su encanto y su perdición. Su cara fina junto a su complexión y buena silueta, lo hacía objeto de envidia, deseo y propuestas  tanto amorosas como indecorosas.

A veces odiaba ser tan “bonito”, pero la mayoría del tiempo era su buena  imagen la que lo salvaba de muchos aprietos.  Taemin es como podría decir alguien que no lo conoce…

 “Común”. 

Eso ni él se lo creía.

Ahí está, sentado en la  cuarta banca de  una fila  de  ocho,  que daba junto a  la ventana de su aula.  Trataba de concentrarse en  la clase de  Costos que impartía el maestro que más lo adoraba por ser un “excelente alumno”, porque así es,  además de guapo, es inteligente  y el  presidente de la sociedad de alumnos de la escuela.

El profesor explicaba lo importante que era entender cada formula y sus derivados,  pero Taemin solo bufaba por lo fastidioso que se volvía a cada minuto esa clase. Con la mano sosteniendo su cabeza, inflando los cachetes y soltando el aire que hacia su fleco levantarse por los aires.  Jugando con su lapicero pasándolo entre los dedos que no se quedaban quietos ni un segundo.

Estaba fastidiado e impaciente, como cada viernes por la tarde, compartía el deseo de todos sus compañeros  de salir corriendo en cualquier momento. Muchos trataban de no dormirse en clase y ser sorprendido por algún borrador volador y que este se estrelle en tu cara, peor aún soportar el sermón del profesor.

El timbre que marcaba  el fin de las clases de este día  se escuchó junto con el suspiro de  todos los  alumnos. Un alivio para sus almas y planes de  fin de semana.

Estiro los brazos  para recuperar la movilidad en ellos, soltó un gran bostezo abriendo por completo su boca, dejando su cuerpo relajarse. Pensaba en la agradable sensación  de sentirse libre de la escuela después  de cinco días de mucha tarea y estrés. Sumado a sus responsabilidades laborales por la tarde en una librería. Pensamientos interrumpidos por la voz del maestro.

-Señor Lee venga un momento por favor…

Se levantó de prisa, a este maestro no podías dejarlo esperando por ti, la impuntualidad en todos sus posibles sentidos era lo que más odiaba.

-Aquí están los resultados de la última evaluación de este  periodo de los alumnos de segundo año -El hombre mayor le entrego  un “cerro” de carpetas etiquetadas con los nombre de cada alumno -confió en usted para tenerlos ordenados para el lunes, ¿entendido?

-Claro profesor confíe en mí, lo tendré listo para el inicio de semana -finalizó su oración con una linda sonrisa que alegro el corazón de aquel viejo.

Taemin estaba consciente de sus responsabilidades. No le decía NO  al trabajo, estaba ya acostumbrado a recibir este tipo de presiones.

-Entonces confió en usted…-salió complacido del  aula.

Una vez que vio la silueta del profesor alejarse, su sonrisa desapareció y soltó un gran suspiro.

-¡Voy a morir! -grito con todas sus fuerzas, dejo el montón de carpetas sobre  el escritorio para que sus brazos descansaran  - “Claro profesor confíe en mí, lo tendré listo para el inicio de semana” -repitió las palabras para sí mismo en un tono chistoso y con una mueca en sus rosados labios.

Sintió como una mano se posó sobre su hombro asustándolo dejándole una sensación extraña.

-Es tu culpa Lee, deja de ser tan responsable algún día te volverás loco por la presión.

Taemin sabía de quien se trataba. Como no saberlo.

-Choi Minho… -le dijo mirándolos con sus ojos avellana, con el ceño fruncido por el cansancio y la frustración de que su fin de semana  ya estaba cargado de tareas extra.

A su parecer  su hyung  y sumbae  pues es un año más grande que él, era el tipo más despreocupado que  existía en la tierra, siempre tan relajado,  con esa sonrisa que  a derretía a todas las chicas de  la escuela,  demasiado popular para su gusto, el tipo de la facultad que  contenía a los chicos más guapos y deseados, todo ellos los futuros fotógrafos de Seúl.

¿Choi todo maravilloso?  A él le parecía  tan desesperante.

Alguien a quién le gusta se adulado por todos, al contrario de él, que solo se preocupa por terminar su carrera de Administrador, lo que francamente no era su sueño, pero debía seguir o eso le decía su padre. Había que seguir con el negocio familiar.

Para Taemin tener a Minho sobre sus talones era demasiado estrés. Más aun sabiendo lo competitivo que eran los dos, pues aunque son de grados y facultades diferentes, peleaban por ser el mejor alumno de su clase, para la desgracia del castaño de cabellos largos su mayor tenía una inteligencia envidiable, y aunque él no podía quejarse  admitía que le es difícil poder alcanzar su promedio. Se  sentía con una ligera ventaja siendo el presidente de la sociedad de alumnos.

Aunque el único que no lo reconocía como tal era el moreno.

Pero fuera de eso, era la  forma de ser de Minho lo que le desquiciaba y más porque con él era, diferente.

No sabes cómo te odio Minho.

Todavía no entendía que hace visitando a los alumnos de  segundo año cuando  bien podría estar viendo las faldas de las chicas de  primer año.

Lo que más amaba.

-¿No tienes nada que hacer sumbae? Estoy ocupado…

-¿Sumbae? -río- ¿Nos conocemos desde hace tres años y todavía me dices sumbae? Te he dicho miles de veces  que me llames por mi nombre…

Tae rueda lo ojos mientras acomoda las carpetas, nunca estuvo en esa total confianza para llamarlo  de manera informal,  dirigirse hacia el de esa forma mantenía el respeto  y admiración que muy en el fondo le tenía.

Por contradictorio que parezca.

Sí, el siente respeto por quien es tan buen rival un digno competidor, porque su resistencia, tenacidad y pasión por estudiar lo que ama le llama la atención,  siendo como el modelo que persigue, al que no le importa tener una familia rica que pudiese darle trabajo en su compañía y arreglarle la vida, porque sabe cómo ganarse el sustento.

No te confundas Taemin.

Percatándose de que todos los compañeros del castaño salen a toda prisa del aula, se da el tiempo suficiente para pararse frente a él y dejar la puerta libre, algunos le saludaban con reverencias, saludos de mano  y otros simplemente como las chicas terminaban guiñándole el ojo, a lo que no tenía problema en responder de la misma  manera.

Tae se da cuenta de ello y simplemente bufa,  toma el montón de carpetas que el profesor le había dejado, pero sus delgados brazos poco resisten el peso, da un  gran soplido para apartar el flequillo que  le nubla la visión mientras  da la vuelta para  alcanzar su mochila hasta su asiento.

Apenas ha avanzado un paso cuando siente que un par de brazos apareciendo desde atrás,  se colocan sobre las suyas quitándole la pesada carga. El olor a Minho lo impregna, se sonroja levemente por ello, pero de inmediato se suelta del agarre.

-No seas tan confianzudo -se queja pidiendo con las palmas extendidas le sea devuelto todo esa documentación.

Le es negado con una bonita sonrisa. El alto, extiende unos d sus brazos hasta poder tocarlo, se atreve a acariciar con sus dedos la mejilla del menor, es suave y fresco, piel de seda. Recorre con su dedo pulgar desde sus pestañas hasta bajar a sus labios.

Tarda en reaccionar, frunce el ceño y lentamente aparta esa mano de sus labios, desvía la mirada hasta que su cabello cubre parte de su rostro, no le gustaba que este chico actuara  de esa forma, tratando de ser dulce cuando sabe que no lo es en realidad.

El silencio de un aula vacía los dejaba en una situación extraña, no era la primera vez, ha sido así desde que lo conoció, desde que sus ojos profundos se posaron en él y su voz ronca lo trato de seducir diciéndole  cosas dulces pensando que era una chica.

-Apresúrate Taemin…-su voz es tan suave.

Levanta la mirada para verlo dirigirse a la salida,  ve su cabello moverse por la corriente de aire, su espalda ancha y bien formada, su figura tan  moldeada, gira para cruzar miradas, sus ojos y su sonrisa de nuevo en acción,  sabe que está esperando a que el salga primero, su caballerosidad, la razón por la que cada semana recibía al menos diez declaraciones de chicas de diferente facultad.

 Ahora pasaba lo que siempre cada vez que  una situación así ocurría, sentía culpa, no sabe de qué o porque, simplemente el sentimiento de culpa lo embargaba, solo por rechazar las caricias que sabe van sin malicia o trucos escondidos. Pero es que no podía,  la idea de que Minho juegue con él como lo hace con las chicas, lo devasta.

Siempre es así, queriendo  tocarlo y haciendo uso de sus trucos de casanova lo fastidiaba.

-Apresúrate…

Le repite, sacude la cabeza para despejar su mente de esas ideas y volver a la realidad. Toma su mochila de la banca y va tras el  mayor.

¿Por qué eres así con migo?

****

Los días en la escuela parecían transcurrir normal, tarea que lo absorbe y el trabajo de medio tiempo que lo cansa más, todo eso es soportable.

Pero lo que no esperaba era la noticia que su director estaba por darle a conocer, algo tan importante que lo hizo sacar de clases hasta llevarlo a su oficina.   Supuso que lo que platicarían seria sobre su trabajo como  presidente estudiantil, lo que conllevaría a más responsabilidades que sabía, no tendría razón de rechazar.

-Siéntate por favor…

El director señala la silla frente a su escritorio, ambos se acomodan, el mayor revisa algo en su computadora antes de comenzar a hablar, movía su mouse de lada o lado, cliqueando a cada momento, después de cinco o diez minutos el ruido seso y lo confronto con la mirada.

-¿Pasa algo? -Tae se anticipa a las preguntas, estaba curioso de saber.

-Solo  esperamos a…

Y la puerta de la oficina se abre,  Choi entra haciendo reverencias, de la misma forma una silla le es ofrecida. Se sienta junto a Tae, algo pasa que se pone muy nervioso, apenas en la mañana hubo un nuevo rechazo a las caricias cuando casi se cae por las escaleras del segundo piso.

Solo por qué se distrajo tratando de evadir a los chicos de atletismo que corrían a la dirección contraria.

Hoy el acercamiento fue tan cercano que juro a ver sentido el olor a menta del enjuague bucal de Minho. Yerbabuena, ese sabor le agradaba, pero nunca se lo diría.

-Bien -el director y su voz rasposa que lo desconcentra-  como saben  cada año organizamos campamentos  para que los alumnos que lo deseen puedan pasar unos días divirtiéndose en el bosque. Además de que se programan diferentes actividades artísticas.

El hombre suelta una risa de ironía así mismo.

¿Divertirse? Los alumnos hacen desastres diciendo que se están divirtiendo.

-Entonces -mira al menor- como el presidente  de la sociedad de alumnos tengo que decirte que deberás formar parte de esto…

-Claro me encantaría organizar el viaje…

-Oh -niega con las manos- no solo por la organización

Tae parpadea sin entenderle bien.

-Tienes que asistir al viaje, necesito asegurarme que los chicos que vayan tengan buena supervisión  obviamente irán maestros que apoyaran en todo pero como representante de los estudiantes de ves estar ahí…

-Pero…yo…

-No te preocupes Lee, tendrás ayuda y para eso el señor Choi se ofreció amablemente a ir contigo y ser tu mano derecha.

-¿Qué? No…es que yo…

-Taemin vamos, solo es un campamento -le da una palmada en el hombro, pero es rechazado con un leve manotazo.

-Director…

-No tienes de que preocuparte, estas en buenas manos, todo saldrá bien, a menos que me digas que no crees poder cumplir con esta tarea…

Entiende la presión que esta sobre sus hombros, si no acepta esto podría perjudicarlo y mucho, ser tachado de incompetente e irresponsable no es algo que las  futuras empresas a las que desea entrar no les  sirve. Y no es que no pueda hacerlo, en casa no se negarían y podría pedir permiso en su trabajo.

El problema es que no le gustan los bosques, los detesta, no es alguien que ame ir al aire libre, pero el hecho es que la única vez que ha ido, fue cuando era un niño, con sus padres. Casi se pierde  por perseguir una ardilla y si no fuera porque un guardabosque lo encuentra no estaría sentado ahí ahora.

-Vamos Lee, ¿O es que tienes  miedo de ir?

Choi de nuevo al ataque.

De inmediato voltea hacia Minho, lo quiere asesinar con la mirada y decirle que no entrometa, pero la paciencia del director se agota en un carraspeo en su garganta que le indica que debe responder ya.  Tensa su mandíbula y las manos que mantenía sobre sus piernas estrujan la tela.

Logra ver una sonrisa burlona salir de esos labios  gruesos y la ira lo posee.

Nadie se burla de Lee Taemin.

-Está bien, obviamente acepto, no le tengo miedo a nada.

Lo dice viendo al moreno,  mostrando su coraje en sus ojos, pero al parecer le dio un motivo más para sonreír. Lo que le hace fruncir el ceño y molestarlo más.

-Perfecto señor Lee -se hacha para tras- créame que será una experiencia agradable, para mañana le tendré los oficios de los permisos  y fechas disponibles y podrá organizarse bien con el joven Choi. Pueden retirarse.

Se levantan, salen agradeciendo la atención, nadie dice nada cuando cruzan el pasillo hasta la salida y llegar a las escaleras que da a la planta baja. Taemin camina detrás de Minho, insultándolo mentalmente, cierra momentáneamente los ojos para reprimir un grito pero sus pensamientos son interrumpidos por chocar con la espalda del mayor.

-¿Sera divertido ir no crees?

Te estas burlando.

-¡Nada podría ser divertido contigo Choi, no me hace gracia tenerte a mi lado, sé que gozas humillándome frente a los demás…!

No soporta un minuto más, dicho esto retoma su camino, baja a penas un escalón cuando es tomado por el brazo, voltea con el ceño fruncido dispuesto a dar un buen regaño por ello, pero su mal humor se va cuando lo ve a los ojos  y en vez de la risa burlona que esperaba, se topó con una mirada triste que le hizo dolor el pecho.

-¿De verdad piensas que solo busco humillarte?

¿Por qué me ves así?

-¡No hay otra razón por la que siempre tengas una maldita sonrisa burlona cada que estás conmigo!

-Oye…

Un intento más de tocarlo, esta vez su mejilla, pero el castaño se hecha para  tras, lo mira desafiante. Casi gruñéndole.

-¡Deja de pensar que soy tan fácil como una chica! …

Eso más que una respuesta, fue casi un grito que llamo la atención de los alumnos que paseaban alrededor, fue presa de su desesperación y sensaciones extrañas en su estómago, pues al ver que el alto no lo ataco con una respuesta irónica como solía hacerlo siempre, se sintió como un verdadero tonto. Minho nunca se quedaba callado, esa no era su personalidad. Segundos después de tan incómoda  situación, siente el agarre en su brazo desvanecerse,  dejando una marca que duele, no necesariamente física.

Lo ve pasar a su costado sin soltar chillido alguno, solo el ruido de sus pies bajar la escalera y su aroma quedando en el espacio donde estaba parado.

¿Por qué siempre termino con culpa?

¿Por qué siempre siento que  debería pedirte disculpas?

****

 

Después de un mes de planeación lograron ir al bosque que tanto temor le tenía Lee. Faltaba poco para llegar, el autobús iba a tiempo. Todos los alumnos que  se apuntaron al viaje hacán escándalo y reían hasta quedar afónicos.

Pero él no podía divertirse a pesar de las bromas tan graciosas que algunos compañeros hacían.

Curiosamente ese temor  que creyó tener apenas pusiera un pie fuera del transporte, fue sustituido por la desesperación que oprimía su pecho. Desde aquel día en las escaleras, nada fue igual con Minho, bueno nada igual como ellos solían tratarse, porque al fin  este último mes lo vio más seguido por planear este viaje, pero…Choi estuvo tan ausente, tan indiferente a él.

Tan lejos  de mí.

El seguía riendo y haciendo bromas con sus amigos, seguía mirando chicas y conquistándolas con solo saludarlas, seguía siendo el chico promedio que todos amaban, pero en cuanto se quedaban a solas, todo era extraño, el aire pesaba, era amable como siempre, pero era frio a la vez, una amabilidad que le desquiciaba.

Maldito.

Quería distraerse, reírse del tipo que hacia caras graciosas y decía tonterías para que todos pasaran un rato agradable, por no,  todos estaban en su nube de felicidad menos él, que miraba de reojo a dos personas que no  hacían más que hablar.

Minho platicaba animadamente con una de las chicas de club de baile -al que él también aspiro en un principio-.  Yuri, la más bonita y aclamada por todos;  sentados casi al final, tan juntos, tan cercanos, no recuerda a verlo platicar con ella en la escuela, aun así le sorprendía la facilidad con que el la invito a sentarse junto con él al subir al bus, nunca hacia eso, el no invita, al contrario deja que las mismas chicas lo inviten para luego rechazarlas con su sonrisa.

Pero tampoco tenía el suficiente valor para pedirle que dejara de hacer eso.

No tengo razón ni derecho.

Tenía que admitir que lo que más extrañaba, eran esos  momentos en  que intentaba acercársele, acariciar su piel, respirar a centímetros de su rostro y su perfume invadiendo su nariz. Quiere de nuevo al chico que lo fastidia y le provoca querer golpearlo.

¿Qué pasa conmigo?

Se pregunta pegando la cabeza  a la ventana, perdiendo sus pensamientos en el paisaje verde,  y la fresca mañana, da un gran suspiro y cierra los ojos.

-Taemin…

Abre los ojos justo cuando Kai, uno  de sus compañeros y amigo se sentaba a su lado, ocupando el asiento vació de hace unos segundos. Ve su sonrisa y se relaja. El chico se deja caer sobre él sin decir algo, Tae ríe, por primera vez desde hace tanto, lo deja acomodarse sobre su hombro.  Era algo común, así era siempre, tan cariñoso.

-¿Te dormirás sobre mí?

-No, solo quería descansar un rato, los chicos hacen tantas cosas graciosas que el estómago me duele por reír tanto.

Kai, sonríe, confiando a su comportamiento dulce, sabía que no sería alejado. Taemin lo deja, como se esperaba, aunque deseaba tener a cierta persona junto a él ahora, si pudiera elegir, cambiaria de lugar con Yuri.

¡¿Qué, Te das cuenta de lo que dices Lee?!

Su razón lo abofetea y le dice que mejor deje de hacerse ideas que lo confunde, y le grita que mejor se prepare y junte el valor para estar una semana en el bosque que le provoca temor.  Niega con la cabeza y talla los ojos. Suelta un soplido, esa  semana sería la más larga de su vida y si había algo más que le fastidiaba era el hecho de que pasaría su cumpleaños en un campamento y no en casa como había planeado desde le inicio.

¿Pero quién eligió la fecha?

Claro, Choi Minho, el bastardo que no le habla,  lo casi-obliga a ir a un lugar que no quiere y para rematar elige ir en la semana en la que cumple años.

Lo único que lo consolaba era que el último día de campamento era su celebración, así que podría ir a casa corriendo por la comodidad de su habitación, comer dulces, frituras y desvelarse todo lo que quiera.

Aguanta, tú puedes Taemin.

****

-¿Adentrarnos?

Le dice a uno de los maestros mientras desayunaban, al parecer este día, el último y ansiado día, tenían la “mejor” de las actividades planeadas, hacer casería de tesoro, en la que obligatoriamente tendría que ir por el bosque en busca de los objetos perdidos, todos participarían.

Todos.

-Sí  Taemin, es tradición hacer casería de tesoros el último día de campamento, sabemos que has estado ajetreado controlando y vigilando que todo sea cómo se planeó, así que  como estas búsquedas se hacen por parejas, te daremos la oportunidad de descansar este día y poder elegir a tu acompañante.

-¿Es totalmente necesario que participe? Es que hay muchas cosas que arreglar para mañana cuando nos vayamos y…

-No te preocupes muchacho…de eso no encargamos, nos has ayudado mucho esta semana, tomate el día, anda ve…

Los demás maestros y encargados, le decían que era suficiente trabajo para él solo, que estaba bien que descanse para la tarde y pueda buscar acompañante, obviamente él no quería ir, no se imagina en medio de tantos arboles buscando objetos que no le interesan para nada sabiendo que podía extraviarse, si él cree que si podía.

Así que resignado fue hasta su cabaña, caminando perezoso y con ganas de salir corriendo. Al pasar por el taller de arte, escucha las risas de un  par de chicos, curioso se asoma por la ventana y no cree lo que ve.

Minho está con Yuri,  ambos bailando una canción demasiado romántica.   Él sonríe como nunca, ella tropieza y cae sobre su pecho, una vez dos veces.  No puede dejar de mirar, es como si otro estuviera frente a  él…

Resignación.

Estoy molesto contigo Minho.

Así ha sido, desde el primer día de campamento, seguía ignorándolo y corriendo con ella a todos lados, cuando les tocaba trabajar juntos solo era trabajo, al parecer su sumbae realmente estaba molesto y no hallaba la razón de ello.

¿Es por qué lo que nunca dejo que me toque?

¿Por qué se molestaría con algo como eso?

Deja de ver la escena tan incómoda para él, lo insulta en sus adentros y se indigna, si Minho ya no quería hablarle no lo obligaría, no pensaba rogarle, no le rogaba a nadie. Se da la vuelta y retoma su camino inicial, aun haciendo corajes consigo mismo y todo lo que le confunde. Se asusta de sí mismo al sentirse molesto con Yuri,  no la conoce ni la trata de alguna forma, pero estaba que se lo lleva el diablo de solo pensar la cercanía que goza en este instante.

En el camino se topa con Kai, se separa de los chicos con los que iba y corre a su encuentro.

-¿Tae…que pasa? - al parecer su rostro demostraba su tristeza en vez de su enojo, tan visible para cualquiera.

-Eh…nada es que estoy preocupado por la actividad de esta tarde…

-Ah~ si la búsqueda…-ríe- será divertido Tae, no me digas que tienes miedo…

-¿Qué? -bufa- no, es solo que debo encontrar a alguien para que sea mi pareja…

-Oh, te dieron esa opción…a los demás los emparejaran ala azar…-se cruza de brazos- no es justo…

El castaño ríe divertido, pero una idea llega  a su mente, la mejor.

-Kai ¿Quieres ser mi acompañante este día? -tarda en asimilar la petición, pero asiente.

-¡Wow claro que sí!

Kai se balanza a su cuerpo por la repentina propuesta, claro que estaría feliz de ser su compañero, después de todo era con él con quien quería ir desde el principio, solo lo que por pena no se atrevió a decir nada. Pasa su brazo alrededor del hombro de Taemin  y le da  un beso en la mejilla.

-Nos divertiremos amigo…ya lo veras…

Ambos de echaron a reír por el comentario de Kai, pero sus risas fueron interrumpidas por la repentina aparición de Minho y Yuri frente a ellos, los observaban, ella reía divertida, ingenua, pero Choi, solo lo observa.

¡Deja de mirarme!

-Supe que te dieron el día libre…-su voz es tan ronca y seca.

-Sí, dijeron que podía tomarme el día para escoger pareja para la tarde…-se cuelga de la cintura de Kai, pasan muchos segundos incómodos y él no quiere seguir ahí-  bueno nos veremos más tarde sumbae…

Los chicos hacen una reverencia para  esta pareja, se dan la vuelta hacia su cabaña y caminan todavía abrazados, Taemin siente la mirada gélida del moreno sobre él, es como si lo apuñalara mil veces, quiere que deje de hacerlo, se desespera, no sabe porque lo hace.

-Tae…detente o tropezaremos…

La voz de su amigo le hace dar cuenta de que ya habían avanzado mucho pero a paso veloz, de hecho ya habían llegado a su cabaña, ríe avergonzado, unos chicos pasan junto a ellos y los invitan a ir al lago cerca de ahí, Kai acepta gustoso pero el no, alega que está cansado y que preferiría descansar un rato.

Ninguno insiste más, antes de irse Tae le dice a su amigo que lo espere en el lago a las cinco que es al hora en que todos se reunirían para comenzar el juego, el asiente y se va corriendo. Suelta su gran suspiro, mira su reloj de muñeca, son las 12, decidió dormir un rato ya que tuvo que levantarse temprano hoy.

Entra a la cabaña y va directo a su cama. Sin saber de nada ni de nadie.

****

Da un suspiro grande mientras abre lentamente los ojos, se remueve de la comodidad del colchón para poder sentarse,  bosteza con fuerza  y estira los brazos dejando salir un leve gemido, mira su reloj, son las cinco con diez minutos, se jala los cabellos ante la desesperación, no se suponía que dormiría tanto.

-¡Kai!

Recuerda que tenía que verlo en el lago, se baja de la cama y busca sus sandalias por el suelo

-No te preocupes por el…

La voz de su verdugo, se da la vuelta lentamente para confirmar si lo que escucho provenía de la persona que creía o si solo fue una alucinación producto de su repentino despertar. Pero no, ahí estaba en una silla de madera, con las piernas cruzadas y sus manos entrelazadas sobre ellas.

-¿Qué haces aquí?

Se queda ahí parado, tratando de  hallarse en su propia habitación, porque se sentía raro tenerlo ahí sentado, solo lo mira, no ha respondido a su pregunta.

-¿Por qué dices que no me preocupe por Kai? -intenta de nuevo preguntando.

Minho se levanta y camina hacia él, lentamente, Lee se da cuenta de que no para los pasos y que se está dejando acorralar hasta la pared de madera, lo ve colocar sus manos a sus costados, encerrándolo, lo suficientemente juntos como para sentir de nuevo su perfume.

-Por favor…-coloca sus manos sobre su pecho para hacerlo parar, pero no resulta.

Se sigue acercando hasta meter su pierna entre las suyas. Rozando su entre pierna con la de él. Gime y de inmediato de tapa la boca con las manos, sus mejillas se tornan rojas, siente vergüenza, nunca, nunca nadie le había hecho gemir, ni siquiera el mismo.

El alto toma un mechón de su cabello y huele.

-Siempre me ha gustado tu shampoo.

-Por favor déjame tengo que ir…mi amigo…

-No…no iras, él ya se ha ido con otro compañero…

-¿Qué? Pero si le dije que me esperara, ese mocoso…

-¿Te molesta tanto que se vaya con otro?

-¿Qué? Claro que sí, el  prometió ir conmigo…como no molestarme…y…sabes que no tengo porque darte explicaciones…

Taemin trata de escabullirse pero ahora es tomado por las muñecas,  se queja por la rudeza, quiere gritarle pero su boca es sellada con un par de labios esponjosos. Forcejea más pero solo consigue que el beso se profundice cuando abrió ligeramente la boca para tomar aire. Siente su lengua ser atacada y dominada, al igual que el resto de su cuerpo.

Ligeros choques eléctricos en su cabeza lo dejan aturdido.

Sus fuerzas aminoran, se deja llevar hasta el punto de dejar de ejercer fuerza, lo está disfrutando demasiado, sus manos son liberadas y en cuanto siente que su cintura es atrapada reacciona violentamente, lo empuja lo suficiente para escapar y correr hacia la puerta.

-¡Taemin!

Grita pero ve que no se detiene, corre tras él, sale de la cabaña y lo ve adentrarse hacia el camino menos transitado, el que lleva al corazón del bosque, lo sigue, le grita que se detenga pero no obedece, hace uso de sus velocidad para perseguirlo ya estaba por alcanzarlo cuando doblan por una pendiente, Taemin tropieza y cae, afortunadamente no esta tan inclinado como parecía porque alcanza a verlo a escasos metros.

Se avienta y desliza, tiene el corazón acelerado, no por la cerrera si no por verlo caer y pensar que se hizo daño. Faltando solo unos pasos lo ve levantarse, en cuanto cruzan miradas Tae corre de nuevo, pero esta vez no lo iba dejar escapar.

En segundos de nuevo había desparecido, se queda en medio de unos matorrales, desesperado, volteaba hacia todos lados y nada, ningún rastro del castaño.

-¡Taemin! -grita sin resultados.

Camina más hasta una vereda, debieron pasar alrededor de quince minutos o más, eso no era buena señal, la culpa lo apaña, sabe que no debió asustarlo como para que corriera, pero no creyó que escogiera la parte más alejada del campamento para esconderse, preocupación, demasiada preocupación. Si Taemin no sabía orientarse seguro se perdería.

-¡Demonios!

Patea una piedra por el coraje, se hacia la idea de que tenía que ir por ayuda, estaba anocheciendo y el solo no podría ir en su búsqueda, piensa en los animales salvajes que hay por los alrededores, y se frustra más. No quería dejar de buscar, pero era una tarea que el solo ya no podía manejar.

Da un gran suspiro, resignado se da la vuelta para regresar por ayuda, pero el silencio del ambiente le deja escuchar algunos ruidos, pone atención y se da cuenta de que provienen de los árboles más adelante. Se acerca cauteloso, tratado de no hacer ruido, había un árbol viejo, se podía notar por lo grueso de su tronco, de nuevo ese ruido y ya sabe de qué es, o  de quien provenía.

Rodea el tronco y poco a poco aparece lo que desesperadamente buscaba. Taemin  estaba sentado,  llorando, con la cabeza sobre sus rodillas, sus lamentos fueron lo suficientemente fuertes para que lo encontrara.

Se coloca frente a él y se agacha su altura.

-Taemin…

Le llama, el menor sube la mirada y frunce el ceño,  quiere tomar su mano pero se levanta rápidamente y así es que Minho nota que tiene lastimada la pierna, cojea y apenas avanza, le sorprende lo testarudo que es.

No sabe cómo es que tenía fuerzas para seguir caminando por lo hizo, aumento su velocidad y estiro la mano para tomarlo de su camisa, en cuento sus dedos rozan la tela afirma su agarre hasta hacerlo parar de golpe y caer juntos. El de nuevo sobre Taemin.

El menor lo golpea en el rostro por la desesperación, quiere patearlo pero no se le es permitido, por mucha veces era llamado para que se calme no escuchaba, la paciencia del alto se acabó al tomarlo de las muñecas y dejarlas estáticas en el suelo.

De nuevo se miran, pero algo cambio, Taemin se sonroja y en segundos sus lágrimas se hacen presentes.

-¡Déjame!

-¡¿Y que, seguirás andando por ahí para perderte?!

-No tienes por qué seguirme no pedí tu ayuda…mejor regresa con Yuri y diviértete con ella…

-¿Yuri? ¿Ella que rayos tiene que ver aquí?

-Suéltame…

-No…necesito…

-No, yo necesito que tú me dejes…-el aire soplo y Minho juro que se sentía tan gélido como para entumirlo, porque no encontraba manera de reaccionar a esto.

-Necesito de que dejes de atormentarme -una lágrima que cae- deja de hacerme sentir raro cada que te veo…deja de hacer que me desespere por que no estas junto a mí, porque ya no me tratas igual, por desear que trates de tocarme de nuevo aunque siempre recibías mis rechazos…

-Deja de hacer que te necesite tanto…

Diciendo esto último Taemin cierra los ojos y voltea hacia un costado, no se cree con el valor de mirarlo, el corazón le late con fuerza y todo le duele, pero aun en esta situación extraña, se siente feliz, de que lo haya encontrado y que  le haya quitado el miedo de perderse.

Siente los dedos del Minho tomar su mentón y regresarlo frente  a él, de nuevo un beso, pero más suave, más cargado de sentimientos, más cómodo y placentero. Siente un hormigueo en su estómago, demasiada felicidad junta que lo llena.

El aire sopla y  deja caer las hojas de los árboles, la noche estaba a punto de caer, algunos diminutos rayos de sol hacían cálido el ambiente. El beso se termina con la sonrisa del moreno, lo abraza como si fuera lo más valioso, lo único que valía proteger.

-Me había resignado a que tu jamás sentirías algo por mí, que todos tus rechazos me dejarían sin la oportunidad de declararme algún día -acaricia su mejilla- me disculpo por lo de la cabaña, pero es que me pusiste demasiado celoso cuando mencionaste a Kai  además de que pasaste toda la semana a su lado…

-Minho e…estas diciendo…

-Sí, me muero de celos de solo verte con cualquiera…no puedo evitarlo, desde que puse los ojos en ti he tenido que controlarme mucho…

-..-

-Estoy diciendo que me gustaste desde la primera vez que nos encontramos en la universidad…

-Pe…pero y todas esas chicas…

-No fueron más que la evidencia de que no podía pensar en nadie más que tú…por más que quise querer alguna de ellas -suspira- simplemente no pude…te vi una vez y solo eso basto…

-Pero no quería desistir, soy tan terco o más que tú -Tae hace un puchero, el ríe- pero amo ese de ti, que seas tan tenaz, tanto como para querer superarme. Sin contar lo hermoso que te ves con tu cabello largo…eso me vuelve loco…

Le da un beso corto en los labios, se separa y se agacha, coloca las manos detrás y le hace una señal dando a entender que lo llevaría cargando en su espalda.

-Pero…

-Pero que, sube, ¿crees que dejare que camines con tu pierna lastimada? Tienes hinchada tu rodilla y te sangra…fue mi culpa…déjame cargarte…

Solo por él, se tragó el orgullo, con cuidado se fue acercando hasta subirse en su espalda, el alto cuido de no apretar la pierna herida, le pide que se agarre fuerte por que tardaría en llegar al campamento.

-Me has desesperado tanto…me frustraba que estuvieras tan cerca de los chicos de tu clase -le decía mientras evitaba una roca en el camino.

-¿Por eso ibas a mi aula?

-Si…era como una necesidad…no importaba como, tenía que verte al menos una vez el día…

-Eso es de acosadores…

-Puede ser, pero me gustaba acosarte solo a ti…

-¿Y Yuri?

-¿Ella? No hay nada con ella, es agradable…

-Pero pasabas mucho tiempo con ella…y…

-Y solo porque me dijo que quería que le enseñe pasos de baile para una cena con los padres de su novio…

-Ah~~

-¿Lee Taemin estabas celoso de ella?

-No…tal vez…

Las risas de Minho alegraron la caminata, tanto como hacerlo sonrojar, agradecía que estaba sobre su espalda y no podía ver el rojo intenso que aumentaba cada vez más.

-Tae…

-¿uh?

-Feliz cumpleaños…

-¿Te acordaste? Pero no le dije a  nadie…

-Es natural saber el cumpleaños de la persona que amas…

-¿Qué?

-Te amo…te amo mucho…así que por favor no vuelvas a correr lejos de mí.

Me amas, me dices que me amas. ¿Eso es lo que me pasa a mí?

Sin palabras, sin aliento.

Su corazón late tan fuerte, la verdad ni el mismo se acordaba que era su cumpleaños,  se acomoda y aprieta  la tela de su camisa, cierra los ojos para darse valor. Toma una bocanada de aire.

-Gracias…Minho…

Tae cree que su nombre suena tan bonito, se ha enamorado de su sonido con solo decirlo una vez.

Feliz, ambos estaban que morían  de la  felicidad, si Taemin viera la enorme sonrisa de Minho cuando lo llamo por su nombre estaba seguro que se avergonzaría; si Minho lo viera  esas mejillas escarlata, seguro le daría ganas de comérselo a besos.

 Un suave “Te amo Minho” se dejó escuchar, lo último antes de que se durmiera, la espalda de Minho era muy cómoda, demasiado como para no dormirse.

****

Sale de la oficina del director  con una torre de carpetas abrazadas, cuida sus pasos para no tropezar, trabajo extra para el festival del próximo mes, como si los exámenes del periodo no fueran suficientes como para querer morir.

EL viento sopla, no sabe ni de dónde, pero su flequillo le ha tapado la visión, sopla y sopla y nada que se aparta de sus ojos,  aminoro sus pasos pero no antes de llegar al borde del primer escalón cuesta abajo.  Se abalanza pero no cae.

-Tiene que dejar de aceptar tanta tarea extra…

Los brazos de Minho lo rodean de su cintura, una sensación por demás agradable, un beso en su mejilla le hace enrojecer y como la vez anterior el alto es quien toma la carga pesada.

-No puedo evitarlo soy el presidente de la sociedad de alumnos…

-Pareces más un esclavo, relájate un poco…además…- se agacha para besar  su oído y susurrar- necesitas dejar tiempo para los dos, no quiero que mi novio se vuelva loco por el estrés…

Minho se separa habiendo cumplido su travesura de dejarlo atónito y nervioso, baja un escalón pero se detiene, se da la vuelta,  con cuidado saca del bolsillo de su pantalón una cajita roja.

-Toma…-le dice.

-¿Q…qué es esto? No me digas que me propondrás matrimonio -dice nervioso.

-Sería buena idea…pero creo que es demasiado pronto…un fin de semana de novios es poco…

Tímido abre la caja y su sorpresa es grande al ver que es un anillo de plata, piensa que si lo del matrimonio era en serio, estaba pasmado.

-No es de matrimonio -ríe- es por tu cumpleaños…como una compensación por hacerte correr por un bosque sabiendo que les tienes miedo…

-¿Cómo sabes…?

-Taemin, se muchas cosas de ti, más de las podrías saber tú…

Una última sonrisa que lo deja indefenso. Se da cuenta de que él es todo eso y más que pudiese desear, algo tan soñado. Tan enamorado, pero por primera vez quiere ver al alto apenado ante sus ojos.

-Minho -lo llama para que voltee, y cuando lo hace le da un beso profundo que le roba el aliento y deja  sus labios brillosos- Te amo…

Un beso más en su mejilla y  baja corriendo por las escaleras, se detiene casi al final y le sonríe al ver que si funciono, porque  Minho ríe como tonto y esta sonrojado. El alto no cree que pueda soportar tanta ternura, era así como un sueño.

-Corre Lee o no que soy capaz de hacerte si te atrapo….

 

Fin~

 

Notas finales:

Hey, ya sé, no hubo Lemon ;; no me golpeen , ah~~

Bien chi@s esto salio de mis cursilerías, al manoe espero que le haya sacado una linda sonrisa ok!!!

Mi Tae mi hombre!!!! papacito si ya estas para merecer!!! jajajaja

Felidades~~ -le canta-

Ah~~~ soy tan feliz *^* cada vez me enamoro de él e,,e hombre sexy y tierno me tienes a tus pies jojojo

cof cof okio.

Se que no es la gran cosas este shot, generalmente a la gete no le gusta leer sentimentalismos, pero uf, es que para esto me pinto sola, pero aclaro, trato de variar, y si no me creen pues pasense a mis demás fics y se darán cuenta, ajajajaja

Bueno espero sus comentarios, no sean malos, uno se esfuerza y al menos quiere gratitud ¬¬ kkkk

Les dejo mi firma en Face:

Carol-Taeminnie

Y el fic mpreg que escribo jaja 

 

Complejidad del Amor. 

Bueno comenten jajaja besos nos leemos muy pronto, creánme.


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