Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Mis 5 guardianes y el destino. por KeikoHikari

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Los ataques de los Oni fueron descendiendo desde que entré al instituto. Me llevó poco tiempo conocer a todos mis compañeros. En mi clase también estaban Kaito e Idaína, Takumi era un año mayor que nosotros y Aiden uno menor. Sobre Daiki no sabía nada, aun que tampoco me interesaba en absoluto.

Llevé bien mis estudios, poco a poco fui entrenando todos los días. Un día, paseando, sufrí un ataque de un demonio de Clase B. Aiden me acompañaba en aquel momento, fue derrotado al cabo de unos minuto de lucha. Los demonios de Clase B, eran fuertes y tenían mucho poder. Cuando los chicos llegaron yo ya había sido mordido por aquel demonio después de haber estado corriendo bastante tiempo.

Me desperté dolorido, no podía levantarme. Giré la cabeza y vi a Takumi apoyado en el ventanal viendo el paisaje de fuera. Unos extraños ruiditos muy agudos llamaron mi atención. Algo estaba gritando a mi otro lado, era un pequeño tigre gris con los ojos plateados. Movía la cola seguidamente y parecía contento de verme. Tenía la sensación de que ya lo conocía de algún otro lado. Se acercó a mí y me acarició el brazo con la cabeza, hacía un pequeño ronroneo. Takumi escuchó los ruidos y me vio despierto.

-         ¡¡Shinji, estás despierto!! ¿Cómo estás?  - Quiso acercarse pero el pequeño tigre no le dejó, se puso a gruñir.

-         O-Oye pequeñajo, no te preocupes, no me va a hacer daño, ven aquí. – dije haciéndolo retroceder.

-         Ese bicho no me ha dejado acercarme a ti en todo el día que llevas durmiendo. Estaba a tu lado, lloriqueando, cuando te encontré tendido en el suelo. ¿Lo conoces?

-         La verdad es que no, pero tengo la sensación de que sí. ¿Quién eres tú? – dije acariciando su cabeza. - ¿De dónde habrá salido?

-         No había nadie más a tu alrededor a parte de ese pequeñajo. No sé de dónde ha salido pero no se ha separado de ti.

-         Parece que quiere protegerme, eso es bueno... De momento no hay nada de que preocuparse, podemos estar tranquilos. Oye..., ¿cómo se encuentra Aiden? – pregunté con algo de tristeza.

-         Anda un poco débil últimamente, también está un poco deprimido por no haber podido protegerte. No para de entrenar, está muy disgustado, quizá piensa que por ser el menor de todos, tiene menos fuerza. – explicó.

-         T-Tengo que ir a v-verle... – dije dificultosamente mientras intentaba erguirme.

-         No te fuerces, te va a doler más, acuéstate. – mandó, recostándome.

-         P-Pero...

-         Ya tendrás tiempo para verle, yo voy a avisar a los demás, no te levantes, túmbate y descansa. – pidió tapándome con la sábana.

 

Yo obedecí y me volví a dormir al poco tiempo. Soñé con el mismo tipo de ojos plateados, pero para cuando desperté, ya no lo recordaba a penas, tan solo su figura corpulenta, esos ojos grises clavados en mí, que no paraba de susurrarme. Tan solo tenía en mente una palabra: ‘Sombra’. No sé si me lo había dicho aquel hombre en sueños, o simplemente era un delirio. Pero cuando dije esa palabra en alto, el pequeño tigre se giró y se acercó a mí contento. Desde ese momento, empecé a llamarlo así, aquel sería su nombre hasta que su dueño apareciera, si es que, aparecía.

Después de dormir me veía con fuerzas como para levantarme e ir a hablar con Aiden. Necesité un tiempo para encontrar a Aiden y aún así no lo localicé. Me quedé en el jardín mirando hacia la oscuridad del bosque, Sombra me acompañaba. Estuve embobado mirando los árboles cuando sentí a alguien detrás de mí, era Kaito.

-         ¿Cómo te encuentras? – preguntó Kaito.

-         B-Buenos días Kaito, estoy débil pero puedo mantenerme en pié. – Dije entre risas.

-         Eso es buena señal. – Observó el mordisco en mi muñeca y se acercó. - ¿Este es ese bocado que te dio ese demonio de clase B?

-         E-Eh, sí... ¡Pero estoy bien! – exclamé retirando mi mano. - ¿Has visto a Aiden? Necesito hablar con él.

-         Ha estado algo decaído estos últimos días, estará en el gimnasio.

-         E-Eso me ha dicho Takumi, pobrecito. -Yo..., voy, a.... – De repente, sentí mi cuerpo pesado y me dejé caer al suelo.

-         ¡Shinji! ¡Shinji, ¿qué te pasa?! ¡¿Estás bien!? ¡O-Oye Shinji! ¡¡Respóndeme!! – gritó levantándome del suelo.

-         T-Tengo que ir a hablar c-con A-Aiden...

-         Shinji – interrumpió mi abuela- Vuelve a la habitación, estás muy débil para estar fuera. Hasta que no vuelvas a estar mejor no salgas de allí. Kaito, llévalo a su habitación.

-         Sí, señora Iria. – obedeció Takumi. A partir de aquí mis recuerdos son vagos. Un maúllo me despertó.

-         S-Sombra... – susurré. El pequeño tigre estaba en la ventana, maullando a algo que supuestamente había fuera. Me levanté para ver qué era, pero no vi nada. – No es nada Sombra, deja de maullar o lo que quiera que estés haciendo, por favor... – Pero el pequeño seguía en la ventana, decidí abrirla y acto seguido, Sombra saltó.

 

Yo me sorprendí, pero todavía era más increíble el hecho de que no se había hecho daño y se acercaba corriendo al bosque. Era de noche, y lo que hubiese allí bajo, no veía nada. Pero sé que Sombra desapareció. Esperé a que volviera, pero no lo hizo. Antes de acostarme mi abuela vino a ver cómo me encontraba.

-         Shinji, ¿cómo te encuentras? – Mi abuela fue a acariciarme el pelo, cuando un ardor se apoderó de mi garganta. Yo retrocedí, y ella mostraba curiosidad en su rostro.

-         ¿Qué te pasa?

-         No sé, de repente sentí como que algo me quemaba la garganta... Perdona, abuela... – dije disculpándome.

-         Está bien, no te preocupes... Déjame ver lo que el demonio te hizo. – Le mostré mi muñeca y acercó su dedo para palpar la zona afectada, pero el ardor volvió otra vez.

-         M-Me arde, abuela... – murmuré.

-         Tan solo te ocurre cuando te toco... Un momento..., no puede ser...

-         ¿Qué pasa, abuela? ¿Tú sabes lo que me pasa? ¡Abuela, responde! ¿Qué me pasa?

-         ¡Tranquilízate Shinji! Fíjate. – Me cogió del brazo y en ese momento, ardía, pensaba que me estaba quemando de verdad. - Shinji, cuando te mordió aquel demonio de clase B te traspasó algo de su poder. Tú de nacimiento tienes un poder sagrado, aquel que Dios te ha dado, como el mío. Ese traspaso de poder es oscuro, viene de un demonio, ese poder se está comiendo a los que aún no ha despertado. Como mis poderes son sagrados, como supuestamente tienen que ser los tuyos como despierten, al tocarte, arde, es normal, lo mismo les pasa a los demonios, cuando una luz pura y sagrada los iluminan. No sé cómo terminará la batalla que hay dentro de ti, pero ten claro, si esos poderes oscuros se apoderan de tu cuerpo, no dudaré en matarte. Si eso pasa te volverás loco, y tu cuerpo no podrá aguantarlo y acabarás destrozándote a ti mismo. Puede que no pase, y todo siga su curso, esperemos que pase eso. La razón por la que creo que ese tigre sigue a tu lado es por ese poder negro, puede que él también lo sea y se sienta atraído a ti. Es lo único que puedo decirte, por ahora descansa... Buenas noches, Shinji. – Mi abuela abandonó la habitación y al momento de irse, Sombra apareció.

-         ¡Sombra! ¿Qué has estado haciendo? – El pequeño se puso a mi lado, ronroneando. - ¿Por qué has vuelto? – Me levanté a cerrar la ventana y vi a alguien que estaba debajo de mi balcón, vestido de negro, una camiseta sin mangas, y algo a su espalda. Al estar de noche no pude ver su cara, tan solo su pelo ondeando debido al viento. Me estaba mirando y al poco tiempo desapareció.  ¿Ese sería el dueño de Sombra? ¿Quién era y qué estaba haciendo allí? 

Notas finales:

¡No os olvidéis del Review!

~Keiko.

Twitter: @JudithVegara

Face: Judith Vegara Álvarez 

(Por si queréis agregarme para dudas o cualquier cosa ^^)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).