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Librería por Mayu98

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La bibliotecaria sonrió al ver a Jinki, quién le dio las gracias luego de mostrar y recibir su tarjeta de la librería. Miró su alrededor, por un momento haciendo contacto visual con un chico allí, pero sin notarlo realmente, dejando al otro con el corazón saltando, alterado.

 

Tomó asiento al final de un pasillo, solo, un poco incómodo al sentir a alguien mirándolo. Sus ojos se dirigieron a un estante, dónde juraba que alguien podía estar ahí. Suspiró, pensando lo loco que podía ser de vez en cuando.

 

El cuerpo del chico estaba petrificado, apegado a la madera del objeto, deseando que el descuido que había cometido no lo haya hecho ser descubierto por el mayor. Difícilmente tragó saliva, tratando regularizar su respiración, y relajar sus ojos, que estaban abiertos casi pasando el límite que tienen para hacerlo. Logró relajar sus párpados y suspiró, sintiéndose mucho más tranquilo.

 

Se asomó nuevamente para observar al chico al final, pudiendo notar cómo su alrededor brillaba mientras leía. Le miró por unos segundos, cautivado, pero decidió que ya era suficiente. Se giró y abrió el libro en su mano; el libro que comenzó y continuó todo.

 

 

 

Entró en el lugar, maravillado por su color y la cantidad de libros que contenía en cada mueble que divisaba a su alrededor. Hizo una reverencia a la mujer que le recibió, con una amplia sonrisa en el rostro de los dos.

 

Sacó uno de los millones de libros de su autor favorito y se sentó al lado de la ventana, en el pasillo final.

 

Sus ojos no pudieron evitar observar el lugar detalladamente, no queriendo perderse de ningún rincón allí. Siguió mirando, hasta que su vista cayó sobre un chico, no muy alto, con pelo resplandeciente, que hablaba con la bibliotecaria.

 

Desde que le vio no pudo apartar los ojos de su figura. Al ver que se acercaba a él, se concentró nuevamente en el libro sobre la mesa, mirando de reojo al otro, calculando sus movimientos. Allí fue cuando sus miradas se juntaron, las dos curiosas de cualquier cosa que estaba en sus mentes.

 

El chico de pie se fijó en el nombre del libro y suspiró, sabiendo que  ya había perdido la oportunidad de leerlo. Comenzó a alejarse, pero una mano le detuvo. Se dio media vuelta, confundido.

 

"¿L-lo quieres leer?" Preguntó el menor, mirando el piso, mientras le ofrecía el libro en el que había perdido ya el interés. El otro parpadeó continuamente, preguntándose por qué, de repente, no sabía qué hacer.

 

Finalmente asintió, sonriendo. "Sí, gracias." Susurró, recibiendo el objeto.

 

El otro sonrió también, tomando sus cosas inmediatamente, saliendo del lugar.

 

"Sí..." Susurró el chico de pelo resplandeciente, abriendo el libro en la página final, dónde salía el registro de quién lo había pedido anteriormente, queriendo saber sólo el último nombre.

 

Sonrió. "Gracias, Taemin, gracias."

 

 

 

Dos meses pasaron, y no se volvieron a ver. Los dos estaban ocupados en sus estudios y trabajo, y muy pocas veces iban a leer. Pero al llegar las vacaciones, regresaron a su tranquila rutina, que consistía en pasar leyendo libros la tarde entera, si es que era posible.

 

Taemin no pensó en ver a ese chico nuevamente, tampoco en empezar una conversación con él.

 

Claro, no era una conversación normal, sino una que a los dos les parecía interesante.

 

Taemin había buscado el nombre del chico que ahora visitaba todos los días la biblioteca, y era él quién había comenzado el juego de las miradas.

 

Pasaba el día sintiéndose observado, y cada vez que buscaba a su alrededor al culpable, lo encontraba a él.

 

Un día decidió revisar el último libro que ese chico había leído, para saber su nombre.

 

Lee Jinki. Pensó, sonriendo a lo agradable que sonaba pronunciarlo. Comenzó a buscar todos los libros que el mayor había leído, y sin darse cuenta, ya los había leído todos. También se había aprendido el horario del mayor, así que empezó a conocerle dejándole papeles en cada libro que creía eran buenos.

 

Sólo era cosa de decirle a la bibliotecaria la hora y quién iba a pasar a buscarlo tal día, y ella simplemente se lo entregaría a la persona correspondiente. Así comenzó todo.

 

Pero, ¿alguien se habrá dado cuenta de las extrañas acciones del menor? Claro que sí; nada más y nada menos que....... ¡Jinki!

 

Se dio cuenta que, cada vez que dejaba un libro después de leerlo, y al día siguiente lo volvía a buscar, sólo él y otro chico salían en la lista.

 

"Lee Jinki, Lee Taemin, Lee Jinki, Lee Taemin..." Leía, comenzando a sospechar sobre algo.

 

No recordaba ni el nombre, ni el rostro del chico de hace dos meses -quién le había hecho sentir tan extraño esa vez-, así que no tuvo suposición alguna de que él podía ser. Nunca pudo dar con ese tal 'Lee Taemin' que le copiaba en sus gustos.

 

Un día cualquiera, decidido a ser más atento al escaso movimiento en la biblioteca, entró al lugar, y la misma anciana de siempre le recibió, pidiendo su tarjeta.

 

"Ah, ¿usted es Lee Jinki?" La señora tomó un libro del montón sobre su escritorio, dejando al muchacho totalmente confundido. "Toma, este es para tí. Ayer un pequeño lo encargó, diciendo que era para tí."

 

Jinki asintió y aceptó el libro, totalmente descolocado. Susurró 'gracias', caminando a su asiento común. Abrió el objeto en la última página, buscando el nombre entre los muchos que habían. Su frente se arrugó un poco de la sorpresa al ver un pequeño papel con su nombre. Lo abrió, curioso.

 

¡Espero hayas tenido un buen día hasta ahora! He buscado desde hace días este libro, lo leí, y ahora quiero compartir mi opinión con alguien. ¡Ojala aceptes mi petición! Ahora sólo disfruta del libro. ¡Adiós!

                                                                                                          -Lee Taemin.

 

Sus ojos se abrieron de par en par, sorprendido. ¡Pero qué coincidencia! Justo a quién estaba buscando. No conocía bien el sistema que había utilizado el chico, pero tampoco se quería arriesgar a cometer algún error. Cerró el libro y miró la portada por varios minutos antes de empezar a leer, un poco emocionado.

 

Al terminar, suspiró. Se pasó todo el día leyendo, y -tenía que admitir- el libro era bueno.

 

Valió la pena. Pensó. No fue tiempo perdido.

 

Caminó hacia la bibliotecaria para devolver el objeto, pero ella le preguntó si quería dejarle algún mensaje al chico que le recomendó la lectura. Jinki preguntó cómo, y la anciana comenzó a explicarle todo. Pidió disculpas por su ignorancia y se marchó, esperando con ansias la respuesta del menor.

 

Cuando Taemin divisó a Jinki a lo lejos desde la cafetería sonrió, preguntándose si la señora recordó lo que le pidió. Pagó y se dirigió a la biblioteca, saliendo luego de esta muy contento.

 

Muy buen libro quiero decirte, realmente pienso que la trama es buena, pero los detalles que da el autor son casi innecesarios. Eso pienso yo, pero, ahora que recuerdo, no escribiste lo que tú pesabas sobre él. Me gustaría saberlo. Buenas noches, y buen día mañana.

                                                                                                              -Lee Jinki.

 

El chico sonrió ampliamente antes de caer como saco de papas sobre su cama, para entregarse al sueño al su cabeza tocar la almohada.

 

Así siguieron comunicándose de a poco, hasta sentirse bien sabiendo que tenían un 'mensaje' del otro. Jinki seguía con esa curiosidad palpitando en su cabeza; tenía cada vez más ganas de conocer a Lee Taemin. Con su mirada, él buscaba al chico en la biblioteca, pero nunca tenía pistas que le indicaran que alguien allí fuera el chico de los mensajes. Luego de unos días, comenzó a sentir que alguien le espiaba.

 

¿Y qué hay de Taemin? Quería acercarse al mayor cada vez más. Al ver cuando el chico leía los papeles que le dejaba en los libros, se sentía feliz al notar la pequeña sonrisa que se formaba en sus labios. Y, sabiendo que el mayor no le vería, comenzó a 'espiarlo'.

 

La poca gente que pasaba por su lado le miraban raro, pero a Taemin no le importaba. Él sólo quería seguir sintiéndose cercano a Jinki al observarlo en sus escondites.

 

Y así es cómo volvemos al presente después de esta larga explicación de todo lo pasado, en dónde Taemin está apoyado en un estante, leyendo el último mensaje de las largas 'conversaciones' que han tenido.

 

Hace ya tiempo que hemos hablado (o escrito, como quieras) y quiero saber si...si a tí también te gustaría... ¿salir? Te quiero conocer, Taemin, dime tú si lo deseas también.

                                                                                                              -Lee Jinki.

 

"¿De-desea c-conocerme?" El nerviosismo del chico incrementó al repetir eso en su mente. L-lo... ¿desea?

 

"¿Hola?" Levantó rápidamente su mirada, sorprendido al escuchar la voz de quién menos quería ver. Notó que la expresión del chico cambiaba a triste, quizás al leer el título del libro que quería, pero que otro ya lo tenía. "Olvídalo."

 

Taemin se urgió al ver al otro alejándose, pero fue rápido para alcanzar su brazo, deteniéndolo, recibiendo una mirada de confusión de parte del mayor.

 

"¿L-lo quieres leer?" Jinki sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. ¿Dónde había escuchado la misma pregunta, con la misma voz, anteriormente? Y recordó; cuando recibió el libro y leyó el nombre; recordó la cara del muchacho hace dos meses, y no pudo creerlo- ¡estaba frente a él nuevamente! Nunca pensó en sentirse tan emocionado en una situación así.

 

"¿Disculpa?" Reaccionó luego de oír al otro hablar otra vez, y sintió su corazón latiendo mucho más rápido que antes.

 

"¿Puedo preguntarte algo?" Inhaló al notar los ojos del menor llenos de curiosidad, y miedo. "¿Eres...tu nombre...acaso tú...?" No sabía qué decir. "¿Tú eres Lee Taemin?" Preguntó de una sola vez, nervioso.

 

Rayos. Pensó el menor, preocupado. ¿Debería d-decirle? No estoy seguro...

 

Sin darse cuenta ya había asentido, sonrojándose al recibir una sonrisa y un abrazo de parte del chico frente a él. No supo qué hacer. Hizo lo primero que se le vino a la mente, y le correspondió.

 

Lentamente el mayor se separó de él, más feliz que nunca. "Yo soy Lee Jinki. Deseaba tanto conocerte, Taemin." Susurró, haciendo que el menor se sonrojara.

 

"Y-yo igual..." Murmuró, sonriente.

 

Jinki tomó sus manos entre las suyas. "Vamos...vamos a la cafetería del frente. Hablemos allá." Taemin asintió.

 

Salieron de la biblioteca, nerviosos, los dos mirando todo lo que tuvieran al alcance de sus ojos. Sintieron un cambio radical en el ambiente al llegar y sentarse en el lugar.

 

Los temas de conversación fluyeron, la incomodidad de antes había desaparecido. Sin saberlo, Jinki se comprometió a llevar a Taemin a casa, y él, sin darse cuenta, aceptó.

 

Los dos, sin notarlo, juntaron sus labios frente a la puerta principal, sonrojándose; sintiendo todo tipo de emociones al separarse, mirándose directamente a los ojos.

 

"Fue un gusto conocerte, Lee Taemin." Susurró Jinki, besándolo nuevamente.

 

Taemin sonrió, haciendo que el mayor le siguiera.

 

"El gusto fue mío, Lee Jinki."

 

Notas finales:

Okay, notas al principio no hay porque no creo que sean tan necesarias xd

Un fic Ontae de mi para ustedes! Adoro esta pareja, es hermosa t-t <3

Espero les haya gustado, y disculpen si hay muchos errores ortográficos x.x tengo sueño y ya lo revisé mucho para seguir haciéndolo

Adiós!<3


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