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Ya son 3 meses desde caí en depresión ¿la razón? Es tan simple como estúpida; mi arte fue rechazado… ¡aún me pregunto cómo eso fue posible! Quiero decir, soy el mayor artista que tiene esta ciudad—a pesar de tener 19 años— todos hablan de mí como otro Da Vinci, no es por presumir pero eso es lo que se dice; Sin embargo un día se da la noticia que un genio en el arte moderno viene a visitar mi ciudad, desde que supe que estaría en la ciudad hice lo mejor que puede para poder impresionarlo mi obra de la que estoy más orgulloso: una hermosa pintura tarde 4 meses en hacerla que constaba de una dramática escena futurista ¡fuego por todos lados! En tonalidades rojas y un poco tenebrosas propias de un paisaje apocalíptico y mi técnica había sido siempre al óleo —suspiro de solo ver mi obra de arte, ¡es tan hermosa! Creo que me enamore— Pero ese…— me costaba trabajo encontrar una definición apropiada—… ese ¡inculto!, falto de talento con aires de grandeza, engreído y todas las terminaciones que se le puedan dar a ese estúpido. No sé realmente como puede ser crítico si no llega a sentir el arte en él— me estremezco de solo pensar que personas así se dediquen al maravilloso arte, sin talento y sin criterio— Itachi Uchiha, juro que vas a llegar apreciar mí arte.
Estaba lleno de rencor, desde ese día en mi departamento solo me dedico a investigar sobre ese tipo y hablarle a mis amadas obras, todas están en cada rincón, son simplemente perfectas, pero él tenía que llegar a despreciarlas. Ya eran tres meses que vivía solo en mi departamento, mi hermana se molestó pero entendió que necesitaba espacio, mi profesor Sasori quería que fuera con él, pero por mucho que lo admiré le tengo cierto miedo a ese loco maniaco de la puntualidad.
Cada rincón de mi departamento esta tapizado con mis propias obras, empecé desde los 12 años y a los 14 recuerdo que di mi primera exposición; fue un éxito, todo el mundo me reconoció en ese momento… fui feliz.
Recordé gracias a un ruido de mi estómago que tenía que comer, quite todo los estorbos que había en mi pequeña barra, suspire cansado cuando recordé porque había huido de la cocina; tenía innumerables recortes de periódico y revistas, todos con ese nombre repitiéndose una a una de las hojas: Itachi Uchiha, crítico y pintor. Me sabía los titulares de memoria ”EL GENIO UCHIHA TIENE SU PROPIO CLUB DE FAN’S”, “EL ARTE SE RESUME A QUE TAN FUERTE SEA LA ILUSION QUE TE PROVOCA DENTRO LA OBRA” — ¿Que se supone que significaba eso?— “EL GENIO UCHIHA DESCONOCE LAS OBRAS DE UN FAMOSO PINTOR Y ESCULTOR LOCAL” —Esa había sido la nota que se publicó cuando me desprecio, los tire a la basura ya era suficiente de estarme torturando con esas tonterías del Genio Uchiha, pero una nota me llamo la atención justo antes de tirarla, leí despacio “El famoso crítico de arte moderno mejor llamado como Genio Uchiha visitara de nuevo esta ciudad, se espera que 2 días este aquí dando a conocer su nueva obra… se presentara en el centro de culturas a las 4:00 pm”. Se formó una sonrisa en el rostro, ese desgraciado vendría de nuevo, vaya que le espera una gran sorpresa…
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Pasaron dos días, mismos en los que estuve ansioso todo el tiempo y planeándolo con cuidado, me vestí tan rápido como puede, llevaba un sencillo abrigo azul metálico, libere mi cabello y me puse una gorra blanca y mis jeans desgastados azul claro todo quedaba a la perfección con unas botas militares negras justo antes de salir tome un lienzo forrado con papel. Camine hasta llegar al centro de las culturas de la ciudad ya había un tumulto enorme apenas y dejaban pasar, oía como gritaban su nombre fervientes admiradoras las mire sin darle mucha importancia; era solo un mar de hormonas.
— ¡Ni que fuera un gran celebridad! — me crucé de brazos enfadado, como era posible que cerraran la calle solo por un patético crítico, ni conmigo habían hecho eso.
Pase un aburrido y tedioso momento de pie, esperando y cuando al fin iba a entrar al centro, un tipo se interpuso en el camino impidiéndome continuar, molesto trate de esquivar su brazo.
—Lo sentimos el evento ya comenzó y no podemos dejar entrar nadie— Dijo en voz tranquila, pero se veía que estaba dispuesto a golpearme si intentaba algo. Por nada del mundo iba aceptar eso, iba entrar aunque fuera a la fuerza.
— ¿Cree que va a impedir que entre? — Pregunte de forma burlona y retándolo abiertamente
Ahora estaba sentado fuera del edificio, vetado del centro de cultura por golpear a un policía y con una de mis mejillas ardiendo; subestime a ese tipo, nunca pensé que fuera tan fuerte. Sentí como mi depresión volvía, tiraba patadas al aire como cualquier niño que no se le cumplía un capricho, observaba a todos lados buscando una manera de salirme con la mía; hasta que miré a la otra calle y una sonrisa se colocó en mi rostro por si sola; una brillante idea apareció en mi mente y estaría ahí todo el tiempo hasta que la realizara, tome mi lienzo y camine ideando lo que deje inconcluso.
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—Señor Uchiha, fue un placer estar con usted hoy, espero que vuelva seguido por aquí— Podía escuchar los exagerados halagos del Alcalde de la ciudad. Ese viejo de Onoki tan payaso como siempre.
—Me gustaría volver después… me agrada esta ciudad— Observe discretamente, esa voz era inconfundible, ese bastardo de Itachi; respire hondo debía controlarme para no gritarle en la cara que era un… un idiota por rechazar mi preciado arte. Seguí atento la conversación, mi pie temblaba impaciente era cuestión de minutos que me descubrieran— hay muchos amantes de la cultura por aquí, eso siempre habla bien de una persona— respondía atento, estoy seguro que todo el tiempo finge esa amabilidad.
—Pues usted es bienvenido a este lugar cuando desee—Al fin dejo de hablar el viejo y Uchiha entro a la lujosa limusina, misma de la ahora era el chofer temporal. Cuando se cerraron las puertas pude respirar tranquilo, ahora solo necesitaba algo de tiempo.
—Ve directo al aeropuerto— Oí su voz profunda tras de mí, era tan diferente a la de hace rato, ¡sabía que ese tipo era un farsante! Conduje por varios minutos hasta que se despejó el tráfico, vi el intersección de la carretera que llevaba directo al aeropuerto, pero gire hacía el lado opuesto y empecé a dar vueltas por la ciudad esto alarmo a mi pasajero que ahora se veía claramente molesto.
— ¡Dije que fueras al aeropuerto! Acabas de pasar la salida— señalo insistenmente por la ventana; ya no podía seguir fingiendo.
—Hola, señor Critico ¿mucho sin vernos no? —le mostré mis rostro adornado por una sonrisa triunfante; nuestras miradas se cruzaron por el retrovisor; su expresión era de sorpresa, pero poco a poco fue cambiando a la habitual, eso me enfureció.
—Vaya un loco fan me secuestra, deberías ser más inteligente ¿Sabes cuanta gente vendrá a buscarme? — relajo su rostro, como si se riera de mí.
— ¿¡A quien llamas fan, idiota!? — enfurecido lo mire a la cara, en ese momento no me importo dejar de lado mis deber de conductor— Nunca sería uno de tus seguidores— retire de mi cabeza el estúpido gorro que le robe al verdadero conductor y lo arroje lejos, tal vez así sería capaz de reconocerme— ¿Ahora ya sabes quién soy? — Seguía sin mostrar gran interés en recordar quien era. Este tipo es tan molesto
—Idiota ¡fíjate como conduces! —Me señalo fervientemente la carretera con cara de espanto; alcance a reaccionar justo cuando iba invadir el carril contrario, me asuste, no era mi intención morir ahí mismo
— ¡Todo esto es tu culpa! — Le grite en medio de un arrebato; la adrenalina corría por mis venas a máxima potencia, estaba metido en grandes problemas, pero extrañamente no me importaba; sabía que tanto como mi maestro como mi hermana estarían furiosos pero no era como si fuese a matarlo… aunque ganas me sobraban.
— ¡¿Mi culpa?! Tú eres quien me secuestro— Esta vez se oía realmente furioso
—Yo no te secuestre… bueno si pero… —Eso era un hecho, yo no lo había secuestrado, no me interesaba pedir rescate ni nada de eso, yo solo quiero que reconozca mi apreciado arte solo eso, sacudí un poco la cabeza buscando una respuesta— Mira dejémoslo en que solo te lleve al aeropuerto por el camino largo ¿Esta bien? —Seguí concentrado en el asfalto ya estábamos cerca.
— ¡¿Estás loco?! —Exclamó— Ahora sé que eres un completo demente, déjame bajar aquí
—La locura es parte de ser artista— apropie el retrovisor para ver cada uno de sus movimientos; jaloneaba la puerta inútilmente, todo se tornaba más y más complicado, me alarmó el sonido de la puerta abriéndose ¿acaso pensaba saltar estando en movimiento? Frene de golpe y termine golpeando a unos autos estacionados, estaba realmente asustado ¿ahora qué haría? Miré hacia atrás Itachi se veía algo aturdido por el golpe. De inmediato deje mi lugar en el asiento del piloto, cruce los asientos para estar a su lado tenía que impedir que saliera de la limusina.
— Espera no puedes bajar aún— lo jale hacia atrás con todas mis fuerzas, termine abrazándolo por la espalda, el maldito era fuerte; oponía mucha resistencia.
—Enano déjame salir—No me di cuenta cuando libero uno de sus brazos y con fuerza me arrojo hacia atrás. Antes que saliera lo jale del brazo y lo atraje hacia a mí, cuando lo tuve tan cerca estampe mi puño en su rostro. Sorprendido de mi propia fuerza solo vi el cuerpo de Itachi desplomarse encima de mí. Estaba inconsciente.
— ¡Dios mío, Dios mío, Dios mío, lo maté, lo maté, lo maté, lo maté! —Fue lo primero que se vino a mi mente; revolví mis cabellos con desesperación pensando realmente que lo había asesinado pero una vez que me calme con temor lleve mi dedo índice a su cuello y sentí su pulso, respire aliviado— ¡Idiota no me asustes! — le di una manotazo en la espalda; emitió un gemido. Tenía tantas cosas en la cabeza, mire alrededor por la ventana del auto, afortunadamente aún no se acercaba nadie a revisar los autos que recién había impactado. Tenía que pensar rápido si quería salir del auto sin que me cuestionaran que hacía con el famoso Itachi Uchiha en brazos sangrando de la nariz, mire desesperado todo lo que tenía mí alrededor. Tuve otra de mis brillantes ideas.
Salimos del auto, decidí llegar a mi departamento a pie, estaba a dos calles de donde estábamos, le había retirado la chaqueta de su traje, en vez de eso lo cubrí con mi abrigo azul, mi gorro blanco sirvió para ocultar su larga cabellera. Intente cargarlo en peso pero no pude, el tipo era mucho más alto que yo; así que la vista de todos era mi acompañante ebrio que no podía ni sostenerse. Pasamos por un puesto de periódico, no puede ocultar mi sorpresa cuando vi la edición vespertina noticiero local. El Genio: Itachi Uchiha está desaparecido, su equipo lo esperaba en el aeropuerto pero su auto nunca llego, aun no se tiene noticias pero se cree que se trata de un secuestro… le informaremos más adelante.
Eso nunca lo preví, estaba en grandes problemas pero era demasiado tarde como para tirarlo en cualquier banqueta y escapar mientras podía, no era tan malo como para hacer algo así; enfrentaría mi castigo más tarde no había arriesgado todo como para hacharme para atrás.