Toco el timbre de fin de hora, todos salieron del salón, todos menos uno, aquel del ultimo banco que permanecía allí siendo invisible, Yoo YoungJae, aquel chico al que todos ignoraban y nadie tomaba en cuenta, su opinión no valía y lo único bueno que tenía era su libreta de calificaciones. YoungJae no era alguien malo, no era alguien con quien era difícil tratar, ni alguien que decidía aislarse, simplemente nadie lo notaba, y no había explicación a ello, había llegado a la escuela ese mismo año… tal vez era por eso, o tal vez solo estaba destinado a ser un don nadie.
Al otro extremo del salón, sentado en un pupitre, rodeado de gente alabando por cada palabra que decía se encontraba nuestro segundo protagonista, Jung Daehyun, debemos decir que Daehyun era todo, absolutamente todo lo opuesto a YoungJae, asistía a aquella escuela desde que tenía memoria y conocía a todos en la escuela, desde los compañeros de su salón hasta la gente de mantenimiento. Daehyun era un buen tipo, un poco engreído pero tenía corazón. YoungJae se había dedicado a estudiar cada parte de él y su personalidad desde que había llegado en silencio, no entendía como alguien como él podía ser tan popular y reconocido si no tenía absolutamente nada que Jae no tuviera. Pero el destino es así, Dios le da pan a quien no tiene dientes, el destino ilumina a unos y a otros los deja en la penumbra… sin razón alguna.
Aquella tarde de viernes Daehyun estaba contándoles a todos como había conquistado a su novia, la linda y deseada SunHwa, ella solía ser objeto de deseo de muchos chicos del salón, y también era muy… como decirlo, concurrida por ellos también, SunHwa era más bien conocida por su reputación de ser un poco “sociable de más”, Daehyun era muy consciente de esto, pero en realidad no le importaba, él tenía en sus manos a la chica más deseada de la escuela y eso era lo único que quería, en realidad el solía despreciarla, la personalidad de SunHwa era irritante, era engreída, no se preocupaba por los demás, era de aquellas personas con las que a uno no les gustaría estar… al menos de que pases la noche con ella. SunHwa permanecía con Daehyun por las mismas razones que él, simplemente porque su nivel de popularidad lo exigía. A diferencia, Daehyun tenía un gran secreto el cual se sumaba a las razones por las cuales le daba de su “amor” a aquella chica que no lo merecía, pero eso lo sabrás mas adelante. Daehyun se encontraba sentado en un pupitre, con su novia en sus piernas acariciándole el rostro mientras él sonreía como todo un ganador a sus “fans” que se encontraban sentados a su alrededor. Las historias que Daehyun solía contarles eran todas falsas, y todo el mundo lo sabía, él tenía un gran don para exagerar las cosas, pero nadie le decía nada al respecto, porque… obviamente, ¿Quien no quiere quedar bien con el chico más popular de la escuela? Daehyun ocupaba ese don para la exageración en un pasatiempo que solía mantener en secreto, la escritura. Era una de las pocas cosas que hacia porque le gustaban y no por fingir que lo hacía, pero para su mala suerte, escribir no era algo muy cool entre los chicos de su escuela.
YoungJae lo miraba fijamente desde la otra punta del salón, su rostro expresaba una extraña mueca de desagrado y disgusto, pero sin embargo ocupaba sus mañanas en observarlo, no entendía, no lograba concebir que alguien como Daehyun fuera tan popular, el si quería podía ser como el, solamente debía hacerse el despreocupado e ir mintiendo por la vida, o así es como Jae lo veía. El salón quedo vacío y YoungJae se dispuso a pararse e ir a tomar el autobús para ir a su casa, se puso sus auriculares y comenzó a caminar fuera de la escuela al ritmo de una vieja canción de hip hop sin ningún apuro. Subió al autobús, y se sentó para la ventana en la fila de asientos dobles, solo. Su mente estaba llena de pequeños fragmentos de su día, pero todos con algo en común… Daehyun. Él no se daba cuenta del mucho tiempo que gastaba por pasarse pensando en su compañero de clase, pero era algo involuntario, él no lo hacía porque elegía hacerlo, si pudiera elegir… ¿no lo haría? YoungJae iba muy sumergido en sus pensamientos, recostado en el asiento como si no tuviera nada que perder.
El camino hasta su casa no era muy largo, pero de todas formas le había dado tiempo para sacar de su mochila su libro favorito y sentarse a leerlo así olvidar un poco sus extraños pensamientos. Abrió el libro en la página 50 y se adentró en la lectura que era uno de sus hobbies favoritos. De un momento a otro sintió a alguien sentarse junto a él, no le dio mucha importancia, estaba demasiado concentrado… pero toda esa concentración se desmorono cuando escucho la voz de su acompañante.
-Hey… ¿Tú eres mi compañero de clase verdad?-
-Ah?...- Levanto la mirada lentamente y se encontró nada más ni nada menos que con Daehyun. Por alguna razón su cuerpo se paralizo por un segundo y sintió una onda de calor subir por su espalda, como si fueran… como si fueran nervios. “Yah… ¿acaso me persigues?” pensó. –Em… si, YoungJae… un gusto-
-…Daehyun, Jung Daehyun~- él sonrió leve, como si solo quisiera quedar bien con su acompañante.
-hm…- por su mente paso un “Si, se quién eres” pero no iba a hacerlo quedar más popular y conocido de lo que ya era, así que solo se limitó a hacer un gesto con su cabeza y sonreír con la misma falsedad que el otro. YoungJae volvió la vista a su libro y leyó unas cuantas páginas más hasta que fue vuelto a interrumpir por su compañero.
-¿Lees? ¿Te gusta leer?- Dijo con una mirada un poco ilusionada. El levanto la mirada con una expresión de desagrado y extrañez.
-Si… me gusta leer. – Dijo arrugando la nariz y volviendo la mirada a su libro.
-Oh… ya veo. Ese libro… ¿es The five people you meet in heaven verdad?-
-Si… ¿Lo conoces?- Su mirada lo decía todo, transmitía un “¿Enserio?... ¿Tu hablándome de libros?”
-Em… no. Bah, sí, pero no lo leí, leer es… es aburrido.- Daehyun estaba mintiendo, era su libro favorito, lo había leído unas cinco veces y sabia partes de memoria… pero claro, la reputación. No era el mismo con el que YoungJae hablaba.
-No… leer es divertido. Pero, no importa- La mirada de desagrado de YoungJae no era para nada sutil y eso a Daehyun le afectaba… un poco solamente. -…Pues yo me bajo aquí, nos vemos-
YoungJae guardo su libro y se levantó haciendo un gesto con la mano transmitiendo un adiós poco gentil y bajo del autobús con una lluvia de pensamientos sobre lo que acababa de ocurrir. En su asiento Daehyun se deslizo golpeándose la frente y soltando un suspiro.
-Tonto…tonto, tonto, tonto.- se repetía a si mismo en voz baja. YoungJae camino a hasta su casa pensando lo estúpido que aquel tipo podía ser, “leer es aburrido…hm, que tipo estúpido, dudo que tenga algo dentro de su cabeza” Si bien sus pensamientos no eran los mejores ni los más amables, no podía sacárselo de la cabeza y eso no le gustaba mucho.
Los días pasaron, y el fin de semana transcurrió como cualquier otro pero con una simple y pequeña diferencia… YoungJae no se sentía igual, todo su fin de semana se había basado en pensar en su compañero de clases, no entendía porque todo lo que hablaba o pensaba lo llevaba a él y eso le irritaba, Daehyun no le caía para nada bien desde aquella vez en el autobús que, para aclarar, había sido la primera y única vez que habían hablado. Sin embargo, sus pensamientos cada vez se hacían más intensos y repetitivos, aunque trataba de evitarlo siempre estaba ahí el y su “Hey… ¿Tu eres mi compañero de clase verdad?” Tan irritantes como su hipócrita sonrisa. Aunque YoungJae inconscientemente, desde que llego a la escuela, se la pasaba observando y pensado en Daehyun últimamente aquello se había incrementado por mucho.
Ese fin de semana sus pensamientos colapsaron y aquel lunes siguiente Jae no quería ni siquiera oír el nombre de su popular compañero. Para su mala suerte lo primero que vio al entrar aquel día al salón fue a SunHwa pero ella no estaba sola, estaba con su amado novio sentado a su lado. YoungJae los vio haciendo una mueca de asco y se dirigió hacia su asiento al fondo del salón, pasando por el lado del insoportable chico el cual extrañamente lo siguió con la mirada. El timbre de principio de clases sonó y el Profesor Kim entro en el salón… con un anuncio muy, muy importante…
-Muy buenos días alumnos, hoy tenemos una tarea un poco distinta… Forme grupos al azar de cinco integrantes cada uno, no se admiten cambios, cada grupo deberá presentarme una monografía sobre un libro al azar que yo les daré. Repito, no se admiten objeciones.- El profesor tomo su lista y empezó a decir los grupos, el corazón de YoungJae iba incrementando su ritmo a medida que veía que tanto el como Daehyun no eran nombrados en distintos grupos, no quería estar con él. No. –Grupo 6: Moon JongUp, Yoo YoungJae, Han SunHwa, Song JiEun y…- aquel segundo pareció eterno. –Jung Daehyun. ¿Listo?... Reúnanse y les daré su libro.- Excelente… ahora debía estar en una tarea sobre libros con aquel egocéntrico al que no le gustaba leer. Jae quería desaparecer.
El grupo se reunió alrededor de un conjunto de mesas y el profesor dejo el libro. Daehyun lo tomo con rapidez para ser el primero en verlo y sus ojos se iluminaron, se veía ilusionado.
-Ya… dinos que libro nos tocó.- Dijo JongUp poniendo los codos en la mesa.
-Ah?...-Daehyun levanto la mirada del libro saliendo de su transe al ver su portada y aquella mirada de ilusión de escondió torpemente tras el falso ego que el poseía ocultando su amor por los libros. –Em…oh…n-no lo sé, un libro raro… YoungJae, toma, tu lees estas cosas aburridas- Jae tomo el libro regalándole a Dae una mirada fulminante llena de odio y lo miro quedándose sorprendido ante lo que estaba viendo.
-The five people you meet in heaven?... Ya lo leí.- Él sabía que había algo raro en Daehyun a la hora de hablar de libros, pero no sabían precisamente que.
-¿Entonces tu harás el trabajo verdad? – Dijo JongUp con una sonrisa de satisfacción.
-… ¿Q-que? P-pero yo…-
-Yah~, YoungJae, hazlo, eres el único que lo leyó y que le molesta tener una buena nota o hablar sobre libros- Los demás rieron ante el comentario de Daehyun, Jae lo miraba e imaginaba en su mente como podía hacer para matarlo sin que nadie se dé cuenta de tantas ganas de golpearlo que tenía. Pero no podía negarse, por alguna extrañísima razón, a lo que Daehyun le pedía, resoplo y aliviano su mirada para contestarle al chico un poco desconcertado con sí mismo.
-…Esta bien, pero en las reuniones lo mismo tendrán que estar todos… al menos den presencia.- ¿Porque le estaba haciendo caso? Se sentía totalmente extraño, como si Daehyun tuviera algo en su mirada que no le permitía resistirse.
El tiempo paso en la hora de clases y mientras todos causaban alboroto YoungJae terminaba de leer su libro favorito, completamente compenetrado en ella… tanto que no se dio cuenta de las fugaces miradas de reojo que Daehyun le regalaba cada minuto que pasaba. Jae termino y subió la mirada listo para escribir las ideas principales del libro, encontrándose con SunHwa sentada en las piernas de Daehyun haciendo comentarios dulces llenos de hipocresía de su parte, a Jae por alguna razón le molestaba demasiado el hecho de que Daehyun y SunHwa estén juntos, siempre le molesto, pero nunca supo porque. Pero esta vez era tenerlos demasiado cerca, amándose sin amarse, regalándose besos y abrazos falsos, como si fueran de humo. YoungJae odiaba a SunHwa, la aborrecía, incluso más que a Daehyun, y la odiaba aún más cuando se acercaba a él… acaso estaba… ¿Celoso? , Jae sacudió su cabeza para sacarse aquellas ideas raras de la mente. Daehyun seguía mirándolo de reojo, lo miro casi toda la hora del profesor Kim, hubiera sido la hora entera si sus miradas no se hubiesen encontrado casi al final del periodo. YoungJae miraba de reojo a Daehyun involuntariamente, simplemente su mirada se dirigía hacia el solo para ver que hacía, sin ninguna razón en particular, y aunque Daehyun si tenía sus razones, sus ojos también bailaban al compás de las facciones de YoungJae tan concentrado en su trabajo, fue así como ambos se dedicaban segundos de sus miradas hasta que el ritmo de estas se sincronizo y sus miradas se clavaron en el otro como un puñal en el corazón. Ambos se miraron por unos cuantos segundos sin decir absolutamente nada, unos cuantos segundos que parecieron eternos, pero por razones… casi desconocidas, no fue algo incómodo, sino algo que a ambos les transmitió seguridad y tranquilidad, como si sus miradas estuviesen hechas para fusionarse.
Luego de eso sus miradas no se cruzaron más y el timbre sonó para salvar a Jae de hacer todo el trabajo solo.
-Deberemos hacer una reunión para terminar este trabajo, alguien deberá ofrecer su casa…- Dijo Jae soltando un suspiro de cansancio.
-Yo lo hare, mis padres están fuera de la cuidad, será divertido-
-Sí, vamos a la casa de Dae~, será muy divertido- SunHwa se ganó una mirada de odio al decir aquello mientras tocaba los labios de Daehyun… otra vez aquel sentimiento extraño en YoungJae, ese sentimiento que por desgracia no podía controlar.
-Hm… Okay, después nos pasas los detalles por mensaje de texto.- Y Jae se levantó hacia su mesa en el rincón más recóndito del salón. Daehyun lo miro alejarse, en trance, distraído, siendo despertado por JongUp que lo tomaba del hombro para salir al patio por un momento.
El día paso, más bien los días, aquel mismo lunes YoungJae había recibido el mensaje de parte de Daehyun donde detallaba todo para realizar el proyecto, el miércoles en su casa a las 6. El miércoles llego, y Daehyun se encontraba en casa preparando la sala para que este decentemente arreglada ante sus invitados. Ya a las 4:00 su celular sonó, un mensaje, JongUp.
“Eh, amigo, no podré ir hoy a la cosa esa, de todas formas solo iba a ir a molestar. Nos vemos mañana en la escuela.”
A Daehyun no le importaba, solo se encogió de hombros y siguió con su tarea… siguió hasta que su celular volvió a sonar, otro mensaje, esta vez era SunHwa.
“Amor, no podré ir hoy, cuídate. Oh, JiEun está enferma, creo que tampoco podrá ir.”
Daehyun volvió a encogerse de hombros, mejor si nadie venia, así él podía quedarse mirando televisión o haciendo algo más entretenido… ¿Leer tal vez? Tiro su celular en el sofá y fue hasta el refrigerador por algo para comer cuando sus neuronas hicieron sinapsis y su corazón se paralizo. “JiEun, SunHwa y JongUp no vienen… YoungJae sí.” Algo así como si una ola de calor subía por su espalda y se acumulara en sus mejillas haciendo que tornaran de un color rojo fuerte. Miro al techo por algunos segundos pasando las manos por su cara, caminando de un lado a otro sin saber que hacer… hasta que el timbre sonó. Su mirada se dirigió exactamente hacia la perilla de la puerta, tomo un gran respiro y se acercó a ella como si nada pasara, abrió la puerta con seguridad, y se encontró con un YoungJae que lo dejo absolutamente perplejo.
-Hola… ¿puedo pasar?- Dijo despreocupadamente ante la mirada perpleja de su compañero. Nada de gafas cuadradas, aquel peinado lleno de gel y chalecos de lana tejidos por la abuela, unos pantalones ajustados, una camisa semi-desprendida y su cabello un poco ondulado y despeinado.
-C-c-claro… pasa. Los demás me temo que no podrán venir.- YoungJae trago saliva algo nervioso después de ese comentario.
-¿No vendrán?...P-pero ¿Porque?- Lo miro un poco nervioso, aunque no sabía realmente la razón por la cual se sentía así.
-No… la verdad no se la razón solo sé que JiEun está enferma. Te ayudare si lo necesitas- Jae lo miraba un poco extrañado, ¿Porque era diferente con él a cuando estaba rodeado de sus amigos? De todas trato de omitirlo por mucho que le costara y actuó natural.
-Oh… Okay, sé que tienes ideas sobre este libro, no cualquiera lo conoce…- saco el libro de su mochila y se lo extendió para que lo tomara. Ante la mirada aun perpleja de Daehyun por muchas razones.
-… ¿Cómo lo supiste?- Tomo el libro rápidamente con el ceño fruncido y se sentó al lado de su compañero.
-Soy un lector con años de experiencia, reconozco a alguien que le gustan los libros hasta a kilómetros de distancia- YoungJae le sonrió leve, se sintió raro luego de dedicarle aquella sonrisa, como si… quisiera dedicarle más sonrisas, más amplias, mas verdaderas. ¿Qué rayos le pasaba?
-Oh… debí imaginarlo, no se lo digas a nadie ¿sí?- Daehyun desconecto sus miradas un poco incómodo y miro al suelo con el libro en manos.
-Está todo bien, olvidemos el “leer es tonto”… ahora, debemos continuar con el trabajo.- Su mirada se puso seria, Daehyun acerco su silla a la de él provocando que se pusiera un poco nervioso.
-Okay, ¿debo leer algo en especial?- Dijo con una sonrisa pícara, como si tramara algo.
-Em… hm, eh, s-si… página 10, por favor.- Dijo tratando de evitar su mirada, y Daehyun acerco aún más su silla.
-Okay… comenzare a leer~- Daehyun siguió mirándolo con aquella sonrisa extraña en el rostro.
-Ha-hazlo~- El nerviosismo crecía y la tensión entre ambos también. Y Dae empezó a leer, la página menos indicada.
-“…Toda vida tiene un instante de amor del de verdad. Para Eddie, el suyo tuvo lugar una cálida noche de septiembre…”- Y se acercó un poco más… -“… Eddie veía aquel momento, a ella despidiéndose con la mano, el pelo oscuro cayéndole sobre un ojo, y sentía el mismo acelerón arterial de amor.”- Y se acercó aún más, a centímetros de su compañero pero sin levantar la vista del libro.
Jae se sentía demasiado presionado, no sabía del todo que le pasaba y porque se sentía así, miraba fijamente la hoja color mate de su cuaderno, apretando sus puños, sin moverse, congelado, con una respiración que cada vez se hacía más pesada y la tensión más grande.
-¿Continuo?- Dijo Dae mirándolo a los ojos.
-¿Ah?.. E-Em… si.- Trago saliva y miro al suelo.
-“…Hiciste que te amara...”- YoungJae se sentía aún más tenso, Daehyun estaba más cerca. –“…Yo no quería...”- Mas tensión, mas cercanía. –“... amarte... Ssshhh.”- Más tensión. -... siempre lo sabrás, y siempre...”- Y exploto.
-¡BASTA!- y levanto la mirada con el ceño fruncido.
-¿Ah?- Y allí estaba esa sonrisa.
-Cállate.- Y sucedió.
En casi un impulso de menos de un segundo YoungJae se impulsó encima de Daehyun uniendo sus labios con los de su compañero, besándolo, descargando todos aquellos sentimientos que había guardado desde que comenzó el año, y ahí es cuando todo hizo clic, todo se conectó en su cerebro. Ya lo entendía… ya sabía a qué se debía todo… él estaba… enamorado. Enamorado de Daehyun. Daehyun quedo totalmente sorprendido ante la reacción de Jae, pero no hizo nada para evitarlo, al contrario Daehyun tomo el hombro de su compañero y lo atrajo más hacia él, prolongando el beso, demostrando lo que realmente sentía. Daehyun amaba a YoungJae desde la primera vez que lo vio, oculto sus sentimientos tras una cortina… una cortina llamada SunHwa, nadie sabía su verdaderos sentimientos, solo él… Pero ya era hora de dejar salir fuera todo lo que guardaba desde aquel primer día de clases, absolutamente todo. Se separaron cuando se quedaron sin aire, Jae toco sus labios mirando al suelo sin saber muy bien lo que le pasaba, camino unos cuantos pasos hacia atrás hasta chocar con la puerta principal de la casa.
-Y-yo… y-yo… no sé porque hice eso.- Dejo a Daehyun con las palabras en la boca y salió corriendo fuera de la casa-
-¡YOUNGJAE-AH! ¡ESPERA!- Abrió la puerta tras él y corrió hasta alcanzarlo, tomándolo del hombro haciendo que parara de golpe, dejándolos cara a cara. –Espera… no te vayas.-
-Y-yo… yo no pude besarte… ¿Por qué me gustas?, A mí no me gustan los chicos.- Empujo a su compañero con furia, este solo lo miraba tratando de entender sus sentimientos.
-Ya… Jae, no digas eso.- Trato de tomar las manos del otro recibiendo otro empujón.
-NO ME TOQUES… yo… estoy confundido.- Miro al suelo apretando sus puños.
-…no puedo creerlo…-
-Pues créelo…-
-N-no, no es eso…Mira allá.- Daehyun señalo hacia un bar en la esquina opuesta, allí estaban SunHwa y JongUp, compartiendo besos y caricias, a espaldas de su amigo. Jae levanto la mirada y siguió el dedo del otro abriendo los ojos a su máxima capacidad al ver la imagen que se presentaba ante sus ojos.
-L-lo siento mucho Daehyun…- Dijo totalmente apenado.
-No… en realidad no me duele, nunca sentí algo por ella en realidad, p-pero… si por… por ti YoungJae.- Miro al suelo totalmente sonrojado, sacando fuerzas desde el fondo de su corazón para decir todas aquellas palabras. Jae lo miro con toda la seriedad del mundo.
-No sé si creerte.-
-¿Qué?... ¿Porque?- Dae lo miro completamente confundido.
-Ocultas lo que te gusta por mantener tu reputación, ¿cómo sé que todo esto es verdad?- Algo dentro de sus ojos expresaba duda y tristeza.
-… ¿Sabes qué?, ven.- Tomo con ira la muñeca del otro y se acercaron a la mesa donde JongUp y SunHwa se encontraban, haciendo que esto se sorprendieran y se separaran en un instante.
-D-Daehyun… y… ¿YoungJae? ¿Eres tú?- SunHwa estaba totalmente sorprendida y avergonzada.
-Hermano, esto no es lo que crees- Dijo JongUp negando con la cabeza rápidamente.
-NO… no hablen, si es lo que creo pero no me importa, pues vengo a otra cosa. ¿Saben qué? Amo leer, tengo cierta alma de nerd. ¿Saben que más? Odio ser popular… Otra cosa, SunHwa, en realidad te odio… con todo mi corazón. Oh… y una última cosa…- YoungJae, JongUp y SunHwa estaban demasiado sorprendidos ante la actitud de Daehyun. -…Amo a este chico. Lo amo como jamás he amado a nadie.- Lo siguiente fue lo más sorprendente, Daehyun tomo a YoungJae y lo volvió a besar, lo beso frente a la gente por la cual mantenía sus sentimientos en secreto, dejando en claro que jamás de los jamases conocieron al verdadero Daehyun. Jae correspondió el beso con una sonrisa de oreja a oreja… era verdad, el si lo amaba.
-Yah… Daehyun, no tienes nada que probarle a estas personas, solo se tú mismo.- YoungJae tomo a Daehyun de la mano provocando que el otro se sonrojase y lo llevo lejos de la vista de cualquiera. –Yo… Te amo. Es raro… pero te amo.- Dijo comenzando a reír despacio y sonriendo, dedicándole la sonrisa que deseaba regalarle hace tiempo, acercándose lentamente y tomándolo del rostro para besarlo una vez más.
-Prometo amarte y hacer que ames al verdadero Daehyun.- Correspondió el beso y con aquel roce de labios le dio a entender que esto recién comenzaba…