- Doble hacia la derecha unos 75 grados en 5 segundos-
-Suba las escaleras-
-Camine derecho unos 45 metros y doble en diagonal en 3,5 segundos-
-Se pasó de su destino-
— ¡Ah! -gritó frustrado el rubio desordenándose el cabello con ambas manos.
No tenía la menor idea de por donde iba.
“Te mandaré las indicaciones exactas a tu sID para que no tengas problemas en el camino.”
La imagen de la chica pelirrosa que lo había “ayudado” apareció en su cabeza haciendo que frunciera el ceño. ¿Qué no iba a tener problemas? Pues hace más de 15 minutos que no tenia la menor idea de donde estaba. Si no fuera porque la chica había sido amable al tratar de ayudarle se hubiera devuelto en ese mismo momento para gritarle que se metiera sus indicaciones exactas por donde le cayese.
— ¿Porqué Konoha tiene que tener una organización tan complicada ‘Ttebayo? -se preguntó dejando salir un suspiro de frustración mientras apretaba el primer botón de su reloj haciendo que la pantalla holográfica desapareciera — Creo que será mejor que busque por mi cuenta.
Comenzó a caminar a paso rápido ya que debía darse prisa si no quería que su querida abuela le diera una paliza por impuntual y “desconsiderado“. El edificio de Seguridad Pública realmente era grande y le hacia sentirse fuera de lugar. De donde él venia no habian construcciones así y mucho menos habian de esas maquinas parlantes personales de múltiples usos, camufladas en forma de reloj para los hombres y para las mujeres en forma de brazalete, que eran comandadas por una especie de “Súper computadora inteligente” llamada sID que registraba y dirigía la vida de todas las personas que vivían en Konoha, menuda estupidez. Había llegado a esta ciudad hace aproximadamente 5 horas, donde 15 minutos de estas las estaba pasando perdido en el lugar de trabajo de su abuela. Paró de caminar en medio de lo que parecía un pasillo y tuvo la impresión de que no iba por el camino correcto.
— Veamos. ¿Cómo funcionaba esta cosa? -se preguntó intentando recordar las indicaciones que le habian dado en el aeropuerto sobre el funcionamiento del sID.
Apretó el primer botón y la pantalla apareció sacándose una sonrisa por su hazaña.
— Hem… ¿Dónde estoy? -preguntó inseguro al holograma, se sentía estúpido hablándole a una pantalla.
-Piso 7. Pasillo número 23 del Departamento de Seguridad Pública de Konoha. Zona personal privada-
Le contestó una voz femeninamente robótica de su sID mostrándole una especie de mapa señalando su ubicación exacta con un punto rojo.
— ¿Zona privada? -preguntó para sí notando que en ese pasillo solo había una enorme y elegante puerta al fondo. Se concentró en analizar la susodicha sin percatarse de que su sID había comenzado una búsqueda para responder su pregunta — Si esta es una zona privada y solo hay una oficina -murmuró analizando rápidamente el lugar — ¡Esta debe ser la oficina de Tsunade obachan ‘Ttebayo! -gritó finalmente con una sonrisa ante su predicción.
Volvió a apretar el primer botón de su reloj para apagar el holograma sin prestarle atención a la información que había aparecido con la fotografía de Sasuke en ella.
Corrió rápidamente hacia la puerta parando justo delante de esta, comenzó a arreglarse un poco la ropa y el cabello para verse mas presentable. No pudo evitar suspirar algo nervioso al verificar la hora. “25 minutos tarde, Naruto”, se regañó a si mismo para hacerse una idea de lo que le esperaba allá adentro. Ya mentalmente dispuesto puso la mano en la perilla de la puerta para abrirla lenta y cuidadosamente.
— Ya estoy aquí, Tsunade oba…-se calló de golpe cuando metió por completo la cabeza con la intención de verificar si la mayor pretendía lanzarle algo desde su escritorio pero no había ningún escritorio en ese lugar, es más… ni siquiera era una oficina.
“¿Una habitación?”
La respuesta a su pregunta le llegó casi inmediatamente cuando sintió que su espalda era arrinconada rudamente contra una de las paredes de la habitación haciendo que cerrara los ojos adolorido.
— ¡¿Qué haces aquí?! -le gritó una voz gruesa y bastante enojada. Abrió los ojos exasperadamente encontrándose con los oscuros de su atacante que lo tenia arrinconado con el antebrazo haciendo presión en su garganta para quitarle el aire de apoco, cosa que estaba consiguiendo, pero no a causa de eso — ¡Responde! -le exigió apretando con mas fuerza haciendo que se despabilara.
— E-estoy perdido ‘Ttebayo -respondió con dificultad por la presión ejercida en su garganta — Pensé que esta era la oficina de… -su explicación fue interrumpida en el momento que el pelinegro le dio media vuelta haciéndole una llave dejándole de cara contra la pared.
— ¿Crees que me creeré una excusa como esa? -le preguntó en el oído ejerciendo más presión en su muñeca. Un escalofrío recorrió el cuerpo del rubio cuando el aliento tibio que salió de la boca del moreno al hablar chocó contra la sensible piel de su oreja e instintivamente se le cruzó por la cabeza que su voz era terrorífica, terroríficamente excitante.
El sonido similar al de cuando contestas el teléfono se escuchó en toda la habitación llamando su atención. Miró a su atacante por encima del hombro notando que este volteaba la mirada hacia una mesa de noche en donde habian restos de lo que parecía una pantalla plana de tamaño pequeño. ¿Qué rayos era esa cosa?
»¡Sasuke-kun!¡No hagas algo impruden-!«
El nombrado pateó el respaldo de la mesa botando los restos de la pantalla para cortar la llamada. Había reconocido esa voz casi de inmediato, si no se equivocaba era de la chica pelirrosa de hace un rato.
— ¿Cómo te llamas? ¿Quién te envió? -oyó que le preguntaban desde atrás mientras sentía que el otro ejercía más fuerza en sus muñecas para luego agarrar algunos de sus mechones rubios obligándolo a inclinar la cabeza hacia atrás para luego llevarla hacia adelante golpeándose con la pared bruscamente pero no tan fuerte como para dejarlo inconciente.
El reciente golpe lo había aturdido un poco y le había hecho perder la noción del tiempo haciendo que se le hiciera imposible formular alguna palabra para contestar.
Sasuke frunció el ceño ante el mutismo del otro, así que decidió investigar por su cuenta. Movió la mano que no sujetaba las muñecas del rubio para apretar el botón de su reloj.
— Quiero su información. Ahora -le ordenó el pelinegro a la pantalla e inmediatamente una extraña luz recorrió el cuerpo del otro de pies a cabeza.
-Es imposible acceder al perfil requerido-
— Tsk.
El agarré en sus muñecas se incrementó haciendo que un gemido de dolor saliera de sus labios pero gracias a ese agarre volvió en sí tomando conciencia de su posición en ese momento. Se estaba cansando de ser la presa pero sabia que si atacaba al maldito detrás de él podría traerle problemas.
— Naruto -murmuró y su agresor le volteó alzando sus muñecas dejándolas por encima de su cabeza aun siendo sujetadas.
— ¿Qué dijiste?
A pesar de que se encontraba en una situación peligrosa no pudo evitar pensar que el desgraciado que le estaba atacando tenia unos ojos demasiado hermosos para este mundo. Quiso golpearse el mismo en ese momento para dejar de pensar cosas así.
— Mi nombre es Naruto -contestó sin despegar su mirada azulina de las oscuras del otro — Uzumaki Naruto -especificó rogando internamente que el moreno aflojara un poco el agarre.
Naruto observó como en el rostro serio de su atacante aparecía una leve sonrisa que le causó un terrible escalofrío, esa sonrisa sin duda daba miedo pero el rubio lejos de temblar asustado se sentía de alguna forma extraño.
— Mientes -pronunciaron con fiereza los finos labios del moreno para luego chasquear la lengua y finalmente volver a cerrarlos. No pudo evitar murmurar acongojado en respuesta.
— No lo hago.
— ¿Entonces porqué mi sID no puede mostrar tu información, eh? -cuestionó el Uchiha desconfiado y aun a la defensiva.
Estaba a punto de contestar a la pregunta cuando una voz un tanto chillona para su gusto hizo eco en la habitación.
— ¡Déjalo, Sasuke-kun! -gritó Haruno entrando a la habitación para colocarse en medio de los dos sujetando a Sasuke de los hombros tratando de separarlo — Él es el nieto de Tsunade-sama y debió haberse perdido en el camino. ¿Verdad? -se volteó hacia él. Le respondió asintiendo la cabeza — ¿Ves? No hay de que preocuparse -le dijo con una sonrisa nerviosa y entonces el moreno soltó el agarre haciendo que sus brazos cayeran casi a peso muerto.
Una vez más esa chica le había ayudado, quizás la invitaría a salir más tarde para agradecerle. Miró hacia su atacante que no le despegaba la vista de encima, en ese momento no le incomodó si no que se sintió algo alagado por el hecho de esas hermosas pupilas grisáceas estuvieran pendientes de él y solamente de él. Sonrió tranquilo en un intento de calmar el ambiente y el otro volteó la mirada frunciendo el ceño enojado.
— Usuratonkachi.
Un tic apareció en una de sus cejas doradas e inmediatamente hizo un análisis rápido de ese moreno.
“Puede que sea atractivo pero tiene un carácter de mierda ‘Ttebayo”
— ¿Eh? -preguntó confuso cuando la chica se volteó hacia él apuntándole con una luz que salía de su brazalete — Que…
-Respiración agitada. Ritmo cardiaco disminuyendo hasta lo normal-
Abrió los ojos sorprendido, no sabia que el sID también podía analizar las funciones vitales. Definitivamente tenía que buscar a alguien que le enseñara a usar esa cosa. Haruno se volteó hacia Sasuke con la intención de hacer lo mismo pero este le mandó una mirada fría.
— A mí no me monitoreas. Sakura -le dijo cortante sin despegar la mirada de ella. La chica pareció temblar al ser el punto de atención del moreno y decidió apagar su sID haciendo que Sasuke se volteara satisfecho.
“¡Bingo!” gritó internamente al comprobar de que su análisis era correcto, ese chico tenia un carácter muy pero muy… especial. “¿Porqué tendré que ser tan genial ‘Ttebayo?” ante ese pensamiento sonrió haciendo que la chica levantara una de sus cejas rosadas confundida. Se concentró en analizar rápidamente el lugar en donde estaba, parecía que era la habitación del moreno y sabía que no se equivocaba porque ¿Para qué lo hubiera atacado ese chico si no era su habitación? Pero otra pregunta surgió junto con esa al percatarse de que además de una enorme cama había un espacio separado que era la cocina y una puerta al fondo que podría deducir que era el baño ¿Qué hacia una habitación como esa en un departamento de policía? Y además ¿Porqué esa era la única habitación en el pasillo 23? Su sID le había dicho que era una zona privada, miró al moreno que permanecía de brazos cruzados que le devolvió la mirada cuando sintió la azulina clavada en él. Sus ojos se abrieron exasperadamente al ver sin querer una fotografía detrás del moreno, era una fotografía de un hombre de aparentemente unos 28 años y que tenía un enorme parecido con el pelinegro delante de él. Lo conocía.
— ¿Qué tanto miras?. Usuratonkachi -le preguntó molesto, pensando quizás que lo estaba mirando a él y no a la fotografía detrás de él.
— Nada -contestó maliciosamente mientras una sonrisa aparecía en su rostro — Ni que fueras la gran cosa para estarte mirando. Teme.
Vio que la chica pelirrosa se tensó cuando terminó de hablar y supo porqué cuando Sasuke le dio un puñetazo en la nuca haciéndole caer afuera de la habitación.
— Cuida tus modales. Uzumaki -le escuchó decir. Levantó la mirada del suelo limpiando un poco la sangre que cayó de su labio con la mano para luego mirar al desgraciado.
El Uchiha tembló un poco ante la fiera mirada del rubio, todo el tiempo en el que estuvo sometiéndole no le había mirado de esa forma, ese chico era realmente alguien de quien desconfiaba, con la mirada buscó a Haruno y la chica entendió e inmediatamente salió de la habitación y se acercó al rubio para ayudarlo.
— La próxima vez que te encuentre merodeando cerca de este lugar… -vio como agarraba la perilla de la puerta mientras decía eso — Te mataré -y la cerró.
Se hizo un ligero silencio entre él y la chica pelirrosa, la tensión en el lugar aun estaba presente y él tenia el presentimiento de que a pesar de que el moreno tuviera la puerta cerrada aun los estaba observando.
-Respiración tranquila. Ritmo cardiaco normal-
La voz robótica hizo que se fijara en la pelirrosa algo asustado. Definitivamente no le gustaba que una maquina estuviera pendiente de sus signos vitales, así que rió nervioso.
— Mh. Es la primera vez que conozco a alguien que este tan calmado luego de recibir una amenaza por parte de Sasuke -dijo ella extendiéndole la mano para ayudarle a levantarse — No sé si eres muy valiente o muy tonto -bromeó y el rubio rió en respuesta mientras se levantaba.
— Creo que soy un poco de ambas ‘Ttebayo -dijo rascándose la nuca despreocupado — Es la segunda vez que me ayudas. Hem Gracias -le dio una breve reverencia y la chica hizo lo mismo.
— No hay de qué -le contestó con una amable sonrisa pero luego se quedó callada y alzó una ceja — ¿Cómo llegaste aquí? ¿No te había dado unas indicaciones para que no te perdieras?.
Tragó duro y rió nervioso antes de contestar la pregunta.
— No entendí las indicaciones -contestó volteando su rostro para no mirarle, se sentía avergonzado — Aún no manejo muy bien esta cosa -no pudo evitar fruncir el ceño al concentrar su vista en el reloj que tenia en la mano derecha.
Haruno levantó una ceja y apretó el botón de su brazalete para luego escribir algo en la pantalla holográfica.
-Es imposible acceder al perfil requerido-
Abrió los ojos exasperado para luego mirar a la chica junto a él notando que los ojos verdes de esta lo observaban desconfiados. Estaba a punto de decir algo para tranquilizarla cuando su sID comenzó a sonar repetidas veces asustándolo.
— Es una llamada. Contestas con el segundo botón de tu reloj -al parecer la chica se había dado cuenta de que no tenia la menor idea de que pasaba.
— Gracias -agradeció nuevamente sonriendo para luego hacer lo que ella dijo.
Se puso pálido al reconocer la voz de la persona que lo llamaba. Eso definitivamente no era nada bueno.
»¡NARUTO!«
No pudo evitar dar un salto asustado cuando su abuela gritó su nombre al otro lado de la línea.
— T-Tsunade oba-
»¡¿Sabes cuanto tiempo llevo esperándote?! ¡40 minutos!«
Haruno comenzó a caminar y él la siguió nervioso.
— ¡Es que tuve un problema ‘Ttebayo! -gritó a la pantalla mientras caminaba a paso rápido junto con la pelirrosa — ¡Esos 40 minutos de retrazo son culpa de lo grande que es este lugar!¡No sé cuanto tiempo llevo perdido ‘Ttebayo! -si no fuera porque la chica le agarró de un brazo para empujarlo hacia a un lado hubiera chocado con una pared por ir hablando con la pantalla sin mirar por donde iba.
»¡¿Y no se te ocurrió pedir indicaciones, baka?!«
Una piedra le cayó encima mentalmente. ¿Qué si se le ocurrió? Pues claro ¡PERO AUN ASI TERMINÓ PERDIDO!.
— ¡Lo hice! -gritó- ¡Pero lo único que me dijo el tipo de recepción es que tenia que subir al piso no sé cuanto en la escalera no sé qué junto al masetero de la oficina de no sé quien! ¡Y DESPUES ME DIJO QUE TENIA PINTA DE TENER EL PENE PEQUEÑO ‘TTEBAYO!
»¿Cómo puedes decir algo como eso en voz alta? ¡¿Acaso no tienes sentido de la decencia?!«
Supo que su abuela tenia razón cuando se dio cuenta de que habian llegado a una zona repleta de empleados y todos le estaban mirando como si trataran de comprobar que lo que había dicho era cierto. Se volteó cuando sintió que le golpeaban suavemente con un dedo en el hombro y prefirió no haberlo hecho al ganarse una cachetada por parte de la pelirrosa que estaba muy sonrojada.
»¡No quiero más excusas! ¡Te quiero en mi oficina en menos de un minuto Y SERÁ MEJOR DE QUE LLEGUES ANTES DE O NO QUERAS SABER LO QUE TE ESPERA!«
La llamada se cortó y a la vez su respiración. ¡Tenia que encontrar la manera de llegar pero YA!
— Sígueme -escuchó a la chica decir y él solo pudo asentir agradecido.
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-Es imposible acceder al perfil requerido-
Frunció el entrecejo molesto. Era el tercer intento que hacia para tratar de saber más sobre ese rubio idiota de hace un rato pero su sID no tenia ningún registro de él, ni siquiera el lugar de residencia.
-Ritmo cardiaco subiendo-
Estiró el brazo golpeando la pared con este para así apagar el reloj. Lo último que quería era que una maquina le estuviera monitoreando, no podía dejar de pensar en ese idiota, cada parte de él le daba desconfianza y su escasez de información en el sistema mas completo de Konoha no ayudaba a apaciguar ese sentimiento.
“Un momento”
Tuvo un pensamiento fugas al pensar en Konoha y cayó en cuenta de que existía una explicación bastante aceptable sobre el tema.
— “¿Es extranjero?” -pensó abriendo sus ojos negros exasperado, esa debía ser la razón. Estaba tan metido en sus pensamientos que no se dio cuenta que su sID estaba prendido y había contestado una llamada.
»Uchiha bastardo, se requiere tu presencia en la oficina de Tsunade«
Si había algo que le molestara mas que el sID era el subnormal de Sai.
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No quería estar parado ahí en ese momento, la razón por la que había venido a Konoha y el motivo por la que se ganó semejante golpiza por parte de ese chico pelinegro era por culpa del lugar en donde estaba en ese momento. Y realmente quería irse de allí.
— Si no fuera porque eres mi nieto ya estarías bajo un interrogatorio forzado y luego estarías pudriéndote en una celda por haberme hecho esperar. ¿Eres conciente de eso, verdad?
Asintió enérgicamente temblando de pies a cabeza. Estaba realmente cagado de miedo y eso que su abuela ni siquiera le estaba mirando.
— Tsunade-sama -dijo la pelirrosa haciendo una reverencia — Naruto-kun tuvo un pequeño conflicto con Sasuke-kun, ese es el motivo de su retrazo.
La rubia mayor que se encontraba mirando hacia la ventana dejando ver a los demás solo el respaldo de la silla se volteó hacia ellos — ¿Con Uchiha? -preguntó inspeccionando con sus ojos almendras lo rojas que estaban las muñecas del Uzumaki.
— Es que es un teme malhumorado ‘Ttebayo -contestó bajándose las mangas del chaleco naranjo para ocultar sus muñecas.
— Y tú un usuratonkachi retardado -oyó a sus espaldas y reconoció la voz de inmediato.
Se volteó dispuesto a encarar al desgraciado que estaba apoyado en el respaldo de la puerta de la oficina sin siquiera mirarle.
— ¿Qué haces aquí? -preguntó apretando los dientes en un intento de controlarse para no saltar encima de él.
— No estoy obligado a contestar -fue lo único que respondió el moreno para luego caminar hacia el escritorio de Tsunade — ¿Para qué me mandó a llamar?.
Tsunade levantó una ceja ante lo autoritaria voz del Uchiha para luego sonreír socarronamente — Ya veo que conociste a mi nieto -le dijo mirando a Naruto y Sasuke hizo lo mismo por encima del hombro — Según las ordenes de mi abuelo… -la rubia dudó en seguir pero se decidió- Uchiha Sasuke quedas destituido del caso Sharingan y tienes prohibido involucrarte en cualquier cosa relacionado con el.
Parece que la orden no fue del agrado del moreno y lo supo cuando Sasuke golpeó la mesa del escritorio con fuerza.
— No puede hacer eso -gruñó notablemente enojado — No puede -repitió.
— Claro que puede, tiene todo el derecho de hacerlo. No por nada es el jefe del Departamento de Seguridad Pú-
— ¡Me importa una mierda! -le gritó apretando los dientes tratando de controlarse. Naruto notó un brillo inusual en los oscuros ojos del otro — ¡Yo tengo más derecho en ese caso que cualquiera de ustedes juntos! ¡Hashirama debe estar conciente de eso!
Tsunade no aguantó más y se levantó de su silla para darle una cachetada al Uchiha que le devolvió la mirada sorprendido.
— Si mi abuelo lo dice debes cumplir con tu deber y obedecer -le dijo sobándose la cien con ambas manos — Además no es todo.
En el momento que dijo eso Sakura fue hacia su escritorio y sacó de el algunos papeles para luego entregárselos al Uchiha, que los recibió enojado y luego le dio otros al rubio que se mantenía al margen de la situación.
— El está al tanto de los riesgos que estas dispuesto a cumplir con tal de encontrar alguna pista que te ayude a encontrar a Itachi -los ojos de Naruto se abrieron un poco al reconocer ese nombre. Era el nombre de la persona que se encontraba en la fotografía que Sasuke guardaba en su habitación.
— “¿Acaso son familia?” -se preguntó analizando las facciones físicas del moreno que eran casi idénticas a las de ese hombre.
— ¿Y eso qué? -preguntó el Uchiha dejándose caer pesadamente en uno de los sillones que decoraban la oficina para luego leer los papeles que tenia en mano.
Se sintió amenazado cuando los ojos negros que antes estaban concentrados en leer se clavaron en él disgustados.
— Así es. Naruto será tu compañero.
— ¿Qué, QUÉ? -gritó al escuchar a su abuela e inmediatamente te dispuso a leer rápidamente los papeles que el tenia.
“Por orden de Hashimara y Tsunade Senju, Uzumaki Naruto quedas puesto en compañía de Uchiha Sasuke para ejercer sus habilidades en equipo para resolver una serie de casos en los que Konoha se ha visto afectada.”
— ¡Tsunade obachan! ¡No mencionó nada de esto cuando me trajo de Uzushio! -gritó releyendo una y otra vez la misma parte tratando en vano de comprobar si se había equivocado.
El Uchiha abrió los ojos exasperado. Lo que Naruto acababa de gritar dejaba comprobada su teoría de que el rubio era extranjero.
— Sasuke -llamó Tsunade al moreno- Naruto será tu compañero de hoy en adelante, trata de no meterlo en problemas - le advirtió y el Uchiha rió levemente.
— No me hago responsable de lo que le pase por inepto -contestó para levantarse y salir de la oficina pero no pudo seguir caminando ya que el Uzumaki lo había agarrado del brazo.
— No me cabrees, teme. Te lo advierto -dijo apretando más el agarre y acercándole mas a él.
Sasuke movió bruscamente el brazo logrando soltarse para luego encararlo — No me toques imbécil.
Sakura estaba a punto de intervenir pero lo que parecía ser una alarma sonó en todo el Departamento haciendo eco. Una enorme pantalla holográfica apareció en el escritorio de Tsunade llamando la atención de todos.
»¡Tsunade-sama tenemos una situación aquí!«
— ¿Qué sucede, Kiba? -preguntó la rubia poniéndose seria ante el nerviosismo y la cara de espanto que tenia el chico.
»Hay una mujer asesinada en el parque central pero… no es un homicidio normal«
Naruto alzó una ceja confundido.
— ¿A qué te refieres? -cuestionó la Senju.
La pantalla mostró una imagen casi de inmediato. Se volteó instintivamente al verla y pudo ver como Sakura se tapaba la boca aguantándose esas ganas de vomitar que lo estaban consumiendo a él también. Fijó su vista ahora en el Uchiha y notó como este apretaba los puños con fuerza.
— ¿Qué rayos…-murmuró Tsunade con sus ojos almendras bien abiertos- es esto…?-completó con un hilo de voz.
Tomó fuerzas de quien sabe donde y se dispuso a mirar nuevamente la pantalla. Una mujer estaba colgada con hilos saliendo de su espalda que parecían estar cocidos a ella, la sangre goteaba a montones desde la zona del estomago que se encontraba totalmente abierto dejando los órganos al descubierto. Un pequeño sonido que provino del cuerpo llamó la atención de todos los presentes que a los segundos fueron testigos de cómo los ojos que estaban abiertos de la victima explotaban por dentro y después como el cuerpo entero explotaba manchando completamente la pantalla de sangre.