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sID por Ckonny Nickole

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Notas del capitulo:

Perdonnnnn por actualizar tan tarde es que estoy llena de pruebas aaaaaaaaaaahhhhhhhhh bueno u.u En este capitulo sabran algo sobre el pasado desconocido de Naruto >:) Gracias por comentar y leer :DDD Espero que sea de su agrado

Estaba emocionado, era la primera vez que viajaba a otro país y compartir esa experiencia con su familia lo hacia mucho mas feliz. Miraba por la ventana moviendo sus pies al ritmo de la música que reproducía la radio del auto, no podía mantenerse quieto por la ansiedad. Dejó de mirar el paisaje rural de su ciudad natal para mirar a sus hermanos que estaban sentados junto a él en los asientos traseros. Su hermano mayor escuchaba música con los audífonos puestos ignorando todo a su alrededor con el gorro de su chaleco puesto mientras que su hermano gemelo, que estaba sentado al medio, movía el cuello de su camiseta aparentemente acalorado.

— ¿Por qué hace tanta calor? ¡Mamá me estoy asando aquí adentro! -se quejó el rubio sacándose su camiseta blanca quedando semidesnudo.

Kushina se volteó para mirar hacia atrás con una sonrisa.

— Es que tu siempre tienes calor. Menma -respondió la pelirroja en un gesto maternal para luego sonreír con picardía- No sé a quien habrás salido tan caliente ’Ttebane -dijo con malicia mirando hacia el asiento del conductor. Naruto no pudo evitar reír cuando su padre tosió nervioso.

— Yo creo que solo busca una excusa para no usar ropa ‘Ttebayo -dijo riendo con su propio chiste ganándose la mirada molesta de su hermano- ¿No has pensado en ser stripper o algo así?

— ¡Cállate! -le gritó enojado cruzándose de brazos- Cuando sea mayor me teñiré de negro y seré el mejor actor…

— Porno -completó interrumpiéndolo a propósito para molestar mas a su hermano quien levantó un brazo dispuesto a golpearlo. Menma notó que su madre alzaba el brazo de la misma manera así que desistió- A todo esto… ¿Por qué quieres teñirte tanto el pelo, Ttebayo? -no pudo evitar preguntar. Encontraba extraño que su hermano teniendo la misma edad que él, 12 años, pensara en cosas como esa.

— ¡Para no parecer una copia tuya, estúpido! -le gritó. Sus ojos azules se abrieron exasperados, definitivamente no esperaba una respuesta como esa.

Su madre se había quedado callada como si estuviera buscando las palabras adecuadas para dedicárselas a Menma. Su padre estaba apunto de hablar cuando el sonido de una canción poco conocida que no provenía de la radio del auto se escuchó, miró en dirección a su hermano mayor que sacaba algo de su pantalón, era su teléfono. Los ojos extrañamente cafés de su hermano se concentraron unos segundos en la pantalla del celular para luego cerrar la tapa de este y volver a guardarlo sin cambiar su expresión tranquila.

— ¿Era Konan? -preguntó su madre con una sonrisa suspirando algo como “Ah, el amor”.

— No. Era Itachi -le contestó sacándose el gorro del chaleco negro que portaba para luego abrir un poco la ventana haciendo que los mechones de su cabello anaranjado se movieran.

— ¿Itachi? -habló Minato por primera vez en todo el trayecto mientras frenaba en una gasolinera cercana- Últimamente lo he encontrado extraño.

— Quizás tenga problemas en su casa -dijo Kushina- Fugaku puede ser muy complicado -se encogió de hombros.

— ¿Sabes de quién están hablando? -le preguntó Menma en un susurro.

— Creo que es el amigo de Yahiko. El de las ojeras grandes -contestó también en un susurro algo cómplice y su hermano murmuró un “Ahh” en respuesta.

Sus ojos azules se concentraron en una llamativa escultura blanca de una paloma que estaba encima de la gasolinera, alzó una de sus cejas doradas al no encontrarle el chiste a esa cosa.

— Voy a comprar algunas cosas para comer en el camino -dijo Minato bajándose del auto- No me tardo -añadió antes de cerrar la puerta para luego caminar hacia la tienda que estaba junto con la gasolinera.

A penas su padre se perdió de vista dentro de la tienda su hermano mayor abrió la puerta que estaba a su lado y se bajó. Kushina estaba a punto de preguntarle algo cuando Yahiko se subió al asiento del conductor y encendió el auto pisando el acelerador después de murmurar un…

— Tenemos que salir de aquí.

A los pocos segundos de haber arrancado un sonido fuerte, muy fuerte se escuchó desde atrás y cuando se volteó para mirar por la ventana trasera junto a Menma sus ojos se abrieron horrorizados.

— ¡MINATO!

El gritó de su madre fue lo único que se escuchó cuando la gasolinera entera explotó encendiéndola en llamas al instante.

- ¡Uzumaki-sama es hora de levantarse!-

Abrió los ojos exasperado sentándose bruscamente en la cama reconociendo el cuarto de hotel que su abuela había preparado para él.

-¡Son las seis y treinta de la mañana! Recuerde desayunar apropiadamente para poder trabajar de forma adecuada durante el día-

Movió la cabeza lentamente hasta dar con una mini pantalla táctil al lado derecho de la cama. Un escalofrió le recorrió el cuerpo cuando esa cosa que parece que era un accesorio del sID habló con esa voz terrorífica que él mismo había escogido.


-Respiración agitada. Ritmo cardiaco en aumento-

Eso ya lo sabía y lo sentía, no era necesario que una maquina se lo dijese. Frunció el entrecejo aventando la frazada para luego levantarse y comenzar a estirarse frente a un espejo de cuerpo entero que estaba al lado de un armario. Miró su reflejo notando humedad en sus mejillas, había llorado entre sueños sin darse cuenta, llevó una mano a su cara limpiando los rastros de lagrimas que habian quedado para luego abofetearse el mismo.

— No seas débil Namikaze -murmuró con la mirada clavada en el espejo.

No era la primera vez que soñaba con “eso” en particular, ya habian pasado 9 años desde ese accidente, ahora tenia 20 años y no debía sufrir por ese hecho. Uno de los hechos que le habian obligado a irse de su ciudad natal y despedirse de toda la gente que conocía… y de su nombre.

»¿Desea algo para desayunar?

Abrió los ojos algo sorprendido cuando una voz diferente habló. Fijó su vista en la pantalla donde una imagen caricaturesca de un hombre vestido de jef le sonreía.

»Mi nombre es Teuchi y soy el jef de este hotel. Encantado de conocerlo, ¿Desea algo para desayunar?

— Em. ¿Hola? -respondió algo inseguro- Soy Uzumaki Naruto -dijo haciendo una leve reverencia sintiéndose algo idiota al presentarse a un avatar- Em… ¿Qué me recomienda?

»Según tu sID consumiste 67 calorías el día de ayer. Para desayunar te recomiendo que comas un tazón de nuestra especialidad para que recuperes fuerza.

— ¿Especialidad?

»Así es. ¡Un tazón de ramen especial!

— ¿Ramen? -cuestionó- ¿Qué es eso?

»Ya verás.

— Esta bien -dijo decidido. El avatar sonrió amablemente y se despidió con una leve reverencia que él imitó.

De donde él venia, Uzushiogakure, era un pueblo rural en donde solo se comía lo que cosechaban o pescaban, desgraciadamente la principal fuente de alimento eran las verduras y a él le daban asco. Pensó en salir a correr pero al mirar por la ventana se percató de que comenzaban a caer algunas gotas de lluvia haciendo que desistiera a la idea. Mejor sería salir a comer ese platillo que le habian recomendado.

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— Hermana Chiyo. Yo, tu hermano Ebizo que tan cerca de la muerte se encuentra, quiero dedicarte unas ultimas palabras antes de enterrar tus restos inmóviles e inertes…

El sonido de los llantos de las mujeres y niños eran como una especie de música de fondo que no podía faltar en cada funeral. Sus ojos verdes se centraron en una niña que caminaba hacia la foto de la asesinada y dejaba una flor blanca delante de ella.

— … ¿Puedes ver como el cielo llora por tu partida al igual como lo hacemos nosotros los presentes?…

Sujetó el paraguas con mas fuerza algo acongojada cuando la chiquilla corrió a los brazos de su madre llorando a lagrima viva.

— … de lo único que puedo reírme en este momento para evitar este dolor que me nace al no tenerte cerca, es del hecho de que fui yo el que ganó algunos días más de vida…

Su mirada se dirigió a un joven vestido con un largo abrigo que solo dejaba ver sus pies de color negro con un escorpión en la espalda que estaba al lado del que hablaba mirando hacia atrás ocultando su rostro.

— Siempre te recordaré, hermana Chiyo.

El hombre mayor dejó de hablar para acto seguido toser dificultosamente apoyándose del joven a su lado para no caer, éste no se movió de donde estaba. La gente comenzó a disiparse entre lamentos y ella también comenzó a salir del lugar.

— ¿Pudiste dar con él? -preguntó Ino que la esperaba en un auto afuera del cementerio.

— Supongo que sí. Pero no pude verle la cara -respondió cerrando el paraguas para luego subir al asiento del copiloto- Así que no estoy cien por ciento seguro de que sea su nieto.

— ¿Cómo es eso, Sakura? ¿No quiso dar la cara o qué? -cuestionó la rubia encendiendo el motor para luego mirar hacia atrás para ver si algún auto venia para salir del estacionamiento. Un auto avanzó y se cruzó ubicándose delante de ellas.

Estaba a punto de contestar cuando la lluvia se hizo mas fuerte y al chocar con la acera hacia que el ruido se incrementara. Ino tocó la bocina para que el auto que estaba delante avanzara de una vez.

— ¿Qué rayos está esperando ese idiota? -murmuró Ino enojada apretando enojada la bocina.

Miró hacia adelante viendo al mismo joven del funeral desde la ventana trasera del auto contrario, se le formó un nudo en la garganta cuando este se volteó y la miró dejando al descubierto su rostro. Él chico sonrió levemente y hizo un gesto con un dedo señalando al parecer la matricula del auto.

“FQ/06”.

Rápidamente la memorizó.

— ¡Por fin! -gritó Ino. Levantó la mirada de la matricula para mirar hacia adelante.

El auto había comenzado a avanzar y el chico ya no miraba hacia atrás si no que ahora aparentemente escribía algo en su sID, la ventana trasera del auto adquirió un tono oscuro impidiendo que siguiera viendo hacia adentro. Antes de que Ino doblará hacia la derecha para salir del estacionamiento pudo ver unos números que aparecieron en la misma ventana que ya no era transparente.

7415963/*7412369#8

Rápidamente los memorizó y encendió su sID para revisar si se trataba de algún código pero cuando estaba a punto de hacerlo Ino frenó de improviso el auto haciendo que se fuera hacia adelante. Escuchó el sonido de un disparo.

— ¡Sakura!

Inesperadamente la rubia se abrazó a ella y soltó el seguro del asiento para que cayeran hacia atrás cuando la ventana delantera se quebró haciendo que algunos pedazos se le clavaran en las piernas.

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Miró su reloj mientras caminaba hacia la gran puerta de metal que conduciría al sótano de uno de sus tantos, pero sin duda el favorito, de sus amantes. Comenzó a bajar las escaleras maldiciendo entre dientes lo frío que era ese lugar. No se sorprendió de ver al pelirrojo sentado en su escritorio con ese sonido de la pintura gotear de fondo.

— Por fin llegas.

Sus ojos celestes se abrieron exasperados cuando la voz de otro persona se escuchó en el lugar. El metal de las escaleras comenzaron a sonar al ritmo de alguien que camina.

— ¿Cómo te fue? -preguntó la voz gruesa desde algún punto de los niveles de la escalera. ¿Cómo no se había percatado de él?.

— No sé porque me mandaste a una misión tan de mierda como esa, Hm -respondió poniendo una mano en su cintura mientras alzaba la otra mano dejando al descubierto el tatuaje de una boca abierta en la palma de esta- Le disparé al vidrio.

— Deidara -el rubio tembló cuando la voz pronunció su nombre junto con un fuerte pisotón que hizo que el metal hiciera eco- Eso no fue lo que te pedí.

El mencionado miró hacia arriba con el ceño fruncido — Dijiste que comprobara si alguien estaba detrás de Sasori-sama ¡Y eso hice! ¡Eran policías, Hm!

Su voz hizo eco en el lugar. El pelirrojo se levantó de su escritorio y se apoyó en este para indicarle algo con la mirada. Deidara suspiró aguantándose el enojo para luego dirigirse hacia una esquina en donde había una camilla con un cuerpo que era ocultado con una sabana blanca, jaló de ella y dejó al descubierto el cuerpo.

— Te dije que comprobaras solamente -volvió a hablar la voz- Atentaste contra el Departamento de seguridad pública, ahora con mayor razón estarán tras nosotros. Estúpido.

— ¡Me tienes harto! -gritó el rubio. Sasori pasó caminando delante de él en dirección a la camilla- ¡Has el trabajo tú solo si eres tan inteligente, Pain! Hm

Se hizo silencio. Se cruzó de brazos malhumorado mirando con el ceño fruncido al pelirrojo que abría con una navaja el cuerpo de una mujer.

“Que lastima”

Pensó al percatarse de lo hermosa que era. Tenía largos cabellos negros azulados y gracias a que sus ojos estaban abiertos pudo apreciar los ojos tan negros y misteriosos que portaban.

— El cuerpo humano esta compuesto por alrededor de unos sesenta elementos químicos diferentes, muchos de los cuales se desconoce su finalidad en el organismo -dijo el pelirrojo concentrado en su labor- Se estima que un 96% de nuestro organismo se compone por cuatro elementos en particular: oxígeno, carbono, hidrógeno y nitrógeno, mayormente en forma de agua.

— El 4% restante se compone por otros pocos elementos y bien podríamos decir que el 99% del cuerpo esta compuesto por seis elementos: oxígeno, carbono, hidrógeno, nitrógeno, calcio, y fósforo -completó la voz gruesa con tranquilidad.

El rubio levantó una ceja — ¿Y eso a mí que me importa?

— Debería importarte -dijo cortante abriendo la piel desde el estomago hasta casi llegar a uno de los senos- Conocer cómo y de qué elementos se compone el cuerpo humano es algo fundamental para comprender su funcionamiento, sus mecanismos fisiológicos y la forma en que sus estructuras interactúan -explicó mirando de reojo a Deidara que mantenía su semblante de no importarle- El arte se basó desde un comienzo en el cuerpo humano. Tú te haces llamar artista, deberias saberlo.

— Tsk. ¿Te haces llamar? -cuestionó serio- ¡Soy un artista Hm! El arte es aquello que muestra su belleza perfecta por un instante y desaparece haciendo feliz al corazón -dijo seguro de si mismo mostrado una figurita que había hecho a medida que hablaba y luego le hecho un fósforo encima haciendo que explotara- ¡El arte es una explosión!.

— El verdadero arte se conserva durante años y mantiene intacta su belleza, como el cuerpo humano -contraatacó tranquilo el pelirrojo sacando el hígado de la mujer junto con los pulmones dejándolos en una bandeja plateada- Este cuerpo lleva dos años muerto y aún no se descompone. Eso es arte.

Deidara levantó una ceja para luego reírse — ¿Dos años? ¡Eso ni tú te lo crees!

El sonido de una puerta abrirse le llamó la atención. Se escucharon unos pasos caminar sobre el metal de una de las plataformas de la escalera.

— Pain -dijo una voz femenina desde algún lugar de la esclarea- Debemos irnos.

Los pasos volvieron a escucharse, en medio de la oscuridad pudo vislumbrar una rosa color blanca reconociendo a la persona recién llegada.

— ¿No crees que Itachi se molestara cuando se entere? -preguntó Sasori y el sonido de pasos se detuvo.

— No me interesa -le respondió la voz gruesa. El sonido de la puerta cerrarse hizo eco en el lugar.

Deidara suspiró para luego acercarse al pelirrojo que era un poco mas bajo que él para abrazarlo por detrás — Sabes que cuando ya no nos necesite nos matará ¿Verdad?.

El pelirrojo no contestó, solo siguió moviendo algunos órganos para luego arrancarlos de forma brusca.

— Es por eso que le diste el código a esa chica -aseguró acariciando una de las mejillas del otro para llamar su atención en vano. Frunció el entrecejo- ¿O acaso te gusta?

— Esta listo -dijo Sasori soltándose del agarre manteniéndose tan neutral como siempre- Asegúrate de dejarla en un lugar donde el mocoso la encuentre.

Deidara suspiró analizando mejor el cuerpo que ahora solo era un recipiente de carne y huesos sin órganos. Abrió los ojos exasperado al entender lo que Sasori le había preguntado a Pain. Sonrió cruelmente.

— Definitivamente Itachi se enojará.

— No debería ya que él la asesinó.

— Que cruel de su parte y de la tuya.

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-Lleva 15 calorías perdidas-

El cielo se había despejado y aprovechando que tenia los ánimos por las nubes salió a correr al parque. El desayuno había sido excelente, el ramen definitivamente sería desde ahora en adelante su comida favorita. ¡ERA EL MANJAR DE LOS MISMOS DIOSES!. De solo pensarlo el rubio estaba comenzando a babear, sabía que debía concentrarse en el caso que tenia entre manos pero después de lo que paso con el malhumorado Uchiha no quería ni aparecer en el Departamento, le llegaría un regaño después pero no le importabas. Por favor, llevaba aproximadamente un día y nueve horas en Konoha y no conocía nada de ella ¡Se merecía un día libre para hacerse al ambiente!. Entrecerró los ojos al ver cerca de un árbol al Uchiha que tomaba agua de una botella.

“Genial… lo que me faltaba”

Siguió corriendo dispuesto a ignorarlo y lo hizo. El moreno ni si inmutó ante su presencia cosa que le enojo. “Maldito arrogante”.

-Tiene una llamada entrante-

Escuchó mientras corría, parece que venia desde atrás, entonces pudo ver al Uchiha corriendo detrás de él.

»Sasuke, tenemos un problema«

— ¿Oba-chan? -cuestionó al notar reconocer la alterada voz de Tsunade. En ese momento Sasuke pasó corriendo delante de él haciendo que frunciera el ceño y se adelantara también.

»Sakura e Ino fueron atacadas a las afueras del Cementerio Central«

— ¿Cómo pudo pasar? Haruno y Yamanaka nunca salen sin el equipo de seguridad -escuchó al Uchiha preguntar. Éste se volteó para mirarlo y aumentó el ritmo.

Frunció el entrecejo y corrió mas rápido también echándole carrera.

»Estaban de incubierto en el funeral de la victima. Espera… ¿Estas con Naruto?«

Sasuke no contestó y solo se dedicó a mirarlo profundamente como si le analizara. El rubio molestó aumentó nuevamente el ritmo pero el Uchiha le alcanzó.

— Aquí estoy Tsunade-bachan -contestó por el Uchiha al ver que este estaba mas concentrado en ganar la supuesta carrera que en lo que le decía su abuela.

»Oh, Naruto. Supongo que ya has escuchado lo ocurrido«

— Ah. -suspiró cansado ya jadeando pero sin dejar de correr- Si, algo.

Sasuke detuvo su correr lentamente que le llamó la atención. Sus ojos estaban abiertos de par a par mirando algo hacia delante donde habian muchas personas cerca de una pileta.

-Ritmo cardiaco subiendo peligrosamente-

Mencionó el sID de Sasuke de la nada. Miró hacia la pileta y abrió los ojos exasperados.

— Madre…-susurró el Uchiha dejando caer la botella de agua que llevaba en su mano derecha.

»Sasuke ¿Sucede algo?«

Instintivamente se llevo ambas manos a la boca. El cuerpo de una mujer desnuda con el cabello cayendo sobre sus senos estaba amarrada alrededor de la pileta con dos esculturas masculinas que le sujetaban su área genital con un dedo y encima de la pileta un pájaro blanco idéntico al que encontraron ayer con el cuerpo de Chiyo. No supo en que momento Sasuke pasó corriendo empujando a toda la gente que estaba amontonada.

»¡¿Sasuke?!«

Escuchó la voz de su abuela antes de que Sasuke apagara el sID. De un momento a otro tuvo un pensamiento fugaz cuando el Uchiha comenzó a subirse a la pileta para desamarrar el cuerpo y la figura de arcilla brilló. La muerte de su padre y de cómo un brazo de él había caído en el parabrisas del auto que compartía con sus hermanos y su madre en medio de la explosión de la gasolinera.

 

 

 

 

Notas finales:

Y eso... xDDDD gracias por leer y comentar. Emm cambiaré el resumen del fanfic porque al principio no sabia que ponerle xD gracias!


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