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sID por Ckonny Nickole

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Notas del capitulo:

Hola! Oh... ya voy en el capitulo 5, bueno gracias a todas las personas que leen y comentan este fanfic.
¡Aqui les dejo la conti!

 

P.D: perdon si me demoro en actualizar, aun no tengo net xD

Calor, un calor asfixiante lo consumía por completo. El ruido de la cama chocar contra la pared cada vez se hacia más repetitivo, de la misma forma en la que le embestían.

— ¡Dios!

No pudo evitar gemir cuando su amante dio con ese punto dentro de él que le hacia jadear como nunca. Las manos que antes se posaban en su cintura subieron a sus pezones para acariciarlos suavemente mientras sentía como casi llegaba al ansiado orgasmo.

— ¡Sasori-sama!

El pelirrojo aumentó una vez mas el ritmo logrando el orgasmo en ambos. Sonrió satisfecho, si había algo que le gustaba de Sasori era ese extraño “don” de correrse al mismo tiempo que él.

— ¿Y bien? -preguntó Sasori a penas salió de su cuerpo para luego sentarse a un lado de la cama en busca de su ropa. Ni siquiera se veía cansado, no por nada era su maestro.

— ¿No puede ser un poco más cariñoso? Hm -bufó sentándose dificultosamente recuperando la respiración de apoco- ¿No te bañarás? - suspiró al no obtener respuestas, de Sasori nunca las tenia- Está en el bolsillo de mi abrigo -murmuró con el ceño fruncido mientras amarraba su cabellera rubia.

El pelirrojo se levantó ya vestido y se dirigió a la prenda colgada detrás de la puerta de un armario. Deidara vio como el pelirrojo metía la mano en el bolsillo de su elegante abrigo de terciopelo negro con una extravagante nube roja en el centro.

— Veintitrés cero siete -leyó Sasori el papel que había encontrado en el bolsillo- ¿Esto fue lo que te dio Kakuzu?.

— Es para lo que me pidió Itachi -contestó con pereza mirando el semen que resbalaba por sus piernas, el color le recordaba a la arcilla.

— No creí que Kakuzu compartiera con el Líder ese afán de ponerle códigos a todo.

— Al principio no lo entendí -dijo estirándose un poco sintiéndose algo débil por la acción anterior- Pero cuando Tobi me dio el resto de la información fue pan comido. Hm.

Levantó una ceja ante el mutismo en el que había caído el pelirrojo, pero no le extrañaba, él siempre era así. Sasori miró un rato el papel, los números escritos con una elegante tinta azul de algún lápiz bastante caro quedaron grabados en su cabeza, “23/07”.

— ¿Te quedarás? -preguntó Deidara tratando de romper el incomodo silencio.

— Tengo pedidos que hacer. No me gusta hacer esperar a la gente -contestó dejando el papel sobre una mesita de noche para luego salir de la habitación dejando a Deidara solo que solo se encogió de hombros como si nada.

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Sus ojos azules estaban clavados en algún punto indefinido sintiendo la suave brisa proveniente de la enorme ventana al lado de la cama en donde Sakura se había recostado. Era una habitación amplia, bastante lujosa para ser una habitación de enfermos normal pero aún así seguía teniendo el mismo color puro del blanco que tanto caracterizaba a un hospital. ¿Cuántas veces él había tenido que estar sentado al lado de una cama de hospital? Muchas, y siempre que lo hacia recibía una noticia desagradable que le ponía fin a su autocontrol…

— ¿Cuánto tiempo estarás en recuperación? -preguntó por lo bajo.

La chica lo miró un segundo antes de responder — Hoy me darán el alta.

— Me alegro ´ttebayo.

— ¿Estas bien?

La pregunta lo pilló desprevenido. Levantó la vista del suelo y observó a la pelirrosa interrogante.

— Pareces triste.

Entonces calló en cuenta porque lo decía. Forzó una sonrisa negando tranquilamente para que la chica no se preocupara. Sakura tenía razón, estaba triste, pero muy en el fondo y sin darse cuenta lo había exteriorizado. Rió un poco para recuperar esa actitud alegre que tanto lo caracterizaba y a la vez… para borrar una imagen que rondaba por su cabeza, la de su hermano postrado en una cama de hospital con un respirador artificial.

— ¿Triste? -cuestionó formando una sonrisa que dejaba ver todos sus dientes perlados- ¿Por qué he de estarlo ‘ttebayo? -preguntó cruzándose de brazos sin quitar la sonrisa de sus labios- Además, soy yo el que debería preguntar eso. A mi o fueron al que intentaron dispararle ‘ttebayo.

“No seas débil Namikaze” Se dijo mientras miraba como la chica levantaba una de sus delgadas cejas de una tonalidad un poco más clara que su pelo. Inconcientemente no pudo evitar preguntarse si ese color rosa en su cabello sería natural o artificial. Sakura movió una de sus manos hasta su muñeca apretando el primer botón de su brazalete activando el sID, estaba a punto de preguntar cuando una repentina luz proveniente del brazalete de la pelirrosa le recorrió de arriba hacia abajo.

-Respiración tranquila. Ritmo cardiaco normal-

— Sakura-chan. ¿Podrías dejar de hacer eso? Me da escalofríos ’ttebayo -dijo sudando un poco. Realmente comenzaba a odiar esa cosa.

La chica lo miró un segundo no muy convencida.

— ¿Seguro que estas bien?

— Que si, que si. Sakura-chan. Perfectamente -dijo con una de esas sonrisas, que según Menma, podrían dejar ciego a cualquiera por lo radiante que eran.

“¡Deja de sonreír!. ¡Son un peligro para mis ojos!”

La imagen mental de su hermano tapándose los ojos con las palmas de ambas manos mientras movía la cabeza frenéticamente le causó gracia, más aún al recordar que en ese momento había acompañado a Menma a un “Salón de belleza Unisex” para que la abuelita que atendía le tiñera el cabello. “Pobre viejita ‘ttebayo” Pensó al recordar el escándalo que hizo su hermano solamente para decidirse por un color que le quedara bien. La nostalgia lo invadió antes de que ese desagradable sentimiento de culpa que había sentido al entrar a la habitación volviera a consumirle recordando el estado en el que había visto a su hermano cuando se despidió. Apretó los puños con fuerza, él no debería estar en Konoha, debería estar en su aldea cuidando del único familiar de sangre que le quedaba… por ahora.

— ¿Cómo van las cosas con Sasuke-kun? -escuchó que preguntaba la pelirrosa.

Levantó la vista para que la chica viera como alzaba una de sus cejas rubias.

— ¿A que te refieres?

Haruno suspiró — Ya sabes. Me han contado que ahora se llevan mejor.

— Ah. Eso -exclamó un tanto pensativo ¿Se llevaban mejor?- No creo que nos llevemos mejor. Ese bastardo tiene un carácter insoportable. ¡Siempre encuentra la manera de hacerme quedar como un idiota el muy desgraciado!.

— Yo creo que le agradas -rió la pelirrosa. Posiblemente había visto la cara de póker que había puesto.

— ¿Agradarle? -cuestionó- ¡Por favor Sakura-chan!

— Es verdad -afirmó Sakura divertida. Naruto estaba seguro de que la chica se había dado un buen golpe en la cabeza en ese accidente que tuvo- Si no le agradaras no te hablaría, en lugar de eso buscaría la forma de deshacerte de ti. Créeme, ya han desaparecido dos personas sin dejar rastro.

Sudo frió con eso. Sobre todo por el hecho de que Sasuke anteriormente le había amenazado con una pistola. Tragó duro.

— Es broma -dijo la chica con un gesto de mano.

— Eres cruel ‘ttebayo.

— Yo creo que hacen bonita pareja.

— ¿Qué, QUÉ?

¿Había escuchado bien? ¿Sakura había insinuado que hacia bonita pareja con el bastardo?. Definitivamente comenzaba a preocuparse por la chica, el golpe que debió darse en ese accidente debió ser bastante fuerte como para que ande pensando cosas así. ¿Él y el teme? ¡Bah! ¡¿QUE CLASE DE DISPARATE ERA ESE?!.

— Hem. Sakura-chan creo que deberias pedir una semana más de descanso para que te recuperes del todo.

— ¿Qué insinúas? Idiota.

Un escalofrió le recorrió el cuerpo cuando la chica hizo puño su mano — Nada. Nada ‘ttebayo.

— De cualquier forma, Sasuke-kun nunca ha pasado tanto tiempo con una persona -la chica se veía algo triste al decir eso- Ah. Estoy celosa -suspiró.

“¿Celosa?” Pensó y calló en cuenta algo que no había notado -o quizás si lo había hecho- Sakura estaba constantemente pendiente de Sasuke, fácilmente podría deducir que ella sabia con exactitud donde y qué hacia el moreno durante el día. No era necesario pensar más porque era obvio, Sakura estaba locamente enamorada de Sasuke. Que difícil debía ser para ella, la compadecía.

— ¿Ha pasado algo entre tú y Sasuke? -preguntó. No sabia porque preguntaba en realidad, pero tenía la impresión de que algo había mal entre ellos.

Haruno agachó la cabeza para luego susurrar con un hilo de voz en respuesta — Me odia.

“¿Por qué?” Se preguntó mentalmente, pero no se atrevió a preguntar en voz alta. ¿Quién era él para meterse en los asuntos ajenos?.

— Realmente espero que tú le des esa felicidad que yo no puedo darle.

Iba a replicar nuevamente que entre él y el bastardo no había nada pero la mirada esperanzada que le dedicaron los ojos color verde de la chica se lo impidieron. ¿Qué era lo que Sakura realmente esperaba de él?. No quería conocer la respuesta porque insistía, entre Sasuke y él no había nada, ni siquiera un amistad de por medio.

— Sabes lo irreal que suena eso ¿Verdad?.

— Probablemente. Pero desde que empecé a conocerte más ya no lo veo de esa forma.

¿Por qué a Haruno se le hacia tan difícil comprender lo que le decía?. ¡Vamos! ¡Sasuke era un maldito desgraciado que le había dejado en claro que desconfiaba de él! ¡¿Qué clase de relación podía surgir de eso?! ¡NI QUE FUERA TAMPOCO!.

— Como sea. Quería saber de donde sacaste este código -dijo buscando la foto que le había sacado al informe que Sasuke leía en la cafetería sin que este te percatara de ello.

La pelirrosa levantó una ceja. Naruto nunca había sido bueno para cambiar el tema de una conversación y esta no era la excepción.

— Eso es… -murmuró la pelirrosa observando la imagen en la pantalla holográfica del sID.

Estaba a punto de preguntarle si había recordado algo importante con respecto al código cuando el sID de Sakura comenzó a sonar repetitivamente.

-Tiene un nuevo mensaje-

Sakura pareció extrañada por un segundo mientras revisaba la bandeja de entrada de su sID. Vio a la chica abrir los ojos exasperadamente mientras la pantalla holográfica abría el mensaje:

El marionetista ha elegido el próximo movimiento. 23/07

— ¿Qué demonios es todo esto…? -murmuró Haruno de repente.

Un pensamiento fugaz se le cruzó por la cabeza.

“Sakura ha sido identificada por el enemigo”.

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Odiaba a Zetsu, odiaba a Kakuzu, odiaba a Hidan, odiaba a Pain -sobre todo a Pain-, odiaba a Tobi, algunas veces odiaba al maestro Sasori, pero al que más odiaba en este momento era a Itachi.

— Maldito Uchiha -gruñó entre dientes acomodándose sus gafas de sol oscuras observando no muy convencido el edificio delante de él- ¿Cómo mierda quede metido en algo como esto? Hm.

Deidara aún recordaba el día en el que fue llevado “por la fuerza” a Konoha. Él estaba tranquilo haciendo sus esculturas de arcillas inofensivas que pensaba lanzarlas por ahí mas tarde haciendo desaparecer una aldea completa en cuestión de segundos, cuando ese par de desalmados llegaron a su taller para someterlo y humillarlo. Un aborto mal fallido y uno hecho con cariño. No quería ser imprudente ni tampoco desubicado pero realmente Kisame era feo… En cambio Itachi, ¡Al diablo Itachi! ¡Por culpa de él estaba ahora parado al frente del EDIFICIO DE SEGURIDAD PÚBLICA!. ¡ERA LA BASE ENEMIGA!.

“Que Jashin me proteja…” dijo mentalmente preparándose para entrar por la puerta principal del enorme edificio infectado de policías “Y si no lo hace. Hidan, tu Dios es una mierda” completó la frase viendo como el vidrio de la puerta eléctrica se abría. Tragó saliva antes de entrar, afortunadamente no había nadie en la recepción.

“¡Bien!”.

Comenzó a caminar rápidamente procurando no meter mucho ruido no sin antes verificar que no hubieran cámaras vigilando.

— ¿La puedo ayudar en algo? Señorita.

Se quedó congelado al escuchar una voz detrás de él. Volteó la mirada lentamente hacia atrás encontrando a un chico pelinegro sentado detrás de un típico escritorio que decoraban las recepciones. ¿Cómo no lo notó?.

— Hem -tosió un poco para aclarar su garganta y así poder agudizar un poco la voz aparentando ser una chica- Vine a ver a una amiga.

Sai apenas le miró para luego escribir algo en su computadora — Lo siento. Está prohibido el ingreso de personas ajenas a la institución.

Sudó frío, sabia que debía haber pensado en alguna cuartada antes de entrar. ¡¿Pero acaso Zetsu no era el responsable de esos detalles?!.

— A menos que venga a visitar a alguna persona internada en nuestro hospital personal.

— ¿Eh?. Sí. Precisamente ha eso he venido. Hm.

— Si es así… -dijo el moreno sin quitar la mirada de la pantalla de su computadora- ¿Podría darme el nombre de la persona que desea visitar?.

“Mierda” Pensó tratando de recordar el nombre de una de las dos mujeres que sabia que eran policías… no por nada les había disparado.

— Ha… -dijo recordando en voz alta. Escuchó el ruido de las teclas del computador.

— ¿Haruno? -cuestionó Sai más para sí que para Deidara- No sabia que la fea tuviera más amigas…

— Hem, Si. Es que somos amigas a la distancia -rió incomodo. Eso de mentir realmente le ponía los pelos de punta y más si aparentaba ser una chica, y aún más al estar en la zona enemiga conversando con uno de sus integrantes.

— Ah. Entiendo. Con razón.

¿Acaso ese hombre no tenia un poco de tacto con lo que decía?.

— ¿Quiere que le avise de su visita? -preguntó de repente el moreno ahora mirándolo directamente esperando su respuesta.

— Quiero que sea una sorpresa. Hm -respondió de inmediato alzando ambas manos en un gesto de negación.

— Mmm… -el chico se volvió hacia la computadora. A Deidara le comenzaba a desagradar- Puede pasar. Piso cinco, pasillo número tres -informó por fin.

— Gracias -dijo aparentando una sonrisa mientras hacia una leve reverencia para luego irse.

Al parecer el chico le había dado las indicaciones para llegar a la zona medica, pero él no se dirigía a ese lugar. Sacó del bolsillo de su abrigo un celular y marcó rápidamente un número vigilando que nadie estuviera cerca para oírlo.

— Ya estoy adentro. Hora es tu turno de distraerlos -informó de inmediato.

»Ya está todo preparado«.

Sonrió de lado. Ahora el plan comenzaba.
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La alarma comenzó a sonar haciendo eco en todo el departamento. Los rápidos pasos del personal dentro del edificio dejaban en claro la situación.

— ¡Tsunade-sama!

El grito de Yamato seguido de unos cuentos por parte de todo el personal la pusieron más alerta de lo que estaba. Sus ojos almendras se concentraron en el rostro del oficial y luego en el de los demás. Al parecer el nuevo caso recién reportado ya había causado un problema.

— ¡Uchiha y Uzumaki salieron apenas escucharon la alarma!

“Par de idiotas. Me lo esperaba de Naruto pero de Uchiha…” El caso ni siquiera había empezado y ya sentía que este le causaría más de un dolor de cabeza.

— Uh. Parece que el Matrimonio ya eligió su noche de bodas -dijo Suiguetsu detrás del montón de gente que se había parado frente a Tsunade.

— ¡¿Qué estas diciendo, idiota?! ¡TE DIJE QUE NO LOS LLAMARAS ASÍ! -gritó Karin desde algún lugar en medio de toda esa gente. Casi todo el edificio estaba metido en la oficina.

— ¡Hay que darle porras a la pre-pareja! ¡QUE VIVA EL PODER DE LA JUVENTUD! -apoyó el entrenador físico del personal, Maito Gai.

Se hizo un murmullo general que fue subiendo de tono a medida que Ino y Karin se empeñaban gritando a todo pulmón para que sus voces se destacaran entre el bullicio que SU Sasuke-kun jamás saldría con alguien como Uzumaki.

— ¡SERIEDAD! -gritó Tsunade de repente haciendo callar de inmediato- Yamato, alcánzalos -ordenó.

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“23/07”

Sus ojos azules se concentraron en el enorme edificio enfrente de él rodeado por una cinta de seguridad para evitar el ingreso de cualquier persona no autorizada. En medio de los murmullos por parte de los residentes del lugar pudo escuchar que una mujer había muerto en el ascensor principal y que su cadáver había sido encontrado por uno de los vecinos que había reportado de inmediato a la policía.

“Me pregunto si esto tiene relación con el mensaje que recibió Sakura esta tarde” .

Haruno le había dicho que por favor no le dijera nada a nadie ya que no estaba segura si alguien le estaba tomando el pelo o ella se había convertido en un blanco para el enemigo. “Veintitrés cero siete” Recordó mentalmente una vez más, si este nuevo caso tenía que ver con esos dos números… Sakura definitivamente estaba en problemas.

— Tsk. ¿Por qué tenías que seguirme? Dobe.

Se giró molesto para encarar al bastardo detrás de él.

— Porque somos compañeros. Teme -contestó apretando la mandíbula por la cólera.

Sasuke simplemente se dedicó a cruzarse de brazos y matarlo con la mirada. Realmente sentía que esos ojos oscuros, tan oscuros como un abismo frió y cruel del cual nunca podrías salir, lo estaban matando… matando por la fascinación. Los ojos del Uchiha le habian llamado la atención desde el principio y parecía que cada vez que los veía, más hermosos los encontraba.

“¡Tiempo fuera!”.

Sasuke y él, Sasuke y él, Sasuke y él… Podría seguir todo el día y aún así no encontraría algo que afirmara aquello. ¡Era ridículo!. Miró disimuladamente al moreno que se había parado a su lado.

“Aunque… Es bastante atractivo ‘ttebayo”.

¡No, no, NO! Sakura de alguna u otra forma había intentado lavarle el cerebro, o quizás lo había hecho.

— ¿Dónde mierda se metió Yamato?.

Hasta su voz era atractiva… mierda.

— Tsunade-bachan dijo que venia en camino -respondió mirando ahora a la gente que había sido evacuada del lugar para distraerse. De ahora en adelante evitaría al Uchiha, por el bien de su cordura.

Mientras algunos de los peatones que pasaban por el lugar se detenían curiosos tratando de descubrir lo que habría pasado un auto negro se estacionó enfrente del edificio.

— Ya era hora -dijo Sasuke lo bastante alto para que la persona que comenzaba a bajarse del coche lo escuchara.

— Si no hubieran sido tan imprudentes en salir así como así habría llegado junto a ustedes -le contestó el hombre recién llegado. Éste se volteó hacia él y le miró de una forma un tanto terrorífica- Así que este es tu novio, Sasuke.

— ¿Qué, QUÉ? -no pudo evitar gritar y sin darse cuenta lo había al unísono con Sasuke.

— Oh -exclamó Yamato encendiendo tranquilamente un cigarrillo- Entonces lo que escuché era…

— Una gran estupidez -interrumpió el moreno chasqueando la lengua molesto.

Sasuke le miró recriminatoriamente tratando de obtener cualquier información de su parte sobre el origen de ese “pequeño rumor”.

— ¡Sakura dijo lo mismo esta mañana! -gritó levantando los brazos indignado- ¡TODO EL MUNDO SE VOLVIÓ LOCO ‘TTEBAYO! ¡NUNCA SALDRIA CON ALGUIEN TAN BASTARDO COMO SASUKE!.

— Y yo nunca me fijaría alguien tan retardado como este dobe. Tsk, que estupidez -dijo molesto el Uchiha con un ligero tic en su ceja izquierda.

— ¿Cómo me llamaste, teme?.

— Dobe. Así te llame. ¿O prefieres que te diga usuratonkachi? ¡Elije el que mejor te acomode!

Abrió los ojos como platos cuando escuchó gritar a Sasuke, en estos… ¿Cuánto llevaba en Konoha? ¿Dos días? No había visto al Uchiha perder el control como para gritar por una pelea sin sentido como aquella, o acaso le había molestado lo que dijo de él… Al parecer Sasuke también se había percatado de su desliz por lo que solo chasqueó la lengua y le dio la espalda. Estaba a punto de decir algo con respecto a la provocación del Uchiha cuando una imagen fugaz se le cruzó por la cabeza.

“El marionetista ha elegido el próximo movimiento. 23/07”

Era ese mensaje… ¿Qué significaba eso?

— ¿Qué fue esta vez? -preguntó el oficial retirando el cigarrillo de sus labios dejando escapar el humo del tabaco.

— Asesinato en el ascensor -contestó Sasuke caminando hacia el edificio.

Avanzaron en silencio hacia el interior del edificio. Cerró los ojos por un momento casi por reflejo al ver el cuerpo desnudo de una mujer bañado en sangre en el interior del ascensor cuyas puertas estaban abiertas de par a par.

— ¿Qué diablos…? -escuchó a Sasuke decir.

El pelinegro se acercó al cuerpo de la mujer caminando por el charco de sangre que conducía a este.

— ¿Quién la encontró? -preguntó Yamato al policía que recogía algunos objetos cerca del cadáver como evidencia.

— Un residente del edificio -contestó este.

Naruto se concentró en el cadáver encontrando algo inusual en las costillas de este. Se acercó a Sasuke manchando sus zapatos con sangre y se agachó un poco para ver más de cerca el cuerpo. El Uchiha le miró interrogante.

“Veintitrés cero siete” Se repitió para no olvidarse en caso de que el cuerpo tuviera algo relacionado con eso.

— Parecen cortadas ‘ttebayo -dijo en voz baja para que Sasuke solamente le escuchara.

El moreno miró el cuerpo un segundo antes de sacar de su chaqueta unos guantes blancos para luego ponérselos y así darle la vuelta al cuerpo. Sus ojos se abrieron exasperadamente.

— ¿Qué es… eso? -preguntó entre cortadamente al ver en la espalda de la mujer un enorme circulo con un triangulo en el centro que parecía haber sido hecho con una navaja de punta bastante fina pero no por eso menos dolorosa.

— Parece ser que esta mujer fue usada como un especie de sacrificio -le contestó el moreno apartando la vista del cuerpo para mirarlo a él.

Sus ojos azules seguían clavados en esa espalda que había sido marcada de una forma familiar a como a él le marcaron el rostro… Algo no estaba bien. La imagen del numero volvió a su cabeza como una especie de advertencia. “Veintitrés cero siete” Pensó una vez más.

— ¿Estas bien? Gatito miedoso -escuchó decir a Sasuke de repente pero le ignoró.

23/07

¿Porqué se le hacia tan familiar esos número?.

— ¿Es posible hablar con el testigo que reportó el caso? -preguntó Yamato al mismo policía.

— Es imposible. El testigo desapareció a los pocos segundos de haber llamado a las autoridades.

— ¿Y no podemos contactar con él?

— Lo intentamos, pero al parecer el testigo vivía en una zona privada de este departamento por lo que fue imposible obtener su información.

“¿Zona privada?” Cuestionó mentalmente Naruto aun perdido en sus pensamientos.

“-Piso 7. Pasillo número 23 del Departamento de Seguridad Pública de Konoha. Zona personal privada-”

Recordó la voz de su sID hace un día atrás cuando buscaba la oficina de abuela. Un momento…

“23/07”.

— ¡SASUKE! -gritó de la nada asustando tanto a Yamato como al susodicho- ¡Sasuke! -volvió a gritar agarrando al Uchiha de los hombros con cara de pánico. El chico le miró confundido.

— ¿Qué te pasa idio-

— ¡Hay que volver al Edificio, RAPIDO! -le interrumpió levantándose y obligando a Sasuke a hacerlo.

“Que no sea demasiado tarde”. Pensó corriendo fuera del edificio agarrando al moreno del brazo para que le siguiera.

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Que gratificante sería esto… Deidara alzó la vista al cielo cerrando los ojos disfrutando del frío aire que estaba seguro que pronto se volvería tibio.

— Al parecer Itachi escogió esta misión como una forma de apaciguar mi deseo de venganza en contra de él. Hm -murmuró bajando la mirada viendo el enorme Edificio de Seguridad Pública que se alzaba majestuoso en medio de Konoha mientras él lo observaba desde un punto alto a las afueras de esta- De cierta forma esta es una especie de venganza contra él, ya que ese mocoso también es portador de esos mismos ojos fríos. Esos ojos me hacen enojar, esos ojos que miran mis obras de arte sin pesque de asombro, ¡No puedo perdonar a esos ojos que simplemente ignoran mi arte!.

Gritó lo más fuerte que pudo y acto seguido observó como el edificio explotaba desde un costado junto con un sonido fuerte, muy fuerte, pero que le resultó delicioso.

Notas finales:

Hasta aqui! Bueno espero que les haya gustado! CUIDENSE NOS VEMOS EN EL PROXIMO CAPITULO.


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