Kyungsoo de alguna rara manera empezó a caerme bien al paso de algunos días aunque nunca lo dejaba ganar en nada que me decía, no podía hacerlo sentir superior de ninguna manera.
-¡Kai!-exclamo- ¿Puedes quitarme el suero?
-¿Qué?-pregunte extrañado ya que se supone que él lo necesita hasta que la enfermera le dé una orden.
-Jaja, no quiero suicidarme Kai.-dijo entre risas.-me gustaría pasear un rato…-su voz se hizo más aguda.-me gustaría caminar.
-Pero…si la enfermera…-
-¿Desde cuándo le haces caso a las enfermeras tú?-reímos los dos.- Por favor Kai, no pasara nada…-
-No lo sé…- seguía confundido.
-¿Estas preocupado por mí?- se burló y yo lance un bufido.- Admítelo, te llegue al corazón…-me guiño un ojo.
-Tu… hay vamos ya.-dije enojado. Le retire el suero y él se sentó sobre su cama, note su esfuerzo al intentar ponerse de pie, intentaba hacerse el feliz dedicando una sonrisa totalmente idiota pero no podía solo así que pase mi brazo por su espalda y lo ayude.
-Gracias…-murmuro.
-¿Necesitas también que te de comida en la boca bebe?-reí y el me lanzo una mirada furiosa.- Oye, si pasa algo malo el que la pagaras eres tu… ¿Entendiste?-
-Lo único que entiendo es que debes dejar de comportarte como si fueras el mayor.-me miro serio.-Vamos por favor.
Kyungsoo daba pasos lentos mientras yo lo seguía sosteniendo, mi espalda empezaba a doler pero de solo ver la sonrisa del chico no entendía porque me transmitía una especie de felicidad, así que sonreí también aunque me costara.
-Pov. Kyungsoo.-
Kai me dejo sobre una de las hamacas del pequeño parque para niños en el hospital, el solo se sentó en el césped observando a la nada, como siempre… mis piernas helaban pero no era a causa del frio, las sentía débiles. Intente moverlas para hacer mover también la hamaca y me arrepentí de haberlo hecho, porque luego dolieron más. Observe a Kai sin que él se diera cuenta, mataba hormigas con su dedo índice, parecía que buscaba hacerle mal a hasta un pequeño insecto… me reí y el me observo de nuevo con esa cara de extrañado que lo hace ver lindo ante mis ojos, no me dijo nada y mire hacia el cielo buscando un poco de inspiración, entonces hice una de las pocas cosas que podía hacer sin pastillas de por medio… cantar.
-"She's my baby. Saehayan geu son geuttae yeah. Nuga beorin chocolate. You're walkin' into my door..."
Los dedos de Kai se movían como un piano imaginario siguiendo mi canción mientras dibujaba una sonrisa que lo hacía verse por primera vez como un niño ante mí.
-No sabía que eras cantante…-me sonrió de nuevo.- ¿Cantas en la estación de trenes quizás?- empezó a reír y le lance una mirada amenazadora.
-Tu hobbie es molestar a la gente, definitivamente.-sonreí sarcástico. Kai se levantó del piso y puso la palma fría de su mano en mi mejilla.
-Era una broma…-murmuro serio pero su cara empezó a tomar una picara sonrisa.- cantas como la sirenita.- rio más fuerte y yo golpee su brazo.
-Para que sepas… tengo canciones de la sirenita.-le grite.- y es muy bonita por cierto.-
-¿Enserio? Espero algún día escucharla, pero por ahora no.-rio y yo solo puse mis ojos en blanco.
-Vámonos de nuevo a la habitación, no se puede salir a ningún lado contigo Jongin.- dije enojado.
-No te enojes…-hizo un puchero.- te dije que me gusta bromear.
-No dijiste eso…-
-Bueno, vámonos.-tomo de mi espalda y puso mi brazo sobre sus hombros, podría ser un maldito pero en verdad a veces podía aunque sea mostrar un poco de consideración.
-Pov. Kai.-
Jugamos a las cartas, hice trampa la mayoría de las veces en que engañaba a Kyungsoo con cualquier estupidez, era estúpidamente tierno ver su cara de decepción y sorpresa, era lindo ver a Kyungsoo… siempre tenía una objeción para todo, siempre quería ganarme. Observe sus ojos y su boca e intente tener una foto mental de él, porque era agradable verlo solo a él, a Kyungsoo.
-¿Qué te pasa que no juegas?-me pregunto interrumpiendo mis pensamientos.
-Pe..Perdón.- dije nervioso y luego sonreí.
-Oye…-sus ojos se abrieron- ¿Qué es lo que tienes debajo de tu manga?- tomo mi brazo y descubrió la carta con la que hacia trampa-Eres un idiota.-dijo y se fue a su cama.
-¡Espera! Déjame que te ayude.-el intento resistirse pero rápidamente lo tome para apoyarlo sobre su cama, note que lanzaba un bufido y un “idiota” de intermedio.
-Te pediría que te alejes, necesito cambiarme.-dijo todavía de mala manera.
-Como si fuera…-
-Que te alejes.-me ordeno autoritario y yo solo asentí de mala manera. Fui a mi cama y me di vuelta mientras él se cambiaba pero con disimulo lo observe igual, estaba quitando su remera cuando…. Esas manchas moradas más bien dichos moretones estaban por toda su espalda y hombros, solté un grito ahogado que él pudo escuchar.- ¿Por qué te asustas?-note un cambio repentino en su voz, sonaba triste.- ¿Nunca has visto un moretón?-sin pensarlo más me acerque a él y toque su espalda.
-Nunca de esta manera… Pero… ¿Por qué…?-
-Porque tengo Leucemia te he dicho.-parecía firme al hablar-cualquier golpe o respingo y salen… incluso a veces llego a creer que salen porque sí.-
-Lo sien….-
-No digas que lo sientes si no lo sientes…- soltó una carcajada.- ¿No me has dicho eso tú?-reí por que tenía razón y mi siguiente acto fue sin pensarlo… lo abrase por detrás, note como su piel se tensaba y volvió a reír.-Nunca creí que pudieras sentir lastima por alguien.
-Yo…no siento lastima por nadie…-dije autoritario y el dio vuelta su cabeza para mirar fijo mis ojos.
-Solo de los enfermos.-susurro.-Quiero dormir.-
-Vale…-ayude a que se subiera a su cama y lo tape hasta los hombros, me sorprendía de mí mismo hacer estas cosas, el estúpido solo lo podía lograr.
Estaba por cerrar los ojos cuando lo escucho en un susurro.
-Cuéntame de ti Kai…porque estas tan solo…-di vuelta para encontrarme con su rostro observándome con una sonrisa.
-Me gusta estar así.-dije sin nada.
-Mientes.-
-Si quieres que te cuente, no permito que digas un “lo siento” al final… ¿Entendido?-el solo asintió.
“No sé si es bueno empezar desde mi infancia ya que tengo vagos recuerdos de ella y siempre son malos, por ejemplo la muerte de mi madre… como te dije anteriormente ella murió al darme luz y ya no se mas nada, solo vagas memorias de gente que la conocía, mi madre era exitosa claro… sabia mantenerse independientemente, era fuerte para su puesto, no como me lo demostró mi padre. Ella trabajaba para un canal muy conocido la SBS… era una inteligente periodista, lo que más le gustaba era ir por alrededor del mundo y cubrir todo lo que tenga que ver con casos biológicos y de la naturaleza, así conoció a mi padre. Él era un fotógrafo de la Nathional Geographic, parecía que él y mi madre se conocieron en medio de una explosión volcánica y no pudieron separarse nunca excepto cuando ella murió y lo dejo solo conmigo. Mi padre amaba a mi madre de eso no tengo duda, conservaba una bella fotografía de ella y cuando el salía yo solía mirarla, tenía una sonrisa grande y bonita, su cabello negro y lacio caía hasta el final de su espalda que realmente la hacía ver hermosa… ella lo era. Empecé el jardín, luego la primaria, pero todo era difícil cuando sabias que todos los días en tu casa había una zorra diferente, nunca las repetía. También empezó con el alcohol y las pastillas, créeme que podría tener todo el dinero del mundo pero él era triste y yo definitivamente también. Pasaron 8 años de la muerte de mi madre y el dejo de trabajar, bah… lo despidieron, pero él tenía dinero y de sobra para poder mantenernos por al menos 10 años. Seguían las zorras en casa y yo seguía creciendo, aprendiendo como hacerme hombre yo solo, así cumplí los 16 y había perdido toda si existía parte infantil de mí… Hice lo mismo que mi padre pero sin las drogas… follar, follar y follar sin parar. Debo admitir que las mujeres no se me eran difíciles, incluso ellas venían a mí con intención de que les haga sentir placer y decirles un montón de mentiras que ellas creerían por algunas 3 horas. En un momento conocí a una chica que tenía 16 años igual que yo y era diferente a las demás, eso era lo que yo creía. Su cuerpo era realmente una pieza frágil que no quería romper, su mirada y su sonrisa me convertían en un estúpido, igual que sus típicas mentiras… parecía que habíamos intercambiado roles, deje de cogerme a cualquiera que se me cruzaba y estuve solo con ella como por un año, luego me dejo como un idiota, desperté a la mañana y ella no estaba, solo una nota que decía: “Lo he disfrutado mientras duro corazón pero ahora que tengo más experiencia debo aprovecharla”. Odie a todos incluso a mí mismo, no hablaba con nadie, empecé a tomar y tomar, ir a bares por la noche… y también a bailar. Era lo único que me rescataba por unos momentos, lo único a quien podía tomarle mi tiempo y dedicarle mi amor eterno, bailar. Me mude a un departamento nuevo. Siempre me gustaron las melodías lentas y bailaba con ellas, solo. Aprendí toda clase de baile pero mi pasión siempre la danza clásica, la podría hacer por toda mi vida, pero entonces los diabetes aparecieron… nada dulce en mi vida, me convertí amargo, deje todo, deje el baile, todo absolutamente todo y aquí estoy… internado.” – sonrió ante sus últimas palabras.
-Wau… - exclamo con los ojos abiertos como platos.- Así que cogías como los conejos.- se burló.
-No te pases Kyungsoo.-evite no reírme.-Ahora es tu turno…-
-Estoy cansado Kai, en otro momento prometo contarte mi vida…es realmente interesante, créeme.- note su sarcasmo.
-Te dejare dormir porque eres tú,… pero mejor que me cuentes luego sobre ti pedazo de pororo…-
-¡No me digas así!-
-P o r o r o.-deletree.
-….pedazo de neg….-escuche que murmuraba pero no pude terminar de entender la última frase. Kyungsoo ya había cerrado sus ojos.
*
Alguien jalaba de mi camiseta mientras yo intentaba dormir, lo ignore dos veces pero a la tercera me di por vencido y abrí mis ojos para encontrarme con los grandes de Kyungsoo mirándome furioso.
-Déjame dormir.-me queje.- es temprano.
-Salgamos de compras Kai.-vi una estúpida sonrisa estampada en su rostro.- quiero salir de este lugar un rato.
-Ya te dije que tu enfermedad no te…-
-Ya pedí permiso Kai, mira.-me mostro un papel que parecía ser un permiso y luego saco dos muletas de la nada.- incluso me dieron estas, creo que soy un poco bajito para ellas, pero me adaptare.- sonrió de nuevo.
-Ok, Ok, déjame 10 minutos para que al menos me cambie este piyama…-lo mire de pies a cabeza.-veo que tú ya lo hiciste solo…-el llevaba puesto unos jeans azules medios gastados con una camiseta negra y mangas blancas con la palabra “Wolf” estampada.
-Sí, vamos apúrate…-dio un leve golpe en mi mejilla y me levante de la cama.
Estábamos en un gran supermercado de la ciudad y Kyungsoo solo metía y metía más cosas en su canasta, sin razón pensé, no iba a poder usarlas si se mantenía en el hospital. El supermercado estaba impregnado de decoraciones navideñas, canciones estúpidas también sobre el tal gordo Santa Clous y varios niños correteando por todos lados señalando a sus padres muñecos carísimos para Navidad. Note que Kyungsoo también estaba involucrado en eso de las fiestas ya que metía confites, garrapiñadas, turrones y más cosas que yo nunca podría comer nunca en su canasta.
-Kyungsoo… ¿Acaso crees que festejaras navidad?- le pregunte casi en tono de burla por fin al chico.
-¿Por qué no tendría que hacerlo?-
-Porque estarás en un hospital, yo también estaré, sigues un tratamiento…- me interrumpió.
-Ah, me olvide de decirte que pedí también un permiso para navidad…-mis ojos se abrieron, el saco una pequeña sonrisa y sus mejillas se sonrojaron.-y también saque un permiso para ti.-
-¿Para mí?- pregunte indignado.- No tengo a donde ir Kyungsoo, no jodas.-
-Vendrás a mi casa…-note que rascaba su cabello nervioso.- mis padres no estarán, solo tú y yo festejando Navidad.-reí por su comentario.
-No pretendo simular que soy feliz Kyungsoo… yo no festejo nada…-me queje y el me dirigió una mirada amenazante.
-Hazlo por mi Kai, como un regalo… ¿Quieres?-
-Bueno, pero no podre comer nada de lo que tu estas comprando pororo. –señale su canasta y el rio.
-No te preocupes por eso Kai, vamos al sector de laicos.- lo seguí hasta allí y el metió un montón de cosas en su canasta de nuevo, por un momento pensé como haría para preparar todas esas cosas, comida tras comida, pero él seguía comprando sin preocupación.
-¿Dónde están tus padres?- le pregunte al salir del supermercado.
-Ellos…se fueron a Los Ángeles…-vi que agachaba su cabeza.
-¿Mientras tú estás así?-
-Les dije que no se preocuparan por mí, soy grande Kai, se cuidarme por mi solo y ellos no tienen que estar pendiente de mi todo el tiempo…-su voz se hizo más aguda.- no quiero que sufran por mi culpa.- mi piel se erizo ante las últimas palabras de Kyungsoo, mi cerebro solo pedía que lo abrase pero mi instinto no lo permitía.
-Oh…-fue lo único que pude decir.
Ya estaba oscureciendo, Kyungsoo seguía caminando y yo siguiéndolo como un perro, vi que se detuvo al ver un bar, sonrió y me dirigió una mirada para que entráramos.
-No podemos estar aquí a estas horas...-le murmure cerca del oído al entrar al bar.
-Cállate y sígueme.-Kyungsoo apenas entramos se abrazó con un chico con cabello color púrpura cual pude reconocer luego de que se alejara de él, era Baekhyun.
-Baekhyun te presento a Kai… Kai él es…-
-Ya lo conozco.-interrumpí a Kyungsoo.- ¡Hola Baek!- nos abrazamos.
-Así que ustedes dos se conocen…-murmuro Kyungsoo.- ¿Les parece si vamos a tomar algo a la barra?-sonrió de oreja a oreja y Baek asintió con gusto.
-Dos cervezas por favor… -le dijo al que atendía.- ¿Y tú Kai que quieres?-me pregunto Baek.
-Una cerveza también…-
-¡TRES!- le grito nuevamente al tipo que solo asintió.
Al rato recibimos nuestras cervezas y conversamos de temas inútiles, como nos conocimos cada uno… pero yo todavía no llegaba a entender porque Baek y Kyungsoo habían quedado en encontrarse aquí, capaz Kyungsoo solo me trajo para no meterse en inconvenientes y venir a hacer de las suyas. El solo pensar eso me enfurecía, trague otro trago más.
-Creo que ya es hora chicos, la gente está más tranquila.-les dijo un hombre robusto y de mediana edad a Baek y Kyungsoo.
-Ok, ya vamos.-le sonrió Baekhyun cual luego le dirigió una mirada cómplice a Kyungsoo que yo no lograba entender.- ¿Te sabes la de EXO, ok?
-¿What Is Love?-pregunto Kyungsoo con una sonrisa de ganador.
-Exacto amigo, es nuestro momento de brillar again.-dijo Baekhyun haciendo gestos de diva.
-Solo hacíamos esto cuando estábamos ebrios estúpido.-rio Kyungsoo.
Los dos se levantaron de sus respectivos asientos y se dirigieron a un mini escenario del bar, tomaron asiento, había otro chico alto y sonriente que sujetaba una guitarra. Entonces fue cuando Kyungsoo empezó a cantar, mi piel se erizo y el me miraba fijamente cuando cada estrofa salía de su boca, en un momento pude notar que me sonreía, capaz era al público pero no podía serlo porque él me miraba solo a mí. Baekhyun también cantaba bien, sus notas altas eran sorprendentes pero mi atención estaba solo fijada en Kyungsoo y la letra de la canción, cuando sus labios pronunciaban un perfecto inglés mis mejillas se sonrojaban, creo que era otra debilidad. El mini espectáculo había terminado y todos aplaudían, incluso yo. Kyungsoo susurro un débil “Gracias” y bajo nuevamente para encontrarse conmigo, Baekhyun se quedó hablando con el muchacho de la guitarra.
-¿Cómo lo hice?-me murmuro cerca del oído.
-Lo hiciste estúpidamente bien.-también le murmure más cerca de su rostro, él se me quedo mirando y tomo mi mano para llevarme a una esquina que conducía al baño donde se encontraba oscuro, yo solo lo seguí estupidizado. -¿Qué quieres Hyung?-susurre cuando él se mantenía contra la pared todavía con mi mano en la suya. Note que un calor recorría por todo mi cuerpo y el entonces se acercó pero yo lo bese, mordí su labio inferior y nos separamos todavía mirándonos como dos locos deseándose.
-Es hora de que nos vallamos…-murmuro y nos dirigimos nuevamente hacia el hospital.
*
Cuando llegamos apenas entramos a la habitación bese de nuevo a Kyungsoo, besar sus labios no era algo considerado normal, sus labios me gustaban, me gustaba morderlos y que él me empuje, me gustaba Kyungsoo, todo lo que mierda lo componía a él y su persona.