Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Frío y Perfecto por Leana

[Reviews - 11]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hola a todos! :D

Este es el primer fic que escribo de la serie, estoy leyendo el manga y siguiendo la serie, así que hay pequeños spoilers, son menores, pero igual les aviso C:

 

 

*Esta serie no me pertenece y mi fic es sin fines de lucro.

Notas del capitulo:

De acuerdo, escribí este two-shot en un ataque de inspiración que me ha creado esta pareja (Rivaille x Eren) *Rivaille es mi favorito *-*

*El problema es que mi beta-reader no ha visto la serie, por tanto no puede revisar el fic por si se produce un Ooc. Así que si alguna es amable :3 Me gustaría que fuera mi beta para la segunda parte de este fic, y otro más de la misma serie pero otra pareja: JeanxArmin. Lo ideal sería que haya visto la serie, con eso basta. Se lo agradecería un montón! *w* 

Cariños a todos y espero les guste el fic :D <3

 

 

 


Está parado sobre la rama de un árbol, aún tiene que dominar el Equipo de Maniobra Tridimensional de manera más rápida. El captán lo observa desde un costado, ya le dio las instrucciones, y Eren sabe perfectamente que su instructor se limita a hablarle solo para ello. Si no cumple con las órdenes, la reprimenda son golpes, como bien dijo el capitán en la audiencia: "el dolor es la mejor disciplina". El de ojos verde azulados lo ha comprobado de la mejor manera.

Una vez recibe la señal, salta y da más gas para girar tras el "Titán de cartón", luego se gira impulsado por sus piernas y saca ambas espadas para cortar en la nuca. Oh, mierda, El corte fue demasiado profundo.

Una vez cae, escucha el silbido del viento cuando Rivaille desciende, seguramente a reprenderlo.

- Sabes que no fue un corte limpio, Eren.
- Tsk.- el ojiverde cierra los ojos frustrado, la limpieza no es su fuerte.
- Eres un mocoso demasiado impulsivo. Si, muy idiota.

Lo insulta como siempre, pero esta vez no lo golpea y Eren no puede evitar sobresaltarse cuando el pelinegro se le acerca. Con esa mirada gris y fría. Se le hace tan...

- De acuerdo.- Rivaille suelta un suspiro profundo y cansado. -Nos vamos.

Durante todo el camino el capitán no lo mira ni una sola vez. Nunca lo hace, y cuando se presenta la oportunidad, siempre es de manera monótona, por ello el ojiverde se siente intimidado: Nunca sabe que es lo que piensa el mayor.

Cuando llegan a la seguridad de los muros, Mikasa sale a recibirlo con entusiasmo. -Esa mocosa está loca por él- piensa el mayor mientras se limita a seguir su camino. Armin se une y se dirigen al comedor para ver a los demás.

Rivaille entra al baño para lavarse las manos de manera minuciosa, aplicándose el jabón hasta el codo y quitando la espuma con cuidado.

Se une a sus compañeros que se agrupan para almorzar en el comedor. Escucha las risas de los chicos tras él. Esa melodía inmadura y dulce: Eren. Una risa que comparte con sus amigos, pero jamás con él.

De hecho, el chico nunca está relajado cuando él se acerca. Rivaille sabe que es por su tosca y fría manera de tratarlo, pero esa es su naturaleza. Y tampoco planea cambiarla. Observa de reojo al grupo a sus espaldas, cuando se endereza ve a Hanji que está sentada frente a él, lo mira con detención y sus ojos tienen un brillo un tanto extraño, bueno, más de lo normal.

- ¿Qué sucede?- pregunta Levi al sentirse un tanto extraño, aunque no lo demuestra.
- Creo que nada.- La chica se encoge de hombros.

Pero el pelinegro la sigue observando. No es estúpido, y la de anteojos no se interesa por cualquier cosa.

Suspira y se levanta a buscar un vaso de agua para acompañar tan seca comida. Con los ojos cerrados y las manos en los bolsillos, camina hacia la cocina en busca del vaso. Cuando entra ve a Eren junto a la pelinegra, la chica le está doblando el puño de la camisa con cuidado. La manera en que él la mira es en reproche, pero se nota cariño.

Cariño que a él no le dirige. ¡¿Y eso que le importa?!

Él sabe perfectamente cuánto le importa.

Rivaille entra y nota la mirada nerviosa de Eren, el chico la desvía y se gira para tomar algo. Mikasa también observa al mayor, de manera monótona, pero con un brillo posesivo ante el chico. El capitán sonríe para sus adentros mientras llena el vaso con transparente agua de un jarro y se gira para salir por donde llegó, seguido por ambos muchachos.

 

 

 


La noche cae sobre el muro de Rosa, y con ello el cansancio de los cadetes. Todos se van a dormir temprano, mientras Rivaille se queda mirando por la ventana. Observa la nada, la noche oscura y profunda, salpicada de puntos brillantes. Zoe entra al cuarto y llama su atención con un carraspeo, pero el capitán no la mira ni de soslayo. -Es cierto- piensa la chica -Él está más pensativo de lo normal, será que...-

 

 

 


El calor emana de todas partes, lo consume y ahoga. Lo quema. Es tan fuerte como su impulso por matar. Matar, sí. Ve todo rojo, no sabe si sus ojos están abiertos o cerrados, pero el fondo es negro, profundo y abrumador, el rojo se mueve como lenguas de fuego. ¿Están a su alrededor? ¿Provienen de él?

No lo sabe.

Matar. Sí, eso. Matar...

¿Matar qué?

A todos ellos.

La rabia lo consume como esas lenguas de fuego que se mueven a su alrededor. Se remueve, quiere escapar de ese ardor, pero lo atrapan y absorben su mente.

Se sacude violentamente. No, esperen... alguien lo sacude.

- ¡¡Eren!!- escucha esa voz, dura y fría. -¡¡Que despiertes mocoso!!

Es una orden, una desesperada. Y si no la cumple...

Abre los ojos, de color verde azulados, y los clava en los grises frente a él, en los cuáles se refleja el fuego de las lámparas a los costados de su cama. Eren respira agitadamente, de manera desesperada, con una necesidad que no suple. Levi lo mira desde arriba, sujetando sus manos a ambos costados de la cabeza del chico, su respiración también es irregular, y sus ojos detonan preocupación.

- ¿Q-qué sucede?- pregunta, la voz le tiembla y el menor no sabe si se siente arder por la pesadilla o por la posición en que se encuentra el mayor.
- Eso es lo que quiero saber, idiota.

Eren abre más los ojos, es despistado, pero no tonto, y nota el tono de susto que tiñe levemente la voz del capitán. El de ojos grisáceos observa al menor desde arriba, con las muñecas fuertemente sujetas y no puede evitar que su cuerpo comience a reaccionar ante la imagen de un Eren ruborizado, con el pelo pegado a la frente por el sudor y con la respiración agitada por el esfuerzo. Entonces se mueve rápido y el menor se muerde el labios ante el roce de sus miembros.

Rivaille se sienta en la cama y observa la pared frente a él. Eren sigue intentando salir de toda esa confusión. El capitán lo mira de reojo, ve la mirada perdida del chico y sabe que algo sucede, vuelve a mirar la pared.

- ¿Qué estabas soñando?-. Su voz es fría y tranquila.
- No lo sé con exactitud...- responde el muchacho, que frunce el ceño sin dejar de mirar el techo. -Todo era fuego... fuego y rabia. Quería...- entonces lo recuerda. -Quería matarlos a todos.

Levy lo mira. Esa voz, tan decidida. La misma con la que aseguró en un principio que exterminaría a todos los titanes, la misma que lo convenció de protegerlo. Sí, protegerlo. Eso es lo que ha estado haciendo todo este tiempo. Protegerlo a su manera.

- Esta noche me quedaré.
- ¿Hum?-. El chico lo mira confundido y un rubor se expande por sus mejillas, aunque no se nota con la agitación anterior.
- Cuando llegué para esposarte, estabas teniendo un ataque. ¿Y si te transformas? No dejaré que corramos peligro.

El mayor se levanta y sale de la celda mientras el chico tensa la mandíbula con rabia... desde hace un mes que está al cuidado de Rivaille, y aún no puede dominar del todo su poder titán. ¿Por qué?
Él no quiere ser un inútil, debe demostrarles a todos de lo que es capaz... sobre todo a él.

Después de un rato, el hombre llega con un pequeño sitial, el cual ubica a un costado de la cama del chico. Se acomoda y abre su libro de tácticas de ataque, alza la vista levemente encontrándose con la del muchacho, que desvía la mirada al instante.

- Buenas noches, señor.
- Buenas noches.

 

 

 

 

Su respiración es acompasada, tranquila. De pronto siente peso, un movimiento, sus instintos despiertan y al abrir los ojos se encuentra con los de color verde oscuro a raíz de la poca luz. Levi no se lo cree, por primera vez en su vida está atónito: con Eren sentado sobre su regazo. Traga duro, él jamás pierde la compostura...

- ¡¿Qué crees que haces mocoso?!
- Lo siento capitán.- La voz del muchacho es extrañamente seductora, y Rivaille tiene un mal presentimiento. -Pero no puedo verlo aquí y no hacer nada.

El menor se inclina lentamente y sin dejar de mirar los labios del pelinegro, corta la distancia entre ellos. Lo besa suave, lento y apenas tomando sus labios, el de ojos grises aún no lo procesa. No actúa por instinto... pero es que con este chico, ya no hace las cosas como debería.

Cierra los ojos y decide besarlo cómo se debe. Cómo le gusta.

Su lengua entra en la boca del chico con ímpetu, muerde jala y chupa. Mueve su rostro para profundizar el beso mientras el menor se queja por la brusquedad, se aferra al cuello del pelinegro y las manos de éste se aferran a su trasero, masajeando y apretando. Haciendo que Eren comience un vaivén sobre su miembro que comienza a despertar.

Rivaille abre los ojos, observando los cerrados del chico, se aleja y muerde su mentón con suavidad, desciende por su blanco cuello y chupa para incitar a su amante, muerde, muerde muy fuerte. Escucha cómo el muchacho se queja y la excitación comienza a aumentar. Toma su camiseta blanca y la quita, nota al chico morderse el labio nervioso, decide lamer un pezón, deslizando la lengua por su suave piel, haciendo que un jadeo salga de la boca del chico.

- ¿Sabes a lo que juegas, mocoso?-. La mirada del capitán es monótona, fría y neutral. -No tendré piedad.
- No me subestime- contesta el chico de cabellos castaños.
- Entonces los haremos como me gusta...

A pesar de ser un poco más bajo que el muchacho, el de ojos plateados tiene mucha fuerza, se levanta y a Eren con él, llevándolo hacia la cama. Lo acuesta sin cuidado y se aleja para ver que nadie esté merodeando por los alrededores. Se gira y observa al chico recostado en sus codos. Pidió que no lo subestimara... pero, ¿realmente podrá jugar a lo mismo? Aunque ya le da igual, de todos modos no se detendrá.

Se acerca a la cama y nota a Eren tragar duro, se le hace tan sensual. Mete los dedos en el borde de su pantalón y el muchacho observa cada uno de sus movimientos, quita la tela con un tirón rápido, gatea sobre el chico y pone su pierna entre las del menor, que por debajo de la tela interior se nota su ya inhiesta erección. Una sonrisa se abre paso por la boca del mayor, una sonrisa que no es usual y que no trae un buen augurio.

- Ay Eren, ¿Ya estas erecto?- pregunta el mayor con burla. -Sólo espera a que te toque de verdad.

Sin más retrasos se quita la chaqueta y desabrocha la camisa de su uniforme, el cual aún trae puesto. Se quita el cinturón y lo arroja a un costado de la cama. Besa al menor con ferocidad, la saliva se escurre por la comisura de labios del castaño mientras pequeños gemidos se ahogan en la boca de su cuidador.

Rivaille alza más su rodilla y aprieta la erección del chico mientras su lengua entra y avasalla con su boca. Acaricia sus labios con esa lengua experta, la enrosca y lo incita a responder.

El de ojos verdosos intenta llevar su ritmo, acaricia el paladar de su capitán y éste ya comienza a querer jugar. Se separa de la boca del chico y desciende por ese torso poco trabajado, delgado y perfecto, deslizando su lengua tibia y mordiendo esa piel blanca. Sube y besa sus pezones, enrosca su lengua en ellos haciendo que Eren se queje con suspiros suaves. El pelinegro vuelve a bajar quitando la última prenda del chico, liberando su erección y envolviendo sus dedos en el miembro de este.

Aprieta suevamente y comienza a masturbarlo. Jaeger se arquea, se retuerce y jadea con desesperación. El mayor sigue con la masturbación mientras muerde sus muslos y observa el rostro del chico, que se aferra a las sábanas entre gemidos.

El mayor respira y se levanta.

- Vamos mocoso- le dice captando la atención del chico. -Acuéstate y levanta las muñecas.

Eren le hace caso de inmediato, se endereza apoyando la cabeza en la almohada y alza las muñecas mirando con extrañeza a su seme.

- Este...- murmura el chico al ver que lo está esposando con los grilletes. -¿Qué es lo que está haciendo?
- Ya te pregunté si sabías a lo que estabas jugando- responde Rivaille cerrando el segundo grillete, se aleja y comienza a acortar las cadenas para que las manos del menor se alcen y queden inmóviles.

Se gira y observa al castaño desnudo sobre el colchón, con la respiración agitada y el rubor cubriendo sus jóvenes mejillas. En esos momentos sólo una idea se le cruza por la mente: hacerlo suyo.
Tomar ese virginal cuerpo, profanarlo de la manera más brusca y marcarlo como propio. Sigue mirándolo mientras se desata el pantalón y se quita las botas. Cuando se acerca al chico, nota como se estremece, luego se quita la prenda interior y se sube a la cama.

Abre las piernas del menor y alza la mano dejando dos dedos frente a la cara del chico.

- Chupa.- La orden resuena y el cadete abre la boca para humedecer los dedos del capitán. -Muy bien.

Besa la rodilla del muchacho y sin dejar de mirarlo mete ambos dedos, haciendo que Eren se retuerza y gruña de dolor. Se detiene y espera a que el muchacho vuelva a respirar, luego sigue con el vaivén de sus dedos. Dentro y fuera. Dentro y fuera. Simulando la felación que pronto el mismo iniciará.

Lo dilata y mete el tercer dedo, no necesita lubricarlo, él ya lo está bastante. La estreches pronto se dilata y sus dedos entran más fácil.

Está listo.

Muerde el interior de sus muslos mientras se acomoda entre ellos, flecta las rodillas del muchacho y las alza hasta que tocan el pecho de este, Eren se tensa mordiéndose el labio con fuerza.

- Vamos Eren...- el sargento lo mira de manera monótona, pero su voz es aterciopelada y sensual. -Relájate, o te dolerá más de la cuenta.
- De acuerdo.- La voz del castaño es suave y refleja miedo. Tal cuál le gusta.

El mayor se acomoda entre sus piernas y toma su erección posicionándose para la penetración. Comienza con su empuje y Eren se muerde la boca demasiado brusco.

- No mocoso, o liberarás al titán.

Rivaille se gira y recoge su pañuelo blanco e inmaculado, se inclina y amordaza al menor, el cual no se resiste. Vuelve a su posición, se acomoda y penetra al joven. Cuando entra la punta observa como Eren se mueve con brusquedad y tira de los grilletes. Sus dientes muerden fuerte la tela que lo amordaza, el mayor jadea excitado y prosigue, penetrándolo de una sola estocada.

Eren tiene las rodillas pegadas al pecho a causa de las manos del mayor, que arrodillado frente a él, lo embiste sin piedad.

Levi jadea fuerte, retira su grueso miembro y vuelve a embestir. El chico se arquea bruscamente, cierra los ojos y muerde la tela con fuerza. El sonido metálico de los grilletes lo excita. Sí, al mayor le encanta someter a los demás, y en lo sexual la cosa no cambia.

Se retira y vuelve a penetrarlo, la felación aún duele, pero el mayor dijo que no tendría piedad, se inclina y muerde el labio inferior del menor, no puede besarlo por la tela que lo amordaza, pero eso le da igual, su interior se siente tan bien. Lame las lágrimas que caen por las mejillas del muchacho y muerde su mandíbula para seguir con su cuello.

- Oh Eren- susurra con voz ronca. -Estás tan estrecho...

El mayor se esconde en su cuello y se aferra a las estrechas caderas del muchacho, y éste lo envuelve con ambas piernas. Embiste, una y otra vez, de manera salvaje y brusca. Eren gime, sus gritos se ahogan bajo el pañuelo y sus manos buscan dónde aferrarse pero los grilletes se lo impiden.

El dolor da paso al placer y sus sacudidas hacen repiquetear las cadenas.

- Vamos mocoso, dame lo que quiero.

Con ello el capitán comienza a masturbarlo al compás de su penetración brutal y sin piedad. El chico se curva y sacude la cabeza buscando la manera de liberarse, pero su seme no se detiene y sigue con las embestidas.

- Hum, muchacho, me estás apretando mucho.

Todo es calor, y Rivaille comienza a sentirse al borde del abismo, con un Eren a su merced y a punto de correrse por su causa lo arrastran al remolino de sensaciones que lo abruman y atrapan. Lo penetra dos veces más y se libera sin poder evitarlo, el líquido colma al menor que ya se había ido hace unos minutos sobre su vientre. Gruñe, jadea y se sacude.

Pero todo es borroso. Confuso.

Ve negro. No, no ve nada.

Se aferra a algo pero es duro, abre los ojos de golpe e intenta orientarse. Parpadea y ve que está en el sótano, en la celda de Eren. Un momento... ¿Por qué está aquí? Ah sí, lo cuidaba para que no tuviera otro ataque. Su respiración es agitada, mira al frente y ve al muchacho durmiendo profundamente. Mierda. Su pantalón está húmedo, pero ¿Por qué? Entonces los recuerdos del sueño llegan a su mente con brusquedad.

Oh no.

El capitán se masajea las sienes, abre los ojos intentando calmarse y ve su libro en el suelo. Debió quedarse dormido. Se incorpora con la incomodidad de su erección liberada.

Cuando se dispone a salir, se gira para mirar al menor que yace dormido en su cama.

¿Qué mierda me estás haciendo mocoso idiota?

Se gira con disgusto, frunciendo el ceño y camina rumbo al baño para limpiarse cuanto antes.

 

 

 

 

Notas finales:

Ojalás les haya gustado la lectura! :3

La segunda parte se viene un poco más sentimental e.e Pero no les adelantaré nada xd

Se aceptan sugerencias y críticas xD 

Ojalás alguna pueda ser mi Beta-reader para estos fics! Pliis! Cariños y nos leemos! :)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).