Todo comenzó un día, sin haberse propuesto nada. Joonmyeon se había levantado de buen humor canturreando la nueva canción de Rainbow, Sunshine. No es que él fuese un gran fan del grupo de DSP, pero aquella canción se le había quedado en la mente al oírla en los programas.
Caminó por la casa con una enorme sonrisa en los labios, el sol brillaba y había ganado varios premios ya. La verdad es que no podía sentirse más contento. Entró en la cocina todavía murmurando la melodía de la tan pegadiza canción.
Kyungsoo le observó mientras acababa de colocar el segundo plato para Jongin sobre la mesa mientras él discutía con Baekhyun algo sobre una apuesta que había perdido. Joonmyeon los saludó con aquella enorme sonrisa de anuncio de dentífrico y tomó asiento.
—¿Qué cantas? —le preguntó Kyungsoo mientras le colocaba el plato delante de él.
Joonmyeon sonrió ampliamente como respuesta y continuó canturreando mientras lo ignoraba.
Kyungsoo entornó la vista, molesto, y volvió a la cocina. No le gustaba nada cuando Joonmyeon hacía aquella clase de cosas, quitándole importancia a lo que le molestaba como si realmente no fuese importante. El vocalista suspiró y comenzó a lavar los platos; a sus espaldas, Jongin voceaba juguetón maldiciendo su mala suerte mientras Baekhyun elevaba sus risas hasta el techo mientras salía corriendo del cuarto.
Kyungsoo lanzó una mirada esquiva que pretendía fijarse en ellos pero que se desvió de más en dirección a su líder, el cual continuaba canturreando aquella canción.
—Parece que a Joonmyeon le gusta mucho Rainbow —bromeó Chanyeol, colocándose cerca de Kyungsoo y susurrándoselo al oído—. ¿Estás celoso? —rió.
Kyungsoo intentó no parecer nervioso pero, sus esfuerzos por fingir que aquello no le había afectado fueron tan inútiles como conseguir que Jongin permaneciese despierto un día entero sin caerse de sueño.
Chanyeol le guiñó un ojo de forma cómplice y tomó asiento, cogiendo su desayuno.
—Rainbow —murmuró por lo bajo el vocalista de ojos grandes.
Joonmyeon terminó de comer, acercó el plato al fregadero y salió dando las gracias. Kyungsoo lo observó marcharse sin perder la sonrisa y sin darse cuenta, él también sonrió. Adoraba a su líder, siempre tan correcto, perfeccionista y agradable. Sabía que tenía fallos, siempre intentando que todo saliese bien, demasiado correcto y profesional ante las cámaras; y, en ocasiones, sus pasarelas de aeropuerto le sacaban de quicio. Pero aún así, adoraba los momentos en los que le veía con sus amigos, la complicidad con sus hyungs de SHINee, con Kyuhyun; esa sonrisa sincera que tan poco dejaba ver, ese afán por comerse un mundo que hacía tanto tiempo que le pertenecía. Kyungsoo sonrió, perdiéndose en sus pensamientos, y sin apenas darse cuenta, su cabeza ya había decidido por él hacer aquella locura.
—Necesito ayuda —le había dicho a Yixing al entrar en su cuarto.
El chino lo observó de arriba abajo, dejando la guitarra a un lado; y sonrió, haciéndole un ademán para que pasase.
—¿Qué pasa? —le preguntó, acomodándose ambos sobre la cama.
Kyungsoo le miró directamente a los ojos y tragó saliva.
—¿Conoces la canción Sunshine, de Rainbow? Necesito que la adaptes a mi voz, tengo que... que cantarla para alguien.
Yixing le miró fijamente, como si estuviese analizando con tremenda seriedad lo que acababa de decir, cerró los ojos y suspiró, meditabundo.
—No la conozco —respondió de pronto, y Kyungsoo sintió que tanta solemnidad anterior no había sido suficiente— pero aún así creo que si la busco podría adaptártela sin problemas. Pero... ¿Rainbow no es un grupo de chicas? ¿Qué es lo que...?
Pero Yixing no pudo terminar las palabras ya que Kyungsoo le había tapado la boca, colorado como un tomate.
—No puedo decírtelo. Es una sorpresa para... para esa persona —dudó durante un segundo el joven vocalista coreano.
Yixing sonrió con ternura y no hizo más preguntas, le prometió que unas horas tendría lo que le había pedido; así que Kyungsoo salió de la habitación más contento que unas castañuelas. Tanto, que no se dio cuenta de que Jongdae estaba justo en la puerta sonriendo ampliamente.
—Si quieres, puedo ayudarte —le dijo el chico con cara de Joker, ampliando su sonrisa traviesa.
Kyunsoo se sorprendió, y sin saber muy bien a lo que se refería, intentó excusarse. Después de todo, conociendo bien a Jongdae, si él se ofrecía a ayudar es que no tramaba nada bueno.
—No seas bobo, Kyungsoo —continuó diciendo el vocalista principal de M mientras le pasaba el brazo por los hombros—.
Me he fijado, sé que quieres darle una sorpresa a Joonmyeon. Si dejas que te ayude no te arrepentirás.
Y aquella pequeña sorpresa que se trataba de cantar una simple canción, terminó convirtiéndose en una pequeña conspiración de medio EXO para ayudar al chico de ojos saltones. Jongdae no se quedaba corto cuando se trataba de preparar las cosas y fue movilizando al resto de miembros para prepararlo todo.
Baekhyun le ayudó con el eyeliner, Tao se encargó de la ropa y Sehun le indicó cómo debía moverse; Jongin también pretendió ayudarle pero al ver cómo Kyungsoo comenzaba a hacer aquel baile tan femenino le entró la risa y tuvo que apartarse a un lado para no atragantarse. Luhan convenció a Kris de que se llevase a Joonmyeon fuera para que no les molestase y Minseok fue con Chanyeol a conseguir un precioso vestido de volantes de la talla de Kyungsoo. Cuando la canción estuvo lista y adaptada, Jongdae le pidió a Kyungsoo que saliese y los chicos observaron con asombro que a pesar de todo, el chico de ojos grandes resultaba una chica realmente adorable.
—No sé cómo te has dejado convencer para esto —comenzó a hablar Luhan—. Yo me hubiese negado, no sé dónde queda tu orgullo de hombre.
Sehun lanzó una mirada divertida a su hyung y pasándole el brazo por encima de los hombros añadió:
—No me hagas hablar, "señor 24 horas masculino".
Luhan intentó fingir que no se ponía algo colorado mientras los demás estallaban en carcajadas.
Kyungsoo se miró en el espejo, acomodando los volantes y la peluca. La verdad es que se veía muy extraño, y aquello no era lo que había pensado en un principio, pero como Jongdae había insistido tanto... Cerró los ojos y suspiró nervioso, aquello no iba a salir bien.
—No te ralles de más —le susurró Yixing, colocando una mano sobre su hombro y sonriéndole—. Estoy seguro de que cualquier cosa que hagas por él la va a valorar.
Kyungsoo asintió nervioso y tomó aire. Yixing tenía razón, Joonmyeon siempre era bueno y agradable con ellos, continuamente; aunque algunas cosas saliesen mal o se mostrasen alterados, Joonmyeon siempre sabía cómo mantener la calma y llevar la situación. Había estado ahí para guiarles como un líder y para él… Para él siempre había estado como algo más.
Y entonces Joonmyeon llegó. Yifan le dijo que pasase al salón, que había alguien esperándolo, y Kyungsoo apretó nervioso las manos. Las luces que estaban apagadas se encendieron lentamente gracias al graduador de luz que Kris había querido colocar algunos días antes; por si necesitaban algún ambiente más íntimo, había dicho, y en aquel momento resultaba una decisión acertada. Alguno de los chicos presionó el botón de encendido y la canción comenzó a sonar. Kyungsoo no quiso ver la cara que tenía Joonmyeon, pero dio lo mejor de sí mismo, bailando y gesticulando aquella canción. Cuando terminó, levantó la cara, rojo cual tomate, y vio que Joonmyeon estaba totalmente patidifuso.
—Sé que ha sido una chorrada… —comenzó a decir el menor, quitándose la peluca.
Joonmyeon avanzó hacia él, con los ojos abiertos por la sorpresa, pero totalmente fijos en él.
—Kyungsoo —susurró con esa voz que siempre le hacía estremecerse—. Gracias.
Kyungsoo quiso morirse en aquel momento mientras las palabras llenas de amabilidad de su líder correteaban por el
aire directamente hacia su mente y aquella mano, blanca como la de un vampiro le acariciaba la cara. Joonmyeon era perfecto, como sólo él podía ser, amable, dulce, comprensivo y en algunas ocasiones quizás un poco extraño, pero en el fondo, todas aquellas cosas le hacían ser quien era y aquello era lo que Kyungsoo adoraba.
—Yo te... —comenzó a decir Kyungsoo con voz temblorosa, pero no terminó de pronunciar aquellas palabras porque los labios de Joonmyeon habían sellado los suyos propios.
Kyungsoo cerró los ojos y disfrutó de aquel beso. Después de todo, aquello había valido la pena.
—La próxima vez —comenzó a decir Joonmyeon mientras le acariciaba el pelo enredado tras su oreja— quiero que hagas First Love, de After School —añadió con una sonrisa pícara.
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