No sé que hora era ya, solo sabía que me encontraba solo frente a la barra del bar al que fui arrastrado por mis geges. A pesar de ser menor de edad me encontraba tomando harto alcohol, nunca había bebido así y mi cabeza me estallaba gracias al alcohol ingerido y por la estridente música del lugar. Me sentía intimidado, muchas miradas estaban dirigidas a mi persona y sabía que no eran para nada bueno. Me preguntaba donde pudieron irse Xiumin ge y Chen ge. Ellos a diferencia de mi eran mayores que yo por 5 y 4 años respectivamente, eran de Corea, pero estaban en China por estudios, ellos son como mis padres, ya que los míos se encontraban en mi ciudad natal mientras yo estudiaba en la capital. Cada vez que pienso en mis padres me deprimo, no supero aun la distancia que nos separan. Me dispuse a beber mas ya que la fiesta no me divierte en absoluto.
No sé cuánto había pasado, pero ya no era consiente de mí mismo tenía la cara apoyada en la barra y un vaso con licor a medias a mi costado, estaba tan distraído que no sentí cuando me levantaron de mi sitio y me arrastraban a la pista de baile. Al levantar mi mirada me encontré con un hombre muy apuesto de cabello rubio y que fácil llegaba a los dos metros de alto, este me miraba de una manera muy extraña, pero no supe descifrar que me quería decir con su mirada el alcohol en mi sangre no me dejaba pensar bien. Sus manos se posicionaron en mi cintura en un agarre firme mientras restregaba su cuerpo con el mío, no pude evitar sonrojarme ante esa acción.
-Eres lindo- me susurro muy cerca de mi oído y mi sonrojo aumento.
No supe como pero me encontraba con ese chico besándome en los baños del local. Me desconocía totalmente, nunca había estado tan borracho en mi vida y en serio esto se me estaba saliendo de las manos.
En un abrir y cerrar de ojos me encontraba desnudo totalmente, es ahí cuando reaccione y me asuste.
-Espera que haces, detente- le suplique, el parecía no hacerme caso y seguía propinando besos por todo mi cuello mientras masajeaba mis pezones. Trate de empujarlo, pero él era más fuerte que yo y me estampo de nuevo contra la pared del baño. Me puse a llorar cuando sentí su mano dirigiéndose a mi entrepierna mientras que la otra me masajeaba el trasero. Seguí propinándole golpes en un débil intento de separarlo.
-Quédate quieto no quiero hacerte daño- me dijo, yo lo mire furioso si no me quiere hacer daño entonces que me suelte.
-Suéltame en serio por favor esto no está bien- le dije rogándole con la mirada el solo se rio y sin previo aviso metió su miembro en mi entrada. Grite como nunca lo había hecho, me dolía demasiado era horrible, lo peor era perder mi virginidad con un desconocido, de solo pensar en eso mis lágrimas empezaron a salir sin cesar.
El gemía como un animal, pude sentir su aroma a licor y me sentí mareado, las embestidas que daba contra mi cuerpo me debilitaban cada vez más, mis lágrimas surcaban mis mejillas sin parar y me di cuenta que mi celular sonaba desde el suelo dentro de mi pantalón. Trataba de alejarlo rogándole que me dejara en paz. Un último gemido suyo y un líquido viscoso en mi interior me hiso saber que todo había acabado.
Mi cuerpo cayó al suelo completamente destruido mientras que el idiota frente a mí se apoyaba en la otra pared respirando agitado.
-Oye en serio fuiste el peor polvo que he tenido- soltó, yo lo mire incrédulo y enfurecido por sus palabras.
-¡Yo no soy ninguna puta, tu eres el que se aprovechó de mi estado de ebriedad!- le grite mientras mis lágrimas caían nuevamente.
-Oye deja de gritar tanto, pensé que por la cara que tienes eras una, bueno mejor me voy- dijo de lo más normal.
- ¿Qué quieres decir con eso? Tú no te vas de aquí no puedo ni ponerme de pie- le dije en un susurro avergonzado.
El me miro con fastidio y se fue sin más haciendo un gesto como si no le importara. Cuando estuve solo me puse a llorar abrazando mis piernas mientras golpeaba mi cabeza contra la pared. Fui un idiota porque tuve que beber tanto y dejarme llevar por el alcohol. Traté de ponerme de pie, pero me fue imposible, piernas me dolían al igual que mi cadera, lo peor fue darme cuenta que no solo era semen lo que escurría de mis piernas sino que también mi propia sangre se mezclaba con la esencia ajena.
De repente me acorde de mi celular, al encontrarlo revisé que tenía como seis llamadas perdidas de Xiumin ge, decidí marcarle a él y le pedí que me buscara. Espere en el suelo aun abrazado a mis rodillas, mientras pensaba cómo explicarles lo sucedido. El ruido de la puerta al abrirse y el grito de mis geges me hizo girar mi rostro.
-Pero, ¿qué paso aquí Tao? Oh por Dios- dijo Xiumin gege mientras lloraba y me abrazaba, yo lo abrace de vuelta y llore sobre su hombre, Chen ge miraba atónito la escena - Tao siento dejarte solo - decía aun con lágrimas en los ojos - ¡rápido Chen no te quedes ahí ayúdame a vestirlo y llevárnoslo de aquí! - le grito mirándolo fijamente, con ayuda de mis geges pude ponerme de pie y colocarme mi ropa.
Ya de pie nos dirigimos al carro de Chen gege el cual felizmente no había consumido nada de alcohol. Yo me senté con Xiumin gege en la parte trasera del auto recibiendo caricias en mi cabeza por parte de él mientras lo abrazaba fuertemente. Al llegar al departamento que compartimos juntos Xiumin gege me llevó al sofá y me acomodó lo mejor posible para evitar más dolor en mi cuerpo, Chen gege se dirigió a la cocina lo más probable por unos cafés para quitarnos la resaca tanto a mí como a Xiumin ge, el cual me dirigió una mirada como diciéndome que le cuente lo ocurrido.
Entró Chen gege a la sala y me tensé ya que tenía la misma mirada de duda en sus ojos, solté un suspiro y les conté lo ocurrido entre lágrimas ya que me era difícil no sufrir por lo pasado. Xiumin gege me observaba sumamente preocupado y también se le notaba enojado.
-Juro que si veo al pendejo que te hizo daño lo mato Tao en serio lo mato, ¿cómo pudo hacerte eso?, lo peor es que es culpa mía y de Chen el haberte dejado solo y desamparado, mi bebe panda no sabes cuánto lo siento – me decía al borde de las lágrimas mientras me abrazaba, yo solo negué con la cabeza después de todo no era culpa de ellos realmente, era solo mía por ser imprudente y tomar en exceso.
-Creo que deberíamos irnos a dormir son las cuatro de la madrugada y mañana tengo trabajo que hacer – dijo Chen gege mirando la hora – Tao será mejor que te cargué a tu cuarto – me dijo, yo me sonrojé después de todo no me gustaba sentirme inútil, pero mi cuerpo no me funcionaba bien, asentí con la cabeza y mi gege me cargó haciendo un esfuerzo ya que a pesar de mi edad yo era un poco más alto que él. Cuando me acomodó en la cama me dio un beso en la frente y se despidió de mí. Xiumin gege sin embargo, decidió dormir conmigo esa noche, así que se acomodó dentro de mi cama y yo lo abracé fuerte mientras seguía llorando.
-Tranquilo Tao ya pasará no te preocupes estamos contigo, llora lo que quieras yo estoy aquí para apoyarte – me susurró, yo asentí dentro del abrazo y poco a poco me fui quedando dormido.
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A la mañana siguiente me desperté solo asi que supuse que Xiumin gege estaría en la cocina haciendo el desayuno. Me levanté con cierto pesar de la cama y me dirigí a la ducha, mientras me quitaba la ropa me acordé de todo lo sucedido anoche y me tensé. Entré inmediatamente a la ducha y me froté el cuerpo con insistencia tratando de sacarme la sensación de sus manos de mi cuerpo. Al terminar me cambié rápido y me dirigí a la cocina donde mi gege se encontraba, al verme se me acercó y me acarició la mejilla.
-Siento no despertarte es que se te veías tan cómodo durmiendo- me dijo con una leve sonrisa - tu desayuno ya estaba listo hace rato, lo calentaré para que comas, Chen salió hace una hora dijo que vendría en la tarde - continuó.
Terminado el desayuno me dirigí a mi cuarto para hacer las tareas del colegio, trataba de tener la mente ocupada en otra cosa que no sea en lo ocurrido anoche. Ya había pasado hora y media y ya mis deberes estaban acabados, así que decidí salir a despejarme un rato, le avisé a Xiumin gege para no preocuparlo y cogí mi bicicleta, daría un pequeño paseo por el parque.
Al ser sábado había muchos niños en el parque acompañados de sus padres, eso me entristecía, pero no podía pensar en eso ahora, no es bueno estar triste todo el tiempo. Monté de nuevo mi bicicleta y seguí paseando, de la nada me tuve que detenerme rápido al ver a un perrito cruzar justo frente a mí. Seguido a eso escuché gritos de alguien que supuse seria el dueño del perrito, sujeté al animal y me fui acercando a la procedencia de la voz, al ver a la persona frente a mí tuve que hacer todo el esfuerzo posible para no soltar al pobre perro, esto tiene que ser una mala pasada.
-¿Qué haces tú aquí? - le grité, el idiota me miró confundido para luego sorprenderse.
-Demonios tú otra vez crio- soltó con expresión aburrida, yo lo miré con enojo, no podía ser posible que al día siguiente de lo ocurrido lo tenga ahora frente a mí y lo peor en un parque cerca a mi casa, eso solo podía significar una cosa, el desgraciado vivía por aquí.
- ¡Tao! - escuché que alguien gritaba mi nombre yo volteé asustado y me encontré con Xiumin gege - Te demorabas demasiado, me estaba preocupando - me dijo mientras respiraba un poco - ¿Eeeh tú quién eres? - preguntó al percatarse de la presencia del otro.
El maldito se tensó, supuse que no sabría que decir aunque para ser sincero yo tampoco sabía que decirle.
- Gege, él es - le susurré, aunque creo que fue mala idea ya que su expresión cambió de normal a una de ira total.
-¡REVERENDO HIJO DE PUTA DE ESTA NO TE SALVAS!- le gritó sujetándolo de las solapas de la camisa que llevaba, yo me asusté aunque lo odiara, dejar que lo maten no sería algo bueno.
-Gege, vamos cálmate estamos en la calle- le dije tratando de alejarlo.
-¿Me pides que lo suelte Tao?, ¿acaso estás loco?, él te hizo daño- me espetó enojado, yo solo asentí.
-Pero gege, estamos en la calle la gente se nos está quedando viendo- le susurré mientras abrazaba más fuerte al perrito que tenía en mis brazos. Escuché que suspiraba para luego clavar su mirada en el bastardo.
-¡Tú te vienes con nosotros y no acepto un no como respuesta! - le gritó, vi como el otro asentía y luego se acercaba a mí, yo lo miré dudoso.
-Disculpa, pero tienes a mi perro en tus brazos- me dijo, yo me sonrojé y se lo entregué, le colocó mejor la correa y lo puso en el suelo - vámonos de una vez antes que me arrepienta.
Xiumin gege se colocó delante de nosotros y prosiguió por caminar hacia el departamento, el otro tipo, tenía una expresión de molestia única y yo me sentía mal, el ambiente era demasiado tenso. Al llegar gege esperó a que entráramos para luego de un porrazo cerrar la puerta, nunca lo había visto tan enojado.
-No se quién mierda eres, pero lo que le hiciste a mi niño lo vas a pagar- le dijo de golpe sin siquiera dejarlo parpadear.
-Primero que nada dime Kris, estoy harto de los insultos con el que se dirigen a mí, segundo, no creo que este - dijo señalándome - sea menor de edad como para no haberse sabido defender, además el aceptó gustoso mis besos al comienzo, no tengo la culpa que al final de avergonzara y yo no iba a permitir que me deje con el calentón que me provocó - a cada palabra que decía mi rostro adoptaba un color más rojo de lo nornal mientras me encogía en el sillón. Decidí voltera a ver a Xiumin gege y observé que su rostro estaba igual de rojo como el mío, pero del enojo.
-¡Oye pedazo de mierda!- genial, gege solo decía groserias cuando esta fuera de sí – Pide disculpa por lo que has dicho, idiota, primero que nada Tao si es menor de edad solo tiene dieciséis – al decir eso vi como la cara de Kris adoptaba una expresión de espanto nunca antes visto – segundo, no te diste cuenta que el pobre estaba borracho, o es que acaso te gusta aprovechar ese tipo de situaciones para tu conveniencia – terminó.
Kris aún no salí de su asombro, me miraba fijamente como no creyendo lo dicho antes por Xiumin gege, yo sentía mis mejillas arder demasiado, mi nerviosismo era tanto que incluso podías tocarlo, su mirada me ponía nervioso. Toda mi atención fue a parar en el perrito que se me había acercado a lamerme la mano, eso me reconfortó, parece que se daba cuenta de la tensión que existía.
-Lo siento- escuché, levanté la mirada y lo encontré frente a mí, eso hizo que mi corazón latiera más rápido todavía – en serio no sabía que fueras menor de edad, es que tu aspecto no da a ver eso, no sé cómo disculparme de una mejor manera – me dijo acongojado.
-Ya, aléjate de mi bebé, no vaya a ser que le hagas daño – escuché que dijo Xiumin gege, para luego separar a Kris de mí – ya que se solucionó a medias toda esta situación te puedes largar, hazlo rápido antes de que te muela a golpes – ante esas palabras observé como Kris se levantaba sujetaba la correa de su perro y hacía una venia hacia nosotros para luego retirarse. Al ver que cerraba la puerta solté un suspiro, demonios, demasiadas emociones en menos de veinticuatro horas.
-Espero no encontrármelo de nuevo- solté.
-Yo también espero eso – me dijo mi gege mientras me abrazaba – cierto ya son las dos de la tarde es hora de almorzar – me dijo sonriendo esta vez –es mejor pensar en otra cosa ¿no crees? – preguntó dirigiéndose a la cocina, yo asentí. El sonido de la puerta nos dio a entender que Chen gege había llegado.
-Hola Tao ¿Xiumin dónde está? – me preguntó al entrar acercándose a mí para despeinar mi cabello, yo solo atiné a sonreír, amaba cuando me mimaban, con la mirada señalé a la cocina, él me hizo una señal para que no hiciese ruido y vi cómo se acercaba en silencio en la cocina para después escuchar el grito de sorpresa de Xiumin gege, yo me reí ante esa acción, era bonito ver lo felices que eran como pareja.
-¡Chen por qué me asustas de esa forma! – le gritó haciendo un puchero para luego recibir un beso por parte de Chen gege.
-Lo siento, pero te quería sorprender – le respondió sonriendo aun – cierto Xiumin, Tao ¿quién era el sujeto que vi bajando todo enfurruñado? – nos preguntó, yo me puse nervioso y a Xiumin gege le regresó el enojo.
-Es solo un ser indeseable Chen, solo eso – le respondió Xiumin gege – ve siéntate a la mesa, de igual manera Tao que la comida ya va a estar - nos dijo.
Tanto Chen gege como yo nos dirigimos a la mesa y él me miró de manera inquisidora, yo solo me encogí un poco.
- ¿Quién era Tao? - yo me puse nervioso suficiente con que sepa Xiumin gege y haya hecho un escándalo por ello – Respóndeme por favor, no me dejes con la duda, ¿es algún amante de Xiumin? - me preguntó de nuevo, yo me sorprendí, que estará fumando gege.
- No es nada de eso, es algo que tiene que ver conmigo gege por favor no insistas es algo incómodo – le respondí.
- Ok bebe no insistiré – me dijo dejándome tranquilo.
- Dejen de parlotear y coman – escuché a Xiumin gege mientras colocaba los platos frente nuestro, yo solo suspiré y comencé a comer. Espero no encontrarme de nuevo con ese idiota, pero que viva cerca de aquí me hace dudar sobre un posible encuentro.