Sus labios se rozaban con delicia, mientras sus manos curiosas iban deshaciéndose de la molesta ropa, sintiendo rápidamente el fervor de la piel ajena contra sus yemas, sonrieron en medio del beso, para continuar caminando hacia la enorme cama que les esperaba.
Cuando llegaron hasta ella, dejó caer con suavidad el cuerpo del menor sobre la mullida cama, subiéndose con cuidado sobre él, comenzando a besar y succionar suavemente su línea de la quijada, deleitándose de los sutiles suspiros que abandonaban los rojizos labios de su esposo.
Continuó su camino hacia abajo, disfrutando el cuello del menor, marcándolo a su gusto y antojo, para después torturarlo un poco, lamiendo y succionando sus pezones hasta dejarlos erectos y sensibles, mientras las manos de KyuHyun se aferraban con fuerza a las sabanas oscuras bajo su cuerpo, delirando un poco cada vez que la deliciosa boca de su esposo lo tocaba.
Sus manos curiosas recorrían los costados del cuerpo del menor, sintiendo como la piel se erizaba a su paso, haciéndolo sentir el amo del universo, su lengua iba marcando un camino de saliva hacia el ombligo del menor, el cual penetró haciéndolo gemir adorablemente.
-J-JongWoon-jadeó entreabriendo los ojos, viendo la mirada lujuriosa de su esposo, clavada en su cara, haciéndolo sentir aun más caliente y deseoso de sentirlo, por lo cual se medio incorporó tomando entre sus manos el rostro del mayor estampando sus labios con algo de violencia, mientras sus lenguas jugaban entre sí, enviándoles deliciosas descargas por la columna.
Los dedos de KyuHyun abandonaron su lugar recorriendo lentamente el rostro del mayor, bajando por su cuello, recorriendo sus hombros, enterrándose sutilmente en ellos, dejando marcas rojas.
JongWoon se alejó del menor, para bajar a sus piernas, besándolas y masajearlas a su gusto y antojo, tentando al menor, pero sin tocar en ningún momento la prominente erección que tenia, dejando notables marcas en los muslos y caderas del menor, que se movía inquieto en busca de mayor contacto.
-D-Deja de torturarme-le dijo de forma entrecortada.
JongWoon sonrió de lado, pasando su lengua sobre sus labios de forma lenta antes de acercarse al palpitante miembro de Kyu, dejando un pequeño beso en la punta, haciendo al menor gemir de forma escandalosa, para después pasar su lengua de arriba hacia abajo, para después meterlo completo en su boca, comenzando a subir y a bajar.
KyuHyun sentía que con sus dedos podía tocar la galaxia entera, porque ¡Dios!, JongWoon si que sabia usar su boca.
-Ahmmg-gimió enredando sus dedos en los oscuros cabellos del mayor, jalándoselo un poco- m-más…
Los pedidos de su esposo eran órdenes, así que aumento la velocidad, logrando que el menor se corriera, gimiendo de forma escandalosa, levantó la mirada viendo el rostro rojo del menor, su respiración completamente acelerada y aquella sonrisa que le decía que aun deseaba más.
Sonrió y lamió tres de sus dedos ante la atenta mirada del menor, para después llevarlos a su entrada, comenzando a dilatarlo, una vez que los tres dedos entraban y salían con facilidad, los remplazó con su miembro.
-Si te duele mucho, me detendré-le dijo antes de besarlo apasionadamente, mientras se iba induciendo en su estrecho, húmedo y cálido interior, sintiendo como apresaba casi dolorosamente su miembro.
Pasados unos largos minutos, KyuHyun movió sus caderas, dando comienzo a los deliciosos movimientos, primero lentos, para poco a poco ir aumentando de velocidad y profundidad, dando contra aquel punto en el interior del menor que lo hacía delirar de placer, gritando por más.
-J-JongWoon-jadeó KyuHyun aferrándose a los brazos del mayor, gimiéndole al oído-t-te amo-gimió antes de correrse.
-Oh Kyu-jadeó corriéndose segundos después.
La noche entera y gran parte de la mañana se la pasaron desvirginando cada parte de la casa, que desde la noche anterior seria su hogar.
-¿No tienes limites acaso?-preguntó KyuHyun jadeante sentado sobre la barra de la cocina con una camisa únicamente cubriéndole.
-No te has quejado-le dijo dándole un beso casto- es nuestra bienvenida a nuestra nueva vida-le dijo pegando sus frentes.
El teléfono comenzó a sonar de forma escandalosa, con tranquilidad un desnudo JongWoon salió de la cocina hacia la sala tomando el teléfono.
-¡¿Dónde están?!-le gritoneó AhRa.
-En casa-dijo JongWoon, viendo como KyuHyun bajaba con cuidado de la barra, mirándolo casi con odio cuando un líquido blanquecino comenzó a escurrir entre las piernas del menor.
-¡Ya deberían estar en camino al lugar que rentamos!-le regañó enojada- ¡mueve tu trasero y el de mi hermano y lárguense a la maldita playa que no pague para que no fueran!-le gritó antes de colgarle.
-¿Quién era?-preguntó KyuHyun saliendo de la cocina con una barra de chocolate entre sus labios.
-Tu dulce y encantadora hermanita, para decirnos que moviéramos nuestros traseros hacia nuestra luna de miel-le dijo robándole un beso con sabor a chocolate- delicioso.
-¿Es idea mía o te volviste un peor pervertido?-dijo sonrojado caminando hacia la habitación principal.
-No puedes culparme-dijo viéndole descaradamente el trasero que se pegaba a la enorme camisa que portaba el menor- tú te la pasas tentándome.
-Oh perdón ahjusshi-dijo rodando los ojos, antes de entrar en la habitación, para comenzar a sacar lo que se pondría-¿A dónde iremos?-preguntó sin voltearse, para pocos segundos después sentir los brazos de su marido… dios esa palabra le sonaba tan bobamente encantadora, rodeándole, para colocar sus pequeñas manos sobre su vientre acariciándolo con suavidad.
-A la playa-le dijo al oído- de hecho podríamos hacerlo en la playa.
-Estás loco, arena por todos lados y no quiero tener arena en… bueno ahí-dijo sonrojado.
-Podemos hacerlo sobre una toalla-le dijo sonriente.
-Ni loco-le dijo adentrándose al baño, dándose el segundo baño de ese día, para salir casi una hora después completamente listo viendo sobre la cama una maleta con su ropa y la del mayor adentro, para pocos segundos después ver al mayor aparecer en la habitación, fresco como lechuga.
-¿Listo yeobo?-le preguntó acercándose a él abrazandolo con cuidado como si temiera lastimarlo.
-Tenemos hambre-dijo colocando sus brazos alrededor del cuello del mayor- queremos gorditas de nata.
-¿Qué es eso?-preguntó levantando una ceja.
-Un pan que venden en México-dijo dándole un beso- queremos tres.
-¿Esperas que salga a conseguirlos?-dijo frunciendo un poco su ceño.
-Por favor-dijo en tono cariñoso, dándole cortos y suaves besos, nublándole el juicio.
-Ya voy-dijo rendido, dándole un último beso antes de salir en busca de las mentadas gorditas.
-Comeremos gorditas de nata~-canturreó contento sentándose en la cama, la cual ya tenía sabanas limpias, prendiendo la televisión.
Para cuando JongWoon regresó a la casa, se encontró con una imagen que hizo su corazón temblar dentro de su pecho, KyuHyun se encontraba viendo ilusionado un par de trajecitos que habían comprado tiempo atrás.
Se acercó a él lentamente, hasta quedar a su lado, dándole un beso en la mejilla.
-No puedo creer que serán dos bebés-dijo acariciando la tela- ¿Crees que seré buen Omma?-preguntó algo preocupado.
-Claro que si amor-le dijo abrazándolo apretándolo contra su cuerpo- de hecho nos inscribí en un curso de padres primerizos.