-Eres un bastardo-murmuró con los dientes apretados, aplastando la mano de SiWon- te odio muchísimo.
-Tranquilo amor-le susurró algo adolorido- pronto va a pasar.
-Aquí está la epidural que pidió-murmuró la enfermera.
-Gracias al cielo-dijo acomodándose en la cama, para recibir la inyección, sintiendo al poco tiempo que el dolor desaparecía- ¿Podemos llevar un poco a casa?-preguntó relajado.
-Preguntare-le dijo sonriéndole viéndolo mucho más tranquilo.
-Pronto entrara en el quirófano-avisó otra enfermera.
-Gracias-dijo-¿quieres que llame a alguien?
-Al idiota de JongWoon y a Yunnie-murmuró sonriendo.
-Ya los llamo-le dijo acariciándole los cabellos, viéndolo como un dócil hombre a punto de dar a luz a su segundo hijo.
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-YoungWoon-murmuró SungMin desde la habitación que tenían preparada para su pequeña.
-¿Qué pasa?-preguntó acercándosele, viendo un enorme hoyo en el techo-¿Qué cara…?
SungMin comenzó a tener un tic en el ojo, una sonrisa temblorosa se formo en sus labios volteando a ver a su esposo, sientiendo de inmediato el aura asesina de su lindo y adorable esposo.
-Estamos a solo semanas de que nuestra bebé nazca… y tenemos un hoyo en el maldito techo-siseó colocándose rojo del coraje.
-Tranquilo amor, enojarte no le hace bien a nuestra MinSoon-le dijo abrazándolo con cuidado- mañana mismo comienzo con las reparaciones, antes de que nuestra nena este aquí ese hoyo se abra ido.
-Mas te vale Kim YoungWoon, que si no, dormirás afuera-le advirtió rompiendo el abrazo, yendo a su habitación- ¡Y ya no tenemos helado de fresa!-gritó.
-Ash….-suspiró revolviéndose el cabello- de ahora en adelante siempre con condón-juró tomando las llaves del auto.
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-Yunnie-murmuró Jae meloso pegándose a YunHo mientras veían televisión- vamos a la cama-le susurró al oído.
-P-Pero acabamos de hacerlo, y no fue solo una vez, primero en el auto, después en el recibidor, otra vez en el baño.
-Bueno ya, si no querías hacerlo solo tenias que decirme-dijo molesto cruzándose de brazos, alejándose de su prometido.
-Sabes que no es eso amor-le dijo acercándosele lentamente, en el estado actual de descompensación terrible de hormonas, era mejor acercarse lentamente- pero necesitas descansar y ya no somos un par de adolecentes.
-¡Te quejas como si tuvieras cuarenta, y yo fuera un gordo calvo sin gracia alguna!-dijo a punto de llorar.
-Boo-dijo tomando entre sus manos el rostro de Jae robándole un tierno beso- te estás volviendo un adicto al sexo.
-¿Te molesta?-preguntó lloroso.
-Me cansa-dijo sonriéndole- pero dame un poco de tiempo y lo haremos cuantas veces quieras.
-Okey-dijo acurrucándose a su lado- ¿en la tina?
-En la tina-dijo sonriendo un poco.
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Un suspiro profundo salió de sus labios, mientras su mano temblorosa marcaba aquel número que tan bien conocía, su corazón latia apresurado, mientras sentía un sudor frio cubrir su cuerpo entero.
-Familia Lee-habló aquella voz que tan bien reconocia.
-Omma-murmuró con voz algo rara.
-¿Hae?-dijo sorprendida-¿estás bien mi amor?, ¿pasa algo?
-Necesito hablar con ustedes-dijo mordiéndose los labios.
-Tu padre está un poco… indispuesto-dijo.
-¿De nuevo esta?-preguntó con tristeza.
-Si-murmuró ella con cansancio- pero puedes decirnos a tu hermano y a mí, mi cielo.
-¿Podrían venir mañana al departamento?
-Claro que si-dijo ella con alegría- ahí estaremos mi bebé.
Después de despedirse colgó la llamada, sintiendo los brazos de HyukJae rodeándole.
-¿Cómo te fue?-preguntó acariciándole el vientre.
-Mañana vendrá mi madre y mi hermano-dijo recargándose suavemente en el otro- el no vendrá…
-No te angusties por eso-le dijo dándole un delicado beso en el cuello- si lo desaprueba, yo siempre estaré contigo.
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La noche estaba en completa calma, cuando de pronto los pequeños Kim comenzaron a llorar.
-Te toca-murmuró Kyu, pateando a JongWoon.
-No es cierto- se quejó- yo fui ahorita.
-No es cierto-le dijo empujándolo fuera de la cama.
JongWoon se levantó del suelo, sobándose su trasero renegando, mientras caminaba hacia la habitación de los bebés, encendiendo la luz, cargando a SeHun quien era el que lloraba.
-¿Qué pasa ahora?-preguntó revisándolo, viendo que estuviera limpio, que no tuviera alguna picadura, así que lo llevó a la cocina donde le comenzó a preparar la mamila- no sé quien es mas latoso si tu o KyuHyun-le dijo acunándolo con un solo brazo, mientras revolvía la mezcla en la mamila, para después dársela, recargándose en la encimera- eres un bebé revoltoso-le regañó viéndolo comer muy a gusto su mamila- seguro que tu Omma era llorón como tú, porque no yo nunca llore en las noches.
-Bien que llorabas en el día-dijo KyuHyun recargado en la puerta de la cocina- llamó SiWon, ya nació WonHee, y HeeChul quiere que mañana a primera hora estés ahí.
Asintió viendo al pequeño llorón terminar de comer, lo colocó sobre su hombro sacándole el aire, para después llevarlo a la cuna, acostándolo con cuidado, para poco después ver a Aisha despertar.
-KyuHyunnie~-le dijo.
-Noooooo-se quejó desde el cuarto- mañana hare lo que quieras, pero dale la mamila tú-pidió.
-¿Lo que quiera?-preguntó cargando a la nena que tenía sus ojitos bien abiertos.
-Sí, lo que quieras ahjusshi pervertido.
-Ha darle la teta a la bebé-dijo sonriente, caminando a la cocina de nuevo.