KyuHyun se aferraba con fuerza a los hombros de JongWoon mientras su cuerpo lentamente se acostumbraba a su esposo.
- Eres hermoso Kyu-le susurró sobre los labios, antes de invadir con su lengua la boca ajena, moviendo apenas un poco su caderas arrancándole un gemido ahogado al menor, quien rompió el beso soltando una maldición- me encanta cuando maldices-le confesó guiñándole un ojo coquetamente.
-Eres un imbécil-le dijo el menor antes de morderle los labios, dejándolos un poco más rojos e hinchados- pero eres solo mío.
-Para siempre-aseguró antes de moverse de nuevo.
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- ¿Quieres comer algo?- le preguntó HyukJae acariciándole con suavidad la cabeza- ¿quieres que llame a tu madre?
-No-murmuró Hae sonriéndole un poquito- solo… que ya sabes… lo sabía, pero yo…-dijo mientras sus ojos se llenaban de nuevo de lágrimas y su voz se rompió- y-yo quería que él se alegrara.
-Respira amor-le consoló abrazándolo a su pecho, dejando que llorara, cuando se calmó le besó la frente- aun tenemos helado y aun no vemos esa película que JongWoon nos recomendó- le recordó en un intento por distraerlo, cosa que DongHae agradeció enormemente.
-Queremos limonada rosa-le dijo escondiendo su rostro en el pecho de su ahora prometido.
-Lo que deseen los amores de mi vida-dijo con seguridad HyukJae, besando la cabeza de su novio.
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-Ya SeHunnie-dijo AhRa tratando inútilmente que su sobrinito dejara de llorar, pero el pequeño hijo de Satanás no para de llorar, ya lo habían revisado de pies a cabeza cuatro veces, le cambiaron el pañal, le dieron su mamila, le cambiaron la ropa, lo bañaron, le cambiaron las cobijitas de la cuna, pero el bebé no dejaba de llorar.
-Juro que me voy a lanzar de la ventana si no logras que deje de llorar-le dijo ZhouMi, abriendo la ventana que estaba cerca.
-Yo también voy a llorar, no me presiones más-se quejó la mujer, mientras arrullaba al bebé que seguía llorando- ¿Y si le llamamos a KyuHyun?
-Vendrá de inmediato y estoy seguro que perderemos la poca confianza que nos tienen-le dijo ZhouMi- ¿Y si le llamamos a SungMin?, el también tiene una bebé, tal vez puede ayudarnos.
-Llámalo-suplicó AhRa, cambiando se posición a SeHun, milagrosamente y a pesar de los estruendosos lloriqueos de su hermano la pequeña Aisha no había despertado.
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-YoungWoon… YoungWoon… KIM YOUNGWOON-gritó SungMin con frustración desde el baño donde estaba limpiando a su pequeña bebé, para que durmiera tranquilamente- ¡contesta el maldito teléfono!
YoungWoon se despertó asustado, los gritos de su marido siempre habían tenido ese efecto en él, contestó apresuradamente el teléfono.
- ¿Sí?
-Gracias a dios-dijo ZhouMi- ¿está tu marido por ahí?
-Esta bañando a MinSoon-dijo parándose del sillón, apagando la televisión para ir hacia el baño donde SungMin terminaba de colocarle la pijama a su nena.
- ¿Quién es?-preguntó SungMin cargando a una adormilada bebé, quien ya se estaba chupando su dedito gordo.
-ZhouMi, necesita hablar contigo-dijo pasándole el teléfono y tomando a la bebé, para caminar hacia el cuarto de su nena.
- ¿Qué pasa?-preguntó curioso de que el chino le hablara.
-SeHun tiene como una hora llorando y no sabemos porque no se calla, ya intentamos todo-dijo desesperado- estoy contemplando el suicidio, así de grave es esto.
-Ponle una grabación de la voz de KyuHyun o de JongWoon, tal vez solo necesita oír a sus papás-le dijo con simpleza- MinSoon llora mucho cuando no oye a YoungWoon al despertar de su siesta.
-Gracias, dios te lo pague con mucho sexo y tal vez otro bebé-le dijo ZhouMi colgándole en cuanto terminó de hablar.
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-Appa-murmuró SunHee frunciendo su ceño al ver a su papá pegado a su celular mientras desayunaban afuera como lo había prometido SiWon.
-Lo siento bebé-le dijo dejando su teléfono ante la mirada molesta de su esposo- ¿lista para ir al kínder?-le preguntó para que HeeChul no terminara asesinándolo con el tenedor que estaba sosteniendo, mientras cargaba a su pequeño WonHee.
-Si-dijo con ilusión y emoción antes de pasar a una mueca de tristeza- pero ya no voy a poder cuidar a Wonnie-murmuró haciendo un puchero.
-Cuando regreses del kínder podrás ayudarme a cuidarlo-le aseguró su Omma sonriéndole, mientras le limpiaba la carita con una servilleta.
- ¿Tendré otro hermanito?-preguntó con curiosidad asustando a sus padres.
-No bebé-dijeron al mismo tiempo- Appa tiene que trabajar y Omma no puede con tantos bebés al mismo tiempo-le contestó su padre.
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KyuHyun se soltó del apretado abrazo que mantenía JongWoon sobre su cintura y se encerró en el baño para llamar a su hermana y ver como andaban sus bebés.
-Kyunnie-le saludó con un tono exhausto AhRa- ¿Qué tal todo allá? ¿Han usado protección? ¿Llevaron lubricante? No olvides que tus hijos aun son unos bebés.
- ¡Por el amor de todo lo bueno cállate!-le riñó sonrojándose- ¿Cómo están mis bebés?
-Se acaban de dormir-dijo suspirando alto- no sabía que SeHun tenía tan buenos pulmones-le dijo.
-Lo sé, llora mucho cuando JongWoon no le canta antes de dormir-recordó sonriendo un poco- Mañana por la noche estaremos de vuelta.
-No tienen que volver tan pronto se quejó con suavidad AhRa- pueden volver el lunes por la mañana.
-JongWoon tiene una junto importante le lunes y yo quede de llevar a los niños con mamá.
-Bueno pues, no olvides usar condones y mucho lubricante y una almohada para comodidad de tus gordas caderas-le dijo y colgó dejando rabiando a su hermano.
-La mato cuando regrese.
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El fin de semana pasó rápido, KyuHyun y JongWoon volvieron a su rutina. Los meses comenzaron a pasar con rapidez y cuando menos se dieron cuenta ya faltaba poco para el primer cumpleaños de los gemelos.
- ¿Has pensado algo para celebrar su primer año?-le preguntó JongWoon mientras le daba su papilla a Aisha.
-Si, ya tengo todo planeado-dijo mientras cargaba a SeHun para llevarlo a dormir- la temática será Mickey y Minnie-dijo con una enorme sonrisa en sus labios- mi mamá ya les hizo los trajecitos.
- ¿Por qué yo me acabo de enterar?-se quejó JongWoon, viendo como SeHun renegaba con Kyu para que lo dejara irse con su padre.
-Porque nunca estas en la casa-le dijo con simpleza- seguro que tu secretaria esa olvido darte todos los mensajes que te dejaba-le murmuró despectivamente, ignorando que su hijo quería ir a los brazos de su padre.
-KyuHyun, sabes que no tengo una aventura-le dijo por milésima vez, cargando a su hija.
-No, no lo sé-le contestó con frialdad- ya nunca estas en casa y cuando estas solo le das de comer a los niños y después te encierras en tu oficina-le recriminó.
-Lo siento amor-le dijo acercándosele para darle un pequeño beso en la mejilla- prometo que me tomare más tiempo para estar contigo y los niños.
-Más te vale-le dijo caminando al cuarto de los bebés.
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JaeJoong sonrió mientras caminaba descalzó hacia la cocina, aquella mañana había amanecido de excelente humor, pero al llegar a la cocina sus ojos se llenaron de lágrimas y sonrió amargamente, YunHo estaba despidiéndose en la entrada de la casa de una hermosa mujer, quien le sonreía coquetamente, apretó los puños con molestia, pero no dejaría que una “cualquiera” alejara a su hombre, mucho menos ahora que estaba en su séptimo mes.
Caminó hasta la puerta y la abrió antes de que YunHo la pudiera abrir, la mujer lo vio con sorpresa.
-Hola amor-saludó con fingida inocencia a YunHo quien se acercó dándole un corto beso en los labios.
-Hola boo, por cierto, ella es mi nueva editora, Kwon Bo Ah, Bo Ah, el es JaeJoong mi todo-dijo perdiéndose en los ojos de su pareja.
-No sabía que estabas por ser papá-fue lo único que pudo decir la mujer, viendo impactada el redondo vientre del pálido hombre que abrazaba el brazo de YunHo.
- ¿No lo había hecho?-dijo extrañado- supuse que ya te lo habían contado en la oficina, ya vez como son todos ahí-dijo sonriendo- entonces nos vemos mañana para ver lo de la portada de mi libro-se despidió, entrando junto a JaeJoong, quien lo aprisionó contra la puerta besándolo con algo de desespero- ¿Boo?
-Nada de andarle regalando sonrisitas a tus compañeras de trabajo Jung YunHo-le amenazó.
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DongHae subió sus pies a la mesita de noche soltando un quejido alto, sus pies están terriblemente hinchados, su cadera lo estaba matando y su bobo prometido no le contestaba el maldito teléfono.
-Esto me pasa por no hacerle caso a mi madre y volverme monje-se quejó amargamente, pero una patada de su bebé hizo que olvidara todo lo malo que le estaba pasando- no es cierto bebé-dijo acariciando su redondo vientre de cinco meses, sonriendo con suavidad, amaba con todo su ser a esa pequeña criaturita producto de su amor con HyukJae.
La puerta se abrió dejando pasar a un exhausto EunHyuk quien cargaba en sus brazos un par de bolsas con comida dentro.
-Venia manejando, por eso no te conteste amor- se disculpó cerrando la puerta con su pie, caminando hasta la cocina donde dejó las bolsas, para después ir hasta el otro dándole un tierno beso en la frente- ¿Te duele mucho?-preguntó preocupado.
-Lo normal-dijo suspirando- el próximo bebé, lo cargas tu-le dijo con seriedad, antes de sentir los delgados brazos del otro rodeándole protectoramente.
-Claro que si amor-prometió para después acariciar la panza de su amado- ¿se ha estado moviendo mucho?
-Solo patea cuando algo no le gusta-dijo sonriendo, al sentir como el bebé, pateaba con fuerza contra una de las manos de HyukJae- como que lo aplastes.
-No seas renegado bebé-le habló al vientre- Omma y Appa te esperamos con muchas ansias-dijo dándole un pequeño beso a la tripa ajena, viendo como su prometido se sonrojaba y sus ojos se llenaban de lágrimas- ¿te duele? ¿Necesitamos ir al hospital?
-N-No, solo, ya sabes las hormonas-dijo sonriendo mientras se limpiaba los ojos- y tus comentarios tontos.
-No son tontos-se quejó HyukJae haciendo un pequeño puchero- son románticos.
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ZhouMi caminaba despacio por entre las hileras de mostradores buscando el regalo perfecto para AhRa, su cumpleaños estaba cerca y con el embarazo la mujer estaba terriblemente irritable y siempre que se veían terminaban peleando y eso era malo para su bebé, así que le regalaría alguna joya hermosa para tranquilizar a la bestia que tenía su pobre bebito como madre.
- ¿Buscaba algo en especifico?-preguntó la vendedora de forma coqueta.
-Un regalo para la madre de mi hijo-murmuró viendo las joyas exhibidas.
-Oh-murmuró la chica haciendo una pequeña mueca, antes de sacar uno de los más costosos colleres que tenían- este collar, tiene trescientos diamantes y un hermoso zafiro, además de estar bañado en oro blanco.
-Lo llevo-dijo pasándole su tarjeta a la chica, mientras recibía una llamada de JongWoon- ¿Qué pasa bebé?-contestó sonriendo alegre.
- ¿Qué diablos?, no vuelvas a llamarme así, tuve escalofríos y casi me haces regresar mi desayuno-dijo JongWoon- ¿Podrías cuidar a los niños hoy en la noche?
- ¿Noche salvaje con Kyunnie?-preguntó burlonamente, mientras observaba su reflejo en el mostrados- recuerda usar condón amor.
-Necesitas una buena follada hombre-se quejó frunciendo el ceño- estas más insoportable de lo normal.
-Preséntame a alguien que valga la pena-le dijo recibiendo el collar ya envuelto para regalo y su tarjeta- ¿A qué hora me necesitas allá?
-A las siete, pienso que regresáremos como a las once a la casa-dijo JongWoon mientras hacia una reservación en el restaurante favorito del menor- ¿cuento contigo entonces?
-Ya sabes que si mon amour-dijo riendo ante el gruñido de fastidio que recibió en respuesta- ahí estaré.