-¿Ya estás listo yeobo?-preguntó JongWoon fuera del probador donde estaba KyuHyun, mientras la pequeña SunHee jugaba con su perrito hecho de globo.
-¿Quién demonios te dio permiso de decirme Yeobo?, ahjusshi pervertidor de menores-le dijo saliendo del probador acomodándose su suéter.
-Estudias en el conservatorio, ¿verdad?-preguntó agarrando a la pequeña que comenzó a reír alegre.
-Obviamente-dijo el menor, mientras caminaban hacia el elevador, para bajar al subterráneo.
Llegaron y subieron al auto poniéndose en marcha hacia la casa de YunHo, ya que Kyu necesitaba recoger un par de ensayos antes, cuando estuvieron frente a la casa, KyuHyun se apresuró a abrir la puerta pero esta fue abierta antes dejando ver a JaeJoong.
-¿KyuHyun-ah?-preguntó sorprendido de ver al menor frente a la puerta de la casa de su novio.
-¿JaeJoong –shi, qué hace usted aquí?-preguntó el menor algo sorprendido por verlo ahí.
-Vine a ver a mi YunnieBear, ¿Qué haces tú aquí?
-Yo vivo aquí-contestó KyuHyun sintiendo la imperiosa necesidad de salir corriendo al baño, en los últimos días eso le pasaba mucho y estaba agotándole la paciencia.
-¿Quién es JaeBoo?-preguntó YunHo asomándose desde la habitación-¡KyuHyunnie!, que rápido volviste, pensé que pasarías la noche con JongWoon-shi.
-¿Salen juntos?-preguntó de pronto JaeJoong abriendo los ojos- ese maldito degenerado, ¿te trajo él?-preguntó abriendo por completo la puerta, viendo uno de los autos de JongWoon estacionados afuera- ¡KIM JONGWOON!-gritó con todo el poder de su garganta, logrando asustar al empresario que bajo la ventana viendo la mirada molesta de su amigo y médico de cabecera.
KyuHyun aprovechó que JaeJoong había salido para reclamarle sabrá dios que cosa a JongWoon para entrar corriendo a la casa, encerrándose en el baño, sintiendo que su vejiga estaba a punto de explotar.
-Oh dios mío, no me nuevo- dijo viendo que apenas y salían unas cuantas gotas- tu pequeño engendrito deja de aplastar mi vejiga-le dijo a su bebé, antes de cerrarse nuevamente el pantalón y lavarse las manos, para salir a su habitación y recoger sus cosas, volviendo a la puerta donde YunHo estaba recargado con una sonrisa maliciosa en sus labios.
JaeJoong había salido de la casa a paso rápido hasta llegar a la ventana del auto de JongWoon, que lo miraba algo asustado y como no, si JaeJoong tenía un extraño complejo sobreprotector con cada pareja que él había tenido.
-¡¿Qué demonios crees que haces?!-le reclamó en cuanto llegó hasta él.
-Esperar a KyuHyun-contentó rápidamente incendiando a JaeJoong.
-¡Eso no baboso!-le dijo metiendo las manos al auto comenzando a jalonear a JongWoon-¡¿Qué diantres pasa por tu mente de tortuga pervertida?! ¡Te prohíbo que KyuHyun duerma contigo!
-¿Qué?, ¡¿de qué carajos estás hablando?!-preguntó Jong soltándose del agarre violento de Jae, acomodándose la ropa, al tiempo que a sus oídos llegaba la risa de SunHee que veía alegre el arrebato de JaeJoong contra su bellísima persona-No te rías SunHee, tu deberías estar de mi lado, no del de él maniaco este.
-¡NO SOY NINGUN MANIACO!-gritoneó JaeJoong.
-¿Qué tanto está pasando?-preguntó KyuHyun llegando al lado de YunHo.
-Creó, sin miedo a equivocarme que JaeJoong acaba de tomar la postura de Omma tuya frente a JongWoon-shi-dijo riendo un poco.
-Ay no es cierto- dijo llevando sus manos a su rostro restregándolo un poco, antes de sentir como su celular vibraba dentro de su pantalones, lo saco viendo un mensaje de SungMin que le preguntaba dónde demonios se había metido, que el examen ya estaba por comenzar-¡Demonios!-gritó antes de salir casi corriendo hasta el auto, subiéndose con rapidez- ¡vámonos ya!-le dijo a JongWoon.
-Si amor-le dijo arrancando el auto, dejando rápidamente detrás a un muy molesto JaeJoong.
-No me digas amor-le dijo KyuHyun incomodo, viendo por la ventana.
-¿Por qué no?
-Porque no somos nada-le dijo KyuHyun algo molesto.
-Aun-murmuró JongWoon dando vuelta, para llegar al conservatorio, estacionándose frente a la puerta del enorme recinto musical-entonces paso por ti a las nueve-le dijo viendo que el menor abría la puerta.
-Aja-murmuró bajando del auto, cerrando la puerta y entrando al conservatorio donde casi se pone a correr para poder llegar a la sala donde tendría el examen, llegando solo un par de segundos antes de que su estricto maestro cerrara la puerta.
-Deberíamos ir de compras ¿no te parece SunHee?-le dijo a la pequeña que asintió de lo mas emocionada, le fascinaba ir de comprar.
Malditos exámenes de composición, maldito JongWoon y su estúpida sensualidad que lo estaban distrayendo en su clase de teoría del canto, y por supuesto malditos antojos, quería comer un hot dog con mucha, pero mucha mostaza, un enorme vaso de limonada bien fría y ver un montón de doramas históricos, pero en vez de eso, tenía que estar ahí sentado, en su aburrida clase, con su aburrido profesor que hablaba sobre algo de un concurso.
-Kyu-le llamó SungMin con voz baja-¿Quién te trajo?
-JongWoon-le dijo en tono aburrido- de hecho vendrá por mí a la salida.
-¡¿Qué?!-medio dijo SungMin con los ojos bien abiertos.
-Joven Lee, podría por favor decirle a toda la clase que es tan interesante-dijo el maestro recargándose en su escritorio.
SungMin se sonrojó e intentó decirle que no era nada al profesor, pero la mirada fría y seria que le enviaba no le dejaba espacio para nada más que para levantarse y decir algo.
-K-KyuHyun espera un bebé de Kim JongWoon- soltó rápidamente de forma nerviosa, logrando que todos en el aula, incluido el amargado y aburrido profesor abriera los ojos con sorpresa.
-Oh dios mío-fue lo que se escucho por parte de más de uno en el aula.
-¿Enserio SungMin?, ¡¿ENSERIO?!-le dijo KyuHyun molesto, odiaba la mirada de la gente sobre su persona, sobre todo en ese momento.
Lo único bueno es que la clase se acabó poco después de que SungMin abriera su bocóta, por lo cual KyuHyun rápidamente salió de ahí, pero no contaba con que las fastidiosas chicas de su grupo le dieran alcancé y comenzaran a atosigarlo con preguntas que no venían al caso.
Comenzaba a sentirse mareado con tanta gente alrededor suyo, cuando de pronto sintió una mano tomándolo de la cintura para sacarlo de entre la gente.
-¿Qué?-preguntó algo asustado, notando que ya lo estaban metiendo a un auto negro.
-Relájate Yeobo-le dijo JongWoon riendo un poco- no tenía idea de que fueran tan popular en la escuela.
-No es por eso, esas chicas me estaban atosigando por tu culpa-le dijo abrochándose el cinturón, al tiempo que el mayor cerraba la puerta y corría para subir.
-¿Mi culpa?-dijo abrochándose el cinturón prendiendo el auto marchándose de ahí.
-¿Quién más?, se necesitan de dos para procrear, ¿o acaso piensas que fue por obra de algún fantasma?
-Que gruñón te pones en las noches-le dijo parando frente a un pequeño restaurante- vamos a cenar.
-No quiero comer esto- dijo haciendo puchero y cruzando sus brazos sobre su pecho.
-¿Entonces qué quieres cenar?
-Queremos un hot dog gigante-dijo colocando sus manos sobre su vientre, sonriendo.
Algo dentro de JongWoon se sacudió con fuerza al ver al menor haciendo aquello, y sin más remedio condujo hasta el puesto de hot dongs más cercano que recordaba.
-¿Qué lleva el suyo joven?-le dijo el cocinero.
-Doble queso, mucha mostaza, pepinillos extras, sin frijoles, y le pone doble tocino-dijo con los ojos brillantes al ver como preparaban su cena.
-¿No crees que es demasiado?-le preguntó JongWoon a su lado.
-Tu calla-le dijo recibiendo su hot dog dándole una enorme mordida, manchándose la mejilla con algo de queso.
Y la respuesta más rápida que dio el grandioso y troll cerebro de JongWoon fue, lámele la mejilla y él lo hizo muy obedientemente.
-¡QUÉ RAYOS TE PASA!-le gritó KyuHyun restregándose la mejilla con una servilleta, claro, después de haber pateado a JongWoon.
-¡No tenias porque patearme!-le dijo sobándose la pierna.
-¿Qué te costaba a ti decirme que tenía queso en la mejilla?-le dijo el menor.
-¡Yah!-le dijo haciendo un puchero- olvidemos esto, hacer corajes no es bueno para le bebé.
-Entonces no me hagas enojar-le dijo KyuHyun recargándose en el coche.
JongWoon soltó un suspiro antes de ir a la parte trasera del auto y sacar una bolsa de regalo en color blanco, para volver donde KyuHyun entregándosela.
-¿Qué es?-preguntó curioso.
-Ábrelo-le dijo sonriendo un poco.
KyuHyun lo miró unos segundos antes de abrir la bolsa sacando de ella, un pequeño trajecito en color blanco, con una nubecita y un control de video juegos en el medio, sus ojos se llenaron de lágrimas, que rápidamente comenzaron a bajar por sus mejillas.
-Es pequeñito-susurró con la voz entre cortada.
-La vendedora me dijo que incluso podía llegar a quedarle un poco grande-dijo acercándose al menor-¿te gustó?
-Es hermoso-le dijo abrazándolo con fuerza, escondiendo su rostro entre el cuello y hombro del mayor.
-Tienes que ver el carrito que le compre-dijo acariciándole los cabellos con ternura.
-fuiste a comprarle cosas sin mi-le reclamó sin soltarse.
-No compre muchas cosas, más bien vi precios y compare marcas, pero mañana podemos ir a ver qué cosas te gustan y se las compramos.
-Pero aun no sabemos que es-dijo Kyu, separándose un poco quedando frente a frente al mayor, que le sonrió quitándole las lágrimas con cuidado con los pulgares.
-Le compraremos todo en colores neutros-le dijo.
Sus miradas se perdieron en la ajena, y todo a su alrededor se volvió nada, sus rostros comenzaron a acercarse con lentitud sintiendo el cálido y embriagante aliento ajeno rozar sus labios, que se rozaron con cuidado encendiendo sus sentidos como si de dinamita se tratara, y de pronto se encontraron a sí mismos besándose como si no hubiese un mañana, los brazos de KyuHyun rodeaban el cuello de JongWoon, mientras que las traviesas manitas del mayor se paseaban co lentitud de la cadera a la cintura del menor y viceversa.
-¡Váyanse a un motel!-les gritaron unas personas que pasaron por ahí en auto, logrando regresarlos a la realidad haciendo que se alejaran sonrojados.
-Te llevare a tu casa-le dijo separándose del cálido cuerpo de Kyu, antes de abrir la puerta de copiloto.
El camino de regreso fue silenciosamente tenso, ninguno de los dos quería hablar, menor al sentir aun sobre sus labios las cosquillas causadas por los labios ajenos.