-Deberías salir mas- le sugirió Kei a Sho, sirviéndose un vaso de Agua.
-Que?... Tsk, no me quiero tostar con el Sol- le respondió Sho, encendiendo su cigarrillo.
-Hhmmm…..deberías salir con Yi-Chan, con Toshi y Yen… Deberías salir, disfrutar de la vida, antes…- se detuvo a darle un trago a su vaso. Sho lo miro, esperando que continuara.
-Antes de que envejezcas…. Porque yo nunca lo hare, lo sabes…- prosiguió el rubio, dejando el vaso en una mesita.
-No empieces con eso!!- le grito Sho, después de haberle dado una calada a su cigarrillo.
-Esa noche en la playa fue divertida… Jugando, riendo… Pero nada de eso es real!!- se recargo en un muro de barrotes junto al pilar donde se había sentado Sho, y tras decir lo ultimo golpeo los barrotes con ambas manos. Los ojos de Sho empezaron a llenarse de lágrimas.
-Todos ustedes crecen… Se olvidaran de mi, me dejaran atrás…- Ahora la voz de Kei sonaba afligida, triste. Sho dejo caer sus lágrimas sin decir palabra alguna, apagando su cigarrillo en el suelo.
-Hey…- Kei fue hasta el y se incó, tomo su rostro entre sus manos y limpio sus lagrimas con sus pulgares.
-Sigues igual que cuando eras niño- le dijo sonriente. Sho se recargo en su pecho y siguió llorando. Kei le acaricio el cabello y trato de reconfortarlo.
-Ssshh…. Ya….Tranquilo- de nuevo lo tomo entre sus manos y lo levanto, mirándolo a los ojos con ternura, lo acerco hacia el y lo beso tiernamente en los labios. Sho le correspondió y se abrazó de el, pegándolo mas hacia el. Kei corto el beso y de nuevo miro a Sho, paso sus dedos por su cabello y le dedico una tierna sonrisa. Sho subió una de sus manos hasta el cuello de Kei y se acerco a el, hincándose para besarlo con la misma ternura que el lo había hecho, agregándole un poco de pasión, introduciendo la punta de su lengua en la boca del rubio. Kei abrazo al de trenzas y lo pego hacia si, correspondiéndole el beso, jugando con la lengua de Sho.
Sho soltó a Kei un momento por la falta de aire, El rubio aprovecho ese momento y le saco la camisa a Sho, admirando su hermoso cuerpo, en forma, torneado por el ejercicio. El de trenzas hizo lo mismo, desabotonando la floja camisa blanca de vestir que traía Kei, arrojándola lejos, acariciando con la yema de sus dedos el pálido torso del rubio. Kei volvió a juntar sus bocas en un beso, lleno de amor y pasión, recargando al de trenzas contra el pilar, haciendo que ambos se resbalasen hasta quedar en el suelo. Al contacto con este, Sho sintió un escalofrío, y se aferro a Kei, enredando sus dedos en su cabello. El rubio le dio un ultimo beso a Sho, y comenzó a bajar por el cuello de este, plantándole besos hasta llegar a su pantalón, desabotonándolo. Lo bajo junto con sus bóxers, dejando descubierta su erección, que había estado atrapada entre sus ajustados pantalones de cuero negros. Una vez que los saco por completo siguió besando a Sho, quien paseaba sus manos por la espalda del rubio, acariciándolo. Despacio, acariciando el pecho de Sho, Kei bajo una mano hasta la erección del de trenzas y comenzó a masturbarlo.
-Mmmhhh…..- Sho comenzó a gemir bajo, enredando de nuevo sus dedos en el cabello de Kei. El rubio siguió masturbándolo mientras le besa el cuello y la oreja.
-aaahh….nnnhh….- Kei se detuvo un momento y se irguió para sacarse los pantalones junto con su ropa interior, y siguió masturbando a Sho, hasta que este se corrió en su mano, manchándose el abdomen. El rubio lamio la esencia de Sho de su mano y de nuevo se acercó a besarlo, con lujuria, con pasión. Tomo sus caderas y las elevo hacia el, penetrándolo despacio, gimiendo al unísono con Sho levemente.
En un exquisito vaivén de caderas, la habitación comenzó a llenarse de gemidos de placer, de dulces palabras, de increíbles sensaciones, culminando con ese espasmo tan necesitado, con un gemido final, con la sensación de un liquido tibio recorriendo el interior de Sho. Kei salió lentamente de el, besando su perlada frente, para después tumbarse junto a el.
~No quiero que te alejes de mi…..Sho~ El de trenzas se acurruco en su pecho, bajo su cuello, mientras el rubio lo abrazaba y lo acunaba entre sus brazos con amor.
~Yo no te dejare, no te olvidare….. No podría seguir sin ti… Te necesito, Te Amo~
Con un ultimo beso de buenos días en la coronilla, Kei cerro sus ojos y durmió junto a su pequeño Sho, sin dejar que ningún sueño le atormentara.