"Si no vuelves, entonces no me importará que sufras."
El joven de cabellos naranjas caminaba por el oscuro camino, nisiquiera las luces de las calles podían sacarlo de la tristeza que en ese momento sentía.
Se sentía a morir, había olvidado que debía hacer, solo podía correr... pero no tenía las fuerzas necesarias. Si fuera un lobo, podría aullar, pero solo era una persona más. No tenía sentido siquiera llorar, si fuera un aguila rapidamente podría volar. Pero caer dos veces en la realidad el solo logró.
Solo una persona, una fragil persona. Subió un poco la musica que sus auriculares reproducián... pero aún así podía escuchar unos agiles pasos detras de el, como si fueran patas.
Unas patas realmente rapidas, que en este momento alentaban el paso para caminar junto a el, protectoramente. Una sonrisa apareció en su cara, con la mirada en el piso... escucho el aullido que tanto esperaba. Un auricular se desprendió de su oido, provocandole reír. Sintió como una mano bajo la capucha de su campera, dejandolo expuesto ante el mundo de gente invesible en ese momento.
El camino seguía oscuro, pero ya no sentía miedo. Un brazo rodo su cuello, una boca se acercó a su odio... un aire acarició su cuello; un suspiro salió de sus labios.
"Si no quieres volver, no me importará."
¿Donde habían quedado las palabras del lobo menor que en este momento lo perseguían? Analizara como analizara, aquella oración solo significaba una cosa... "Vete, pues no me importas". Rogó a su cuerpo que se calmara, consiguiendolo. Su mirada se clavó en el camino, no le importó nada más. Aquella conocida persona, que era dueño de todos sus sentimientos, gruñó.
—Cuando dejes esa actitud de perro alfa, te entenderé.
Sungmin se colocó nuevamente la capucha y caminó un poco más rapido. El hombre que antes lo abrazaba del cuello volvió a gruñir con molestia; las cosas eran dificiles desde que el mayor se había avivado.
—Soy el perro alfa, las cosas no pueden cambiar así como así.
El mayor de ambos rió nuevamente, comenzando a correr por su libertad. Pero el menor no lo dejaría escapar, era noche de luna llena y todo estaba de su lado. Volvió a aullar y corrió, corrió como solo los lobos sabían hacerlo.
Sungmin estaba harto, harto de no entender la mecanica de un lobo... y que aquél hiciera todo tan misterioso no lo ayudaba. El no era especial, solo era un humano y fin... para el era todo peligroso; mientras el lobo tenía todo en las palmas de su mano.
No se dejaría escapar, en su reproductor todo se puso más rapido. La musica que se escuchaba complementaba completamente la escena, dandole fuerzas. "El esta gruñendo, gruñendo gruñendo... y no le importará si no vuelvo."
—Los pasos que das te alejan de mi, no lo permitiré.
Aquél pensamiento llegó a la cabeza de Sungmin, haciendolo sonreír ladinamente. Kyuhyun era todo un maldito cuando se lo proponía; podía ser de todo menos romantico. Sungmin escupió al piso mientras corría, sin hacerlo a proposito... solo fue algo... ¿mecanico? si.
—¿Cuando lo entenderas? Solo quiero que me ames como lo que eres; pero no puedes hacerlo porque estas atrapado en esta mierda... ¿Es tan dificil? Todo esto parece una puta pelicula; y cuando me de vuelta seguramente ya no estarás.
El mayor dejo de correr y volteó, encontrandose sorpresivamente cara a cara con el lobo. Podría haber gritado, pero estaba un poco acostumbrado.
Tragó; viendo fijo aquellos ojos que tanto lograban atraparlo, llenos de pasión. No se inmutó nisiquiera un poco cuando aquella suave mano acarició su mejilla. No todo sería tan facíl, estaba cansado de que todo siempre cambiara para ambos. Kyuhyun sonrió leve; Sungmin amaba a su bebe.
—Te amo y lo sabes, pero no puedo controlarlo cuando la luna llena aparece...
—Podrías si lo intentaras, como un fuerte viento tu me alejas de ti... y esto es cansador; si no te importa como estoy, ¿qué haces aquí?
—Busco a la persona que me hace suspirar todas las noches, busco a la persona que me ama aún así.
Su otra mano se posó en la cintura del mayor, y lentamente lo besó... La gente se volvía visible, pero nada importaba para el. La lluvia comenzó a caer, la luna se oculto tras las nubes.
"—Si no quieres volver, no me importará—Sungmin suspiró—. Te seguiré persiguiendo aún así. "