“Soledad…eso es lo que siento ahora…quedo todo de él aquí…, su suave cabello, los latidos de su corazón a cada dulce roce de nuestra piel, sus labios pidiendo más y su aroma…un aroma dulce, muy dulce, que recordaría por toda mi eternidad”.
Todo empezó hace como dos años. Yo corría para refugiarme de la lluvia después de un largo día en la universidad, era muy común en mí olvidarme el paraguas, así que en estas tardes lluviosas de verano en Seúl yo me la pasaba corriendo de un lado para el otro.
Finalmente se me ocurrió meterme en la estación de tren, ya que estaba en Incheon solo tendría que hacer cuatro estaciones más y estaría en casa. Me apure a sacar el boleto y me subí al tren, me senté en una de las sillas vacía de la izquierda y espere a llegar a mi estación, estaba realmente cansado y mi pelo estaba empapado, solo quería llegar a casa y bañarme.
“Estación cuatro de línea 1”
Baje, camine unos cuantos metros y toda la gente se abalanzo sobre mi para llegar al tren, pasaban a mi lado y me empujaban, era difícil caminar así, tropecé unas cuantas veces hasta que logre llegar a un lugar seguro. Un chico estaba en mi misma situación, pero el trataba de avanzar para llegar al tren, lo empujaban para un lado y para el otro. Ese chico llamaba mucho la atención, su cabello más que todo. Su tés era blanca, muy blanca, y su cabello estaba teñido de un rubio anaranjado, muy raro en verdad. Sin darme cuenta me quede en ese rincón mirando a ese chico menudo tratando de pasar por todo ese mar de gente que querían llegar a destino. El chico se movía y movía, tratando de poder hacer un poco de espacio entre él y la gente para avanzar con rapidez pero sus intentos fueron inútiles, finalmente se rindió y vino a mi lado.
Donde yo estaba era el único lugar seguro tras ese mar impregnado de gente, él estaba agitado, respiraba con dificultad, se notaba que el chico no estaba acostumbrado a estar encerrado por un largo rato en lugares tan pequeños como el metro o en este caso ese mar de gente.
-¿Estas bien?-pregunté.
El solo me miró, me miró con rareza en sus ojos.
Dudaba en repetir lo que había dicho pero en mi mente paso que tal vez el chico no hablaba ese idioma.
-¿Are you alright?-repetí.
Volvió a mirarme igual mientras seguía tosiendo.
No sabía muchos idiomas, creo que solo sabía dos incluyendo el de mi ciudad natal. No sabía cómo saber si el chico tosiendo a mi lado estaba realmente bien.
-Estoy bien-respondió cortante.
Su mirada era fría, creo que hasta más que la mía, solo dijo eso y cuando vio que el mar de gente se disperso un poco corrió hacia las pista de trenes y subió a él.
Vi como se inclinaba un poco como para decirme las gracias.
“Creo que estuvo bien preguntar”
Me di media vuelta y me retire.
-Mm…, maldito despertador-dijo somnoliento- 5:30…puta madre...-se levanto- Faltan dos horas para que valla a la Universidad.
Me pare, me bañe, desayune y fui a tomarme el tren, con toda la tranquilidad del mundo.
Realmente no quería caminar un martes al colegio así que decidí tomar el tren aunque hiciera mucho calor.
“Estación 20 de Linea 1 con destino a Incheon, abordando”
-¡No no no no no no!
Salté la barra al ver que no llegaba al tren y así fue, cuando llegue a la línea de seguridad las puertas se cerraron sin dejarme entrar. Patee el piso con rabia, siempre me pasaba lo mismo y para colmo si no llegaba un tren en 20 minutos tendría otro sermón del Director por ser la décima segunda vez que llegara tarde.
Termine sentándome en unas de las sillas de por ahí para esperar al próximo tren.
-Disculpa…-dijo tocando el hombro del alto.
Ese toque me saco de mis frió pensamientos…podría ser…. “¿Casualidad o Destino?”
-¡Oh! Sos el chico de ayer- dijo el rubio tocando su frente-el que me pregunto como estaba.
-Si…yo fui…-dijo mirándolo fijo.
El se inclino.
-Gracias por eso- le ofrece una sonrisa- perdón pero necesito tu ayuda-dijo mirando calidamente al alto- Tome el ten equivocado, ¿Sabes como hago para tomarme el otro?
“¿Qué persona no conoce la puerta que te lleva en dirección hacia el otro tren?”
-Si, no hay problema- se para- ¿Ves esa puerta de allá?-dijo señalándola.
-Si.
-Bueno, vas por esa puerta, todo derecho, y donde veas un cartel verde doblas a la izquierda.
-¡Oh!-dijo con un tono de extravió- Así que eso decía ese cartel-dijo riéndose por adentro.
-¿No sabes leer Coreano?
“Que novedad, ¿No? ¡Dios Yu Fan, es muy obvio!”
-No soy de por acá, me mude hace dos años y mi coreano no es muy bueno, ni siquiera puedo leer carteles-dijo mirándolo.
-Oh… ¿Por eso esa vez tardaste en contestar?
-Si, perdón por eso-dijo sonriéndole- estaba tan agitado que no podía ni traducirme.
-¡Oh!-sonríe.
-Me retiro, gracias por la ayuda, mi nombre es Zhang Yi Xing-dijo extendiendo su mano.
-Mucho Gusto-dijo tomando su mano-se ve que venimos del mismo lado-dijo sonriendo- Me llamo Wu Yi Fan.
-¡Oh! ¡Chino también!-dijo apretando su mano más fuerte- ya lo venía suponiendo y más por tu acento raro-mira su reloj- se me hace tarde, tendríamos que volver a vernos otra vez.
-Sería una buena idea.
Justo escuche mi ten llegar.
-Se ve que vos tenes más suerte que yo-dijo riendo- subí al tren antes de que se te vuelva a ir.
-Gracias-dijo riendo.
Corrí a mi tren y lo tomé, el agito su mano amablemente imitando un saludo.
“Es un chico muy agradable” pensé y tome asiento junto a un bello joven bastante conocido para mis pupilas cansadas.
-Yi Fan, deja de hablar con gente desconocida, ¿si?
-Minseok, no me molestes-dijo el alto acomodándose en la silla y cerrando sus ojos.
-No te voy a despertar como la otra vez.
-Tranquilo, no me voy a dormir- se incorpora en el asiento- ¿También tarde?
El cabello de Minseok estaba recién lavado y despeinado, sus remera estaba empapada “No tuviste ni tiempo de secarte…provocador” pensé.
-No es mi culpa que él no me despertara.
-Tenes que decirle a Jongdae que te despierte antes de irse a trabajar-se acerca a su oído-o pedirle a tu dulce ciervo que te llame en las mañanas, ¿No?
-Cállate-dijo moviendo al alto lejos de su rostro-Te dije que no hables de eso tan temprano, saber que me irrita.
-Por eso lo hago-dijo riéndose.
-Ya Yi Fan- dijo riendo junto al alto.
-¿Porqué no te quedas con un solo?-dijo el alto volviendo a su posición inicial (reposar en la silla)
-No quiero.
-No me mientas, una persona no estaría con dos por el solo hecho de “No querer” dejarlos.
-Te dije que no me gusta hablar de esto…y menos acá-dijo el morocho mirando a su alrededor.
-Si no hablamos ahora nunca voy a saber el porqué estas con dos personas, antes éramos tres, ¿Te pensas que no quiero saber el porque me sacaste de la bella lista?-dijo mirando de re ojo desde su posición.
-Ya te dije el porque.
-“Antes era distinto” “Antes tenías otra forma de hacerlo, ¿Qué te paso?”-dijo imitando la voz de Minseok- me lo dijiste tantas veces que me lo acuerdo de memoria.
-Bueno, entonces ¿Qué más queres saber Yi Fan?- dijo inclinándose un poco hacía delante y observando la mirada perdida del alto
-¿Porqué ellos si y yo no?-dijo haciendo lo mismo que el joven a su lado-Eso es lo que no entiendo.
-Los amo…
Me voltee a verlo sorprendido, el rostro de Minseok estaba todo rojo, se tapo la cara para que no lo mirara.
-Wouw… eso si que no me lo esperaba-dije frotando su nuca-yo solo te quería molestar un poco pero que me hallas dicho eso tan confiado me sorprendió.
“Hasta el frió Minseok puede amar” pensé al mirarlo mientras sacaba sus manos de su rostro.
-Perd…
-Cállate, no digas nada-dijo tomando el hombro del morocho-te dije que lo que paso en el pasado quedo en el pasado.
-Seguro te cansaste de tanto escuchar esa palabra-dijo miando con ternura al alto.
-Si…me canse de escucharla.
-¿Cómo esta Zitao?
-No lo sé…-dijo tirándose al asiento nuevamente-desde que rompimos que no hablo con el.
-¿Y Chanyeol?
-Lo mismo…
-Que triste…hacían tan buena pareja-apoyo su mano en al pierna del alto-con los dos obvio, si me dieras a elegir con cual te veías mejor no sabría responderte-dijo sonriéndole.
-Si…eras muy lindos esos chicos.
-Si…que triste que no encuentres a otos “hombres” atractivos como ellos dos, ¿Quién diría que el gran Yi Fan caería por unas bellas caras?-dijo tapando su boca para evitar que Yi Fan viese su sonrisa burlona-y si que eran bastante altos.
-Siempre me gustaron las mujeres altas, ¿Qué te quejas?-dijo arqueando una ceja.
-¿Acaso yo fui la excepción?
-Cállate-dijo mirando la ventana del tren-bajamos en la próxima-lo mira y le sonríe- y espero que corras Xiumin.
-¿Hace cuanto que no escucho que me digas Xiumin?
-Lo mismo digo.
Al llegar a la estación, tome de la mano a Minseok para que corra rápido, si no es pulga se iba a quedar atrás. Gracias a dios llegamos a tiempo…bueno, un minuto antes de que nos cerraran la puerta en la cara.