Al igual que la noche anterior el rubio se encerro en su cocina, tenia que pensar, bueno no tenia que pensar, habia sido todo un juego y ya ¿no?, eso era lo que él queria creer, pero ese beso para el rubio se habia significado mas, en el fondo de su corazon agradecia la idiotez de su capitan.
Tocaron la puerta, pero el rubio no queria abrir, no hasta haber recuperado la compostura.
-Cocinerucho abreme.-Dijeron del otro lado de la puerta, el unico que podia ser era el marimo.
-Espadachin idiota largate.-Grito.
-Sanji..-dijo en un susurro Zoro.-Tengo que hablar contigo...
Sanij abrio los ojos sorprendido, era la primera vez que el marimo, no, Zoro le decia por su nombre, en su interior el rubio se debatian entre abrir y no abrir, pero solo recordar que el marimo le habia llamado por su nombre hacia que una corriente recorriera su cuerpo, la misma que corriente que minutos atras le habia recorrido con el beso.
El cocinero se dirigio a la puerta y la abrio, dio media vuelta y camino a la mesa, necesitaba estar sentado y dandole la espalada a el peliverde para poder hablar con él sin flaquear, sin mostrar sus verdaderos sentimientos.
-Cocinerucho..-Susurro Zoro cuando entro, el corazon del cocinero se acelero pues escucho el pistillo de la puerta cerrarse, ahora estaba solo con Zoro y nadie de afuera interrumpiria.
-Marimo.-Dijo como contestacion el rubio.
El espadachin camino a donde Sanji y lo abrazo por la espalda, tenia su cabeza recargada en la espalda del rubio, Sanji solo atino a abrir los ojos sin saber como reaccionar.
-Cejas de sushi..-Decia el marimo, no sabia otra manera de estar cerca del rubio, salvo las peleas.
-Cabeza de alga.-Cada insulto que hacia el marimo era contestado por el rubio, pero esta vez era distinto a otras veces.
-Sanji...-Susurro por fin el espadachin una vez se le acabaron los insultos.
-Zoro...-Tartamudeo el rubio, esa simple palabra hacia que su corazon latiera mas rapido si era posible.
El peliverde termino por darle la vuelta a el cocinero para asi quedar cara a cara, ojos verdes contra ojos cafes, Sanji trataba de desviar la mirada pero le era imposible desde hace tiempo se habia perdido ya en esa mirada del marimo.
Zoro acerco lentamente su rostro a el de Sanji, sin quitarle la mirada, estaba esperando una respuesta por parte del rubio, el rubio solo desvio la mirada, el espadachin tomo eso como un "continua" y en un ultimo movimiento termino por unir sus labios con los de su Nakama.
El beso fue aun mas intenso que el primero, no solo danzana sus lenguas, se enrollaban una en la otra, era un mar de sensaciones lo que sentian, el simple beso les producia mas placer que el tener sexo con cualquiero otra persona.
-Zoro...-Dijo jadeante el rubio, pero el peliverde seguia besando, si prestar atencion a el rubio.- Robin...-Fue lo unico que pudo pronunciar el rubio, Zoro al escuchar el nombre de la morena se separo del cocinero, Sanji lo tomo mal, pensaba que el peliverde estaba de verdad enamorado de la arqueologa, pero cuatro palabras del espadachi lo hicieron dudar...
-¿Y que importa Robin?.-bufo molesto.
-Como que importa marimo..-Dijo con el ultimo aire de caballerosidad que le quedaba, despues de todo estimaba a Nico, era una de sus damas.- Ustedes...-Se callo, no era capaz de repetir lo que sus ojos habian visto la noche pasada.
-¿Nosotros?...-Pregunto el peliverde, si entender lo que el rubio queria decir.
-Ustedes son pareja.-Grito despues de un rato, ¿es que el marimo era un traidor?.
Al escuchar esas palabras lo unico que atino a hacer el espadacin fue reir, reir de manera sonora, rio tanto que el rubio se puso colorado.
-¿De que te ries marimo?.-Pregunto el rubio avergonzado.
El ojiverde se callo, y volvio a besar los labios del rubio pero esta vez de una manera mas violenta, mas demandante, como si se le fuera la vida en ello.
-Marimo idiota..-Dijo el rubio separandose del peliverde.
-Tu ganas SANJI..-Dijo cruzando los brazos.-Robin y yo no somos pareja.
-Peroo...-Iba a alegar el pelirubio pero el dedo de Zoro sobre sus labios se lo impidio.
-Si quieres saberlo primero calmamos esto..-Dijo el espadachin rosando con su mano la creciente ereccion del rubio.
-aagh.-Gimio Sanji ante la inesperada accion del marimo.
Zoro acosto sobre la mesa a el rubio, este se puso nervioso, no era casto pero si virgen pero que mas daba si era Zoro al que le daria su virginidad.
El peliverde se acomodo entre las piernas del rubio, besando sus labios, de manera lenta, queria disfrutar lo mas posible de la dulzura de Sanji. El rubio por su parte queria provar mas a el marimo, tenia un sabor tan adictivo.
Zoro fue el primero en romper el beso, para lamer el cuello del rubio, este se estremecia con la lengua del ojiverde, era como si lugar que tocase el marimo, lugar que se calentara, Zoro quito la corbata de su acompañante y prosiguio a desabotornar uno a uno los botos, sin interrumpir su labor con la lengua, abrio la camisa del rubio dejando ver asi su pecho, sus dos pezones rosas, el marimo dejo de lamer el cuello de Sanji para chupar uno de sus pezones, el rubio gemia, y con sus manos se sujetaba fuertemente a la mesa, sentia que se romperia de tanto placer.
El espadachin saco su camisa, para luego delinear el abdomen del rubio con su lengua dejando un camino de saliva, con la mano libre que tenia el marimo (la otra jugaba con el pezon del rubio), bajo a la hombria de su compañero y con un agil movimiento metio su mano para acariciar la erecta parte del cocinero.Empezo un vaiven con su mano arriba-abajo, suave y rapido, el cocinero se tapo la boca con la mano, no queria dar espectaculo, pero Zoro se levanto para decirle a el oido.
-Sanji... dejame oirte..-El cocinero ante estas palabras se exito mas asi que dio un gemido sonoro.
-Zoo...ro..-Decia con la respiracion acelerada, con las mejillas coloradas.
Zoro se deshizo de la ropa que estorbaba tanto la del cocinero como la suya misma. Cuando el rubio estuvo sin ropa el ojiverde se limito a observarlo, esas piernas que tenia se veian tan delicadas, aunque en realidad fueran un arma asesina, el mismo rubio se veia tan fragil, Zoro queria protegerlo.
Sanji estaba nervioso, la mirada del marimo lo incomodaba pero no queria que dejara de verlo, su corazon latio tanto cuando el peliverde se delineo los labios con su lengua, como saborenado algo que se iba a comer, el cabeza de alga se arrodillo y tomo entre sus manos el falo de Sanji.
-Zoro..no..-Dijo jadeante el coniero cuando vio las intenciones del marimo, pero este ni se inmuto y se metio de una la ereccion de su compañero, primero solo chupaba, queria provar cada rincon del rubio, Sanji gemia, el espadachin sonrei sabia que estaba haciendo bien su trabajo, cuando el cocinero perdio el control puso sus manos sobre la cabeza del marimo para llevar el ritmo, Zoro casi se ahogaba pero no le importaba si Sanji estaba bien él tambien lo estaria.
Las manos del rubio se detuvieron.- Zoro..yo..Fue lo unico que dijo, pero Zoro solo aumento la velocidad, jugando con el glande de compañero, esto hizo que el rubio se corriera en la boca del cabeza de alga, Zoro se lo trago todo, despues de todo la cocina era el santuario de su amo no dejaria que se ensuciara.
El espadachin quito su boca del pene de su nakama, y volteo a Sanji, ahora sanji estaba con las manos recargadas en la mesa, dejando a el peliverde una vista maravillosa.
Sanji estaba nervioso seria su primera vez pero su orgullo no se lo dejaria saber a él.
El marimo beso la espalda del rubio mordiendo, dejando marca en lo que era suyo, beso hasta llegar a la entrada del rubio, este se inquieto cuando sintio la lengua de Zoro en su entrada, a el espadachin no le importo ya que el cocinero era el mas higienico de la tripulacion y cuando dijo que queria provar todo del rubio no mentia, en realidad queria provar TODO.
Delinero primero la entrada, para luego meterla, asi dilatar un poco a el rubio, este solo gemia, no creia que el espadachin fuera tan bueno en esos temas, siempre tan reservado.
-Aggh Zoro..-Gemia una y otra vez el cocinero.
Zoro detuvo su labor para acomodarse entre el rubio, puso la punta de su ereccion el la entrada ya dilatada del rubio para meter poco a poco, el rubio grito pero no por el placer si no por el dolor, sentia que se romperia, pero por Zoro debia aguantar.
-Apresurate Marimo.-Dijo el rubio, sabiando que este no resisteria a que le dijera marimo.
Tal y como predijo Sanji, Zoro lo embistio de una sola estocada, el rubio arqueo la espalada y contuvo el grito, lo unico que queria Sanji que oira Zoro eran gemido pero de placer.
-Preparate cocinerucho..-Dijo Zoro con voz entre cortada, y empezo a moverse adelante atras, entra-sale, Sanji no lo resistia, su pene ya estaba otra vez duro, sentia que con la pura embestida de su marimo llegaria a el orgasmo, y es que la rfespiracion de Zoro contra su nuca, sus jadeos, sus gemidos ahogados, todo eso era perfecto, Zoro embisto dando el punto de Sanji, este se arqueo y sin querer se corrio de nuevo, el espadachin termino embestidas despues, dejando caer su peso sobre el rubio.
Ambos estaban jadeando, tratando de recuperar la respiracion.
-Zoro..-Pronuncio Sanji pero no para que el peliverde se quitara, si no para que le explicara lo de robin.
-Ahora no Sanji, dejame disfrutar de ti..-Dijo Zoro saliendo de el rubio, vistiendose y recostandose en el sillon con una mano sobre la cabeza.
Sanji tambien tomo su ropa y se vistio, se dirigio a el almacen para sacar algo para limpiar los rastros de lo que acababa de suceder.
-Deja ya Cocinerucho yo lo hago..-Dijo el marimo levantandose de su lugar.
-No quiero escucharte si no es para decirme lo de Robin marimo idiota.-Dijo Sanji tomando un cigarrillo y encendiendolo.
-Esta bien, pero dame eso.-Zoro le arrebato de las manos la esponja y se puso a limpiar.- Robin...-Dijo meditando lo que diria.- Somos mas que Nakamas..-El rubio se quedo palido.- La concidero una hermana.-una sonrisa se dibujo en el rostro de el espadachin al ver a su rubio tomar esa actitud.- Lo que viste anoche fue por que le pedi un favor a Robin.
-¿Eso era un favor?.-Hablo por fin el rubio.
-Esperas.-Dijo terminando de limpiar.- Cuando estaba cerca de ti sentia cosas que no me explicaba, pense muchas cosas, forme muchas hipotesis, crei que si besaba a una mujer eso que sentia desapareceria, Robin me ayudo, pero despues me dijo que era lo que me pasaba.
-¿Y que me pasa a mi idiota?.-Contesto el rubio, sabiendo por donde iba la conversacion.
-Te amo Sanji.-Dijo el peliverde.- Esto es nuevo para mi, me sentia raro al principio, sentia asco de mi mismo por verte de esa manera.
-Zo..ro.-Las palabras de Sanji se habian esfumado, era cierto que eso era confesion de amor, no era perfecta pero era Zoro y eso lo alegraba.- Yo te amo, no se desde cuando.-Mintio si sabia desde cuando, pero no se lo diria.
-Ayer cuando nos viste pense que te habias puesto asi por Robin, pero el beso de hace rato..-Se callo. el marimo.
-Zoro, a mi Robin no me importa.-Dijo el rubio serio.
-Que cruel eres cocinero-san.-Dijo Robin con una de las bocas que britaban gracias a su "habilidad"
-Robin-chuan..-Dijo Sanji, pero despues se puso colorado.-Robin-chuan ¿viste todo.?
-No cocinero-san, Zoro felicidades.-Dijo la arqueologa desapareciendo.
-Gracias.--murmuro aunque ya no lo oian.
La vida de el cocinero y el espadachin ya no seria tan aburrida, jugaria botella todas las noches, aunque seria un juego de botella bastante especial.
-Te amo.-Pronunciaron a el unisono dos personas que no tenian nada en comun salvo el amor que los unia.