Cap. 8
En el momento de la cena, Claude se le notaba pensativo. Tenia que resolver la manera en la que terminara con Ciel, sin que este se enterara de que le había sido infiel, y menos con Alois, que al parecer había bastante odio entre ambos, por alguna razón. Alois se dio cuenta de esto – Claude, estas pensativo, te ocurre algo – le dijo mientras tomaba un poco de té. El mayor solo negó con su cabeza y le brindo una sonrisa fingida con tranquilidad, el menor sabia que aquella sonrisa era falsa pero prefirió no hostigarlo con preguntas – Te serviré el postre – dijo el menor levantándose de su silla y yendo a la cocina – Espera Alois, te ayudo – De por si ya era bastante extraño que el mayor sea atendido y el menor atendiendo a alguien, generalmente era al revés. Y esto fue algo realmente nuevo para ambos.
Después del postre, Claude se despidió, era momento de regresar a casa y al día siguiente hablar con Ciel.
--------------------------
Ya entrada la madrugada Claude llegaba a su departamento, vaya que había pasado unas horas con el rubio y a pesar de que estaba consciente de que tenia novio, realmente no le tenía con tanta preocupación, sentía que algo bueno iba a resultar de aquella infidelidad – Que ironía – se dijo a sí mismo, se cambio de ropa, se arropo y acostó en su cama, pensó en lo que había sucedido ese día con Ciel en el colegio y después con Alois en su casa. – Un día agitado, jeje – sonrió un poco y se quedó dormido.
Al día siguiente en la casa de Sebastian, un muy sorprendido, confundido y perturbado Ciel despertaba en una cama que no era suya, una habitación que no era suya, una casa que no era suya, en un edificio que no suyo y en un barrio que no era el suyo. Es mas ni se parecía al suyo. Todo estaba cambiado – Pero ¿Dónde estoy? – se incorporo en dicha cama que no era suya, miró al alrededor de aquella habitación que no era suya, y se encontró con ropa tirada en el piso, *demonios*, su alma se escapaba por su boca al reconocer que parte de esa ropa que estaba tirada en la habitación era suya, con miedo regreso a ver su cuerpo y se encontró con lo que mas temía en esta vida y en la otra – Por Dios, estoy desnudo! – gritó a los cuatro vientos
- Uhmm, que escándalo – sorpresa!, había un bulto a su lado
- Waaa pero que demonios, que es esto – dijo el menor, saliendo apresurado de la cama dándose cuenta de que tampoco tenia ropa interior – Ah!!!- se tapo como pudo con la primera camisa que encontró que resulto ser la de Sebastian
- Ya basta, deja de gritar Ciel – dijo aquella voz que provenía de la cama – Que ruidoso, ni porque es fin de semana me dejas dormir hasta tarde – se levanta de a poco el dueño de esa voz
- Ah? – el peliazul no podía procesar la información - P-profesor Michaelis? – una ráfaga de recuerdos inundaron la mente del menor, todo paso por su mente, el paste, el carro, el profesor saliendo del carro, su desmayo, su despertar, la cama, la casa, el timbre, la escusa de los testigos de Jehová, la fruta, Sebastian…* su nombre… lo llame por su nombre y no solo eso… nosotros.. nosotros…* - …-
- Ciel estas bien? – pregunto el ojirojo al ver al menor rojo como un tomate
- E-…etto.. Uhm si estoy bien – el menor no sabia a donde voltear, deseaba que se abriera la tierra y se lo tragara
- Estas rojo, tienes fiebre? – pregunto el mayor levantándose de la cama, sin nada de ropa
- Ah… *O* – el menor que quedo mudo al ver al ver a su profesor así como dios lo trajo al mundo tapándose sus ojos y escondiendo mas el rojo de su cara – Profesor!
- Eh? Que pasa? – dijo Sebastian al ver la reacción del menor, regresó a ver su cuerpo y ahí estaba la respuesta a su pregunta – Ah.. lo siento – respondió Sebastian, tomo una sabana y se la enredo solo en la cintura. – Ya estoy vestido – le dijo al menor, pero Ciel no podía y quería verlo, estaba sumamente avergonzado, *lo vi, acabo de ver su…* se decía mentalmente * AY POR DIOS*
- Jujum – rio burlonamente – vamos Ciel, mírame, estoy vestido – hablaba con burla en su voz – además no se de que te apenas si nosotros anoche hici….
- CALLATE! NO LO DIGAS NOOOOOOOOOOO – Interrumpió el menor al escuchar lo que Sebastian estaba a punto de decir – Yo… - Ciel no sabia que hacer
- Jiji, buenos días mi Ciel – le sorprendió Sebastian al besar la frente del menor
- …. – el menor no podía responder, su sonrojo no disminuía
- No me vas a responder? – dijo Sebastian abrazándolo
- B-b-buenos d-días – susurro
- Que lindo eres – respondió el mayor – Bien voy a preparar el desayuno , me acompañas? – le dijo mientras se alejaba por la puerta, pero al no recibir respuesta del chico siguió su camino – Por cierto deja de pensar en que viste mi cuerpo desnudo y vístete que te vas a resfriar, jajajaja – dijo el mayor con una gran carcajada
Eso fue todo , la gota que derramo el vaso, se notaba el humo que salía de la cabeza del menor y su cuerpo estaba rojo de la vergüenza – CALLATE! – le grito el menor, mientras azotaba la puerta del baño de la habitación, abría el agua fría y se trataba de quitar un poco el calor que tenía.
-------------------------------
Mientras tanto en otro lado de la ciudad, un rubio joven ya se encontraba despierto, con un gran bostezo se levanto de la cama, se desperezó un poco y vio por el gran ventanal de su habitación
- Kyaaaaa, no puedo creerlo, que noche jijiji – sonreía el muchacho con un leve rubor en sus mejillas al recordar todo lo que paso con Claude, a pesar de que el mayor se lo notaba algo raro, antes de irse de la casa del menor, se le pudo notar que había tomado una decisión, pero por la mirada que le brindo a Alois, sabia que él iba a ser el escogido. – Eso espero- se dijo a si mismo mientras iba a la cocina por algo para desayunar.
Ya entrada la mañana Claude estaba listo y preparándose sicológicamente para ir a la casa de Ciel, hablaría con él, le pediría perdón, tiempo y distancia. Salió motivado y decidido de su departamento, subió al auto y antes de arrancar se puso nervioso, - y que tal si no me abre la puerta, si no quiere verme o hablarme… - comenzó a pensar en la mil y una formas en como terminaría, todas de ellas mal, ninguna terminaría en algo positivo como “no te preocupes, todo bien” y Ciel dándole una enorme sonrisa, no claro que no , mínimo le iba a dar una patada.
- Esto será mas difícil de lo que pensé – se dijo a si mismo. Viendo que no iba a tranquilizarse pronto, decidió dar unas vueltas y pensar bien como seria la conversación, en caso de que el menor le abriera y accediera a hablar, antes de ir a la casa de Ciel.
Mientras Claude se decidía, Ciel se encontraba desayunando en la casa de Sebastian, comía cereal con yogurt, algo simple pero delicioso, no quería desayunar demasiado, además, el ambiente estaba tenso. Sebastian solo comía mientras veía en el televisor, las noticias matutinas, no había conversación y eso aburría a Ciel de sobremanera, pero también se sentía incomodo ya que de tanto en tanto se le venían las imágenes de la noche anterior con su profesor.
- Estas molesto verdad? – le dijo Sebastian sin desviar su mirada del televisor, el también se sentía incomodo, después del baño del menor, no había dicho nada, seguramente estaba molesto – onegai Ciel quita esa cara
- … - nada, ni un ruidito, nada, Ciel estaba completamente callado
- Puf – suspiro el mayor – vamos te llevare a casa – resolvió
- Eh? - pregunto el menor apenas viéndolo un poco
- Como que eh?, no me escuchaste?, dije que te llevare a casa – respondió el mayor levantándose de la mesa con su tasa de café vacía
- No es necesario, puedo irme solo – dijo el menor regresando a su cereal
- Vamos Ciel, déjame hacerlo – le dijo el mayor acercándose al ojiazul – además no sabes en donde estamos ni que tan lejos estamos de tu casa, será mas rápido si te llevo en mi auto, le dijo mientras acariciaba sus cabellos
Ciel retiro la mano de Sebastian de su cabeza, se sentía extraño, pero recordó algo – Y mi celular? – recorrió con su mirada a su alrededor buscando su aparato, pero no lo hallaba – diablos mi celular, donde esta?
- Ahhh… ayer lo deje cargando, estaba sin batería así que lo conecte – le dijo el mayor mientras se levantaba – esta en la habitación, iré por el… -
- No – dijo Ciel tomándolo de la camisa – yo voy por el – se levanto de la silla y se dirigió a la habitación. Recorrió el lugar y por fin dio con el – ah aquí estas – lo tomo y lo encendió. Como temía, 5 llamadas perdidas de Claude, *maldito Claude, eres un infiel* recordó el chico. Por alguna razón Ciel se sentía traicionado, la persona que decía amarlo, lo había traicionado y lo peor aun es que confiaba en él, estuvo mas de un año con el y aunque Ciel no lo aceptaba, quería a Claude, después de todo sabía su pasado y estuvo allí con él, aunque tenia sus comportamientos algo extraños. Pero se sentía mal *maldito Claude* repetía el niño *maldito* - Maldito…
- Ciel?, estas bien? – dijo Sebastian – A quien maldices? – pregunto acercándose y tocando el hombro del menor
- No me toques! – se soltó del agarre
- Ciel, mi amor que te sucede? – le dijo Sebastian sin pensar
- Mi amor? – dijo Ciel sorprendido por esas palabras
- Ah.. etto… yo.. – Sebastian nunca había dicho mi amor, ni si quiera a Alois – uhmm…
- Profesor Michaelis debo irme – le dijo el menor algo ruborizado – aunque no le gustaba que le dijeran así, esas palabras dichas por Sebastian habían sido diferentes
- Te dije que te llevaría – respondió mas calmado Sebastian – pero antes… Podemos hablar? – pregunto el mayor un poco melancólico
- De que.. – dijo el menor desviando la mirada
- Mira Ciel, lo que sucedió anoche, si prefieres tu olvídalo, pude darme cuenta de que tu estas con alguien ahora, y seria mejor que dejemos en el pasado lo de anoche, no quiero que me odies, no soy alguien malo te lo juro, no se que me sucedió contigo, pero desde la primera vez que te vi, me encantaron tus ojos, para mi son hermosos, por eso me siento atraído hacia ti… Lo que trato de decir es… etto – Sebastian no encontraba las palabras adecuadas para explicarle aquello que sentía – yo... es que …
- … - Ciel estaba rojo como un tomate
- me…. Me… ME HE ENAMORADO DE TI CIEL – he ahí las palabras que tanto anhelaba
- O///O – sorprendido – yo…
- No, no digas nada, se que es algo loco, que tal vez nunca hayas estado en una situación de que un hombre se te declare pero es lo que siento, desde la primera vez que choque contigo en la Academia, me enamore de tus ojos y después con el tiempo me enamore de tus labios, y luego de ti completo, así que ayer cuando te vi en la calle no pude evitar seguirte – explicaba Sebastian con una dulce sonrisa – si, tal vez lo de anoche no estaba en mis planes pero fui muy feliz al tenerte entre mis brazos – abrazó de nuevo al menor – oh Ciel, me gustas tanto…. Te amo –
- *eh? Acaso escuche bien, me dijo que me amaba* - Profe..
- No Ciel dime Sebastian te lo pido
- Pero…
- Por favor, di mi nombre como anoche – le dijo separándose un poco
- S-Sebastian – un dulce beso fue depositado en los besos del menor, a pesar de que tenia que arreglar cuentas con Claude, Ciel se sentía bastante tranquilo entre los brazos de Sebastian, pero estaba cayendo en el mismo error que el ambarino, así que sutilmente se separo del mayor – Sebastian, yo no te he dicho la verdad – le dijo nervioso – si, es como dices… yo … estoy saliendo con alguien… estamos juntos ya gran tiempo
Sebastian se sentía morir, sabía que Ciel tenía novia, pero nunca pensó que de verdad lo diría, no quería ser rechazado así sin más, estaba realmente enamorado, como nunca pudo estarlo, no quería perder a Ciel – C-Ciel
- Escúchame, lo que estoy haciendo no es correcto, estoy engañándolo, haciéndole lo mismo que me hizo a mí – respondió el menor bajando la mirada
- Que? Ella te engañó? – dijo Sebastian entre aliviado y molesto, aliviado porque por esa razón podrían terminar y Ciel sería suyo pero molesto, por que aquella persona estaba haciendo daño a su amor
- Jejeje, si…. P-pero es necesario primero que hable y aclare las cosas – Ciel no quería tocar mas el tema – Sebastian puedes llevarme a mi casa? – pregunto el menor
- Claro – Sebastian comprendía al menor, aunque no lo aparentara, Ciel era un buen chico, y tenia razón lo que hacían no estaba bien, ambos tenían parejas y aunque Alois era muy inmaduro no se merecía que lo engañara – te llevare a tu casa
Dicho esto emprendieron su viaje en camino a la casa del menor. Un viaje muy silencioso, cada uno en sus pensamientos. Cuando llegaron, Ciel agradeció a Sebastian, se despidió de él y antes de bajarse del auto, Sebastian lo tomó de la mano, lo jalo y deposito un beso en su mejilla – no olvides que te amo Ciel – le dijo cariñosamente haciendo que el menor se ruborizara, se bajo del auto y entro a su casa.
Ciel escucho el motor del auto alejarse y ni bien pudo soltar un suspiro, el timbre de su casa sonó. se dio la vuelta, abrió la puerta y se encontró con Claude parado en la puerta
- Hola amor – le dijo el mayor
- H-hola Claude – dijo el menor desviando la mirada – entra
- Gracias – respondió, era un conversación bastante incomoda, ambos habían sido infieles al otro, pero ninguno de los dos sabia esto
- Ciel hablemos – dijo Claude una vez entrado en la casa
- Que quieres hablar Claude? – pregunto el menor fingiendo molestia
- Sobre lo que sucedió ayer con el Joven Trancy – dijo Claude nervioso, era cierto que el menor se le había lanzado, pero fue él el que decidió ir a casa del rubio por la noche
- No quiero hablar de eso – dijo el menor sentándose junto al mayor, se sentía mal por haberle engañado al mayor y hacia esto por buscar su perdón
El menor se recostó sobre Claude y este paso un brazo por detrás de su cuerpo, abrazándolo y trayendo hacia sí. Necesitaban sentirse cerca porque ambos habían decidido algo que iba a cambiar el rumbo de su relación
- Ciel – tomo su mentón y lo besó, el menor solo se dejó hacer – Ciel, mi pequeño Ciel, sabes que te quiero mucho verdad? – le preguntó el mayor
- Lo se Claude, al fin de cuentas hemos estado tiempo juntos – le respondió el menor seguro
- Pero… - iba a hablar el mayor, Ciel lo interrumpió
- Lo se Claude todo bien – le brindo una mirada cálida, se acercó a sus labios y los besó con mucha pasión – gracias por todo este tiempo
- De nada mi amor – volvió a besarlo con la misma intensidad de antes y lo abrazó fuertemente – te quiero Ciel
- Yo también Claude – le respondió el menor regalándole una sonrisa
Claude se levanto del sillón, se despidió del menor y salió de su casa pero antes de irse le dijo
- Nos vemos en el colegio, no te olvides de la tarea
- No lo hare, adiós Claude – le respondió desde la puerta
El mayor le sonrió, se subió a su auto y se marchó. Ciel entro en su casa, se quito la ropa y fue directo a bañarse
- Después de todo, terminó bien* pensaron Claude y Ciel al mismo tiempo.