En lo prohibido por MKiSS88

Ya toda la familia sabía lo que había pasado en el trabajo con Kiseop y su madre. Y estaban orgullosos por la actitud que había tomado este y defenderla. Ellos estaban enterados desde antes como actuaba la señora con ellos y lo creyeron deplorable.

Kevin se sentía como en casa.

Él vivía solo desde que tenía dieciocho años y no por independizarse, sino por fuerza mayor.

Su madre se había emparejado con un señor que al principio parecía de lo más normal. Normal cuando estaba sobrio, porque cuando se emborrachaba era la peor bestia que podía haber recibido en casa. Casi era violado por él si no es porque él mismo instaló pestillos y cerraduras a su habitación para no tener que verlo a la cara. Y su madre... Bueno, su madre se dejaba golpear para no tener que separarse de él y creía que todo lo que hacía era por amor. Cuan equivocada estaba...

Los abusos siguieron y siguieron... Todas las noches oía los gritos y llantos de su madre pero no quería salir de su habitación pensando que en cualquier momento ese hombre lo agarraría y...

Llegando a cumplir la mayoría de edad, empacó todas sus cosas. Ya tenía casa que arrendar, dinero extra, todo. Solo quedaba buscar las cosas y ya sería independiente.

No le gustó dejar a su madre pero era tan insistente en que ese hombre cambiaría y cambiaría para bien, no creyéndole.

Lo último que le dijo fue: El amor te está cegando, mamá. Te darás cuenta que él no te da amor, solo abusa de tí.

Recordó como cayeron sus lágrimas al ver a su madre tan demacrada en el piso, llorando por él también. Había abandonado un amor verdadero de hijo, a un amor de mierda que solo abusaba de ella en la cama y en la vida diaria.

─Kevin ─despertó de su ensoñación cuando escuchó su nombre, viendo como todas las personas conversaban entre ellas. Parecía un centro de padres y eso le hizo sonreír.

─Dime ─Kiseop vio como su ahora amigo, estaba perdido en el horizonte imaginario.

─¿Estás incómodo?

─No, para nada. De hecho, me siento como en casa ─y le sonrió.

─Ok ─este también le sonrió.

Conversaron de muchos temas y entre ellas, salió la del trabajo. Una tía de Kiseop le dijo a su madre que necesitaban a una persona para asesora de hogar. Esa persona puso aviso en periódicos, en radio, en varios medios de comunicación, ya que se acercaba el nacimiento de su primer hijo y necesitaba una persona urgente. Al parecer esa señora atendió muchas entrevistas pero ninguna le daba la confianza suficiente para contratar.

Así que la tía llamó directamente a esa señora y le contó de la madre de Kiseop. Ya habían quedado con que en dos días fuera a la dirección señalada y hablarían.

─Te dije, mamá. Ese trabajo parece mejor que con esa bruja.

─Lo sé, hijo, lo sé.

El resto de la tarde pasó volando. Kevin tuvo que despedirse para irse a casa, ya se estaba haciendo de noche.

Se despidió de todos, incluyendo de la abuela de Kiseop, quien le dijo que lo recibiría de nuevo cuando quisiera y eso lo hizo sentirse lleno de cariño y amor por estas personas conocidas por un nombre y que no tenían nada que ver con él.

─Le caíste bien a mi abuela ─dijo Kiseop mientras encaminaba a Kevin hacia la salida hasta que consiguiera un taxi.

─Es tierna... ─suspiró profundamente ─. Ojalá hubiera conocido la mía...

Kiseop, en cambio, no conocía mucho de él. Pero desde hoy, intentaría hacerlo ya que lo apoyó en aquella situación donde en algún momento se sintió sin apoyo.

─Ella será tu abuela también. Le alcanza amor para todos ─le sonrió y Kevin asintió, pero no pudo evitar sentirse sensible por el momento y tenía ganas de llorar ─. ¿Kevin? ─este ocultó su rostro entre sus manos, no evitando las lágrimas ─. Lo siento... ¿dije algo malo? ─Kiseop lo abrazó para que no se contuviera y dejara salir todo, sintiéndose apoyado por alguien.

─No has hecho nada... ─dijo sollozando ─. Es solo que... mi madre... ─otra vez venía a su mente ese momento que los dos lloraban y ninguno se acercó a abrazarse ni como despedida ─. No quiero hablar de eso...

─No hables entonces. Tendremos otro día para hacerlo... ─comenzó a meserlo de un lado para otro ligeramente para que se sintiera mejor.

─Gracias...

─¿Por qué me das las gracias? Gracias a tí por apoyarme desde que llegaste a ese cuchitril ─rio y Kevin con él ─. Me siento culpable en parte... ─aflojó el abrazo y Kevin apartó sus manos, dejando ver sus ojos cristalinos por sus lágrimas. Kiseop, con su dedo pulgar, comenzó a limpiarlas poco a poco ─. Creo que fue mi culpa que tomaras esa decisión... o no sé...

─No es tu culpa. Yo... creo que no tenía la valentía para hacerlo antes y vienes tú como corazón valiente tratando de librarnos a todos de tal hipocresía ─comenzó a reír ante la comparación de una película norteamericana.

─¿Sabes qué pienso? Que ves muchas películas ─aseguró.

─Me gustan las películas. Deberíamos salir algún día al cine, a ver un estreno en 3D. Ya sabes, efecto especiales, golpes a la cara y cosas por el estilo ─ya estaba mejor, se le notaba.

─Claro. Después me llamas cuando esté algo en 3D ─dejó de abrazarlo y le limpió el resto de las lágrimas ─. Creo que es tarde...

─Sí, lo siento por mi momento cursi.

─Todos los tenemos, no te preocupes ─le sonrió y vio como un taxi estaba cerca de ahí ─. Y justo llegó tu taxi.

─Así lo veo. Gracias por todo, Kiseop hyung ─dijo esto mientras se detenía aquel automóvil.

─Desde hoy seré para tí, Kiseop, a secas.

─Entonces, nos vemos, Kiseop, a secas ─rió, abriendo la puerta y luego subirse al taxi para despedirse con una mano al aire.

─Será idiota... ─siseó, mientras veía el taxi irse. AJ llegaba a casa de su abuela. Esperaba y no causara problemas por haberse quedado dormido la noche anterior ─. Hola ─saludó normal.

─¿Y ese quién era? ─¿y ese...? ¿Se estaba refiriendo a Kevin? No creía que hiciera escenitas de celos cuando no hay nada de por medio y solo siendo primos.

─Un amigo ─respondió sin más. Aunque le hubiera dicho que era el novio para que lo dejara en paz, al menos unos días o semanas.

Dicho eso, empezó a caminar a la sala, pero no se esperaba que AJ lo tomara del brazo con un fuerte agarre que le dolía horrores y lo llevara al baño más cercano.

─¡AJ, suéltame! ─gritó levemente. Este hizo caso omiso y llegando al baño, cerró la puerta con seguro.

─¿Un amigo? ─AJ estaba celoso hasta los pelos.

─Sí, un amigo ─y como pudo soltó su brazo para después sobarse por el dolor ─. Eres tan bruto, por Dios. Mañana me saldrá un moretón enorme ─miró las marcas de los dedos dejado por el gato.

─L-lo siento... ─trató de acercarse pero este se alejó.

─No te acerques y déjame salir ─intentó llegar a la puerta pero AJ se interpuso en medio.

─Tenemos que hablar.

─Otra vez... ─rodó los ojos.

─Ayer no me diste nada.

─¿Y qué?

─Me dijiste que si pasaba el juego, me darías algo.

─¿Y lo pasaste acaso? Yo revisé el juego en la mañana y quedaste pillado ─AJ se maldecía porque Kiseop tenía la razón, pero había otra cosa...

─Te dije que me gustabas. ¿No dirás nada al respecto?

─Claro, somos primos y punto. Ahora si me disculpas... ─nuevamente se dirigió a la puerta pero AJ se interpuso y esta vez para acorralar el cuerpo de Kiseop en una de las paredes del baño ─. Jae...

─Cállate... ─dijo este contra su cara ─. Llevo todo el día pensando en tí y tú vienes y me dices "somos primos y punto". Maldita sea, sabemos que no somos cercarnos y aún así insistes en restregármelo a la cara ─se detuvo un momento y miró los ojos de Kiseop quien por momentos se veían entre sumiso y asustado ante sus palabras. Continuó ─. Además, te confesé que me gustas y te resbala, como si nada. ¿Es que acaso no sientes la pizca de algo? ¿Atracción, por lo menos? ¿Nada?

─Jae... Quieres que rompa todos mis principios contigo. Todo irá mal si lo hago.

─¿Y quién te asegura eso? Por mí, tiro a la mierda todos los prejuicios de aquí en adelante.

─Para tí es fácil decirlo ─miró con enfado a AJ ─. No soy el menor de edad. Yo soy el mayor e influenciable en el menor. Me podrían acusar de abuso o cualquier otra cosa ─suspiró exasperado ─. Yo... no creo que mi tía me demande ni nada... Estás próximo a cumplir la mayoría de edad y eso me absuelve de algo. Pero, ¿y qué pasa con la familia? ¿Quiénes son los que me apoyarán después de todo? Hasta pienso que serías el único, porque mi madre estará aterrorizada con la idea de que su hijo sería gay y se tiró a su primo. ¿Ves mi punto de vista? ─se cruzó de brazos, mientras el otro lo tenía aún acorralado con las dos manos apoyados en la pared a cada lado de su cabeza.

Kiseop tenía razón, AJ lo sabía. Pero aún así no quería dejar de lado sus sentimientos porque sentía que eran reales. ¿Qué debía hacer en un caso como este? ¿Dejarlo pasar y que nada sucedió? Pero si sucedió. Él se sintió en el cielo al besar esos labios que tiene a pocos centímetros de su boca. Sintió mariposas en su estómago como si fuera una colegiala cursi en adolescencia. Le gustaba y lo quería y no podía ir en contra de eso.

Llevado por los sentimientos, atacó los labios de Kiseop sin remordimiento alguno. Los deseaba desde anoche, los deseó toda la tarde, soñó con volverlo hacer y este era el momento de hacerlo. Tan suaves, tan deliciosos como los recordaba... tan él...

En cambio, Kiseop vio como el otro se abalanzaba a sus labios, besando, succionándolos y mordiéndolos por momentos, haciendo sentirse casi devastado. AJ no respetaba su pensar y eso no le daba fuerzas para poder ignorar esos besos apasionados que le estaba dando ahora. No podía mentirse... Le encantaban sus besos... Quizás no le gustaba AJ pero sí sentía atracción hacia él. Lo sabía desde antes, con cada visita, con cada cercanía obligada de parte de los padres. Eso era, atracción... ¿Se conformaría AJ con solo eso? ¿Y si después quería más? Se estaba perdiendo. AJ lo estaba haciendo caer.

Kiseop había pasado sus brazos por el cuello de AJ, aceptando el beso tan fogoso que este le daba y AJ posó sus manos en la cintura del mayor, acercándolo más a su cuerpo. Era jodidamente genial esa cercanía, que quería obtener más. AJ dejó de besar su boca para ir al cuello, lamerlo y dejando pequeños besos que hacían estremecer el cuerpo de Kiseop.

─Jae... ─hizo caso omiso al llamado y siguió, ya bajando hasta su clavícula ─. Jae... Por favor ─habló Kiseop, suplicante. ¿Suplicante a qué? ¿A parar o seguir? Así que dirigió su mirada a la de este y esperar lo que diría ─Jae...

─Dime...

─Atracción... quizás... ─miró los ojos de AJ y este entendió ─. Confórmate con eso...

─Eso es mejor que nada... ─suspiró profundamente y lo besó de nuevo, uniendo sus lenguas en un juego que a los dos les encantaban.

─Jae... ─lo llamó rompiendo el beso nuevamente.

─Qué... ─siseó AJ. Quería besarlo y el otro insistía en separarse.

─Me estoy empalmando... eso no es bueno... ─dijo agitado.

─Mejor dicho, NOS estamos empalmando... eso parece realmente bueno ─rio levemente sobre los labios de Kiseop.

─Eres un tonto... ─le dio un casto beso en los labios ─. Es mejor que paremos o sino alguien vendrá y bueno... hay que solucionar el problema que tenemos... ─señaló ambos pantalones abultados.

─¿Y cómo piensas hacerlo?

─Yo ya lo sé, pero de tí no teng... ¡aaahhh! ─AJ había movido sus caderas contra su entrepierna. Maldecía ese momento porque se sentía bien y mejor cuando lo hacía una y otra y otra vez ─. Diablos... aaahhh... mmm...

─¿Te gusta, Kiseop? ─claro, él ya tenía la solución a todo. Sin pensárselo dos veces comenzó a embestir contra la erección de Kiseop, haciendo fricción en ambos. Pero quiso más cercanía y tomó el trasero de Kiseop levantándolo del piso y automáticamente, este rodeó la cintura con sus piernas.

AJ nunca había tenido sexo con alguien. Ni una chica le atrajo y la primera vez que alguien lo hizo, fue Kiseop, su primo. Antes odiaba el hecho de poder sentirse raro, extraño, pero todo eso cambió cuando lo besó, prácticamente lo devoró a besos y ahora, con cada movimiento de sus caderas, hacía que sus miembros duros y revestidos, se sintieran como el abismo mismo.

─Jae... aaahh... ─y con esos gemidos, AJ se sentía más excitado aún, aumentando el ritmo y sintiendo el clímax llegar pronto.

─Mmm... Kiseop... ─este lo besó intensamente mientras sentía que estaba cerca, muy cerca, demasiado cerca... Embistió más fuerte como si de una penetración real se tratara ─. ¡AAAHH! ─gimió contra la boca del contrario y lo más callado que pudo. Kiseop también se aguantaría de gritar. Porque eso es lo que quería en esos momento y le daba lo mismo quien los escucharan, pero tuvo que hacerlo.

Los dos sintieron cuando llegaron al orgasmo, corriéndose en sus propios pantalones. Con suerte y AJ era bastante resistente, ya que sentía las piernas flaquear por el momento intenso y con Kiseop práctimente en sus brazos.

─Maldición... ─habló Kiseop después de tomar una bocanada de aire ─. ¿Qué voy hacer contigo, Jae? ─esta era una pregunta más interna... y se la hacía porque sentía que su primo era muy intenso para algunas cosas y una de esas, era lo que había pasado en ese momento... ¿Qué debía hacer con él?

─¿Por qué preguntas eso? ─AJ se extrañó.

─Nada... Nada... ─suspiró profundamente y bajó las piernas de la cintura de AJ, para tocar suelo nuevamente ─. Solo son cosas mías ─sonrió para simular tranquilidad y besó los labios contrarios por última vez ─. Iré... al otro baño ─y salió sin decir más.

AJ se sintió extraño después de eso. Era como si fuera la última vez que Kiseop le besaba o le tocara, no lo sabía. Quizás estuvo equivocado en hacer eso último e hizo sentir mal a su primo... Estaba feliz por una parte. Kiseop le había dicho que le atraía y eso era mejor que quedarse sin pan ni pedazo. Por otro lado... se sentía angustiado... Algo pasaría y no sabía que.

Decidió limpiar el problema en su pantalón. A la única solución que llegó era sacarse los bóxers y envolverlos bien para llevarlos en uno de sus bolsillos, ya que no había llevado bolso.

Cuando AJ volvió a la sala de la casa de su abuela, Kiseop no estaba, se había ido con su madre. Después de unos minutos, al no hayar nada entretenido, decidió volver a casa. No quiso pasar a la de su primo para no... molestarlo, pues sabía que estaba cansado por el día del trabajo.

Llegó a su casa y cuando estaba en la mitad de la subida en las escaleras, escuchó la voz de su madre.

─No sabes nada, querido ─y estaba hablando con su padre.

─¿Qué pasó?

─Mi cuñada y Kiseop, se quedaron sin trabajo...

─No te puedo creer...

─Sí. Creo que Kiseop le dijo sus mil verdades a la señora esa. Además quería que se cambiara de lugar y mi sobrino le dijo que no se iría y que se quedaría con su madre ─WOW... AJ nunca pensó que reaccionaría así... Siempre se veía tan tranquilo y callado a veces.

─Por lo menos reaccionó... Ella hubiera estado cegada por esa.

─Así es... Lo mejor es que mi tía le consiguió una entrevista con una señora que solicita asesora de hogar... Tal vez y en tres días, tenga ese trabajo.

─Y lo obtendrá. Ella es muy servicial, le irá bien, ya verás.

Hablaron de su tía Lee pero no hablaron de Kiseop, más que eso. ¿Entonces este todavía no sabía donde trabajar? Quizás esa era la inquietante preocupación de su primo. Había sido mucho por un día y agregar lo que pasó en el baño, fue mucho para él. Tenía que comprenderlo... y dejarlo respirar...