─Hola, Kevin.
─Oh. Hola, hyung.
─Te dije que no me dijeras así...
─Lo siento mucho.
─No te preocupes ─la conversación permaneció unos instantes en silencio y luego volvió a hablar, ya que el otro parecía no querer decir palabra alguna ─. Kevin, lo del otro día...
─No pasa nada, Kiseop. Ese fue error mío...
─Supongo que es de ambos entonces. Yo por incentivarte y tú por hacerme caso.
─Creo que es así ─ni Kevin sentía que era eso, pero lo dejaría pasar para que todo volviera a la normalidad ─. Mejor conversemos de otra cosa y olvidemos lo que pasó. Será lo mejor, ¿no crees?
─Sí, tienes razón ─Kiseop se relajó y sin duda, más aliviado con este tema. Lo que había pasado solo era un simple error ─. Y... ¿cómo estás? ¿Cómo te ha ido?
─Bien. Encontré trabajo hace poco y me va super ─dijo Kevin entusiasmado.
─¡Eso es genial!
Y así es como empezaron a hablar por sus celulares con más tranquilidad. Kiseop decidió que era momento de conocer más a Kevin, ya que en el antiguo trabajo no tuvo la oportunidad de hacerlo. Tenía tiempo de sobra y quería aprovecharlo en su ahora amigo. Kevin no se rehusó a hablar pues ya era sábado y no trabajaría hasta el lunes recién.
Ya era casi de noche, cuando decidieron terminar de hablar. Fueron más de tres horas y Kiseop lo costeó todo. Por lo menos ya conocía un poco más a Kevin, así que no fue en vano.
─Esto te saldrá mucho, ¿no?
─No te preocupes. Somos de la misma compañía por lo que es menos costo.
─Oh, cierto.
─Oye, Kevin...
─¿Dime?
─¿No quieres venir a casa de mi abuela ahora?
─¿Ahora? ─Kevin se extrañó por la invitación ─. ¿Hay una especie de fiesta o algo así?
─Sip. Cumpleaños de mi primo, pero me sentiré un poco solo y quiero seguir hablando contigo ─sonó sincero.
─¿Quieres conocer todo de tu nuevo amigo? ─Kevin rió.
─Por supuesto que sí. ¿Eso es malo?
─No, para nada ─este se sintió feliz de que Kiseop volviera a ser el mismo de antes. Suspiró profundamente ─. ¿A qué hora es?
─A las nueve, por lo cual ya te queda... ─observó su reloj de muñeca ─... una hora y media para venir.
─Ok, estaré ahí por esas horas. Nos vemos entonces.
─Nos vemos. Adiós.
─Adiós ─Kevin finalizó la llamada primero.
Kiseop suspiró y sonrió después de haber tenido una amena conversación. Sin culpas desde ahora, sin remordimientos.
Estirado en la cama, decidió que dormiría algunos minutos para después arreglarse e ir a casa de su abuela.
Por otro lado, AJ estaba más nervioso que todos. Claro, era el cumpleañero y más que la celebración en sí, era por lo que le regalaría su primo. Ansioso y nervioso, comenzó arreglarse lo más hermoso posible para atraer miradas de las compañeras de curso y darle celos a Kiseop; si es que lo lograba.
Para este momento, llamó a todas las de su curso y algunos chicos también, incluyendo a sus mejores amigos. Otras chicas de cursos inferiores se habían enterado del evento y le preguntaron a AJ si podían ir, el cual les dijo que ningún problema y que si eran más, mucho mejor.
La casa de la abuela era realmente grande por ser una de las familias que se asentaron en ese lugar durante mucho tiempo y por generaciones siempre se trató de agrandar cada día más, llegando casi a parecer una mansión; pero que no era al fin y al cabo.
Cuando estuvo listo, se fue donde la abuela y ver que toda su familia decoraba con esmero, le hacía feliz en demasía.
Ahí vió a Kiseop ayudando como siempre. Si bien, no se integraba a las fiestas en sí, siempre trataba de ayudar en lo que sea. Ahora estaba decorando el techo; no siendo tan alto, necesitó de una silla igualmente. Cada vez que se estiraba, dejaba ver parte de sus caderas y AJ parecía sediento ante eso, como si fuera un vampiro en busca de sangre.
Decidió acercarse y darle un poquito de susto y lo logró; haciendo que Kiseop cayera en sus brazos como una princesa.
─¡Demonios! ¡Me asustaste! ─AJ solo se reía.
─¿Qué pasó? ─preguntó la madre de AJ al llegar al lugar.
─Nada, tía. Es que me resbalé y menos mal que estaba Jae... ─mintió Kiseop.
─Oh... Ten cuidado para la próxima vez, sobrino ─dijo acercándose donde ellos y viendo que AJ todavía lo tenía en los brazos, sin preocuparse del peso ─. Hijo, puedes bajarlo ya ─le dijo risueña.
─¡Oh! Sí. Perdón ─bajó lentamente a Kiseop como si fuera la cosa más delicada del mundo y el otro solo rodó los ojos ante la misma idea.
─¿Eso era lo último, sobrino? ─le preguntó la señora Kim.
─Sip, menos mal. Me empezaban a doler los brazos ─se quejó y su tía rió.
─Eres tan encantador; además de detallista y meticuloso con cosas como ésta, y sé que lo haces por tu primo favorito.
Todos sabían el hecho de que Kiseop tenía a AJ como el favorito. Siempre lo molestaba con querer abrazos y cosas así; mientras que el otro se negaba y arrancaba lo más lejos de él. Ahora era totalmente diferente. Se sentía presionado y los papeles habían cambiado. Ahora él era el perseguido y AJ el acosador. Eso por una parte lo ponía nervioso, ya que al otro no le importaba que hablasen lo que hablasen.
Hoy, AJ cumpliría años y sería mayor de edad; pero eso no le impedía estar excento de cualquier condena...
─Bien, mejor me voy a terminar el resto. Se acerca la hora -gritó emocionada la tía Kim.
Habiéndose ido, Kiseop no dudó en golpearle el brazo fuertemente a su primo.
─¿Eres idiota?
─Idiota por tí. Me tenías embobado mientras mostrabas esas caderas ─se relamió los labios y Kiseop bufó.
─Claro, por supuesto ─levantó sus manos en resignación y prefirió irse al baño; siendo seguido por AJ ─. No, Jae. Tienes que recibir a los invitados ─lo empujó fuera de la puerta al momento de cerrarla; pero que no se hizo posible, porque AJ había puesto su pie ─. AJ, por favor. No seas estúpido y anda a recibir a los invitados.
─Tenemos que hablar.
─AJ... ─gruñó furioso. Esto le estaba hartando. No quería tanta atención y este se estaba propasando. Decidió que era mejor que hablase ahora, porque después solo se quedaría con Kevin a conversar; mientras el otro disfrutaba de su fiesta ─. Está bien, habla.
─Pero déjame entrar.
─No, no, no. Siempre que... ─bajó la voz ─. Siempre estamos solos en alguna parte, te da ese maldito impulso.
─No es eso lo que quería hablar.
─Entonces hazlo desde ahí.
─Sería incómodo para mí mientras estoy aquí parado.
─Aquí también estarás incomodamente parado.
─Mentira, está el retrete ─este niño parecía jugar con él. Suspiró frustrado y lo dejó pasar; cerrando la puerta con seguro.
─¿Entonces? ─se apoyó completamente en la puerta, mientras el otro hablaba.
─¿Qué me darás de regalo? ─Kiseop abrió la boca de la sorpresa. ¿Eso es lo que le iba a preguntar?
─Que pendejada, AJ. Confórmate con saber que te daré un regalo. No tendría que estarle diciendo a medio mundo que es lo que te daré porque claramente debe ser una "sorpresa".
─Eso me deja en claro que lo tienes entonces ─AJ sonrió ladino.
─Por supuesto, idiota. Aunque no es solo mío, es también el de mi madre. De hecho, el regalo lo compró ella ─rió.
─¿Qué? Pero si yo quería un regalo solo tuyo ─hizo un puchero ─. ¿Cómo a Dongho le regalaste algo y a mí no? ─Kiseop blanqueó los ojos.
─¿No ves la diferencia? Él es mi hermano, tú eres un simple primo.
─Tengo muchas ventajas para ser un simple primo ─aseguró AJ.
─Sí, de las cuales me estoy arrepintiendo ─aclaró Kiseop.
Se fue al lavabo para mojarse la cara y un poco el cabello, y así sentirse fresco. AJ no dijo ni una palabra más y todo quedó en silencio por un instante hasta que Kiseop tomó la palabra nuevamente.
─Iré a recibir a mi invitado ─abrió la puerta pero fue detenido por la mano de AJ.
─¿Invitado? ─frunció el ceño ─. ¿Quién?
─Kevin, mi...
─Tu amigo.
─Sip ─intentó soltarse pero el otro no lo dejaba.
─Yo no lo invité.
─Pero yo sí.
─¿Y quién te dió ese derecho?
─Yo me lo di. ¿Algún problema con eso?
─Será mejor que se vaya. No lo quiero ver aquí ─dijo con tal enfado que parecía salirsele por los poros.
─¿Prefieres que me vaya? ─Kiseop se acercó muy cerca al rostro de AJ, captando su atención ─. Ojos que no ven, corazón que no siente, AJ. ¿Ese será tu caso? Creo que no ─rió ladino ─. Si no quieres a MI invitado aquí, nos iremos; pero después no me andes reclamando la locura que haré con Kevin como la del cine, ¿entendiste? ─se soltó finalmente del agarre y se sobó levemente la muñeca ─. Es mejor que me tengas cerca, para que me mantengas vigilado. Digo yo... ─se encongió de hombros y salió del baño.
─¡Maldición! ─AJ golpeó la pared una y ciento de veces para sacarse esa frustración de encima.
¿Kiseop estaba jugando con él? Si era así, también con su paciencia y él no tenía mucha. Lo dejaría traer al invitado, solo para tener el ojo encima de él y saber que no hacían nada fuera de lo normal porque su cabeza explotaría de las cosas que se imaginaría. Este día era para disfrutar y con las invitadas, le daría celos a Kiseop. ¿Lo conseguiría?
Kiseop ya se encontraba en la entrada de la casa, saludando a todos los chicos que estaban llegando a la fiesta de su primo hasta que por fin vió a Kevin llegar en taxi.
─¡Kevin! ─alzó el brazo.
─¡Kiseop hyung! ─molestó al mismo tiempo.
─Que no me digas hyung...
─¡Oh! Verdad. Era "Kiseop a secas" ─se rieron los dos y entraron a la casa. Kevin se impresionó por tanta gente que había en el lugar ─. Tu primo debe ser muy famoso -dijo con sorpresa.
─Supongo que sí. Aunque no había visto a la mayoría de los chicos y chicas, deben ser nuevos.
─Tal vez.
─No nos distraigamos y vamos a ver a mi abuela. Está ansiosa por verte.
─Yo también lo estoy ─sonrió Kevin.
Caminaron por los pasillos y todos los tíos presentes, saludaron a Kevin cordialmente. Este también lo hizo y dijo que iría a ver a la abuela. Todos estaban de acuerdo en que la madre abeja (como la denominaba la familia), preguntaba constantemente por el joven y que estaba esperando su llegada. Que fuera rápido porque por los medicamentos, era hora de dormir para ella. Kevin asintió y caminó al lado de Kiseop hasta que alguien los detuvo.
Kiseop miró a la persona en frente. Esperaba que no le fastidiara ese momento.
─¿Tu invitado? ─preguntó serio.
─Sí. Kevin, él es Jaeseop, el cumpleañero ─lo presentó.
─Es un gusto conocerte ─estiró su mano para saludarlo pero en cambio, no recibió nada ─. Uhmm... Pues felicidades y... toma ─le extendió un regalo al cual AJ no tomó, pero Kiseop lo hizo.
─No te preocupes, yo lo iré a dejar en su cúmulo de cosas ─le sonrió a este y luego miró furioso a su primo ─. ¿Vamos? La abuela está a punto de ir a dormir.
─Espera. ¿Irán a ver a MI abuela?
─Sip, ella está esperando por MI invitado ─contestó Kiseop y se fue sin más, tomando de la mano a Kevin. Acción que molestó a AJ por que solo él podía tocarlo.
Cuando llegaron a la habitación, la madre abeja estaba demasiado por ver nuevamente al joven hermoso de la otra vez; era como un ángel ante sus ojos. Después de saludar y hablar algunas cosas de la vida, la abuela ya debía dormir. Pero antes, quería proponerle algo.
─Mijo.
─Dígame.
─¿No te gustaría quedarte conmigo siempre? ─todos los presentes se rieron de lo que dijo ella, incluido Kevin. Parecía un coqueteo.
─¿Por qué la pregunta? Sabe que si podría, lo haría ─se sinceró este. Ya se había acostumbrado al entorno amable del lugar y de la familia de Kiseop.
─Entonces ven a cuidarme. Muchos de mis hijos tienen sus vidas hechas y no muchas veces pueden venir. Hasta me estoy sintiendo sola. Kiseop ya no viene tanto como antes -confesó la señora de alta edad.
─Porque necesitaba... pensar; pero ahora estaré más al pendiente suyo ─habló Kiseop.
─No, mijo. Eso a tí te pasa a menudo y yo necesito a alguien de tiempo completo; como este joven buen mozo ─tomó la mano de Kevin ─. ¿Verdad, mijo? ─este también le tomó su mano.
─Si antes hubiera sido el caso, aceptaría su propuesta; pero estoy trabajando ahora y... se me haría muy complicado.
─Ah... No importa. Ya conseguiré que alguien caiga en mis redes de seducción ─y todos volvieron a reír por las ocurrencias de la abuela.
Hablaron un poco más y los efectos de las pastillas ya le estaban haciendo efecto, así que todos abandonaron la habitación cuando se hubo quedado dormida completamente.
Los chicos volvieron a la parte de la fiesta y ya había comenzado. Kiseop le había comentado a su tía Kim que quedaría genial si se viera como una discoteque; las primeras de muchas para AJ, pensó. Y como siempre, sus consejos eran seguidos al pie de la letra y lo dejaron exactamente como una.
Las luces alumbraban todo el lugar y con la música del DJ contratado, todo se veía perfecto.
─Yo decoré gran parte del lugar ─confesó Kiseop.
─¿En serio? ─lo miró sorprendido ─. Te ha quedado estupendo.
─Sip, como yo ─bromeó.
─Mejor omito comentario ─Kevin también bromeó y los dos terminaron por reír.
─¿Quieres algo de tomar? ─preguntó mientras se sentaban en una sillas orilladas.
─Sí. Soda o jugo, estará bien.
─Ok, voy.
Kiseop caminó por entre la multitud y reconoció a los amigos de AJ. Hoon y Soohyun estaban bailando con chicas realmente atractivas. Lástima que para él no le llamaban mucho la atención y menos siendo menores de edad. Sin embargo, algunos chicos y chicas lo miraban embobados ante la belleza natural de éste, siendo envidiado por algunas. Sí, algunas.
Llegó al bar improvisado, pidió soda y no sabiendo cúal, eligió el tradicional Coca-Cola; mientras que para él, pidió champagne, que también había.
A su lado llegó la persona que menos quería ver el resto de la noche.
─Será mejor que no me estés reclamando.
─Solo quería preguntar cuándo me entregarías TU regalo ─recalcó.
─Está junto al cúmulo de cosas, como todos.
─No me has entendido.
─Te entendí perfectamente ─volteó a ver a AJ ─. Después te compraré algo, si así te quedas tranquilo.
─Yo no quiero algo que compres. Yo quiero algo que venga de tí.
─¿Qué? ¿Estás loco? ─entendió la indirecta a lo que se refería ─. Cumpliste mayoría de edad pero no me dejará exento de problemas futuros, AJ.
─¿Entonces sí lo harías? ─dijo entusiasmado.
─Si distinta fueran las condiciones, tal vez lo haría; pero no es la situación ─dijo sincero.
Después de todo, AJ si era atractivo y no negaba que había una atracción que hacía que el otro siempre quisiera estar con él y Kiseop no podía evitarlo. Sin embargo, igual le molestaba que esto fuera en ocasiones donde él no quería nada y era casi obligado, pero que terminaba cediendo porque le llegaba a gustar la cierta dominación del gato hacia él.
Era contradictorio. Tenían atracción pero esto era solo un juego que llegaría a lastimar a AJ porque creía que le gustaba demasiado a Kiseop.
─AJ, tú ni yo queremos eso ─suspiró.
─Yo sí lo quiero y que sea de tí, sería el regalo del cual no me olvidaría nunca en mi vida.
─Jae... No... Te voy a ser sincero con esto. Después de eso, ¿quién sufriría más? Ese serás tú y yo seguiré con mi vida normalmente, mientras que tú estarás asechándome como lobo por todos los rincones en los que me encuentres. ¿Es eso justo? No.
─Yo no pierdo la esperanza de que algún día yo te pueda gustar. Hay una atracción, ¿verdad? ─Kiseop asintió ─. Dejemos que las cosas pasen como vengan. Solo disfrutemos el momento.
Kiseop, pensativo, se quedó en el mismo lugar sin dar respuesta alguna y con sus tragos ya servidos y con un invitado esperando.
Pensó varias situaciones y es posible que nunca llegaran a saber nada, ya que sería un secreto entre ellos dos. Miró a los ojos de AJ y no parecía mentir con lo que sentía. Suspiró profundamente.
─Está bien ─tomó los tragos en sus manos y giró sobre sus talones ─. Después que despache a mi invitado, iremos a mi casa.
─¿Y mi invitados?
─Lo tomas o lo dejas. Yo iré a mi casa a descansar o, en su defecto, lo que tengamos que hacer. Es decisión tuya ─y se fue a tomar asiento junto a Kevin.
AJ se emocionó por la propuesta y es que había querido eso desde hace mucho; no, desde que probó esos labios suaves y carnosos. La última vez se había quedado con ganas de más y no lo sugirió por miedo a arruinar el momento.
Pero ahora había llegado el momento del cual recordaría el resto de su vida.
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