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The More I See You [Banglo] por Floppy

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“¿Esto del café se va a volver en un tradición?” preguntó YongGuk cuando se adentró a Westminster una semana después. YoungJae estaba apoyado otra vez en la mesa de la recepción sosteniendo un café. Él asintió, sonriendo.
 
 
“Zelo está con un amigo”, dijo. “Deberías decirme cómo quieres el café. Si voy a seguir haciendo esto, al menos quiero hacerlo bien”.
 
YongGuk se encogió de hombros. “No me importa cómo esté, cuando sea café. Yo soy mucho más exigente cuando se trata de mi té.”
 
YoungJae asintió otra vez. “Nosotros tenemos un par de minutos antes de que tengamos que interrumpir a Zelo y a su amigo”, dijo YoungJae.
 
“¿Su amigo?” preguntó YongGuk, por alguna razón, inmediatamente asumió que esa persona estaba involucrada románticamente con Zelo.
 
“Sí, su mejor amigo DaeHyun trata de visitar a Zelo un par de veces a la semana” 
 
“¿Buen chico?”
 
“Gran chico”, dijo YoungJae, sonriendo ligeramente. YongGuk se rió. “¿Qué?”
 
“Te atrae”, dijo YongGuk y YoungJae abrió más los ojos.
 
“¡Yo no… Ni siquiera he hablado con él”
 
El mayor levantó las cejas. “¿Es lindo?”
 
 
YoungJae suspiró. “Sí, lo es… y además de eso, soy un fanático de los acentos"
 
“Pensé que habías dicho que nunca habías hablado con él”.
 
“Sí, pero lo he escuchado hablándole a la recepcionista y a Zelo” 
 
“Acosador”, declaró YongGuk y YoungJae se encogió de hombros.
 
“Estoy trabajando en un centro para jóvenes con problemas. Algunos de los locos están obligados a borrarse en mí”
YongGuk rió, echando la cabeza hacia tras.
 
“Nosotros podríamos ir al cuarto de Zelo”, dijo YoungJae. “DaeHyun ha estado aquí por horas. No creo que le importe si los interrumpimos”
 
“Está bien”, dijo YongGuk, asintió y siguió a YoungJae hacia la habitación del chico de hermosos ojos grises.
 
~*~
 
Zelo reconoció el golpeteo de DaeHyun en la puerta cuando él volvió de haber ido a conseguir comida para los dos, y rápidamente se tiró a su cama, pretendiendo estar dormido. DaeHyun entró de todos modos y se rió. “Buen intento compañero, es el truco más viejo en el libro”.
 
Zelo se dio vuelta, sonriéndole a DaeHyun. “No tengo idea de qué me estás hablando” dijo riéndose junto con su amigo.
 
DaeHyun era una de la únicas personas de la cuales se había hecho amigo por sí mismo. Estaba en la escuela con la cabeza apoyada en la mesa, tratando de ignorar la charla en el salón de clases. Una cosa sobre los ciegos es que todos sus sentidos se agudizan y la mezcla de ruidos en las clases por las mañanas era casi insoportable para él. Él escuchó una voz cerca de su oído. “¿Tratando de atrapar unos cuantos guiños?” . Cuándo Zelo le había dicho que era ciego, a él no le importó y los dos rápidamente se fueron haciendo amigos. 
 
“Entonces, ¿qué es lo que está pasando con JunHong?” preguntó DaeHyun y Zelo se sentó en la cama, se inclinó hacia adelante y apoyó los codos en las rodillas. “Sí Zelo, puedes cerrar tus ojos” el menor suspiró agradecido y se sentó de nuevo, relajándose, cuando recordó que DaeHyun era su amigo y no tenía que pretender que él podía ver.
 
“No mucho en realidad. Empecé esa cosa de la compañía, lo de lectura, la semana pasada.”
 
“¿Cómo va eso?, preguntó DaeHyun alentándolo y Zelo sonrió descaradamente.
 
“El chico es realmente lindo”
 
DaeHyun rió. “Oh, Zelo, ¿te das cuenta de que no lo puedes ver?”
 
“No, lo sé. Pero Dae, no entiendes. Sus mejillas son increíbles y su cabello es sedoso y suave al tacto, y eso que aun no empiezo con su voz”
 
DaeHyun gimió y enterró su cara en sus manos. “¡No tienes remedio!, ¿Y si solo es un chico feo con buenas mejillas y una linda voz?”
 
 
“No es posible. No YongGuk” dijo Zelo somnoliento.
 
 
“¿Qué si él está fuera de tu alcance?”, dijo DaeHyun, sonriendo.
 
“¿Estás diciendo que soy feo?” dijo Zelo y DaeHyun flaqueó.
 
“No, Zelo… cómo tu amigo, puedo decirte que sí tu no fueras ciego, sin duda, serías un 10”
 
“Pero soy ciego”, suspiró Zelo. “Además podría no ser gay”
 
“¡Exacto!, Solo no quiero que te hagas ilusiones”
 
“Está bien, no es como nada que no hubiera pasado jamás entre nosotros de todos modos. El probablemente ya tiene novio… o novia”
 
DaeHyun miró a su amigo con tristeza. El tema de la vida amorosa de Zelo siempre le había importado. El estaba aterrorizado que Zelo pudiera enamorarse de alguien y obtener un corazón roto cuando él no puede hacer nada frente a su condición, o cuando se cansara de tener que ayudarlo en todo. Si pudiera, haría que Zelo se enamorara de él, porque sabría que estaría con alguien que lo mantuviera a salvo y que nadie lo lastimaría, pero desgraciadamente, tú no puedes escoger de quién te enamoras, y sus sentimientos por Zelo nunca pasarían de ser platónicos. “¿A qué hora va a llegar?”
 
“Pronto. Probablemente se cruzarán.”
 
“Bueno, yo te diré. Te dejaré saber si es tan lindo cómo tú crees. Lo comprobaré por ti Toto Mato”, dijo DaeHyun, sonriéndole a Zelo, quién podía oír la risa en su voz, a pesar de que no podía verlo. Esa era una de las cosas porque a Zelo le gusta estar con DaeHyun. 
 
El podía imaginar perfectamente las emociones revoloteando por su rostro, porque su voz lo delataba.
 
En el momento alguien llamó a la puerta, y DaeHyun giró su cabeza, sus ojos brillaban, deseosos de posar su mirada en este personaje llamado YongGuk al cual Zelo era totalmente aficionado.
 
“¡Adelante!” dijo Zelo y DaeHyun se levantó.
 
“Te veré después compañero”, dijo, caminando hasta la puerta mientras esta se abría. Zelo asintió mientras DaeHyun miró al que debía ser YongGuk, iba brillantemente vestido y sonriendo por algo que el enfermero acababa de decir. DaeHyun había visto al enfermero un par de veces y había tratado de mantener su creciente atracción sin que Zelo se enterara, pero como de costumbre, Zelo vio directamente a través de lo que había pensado en un ´principio eran preguntas sutiles sobre la orientación sexual de YoungJae. Le sonrió y su corazón se agitó al recibir una sonrisa a cambio.
 
“Fuera de tu alcance, Zelo”, dijo DaeHyun por lo bajo mientras se deslizaba por la puerta que YoungJae mantenía abierta para él.
 
“Hola”, dijo rápidamente y YoungJae sonrió.
 
“¿DaeHyun, cierto?, ¿Quieres que te acompañe hacia afuera?"
 
“Sí… si eso estaría bien”, dijo DaeHyun sonrojándose. Zelo escuchó el intercambio de palabras, sonriendo.
 
YongGuk se deslizó en la habitación y se acercó a Zelo. “Hey”, dijo casi sin aliento mientras observaba al chico sentado frente a él. “¿Quién está fuera de tu alcance?”
 
“Nadie”, dijo Zelo rápidamente. “DaeHyun solo bromeaba, estaba siendo estúpido como de costumbre”
 
“Supongo que DaeHyun es el chico que se fue cuando llegué”
 
“Sí, él no es paciente de aquí. El es un amigo de la escuela donde yo iba. Terminé el año pasado.”
 
“¿Buena escuela?”
 
“Todo estaba bien… No fue muy genial para mí, pero supongo que ninguna escuela va a ser realmente genial para un chico ciego, tú sabes... Los chicos no me gustaban mucho, pero estoy acostumbrado a ello por ahora”
 
“DaeHyun parece gustarte”
 
“Sí, yo creo que él es incapaz de no gustarle a alguien. Aún así, es bueno tener un amigo. Yo realmente no tengo ninguno más”, dijo Zelo rápidamente y YongGuk podría haber jurado que escuchó su corazón detenerse en su pecho. Sin darse cuenta de lo que estaba haciendo, él extendió su mano para colocarla en la parte superior de la de Zelo, que se estremeció ante el contacto, antes de enredar sus dedos con los de YongGuk, sonriendo levemente. El mayor sintió que el corazón de Zelo empezó a latir de nuevo, cuando sonrió vacilante, a pesar de que él no podía ver.
 
“Me gustaría ser tu amigo, Zelo”, dijo suavemente y la sonrisa del menor se amplió exponiendo sus adorables hoyuelos que bailaban en sus mejillas.
 
“Realmente... realmente me gustaría eso”, dijo Zelo y YongGuk estaba sonriendo también, y Zelo no podía recordar el momento en el año pasado en la cual había sido tan feliz como lo era ahora. “Lo siento por quedarme dormido el otro día. No sé si YoungJae te ha dicho cómo me canso tan rápidamente, es por las medicinas que me dan. Es muy molesto.”
 
“No, está bien. Creo que nos pasamos de tiempo debido y nos atrasamos. ¿Quieres seguir adelante con La Sombra Del Viento?"
 
Zelo asintió, sonriendo. YongGuk dejó su mano, para alcanzar el libro otra vez, lo puso afuera de su mochila y alisó los pliegues de la cubierta.
 
“¿Puedo sostenerlo por un segundo? Preguntó Zelo y YongGuk se lo entregó. Zelo tomó el libro de las manos de YongGuk, sonrojándose levemente por la sensación que tenía cuando rozaba los dedos de YongGuk. El libro se sentía pesado en sus manos, la cubierta alisada, era muy querido. El hojeó las páginas. Eran gruesas bajo sus dedos, cómo si las hubiesen leídos varias veces. Contuvo el aliento, imaginando toda la gente que había sido capaz de leer este libro, sentada en un sillón con una taza de té y seguir las palabras de las páginas con sus ojos. “¿Ésta es tu copia?” dijo en voz muy baja tan baja que YongGuk casi no lo oyó.
 
“Sí”, replicó el mayor también en voz baja, observado los ojos de Zelo mientras se llenaban de lágrimas, aterrorizados para romper el momento.
 
“¿Le prestas este libro a mucha gente de las bibliotecas móviles?”
 
“No en realidad. Tú eres la primera persona a la que le he recomendado este libro. Es muy querido por mí.”
Zelo sonrió. “¿Por qué lo llevabas contigo la semana pasada?”
 
“Realmente no lo sé”, confesó YongGuk y Zelo cerró sus ojos otra vez, levantando el libro hacia su cara y respirando los olores que tenía. El podía oler el té y las especias en las páginas, el olor del papel viejo y algo que Zelo sólo pudo identificar, porque olía exactamente a YongGuk.
 
“¿Demasiado espeluznante?” preguntó Zelo tímidamente.
 
“No, está bien”, dijo YongGuk, y siguió mirando al chico que estaba en frente de él.
 
“¿Puedo preguntarte algo realmente raro?”
 
“Me encantaría que preguntaras algo raro”.
 
“¿Cómo lucen las letras?" Preguntó Zelo, mientras un rubor teñía sus mejillas y YongGuk sentía que iba a llorar. “Antes las personas me las describían como garabatos, pero yo no sé cómo lucen los garabatos”.
YongGuk estuvo sentado muy quieto por un momento mientras Zelo esperaba pacientemente su respuesta. No es que él estuviera ignorando a Zelo; él estaba tratando de pensar las mejores palabras para responderle. “Ellas se ven pesadas con potencial. ¿Conoces los colores?” Zelo asintió y YongGuk continúo. “Las palabras negras en una página blanca son tan claras y dominantes, cómo si ella estuvieran exigiéndote ser leídas. A veces, las palabras se ven tan bonitas en una página. Yo siempre he pensado que la palabra salmón es adorable para leer y no la lees con frecuencias, a menos que seas aficionado a los libros de cocina de mariscos. Lo siento, estoy divagando”, dijo YongGuk, levantando la vista de sus manos, mientras una silenciosa lágrima se deslizaba por la mejilla de Zelo. “Zelo…” respiró y extendió la mano para alcanzar una lágrima con su dedo. Zelo levantó la cabeza, con los ojos cerrados y alargó la mano para agarrar la mano de YongGuk.
 
“Me gusta la parte del potencial”, dijo tranquilamente, abrumado por cómo YongGuk parecía entenderlo, cómo YongGuk lo hacía sentir a pesar de era le segunda vez que se veían, la forma en que la voz de YongGuk bailaba alrededor de la palabras de la misma forma en la que él se imaginaba que las palabras bailaban alrededor de las páginas de un libro. “¿Puedo sostener el libro mientras lees hoy? Preguntó y YongGuk se confundió por un momento.
 
“Uh, ¿cómo te voy a leer entonces?”
 
“Puedes elevarte un poco más”, dijo Zelo con facilidad y YongGuk solo dudó por un momento, mientras que Zelo arrastraba los pies en la cama para hacerle un espacio a YongGuk.
 
 
La ranura al lado de Zelo era sorprendentemente fácil, la cual alcanzaba para reorganizarse donde Zelo sostenía el libro de modo que YongGuk pudiera ver las palabras con más facilidad.
 
YoungJae interrumpió su sesión en unas pocas horas después dejándole saber a Zelo que la cena ya estaba lista. Los dos chicos miraron hacia arriba, sobresaltados cuando la puerta se abrió, desenredaron sus pies de donde los habían envuelto sin que ninguno de ellos se diera cuenta.
 
~*~
 
Cuando YongGuk llegó a casa, HimChan estaba sentado en el sofá mirando una película. YongGuk se sentó cerca de él y HimChan sonrió, notando que YongGuk tenía una sonrisa en su cara que no podía borrar.
 
“¿Todo bien Guk?” preguntó, sonriendo.
 
“Sí, todo bien. ¿Cómo estuvo tu día?”
 
“No tan bien cómo el tuyo, aparentemente”
 
“¿Qué quieres decir?” preguntó YongGuk, frunciendo el ceño ante la confusión.
 
“Me estoy refiriendo a que esa sonrisa de unos segundos antes, no ha salido de tu cara desde que llegaste a casa”
YongGuk sonrió otra vez, pensando de nuevo en la tarde que compartió con Zelo, sin recordar la vez que se sentía más a gusto con su lado presionado contra el de Zelo, sintiendo su calor. “Sí, fue un buen día”
 
“¿Vas a decirme más sobre ese chico Zelo o me mantendrás suponiendo?, él debe tener algo, si te tiene así, todo enamorado."
 
“Yo ni siquiera sé cómo describirlo, HimChan”.
 

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