Finalizaban las clases en la universidad, yo había quedado de salir con Shion y algunos amigos. Estábamos esperándolo afuera cuando uno de ellos comenzó una plática ciertamente incómoda
-Ya Dohko, acepta que Shion te gusta, lo mejor es que vayan ustedes dos solos y le digas la verdad-
-No… no es cierto, Shion sólo es mi mejor amigo-
-Si, claro- me respondió otro de ellos -es obvio que te gusta, y no entiendo por que no le dices nada, él también quiere contigo-
-Ya, basta, Shion es mi… mi mejor amigo, eso es todo- le respondí un poco molesto con esa conversación. Era cierto, Shion me había gustado desde el momento en que lo conocí, pero estaba seguro que el no tenía interés alguno en mi, por eso decidí dejar las cosas como estaban, el problema era que mi atracción por el era cada día más evidente y mis amigos se daban cuenta.
-Lo que pasa es que tienes miedo-
-¡No!, no tengo miedo de nada, pero…-
-Bueno, si no tienes miedo demuestralo… hagamos una pequeña apuesta… apuesto a que no te atreves a hacerte un streaptease a Shion-
-¡¿Qué?!, pero claro que no me atrevo!!, que ideas tan absurdas…-
-Anda, Dohko, no tengas miedo, no querrás que todo el mundo se entere de que eres un cobarde, verdad?, todo el mundo sabe que Shion es virgen, y también sabe que tu le gustas, lo que nadie entiende es por qué no te has acostado con él todavía…-
-¡Ya, basta! dejen de expresarse así de Shion… voy a hacer su estúpida apuesta si prometen dejarlo en paz y a mi también- la sola idea me hizo sonrojar -en fin… ¿qué tengo que hacer?-
-Un streaptease, como quieras, donde quieras, pero tiene que ser éste fin de semana- me respondíó uno de mis amigos
-Y tienes que grabarlo- me dijo otro de ellos -para que sepamos que es real-
-No, el streaptease es para él, no para ustedes-
-¿Y como piensas demostrarlo? no tienes de otra-
No quería grabarme, eso era evidente, ni siquiera tenía pensado hacerlo, pero las miradas de todos comenzaron a presionarme, especialmente porque Shion salió de clase y no quería que se diera cuenta de nuestra nada inocente plática
-Bien, bien… me grabo, pero ya cállense o nos va a escuchar-
-Hola…- Shion nos saludó a todos y se acercó a mi -¿de qué hablaban, Dohko?-
-Ahh… nada importante, mejor vámonos-
Fuimos a una fiesta, pero yo no pude disfrutar nada, todo el tiempo estuve pensando cómo haría para hacerle un streaptease a Shion sin que se diera cuenta, porque si lo hacía seguro iba a dejar de hablarme. Mi primera idea fue emborracharlo para que se le olvidara, pero por más que traté, no conseguí que bebiera más de una cuba
-Anda, Shion, la bebida está deliciosa… sólo una más-
-No, Dohko, ya sabes que no me gusta, sólo tome una y fue para acompañarlos a ustedes-
Traté de añadirle un poco de alcohol a la bebida, pero en seguida se dio cuenta de que sabía extraño y pensó que se había equivocado de vaso, nada, nada para emborracharlo.
Mi segunda idea fue hacer el streaptease yo sólo, grabarme sólo a mi, pero era evidente que mis amigos sospechaban, pues uno de ellos se acercó a mi en medio de la fiesta y me dijo -por cierto, Shion tiene que salir en el video, no puedes hacer trampa-
Mi tercera idea fue inventarle que tenía que ensayar para una obra y pediría su aprobación ¡bingo!, pero entonces no podía ser en la fiesta, además, todos los cuartos ya estaban ocupados por personas ebrias que iban a revolcarse en donde había espacio. Decidí esperar hasta el día siguiente.
-Shion… gracias por haber venido, te lo agradezco… sabes… quisiera saber si mañana quieres venir a mi casa… necesito que me ayudes con algo de la escuela-
-Gracias a ti por invitarme Dohko… y bueno, me gustaría mucho ir contigo, ¿está bien por la tarde? tengo muchas cosas que hacer en la mañana-
-Claro… no hay problema-
Nuestros amigos se despidieron
-¡Hasta luego!, no olvides lo de la apuesta Dohko-
-No… ¡adiós!- los corrí con la mirada fija, indicándoles que cerraran la boca
-¿De qué apuesta hablan?- me preguntó Shion extrañado
-No… no de ninguna apuesta… sólo… del partido de mañana- mentí inmediatamente para que no sospechara. Él pareció satisfecho con mi explicación y ya no preguntó nada más.
Toda la noche estuve pensando en el diálogo, ¿como empezaría? ¿me creería realmente? ¿y si se enojaba conmigo? me sentía como un idiota por haber aceptado la apuesta, el era mi mejor amigo, y el chico de quien estaba enamorado, no quería perderlo.
El sábado avanzó sin mayor novedad, hasta que Shion tocó la puerta de mi casa. Abrí rápidamente y me llevé una sorpresa que alteraba mis planes, su hermano Mu venía con él
-Lo siento- se disculpó de inmediato, antes de que yo dijera nada -quería conocerte, y no me dejó en paz, tuve que traerlo-
-Shion habla mucho de ti, estaba ansioso por conocerte Dohko- me dijo el chico apenas un par de años menor que nosotros -me llamo Mu-
-¡Mu!… cállate, no seas mentiroso- lo reprendió Shion. Quizá fue mi imaginación pero vi sus mejillas colorearse -lo siento, Dohko, no le hagas caso-
-No… no te preocupes Shion… un placer Mu- saludé al pequeño
-Bueno… ¿en qué voy a ayudarte?-
-¿Eh? ahh… si claro… ehh…- claro, ahora tenía que inventarme un tema escolar, no iba a decirle a Shion que necesitaba ayuda en un streaptease con su hermano enfrente de nosotros -ciencias… no entiendo nada, ¿me puedes explicar?-
-Claro…- toda la tarde pasamos estudiando esa maldita materia, me sentía muy incómodo, no podía mirarlo a los ojos sin recordar lo que tenía que hacer frente a él, estaba presionado porque sólo quedaba el domingo, no quería que mis amigos divulgaran lo de la apuesta, si Shion se enteraba, seguro me dejaba de hablar para siempre y ahora también me tenía muy confuso lo que su hermano había dicho, ¿Shion le hablaba mucho de mi? ¿por qué?.
Me despedí de él con pesar, me gustaba su compañía, aunque sólo fuera para mirar sus hermosos ojos color violeta, únicos, pero todavía quedaba un asunto pendiente. Estaba por llamar a uno de mis amigos para cancelar la apuesta, pero por algúna razón, un impulso me impedía hacerlo, algo dentro de mí quería experimentar esa apuesta con Shion, Me quedé pensando, podía arriesgarme y perder su amistad y cualquier oportunidad que podía tener de volverme su pareja, pero ya no podía aguantar más sin siquiera confesarle lo que sentía. Decidí que independientemente de hacer o no el streaptease, ese fin de semana Shion conocería mis sentimientos.
Llegó el domingo muy temprano, no quedé de verlo, pero decidí irlo a visitar a su casa. Trataba de equilibrar ambas posibilidades, pero como siempre, no podía decidir lo que sería mejor, ahora menos que nunca, pues mi amistad y posibilidades con él estaban en juego. De poco servía plantearme las posibilidades, eran infinitas, así que decidí hacer algo que jamás hacía, dejarlo a la suerte, si su casa estaba sola, lo haría, si no, simplemente le confesaría mis sentimientos. Cualquiera me diría que alguien como yo, que nada dejaba a la suerte, no podía simplemente lanzar una moneda al aire para decidir mi futuro con Shion, pero por extraño que pareciera, era lo más sensato que se me ocurría hacer. No lo pensé dos veces, o me arrepentiría.
Llegué hasta su casa y toqué el timbre, no puedo negar que me sentía más nervioso que nunca, no me esperaba que Shion me abriera tan rápido, con ropa cómoda y un poco despeinado… se veía muy sensual a pesar de todo
-¿Dohko?- me preguntó extrañado -vaya… no… no estoy presentable…-
-No… no digas eso, te ves muy bien-
-Pasa- me abrió paso y yo entré. Agudicé un poco mi oído y no escuché ningún ruido
-Perdón por abrirte así, pero no esperaba visitas y no hay nadie en mi casa-
-¿Nadie?-
-No… todos volverán en la noche-
Tenía la respuesta, seguiría adelante con mi plan
-Bueno, Shion… la verdad… vine aquí porque necesito un favor-
-¿Ah si?, bueno ¿y qué es?-
-Ahh… bueno yo…- me quedé callado un momento, no sabía como decirle las cosas, no era una propuesta normal que se le hiciera a un amigo un domingo por la mañana -yo… sabes… debo ensayar una obra de teatro- sentí como iba sonrojándome -¿crees que puedas ayudarme?, es… que… debo hacer un…- me detuve y me congelé por completo
-¿Un qué?- me preguntó con una sonrisa cálida
-Un streaptease- solté de inmediato antes de arrepentirme, lo que sucediera o no a continuación me dejaba en claro sólo una cosa, ya no había vuelto atrás -bueno… quiero decir-
-Está bien- escuché de sus labios y lo miré a los ojos, el me sonrió con candidez -¿eso es todo?, vamos, Dohko, no te preocupes… somos amigos ¿no?- alzó una ceja, no puedo negar que ese gesto lo vi muy sexy.
-Bueno, entonces…-
Fuimos a su recámara, él apagó la luz y prendió una bola de luz de colores que estaba en su escritorio, la puso en el centro y me miró
-Bueno, empieza- me dijo sentándose en la cama y observándome fijamente, parecía haberse transformado un poco.
-¿Eh, así?… bueno…-
-Tienes razón, falta la música- Shion buscó entre su música algo que fuera acorde con un streaptease. En un momento, la canción de "I'm too sexy" sonaba con fuerza en su habitación. No podía creerlo, Shion actuaba como si fuera lo más natural del mundo y yo me avergonzaba tanto que no era capaz de alzar la vista sin sonrojarme, mucho menos moverme, o bailar.
-Vamos, Dohko… así nunca vas a salir en la obra- me tomó las manos y me las puso en su cintura -imagina que soy una estatua, olvida que estoy aquí, al menos al principio ¿si?- con el control, apuntó a su estéreo y volvió a reproducir la canción, me miró a los ojos -anda…-
Cerré los ojos, sintiendo un poco la música, si no lo hacía en ese momento, no lo haría nunca, de todas formas iba a confesarle lo que sentía, después de hacerle un streaptease eso ya sería mucho más sencillo.
Mi mirada cambió, lo miré como un tigre hambriento mira a un venadito y comencé a mover mis caderas lentamente de un lado a otro y mis manos bajaron por su torso suavemente, luego, mis caderas empezaron a moverse en círculos, muy despacio, escuchaba la música y cambiaba mi movimiento según el ritmo. Moviéndome como una serpiente, me quité la playera y le di vueltas en círculos mientras la música aumentaba de ritmo, al mismo tiempo, movía mis caderas de la misma manera. Aventé la playera, me arranqué el cinturón y con él tomé el cuello de Shion para acercar su rostro al mío. Lo miré con deseo y en un movimiento rápido me deshice de mis pantalones. Vi a Shion enrojecer y bajar la mirada apenado, ahora era yo quien no quería detenerme. Lo empujé sobre su cama y me coloqué sobre él con las piernas abiertas una a cada lado de su cuerpo, continuaba moviéndome con sensualidad sobre él, que tenía una expresión como si fuera a darle un paro cardíaco. Me acosté sobre su cuerpo y me quité la ropa interior, quedando sin prenda alguna frente a sus ojos, me moví un poco para que sintiera todo mi cuerpo ardiendo contra el suyo, luego, me incorporé y eché hacia atrás la cabeza al final de la canción, quedé en una posición demasiado erótica. Fué entonces que bajé la mirada y lo vi, observándome asombrado y sonrojado por completo, con la boca abierta. Me sentí muy avergonzado pero no me quité
-¿Qué te pareció?- le pregunté tímidamente. Él, sin decir nada, volvió a poner a música y me atrajo a su cuerpo para besarme.
Nuestros cuerpos ardían bajo las sábanas, lo había despojado de sus prendas y sólo escuchaba sus suaves gemidos cuando rozaba mi cuerpo con el suyo. Mis manos lo aprehendían como si fuera a verlo por última vez, acariciaba sus músculos, piernas, brazos, espalda y ambos respirábamos agitadamente.
-Ya no aguanto- me dijo abriendo las piernas y enredándolas en mi cintura -hazme tuyo, Dohko, hazme el amor- gimió a mi oído y me atrajo más hacia él. No tuve que escucharlo dos veces, la sensación del calor de nuestros cuerpos era tal, que no me dejó separarme para nada, así que lo preparé con dos dedos como pude y luego comencé a introducirme en él muy despacio.
-Ahhhhhhhhhh, Dohko- el placer era extremo, a pesar del dolor. Pude notar un par de lágrimas cayendo de sus mejillas y sentí un líquido recorriendo toda mi hombría, un poco de sangre. Respirando agitadamente y jadeando me acomodé mejory murmuré
-Te amo… siempre lo he hecho, Shion-
-Y to a ti, Dohko, también te amo- me dijo con cierta dificultad a causa del dolor, pero me hizo el hombre más feliz. Comencé a embestirlo con suavidad, pero la temperatura era tal, que en pocos instantes estaba moviéndome con fuerza y frenesí dentro de él, era estrecho, muy estrecho y eso me volvía loco
-Shion… ahhh… que forma de… mmm…. ahhh, si-
-Más, Dohko… más… aahhh si, así- me suplicaba arqueando la espalda y moviéndose a mi ritmo, no fue necesaria la masturbación, mi cuerpo friccionaba contra su hombría -eso es Dohko, así… demuéstrame que eres una fiera-
Jamás imaginé que Shion estaría tan apasionado la primera vez, pero no era algo que cuestionaría, mucho menos en ese momento, nos amábamos y nos deseábamos, lo complací y al mismo tiempo, él me complació a mi.
Le demostré todo de lo que era capaz, moviéndome con destreza sobre su cuerpo, haciéndolo gemir y gritar de placer y sentir sus uñas en mi espalda, me dí cuenta de la fuerza con la que golpeábamos la cama contra la pared, lo embestía con todo el amor y el deseo que tenía para él y él me correspondía, abriendo sus piernas, moviendo la cadera, apretándome contra su cuerpo, hasta que llegó al clímax y me hizo correrme en un instante a mi también. Cerré los ojos mientras gemía profundo, justo en el momento en que deposité toda mi semilla en su interior. Cuando terminamos, sentí cómo se me doblaron las piernas y me acosté a su lado.
-Te amo, Dohko- me dijo mirándome a los ojos, con esa expresión tan dulce que tenía y jadeante tenía la frente cubierta de sudor y su flequillo se pegaba a ella.
-Yo también te amo- le respondí mientras apartaba sus cabellos del rostro
-Y dime… ¿esto es parte de tu obra?-
-No… yo… no hay ninguna obra, Shion- le confesé temiendo su furia, pero al contrario de todo eso, me respondió lo que menos me esperaba.
-Lo sé-
Alcé las cejas sorprendido
-¿Lo sabes?- le pregunté incrédulo y él asintió -pero ¿cómo…?-
-Sé lo de la apuesta… yo le dije a los chicos que te obligaran- me confesó sonrojándose un poco, pero sin bajar la vista y sin dejar de sonreírme
-¿Qué dices…? tu…-
-Así es… porque de otra forma no me hacías caso-
-¿Qué?- tan irónico como podía ser -pero… Shion, yo siempre…-
-Y yo a ti, ahora me doy cuenta que siempre me hiciste caso… sólo te hacía falta un poco de ayuda- me besó en los labios y dimos el tema por terminado, a fin de cuentas caí en la trampa de mi propia "presa" y ambos éramos muy felices por eso, jamás imaginé que fuera la oveja quien buscaba ser devorada.
-Te amo- le dije
-Yo también te amo-
Lo abracé por la cintura y cerramos los ojos, teníamos todo el día para repetir nuestro encuentro cuantas veces quisiéramos, y yo estaba feliz de ser el cazador cazado.