Era una tarde de calor insoportable. Tras todas las promociones por fin habían podido tener unos días de descanso realmente merecidos. Cada miembro había decidido relajarse de manera diferente, pero él estaba tan perezoso que decidió quedarse en casa durmiendo casi todo el día. A media tarde se animó a salir de la habitación en busca de algo comestible que le llenara el estómago, el cual no dejaba de rugir a causa de la falta de alimento. En cuanto salió al salón vio una imagen inédita, Joon Myeon su hyung y líder, estaba completamente dormido en el sofá sin la camisa puesta, cosa que era muy extraño teniendo en cuenta lo recatado que solía ser el mayor incluso con ellos.
Se dirigía hacia la cocina cuando un sonido algo ronco y leve lo sorprendió, era un leve jadeo que había inundado la silenciosa estancia. El menor curioso por ello echó un vistazo mas detalladamente hacia su mayor, encontrándose con un bulto bastante notable bajo el pantalón deportivo que llevaba puesto. Suho se encontraba con los labios entre abiertos y una fina capa de sudor perlando su cuerpo, definitivamente no estaba soñando algo inocente.
Al principio no pudo negar que se sorprendió, pues su anticuado y puritano hyung no es que tuviera una imagen precisamente sexy a pesar de los vanos intentos por ser apetecible, pero debía reconocer que la imagen real del mayor excitado durante un sueño erótico lo había llevado a las nubes, haciendo que un suave cosquilleo apareciera en su bajo vientre. Una idea algo macabra surcó la cabeza del pequeño Kyung Soo y sin pensárselo dos veces se acercó hacia el contrario quedando de rodillas frente al sofá. Sin un ápice de duda alargó la mano hasta el prominente montículo que se alzaba orgulloso bajo sus pantalones, sobándolo con la palma suavemente y apretándolo de vez en cuando. Suho emitió un gemido de satisfacción al notar el roce, pero seguía profundamente dormido, cosa que alentaba al menor a continuar con la tarea que segundos antes había comenzado.
Tras un rato sobando la entrepierna del mayor, ésta ya se encontraba completamente dura, hasta el punto de que el glande asomaba levemente por el elástico del pantalón, como buscando una salida de su cárcel de tela. D.O se relamió los labios, era la primera vez que iba a hacer algo así con un chico, pero se sentía completamente curioso y listo para lo que tuviera que pasar. Se inclinó hacia delante y con su lengua rozó suavemente la punta del pene ajeno, ganándose otro gemido por parte del mayor, el cual empezaba a despertar pestañeando de forma repetida, intentando situarse.
Antes de que Joon Myeon pudiera quejarse, el más joven bajó un poco el pantalón y envolvió el glande con sus abultados labios, dando una fuerte chupada. Suho gimió de nuevo y pudo enfocar por fin la vista en el contrario, asustándose por lo que estaba sucediendo sin su conocimiento. La imagen que percibía hubiera vuelto loco a cualquiera, su donsaeng, su querido e inocente donsaeng, jugaba con la punta de su pene entre los labios, succionándola y jugando con la lengua en la hendidura de manera repetida, lo que hacía que no pudiera contener algunos gemidos que se le escapaban entre los labios. Cuando el más joven bajó los pantalones hasta la mitad de los muslos junto con la ropa interior y engulló de una sola vez el falo, fue cuando pudo reaccionar.
-Ky-Kyungsoo ah para...para...¡donsaeng para! -empezaba a elevar la voz y no era precisamente porque quisiera que se detuviese, porque si bien no era correcto que su menor le estuviera haciendo una mamada, esos labios voluptuosos lo estaban llevando al mismo cielo.
D.O estaba satisfecho. Era la primera vez que practicaba una felación pero el mayor gemía descontrolado por lo que daba por hecho que estaba realizando un trabajo excepcional. Miró hacia arriba con su cara más inocente mientras continuaba moviendo la cabeza de forma constante, buscando hacer enloquecer a Suho con el sonido húmedo de sus movimientos, sin embargo el sorprendido fue él. Joon Myeon lo estaba mirando con unos ojos oscuros y cargados de lascivia, la sonrisa torcida asomaba por entre sus labios viéndose levemente macabra y lo cierto es que se asustó un poco. A pesar de todo sacó el miembro palpitante de entre sus labios y continuó masturbándolo con la mano mientras le sonreía de forma tierna y hablaba con suavidad.
-Hyung...¿nunca has sentido curiosidad? -Se mordió el labio de forma traviesa y le guiñó un ojo, provocando que el mayor soltara un leve gruñido y lo mirara severamente.
Aquella expresión en el rostro del mayor le hizo arrepentirse de sus acciones, pero no tuvo mucho tiempo de pensar en ellas ya que Suho lo cogió con firmeza de los brazos y lo empotró contra el sofá sin mucho miramiento. Notaba como las manos ansiosas de su hyung le arrancaban literalmente la ropa del cuerpo. Eran tan rápidas sus acciones que ni siquiera reaccionó, simplemente se ciñó a dejarse desnudar por el contrario mientras se aferraba a sus hombros, agitándosele la respiración levemente contagiado por la urgencia ajena.
El mayor se colocó de rodillas incorporándose para acabar de quitarse el pantalón y ropa interior, a la vez que sonreía de forma maléfica y pervertida. Kyung Soo se dio cuenta en ese momento de lo bipolar y sorprendente que era su hyung. Parecía calmado, chapado a la antigua y muy recatado, pero estaba más que claro que en cuanto al tema sexual se refería su mayor se volvía una completa bestia sedienta de placer.
Suho tomó las caderas de D.O y le dio la vuelta con fuerza para dejarlo boca abajo, cosa que pilló al menor completamente desprevenido. El mayor separó con las manos los glúteos contrarios para dejar a la vista la entrada rosada y apretada del más joven. Se relamió los labios y pegó la cara a su trasero dándole unas profundas lamidas que mojaban y ensalivaban toda la zona a la vez que masajeaba los músculos con sus manos. Era la primera vez que Kyung Soo experimentaba esa sensación en aquella zona, y a pesar de que daba leves respingos en cada pasada de la rugosa extremidad contraria, debía reconocer que le estaba gustando, sobretodo cuando el mayor pegaba los labios por completo a su entrada y la succionaba como si buscara sacar algo de su interior.
Joon Myeon se incorporó y escupió un poco en su mano para después pasarla por su miembro, mojándolo para lo que venía a continuación. Colocó el glande en la entrada del más joven, perfilándola de manera circular de forma repetida. D.O estaba algo asustado, tenía entendido que durante las relaciones homosexuales se preparaban con los dedos para evitar que le doliese, pero parecía que su hyung no tenía eso en mente.
-Hy-hyung...t-tus...dedos...-no sabía muy bien como expresar lo que estaba pensando.
-¿Dedos? Oh no donsaeng, tu propio cuerpo deseará que te la meta.
La voz del mayor había sonado demasiado ronca a causa del deseo acumulado, parecía un completo extraño para él. Seguía frotando con insistencia el esfínter del menor con el glande, presionando cada vez un poco más, notando como en lugar de contraerse, ésta se empezaba a dilatar hasta que recibió la punta completa. Suho soltó un jadeo de satisfacción al notar como el pasaje virgen del más joven lo iba recibiendo, adentrándose en esa cavidad poco a poco de forma lenta.
Kyung Soo reconocía que había dolido. La polla del mayor lo tenía completamente atravesado y sentía una sensación de quemazón, pero esperaba que fuera cierto lo que decían y acabara pronto su calvario, ya que a pesar de la sensación de ardor, seguía jodidamente excitado al descubrir ese lado oculto que poseía su hyung.
Joon Myeon no tardó mucho en comenzar a mover la cadera. Hincaba los dedos en su piel atrayéndolo hacia su cuerpo a la vez que se movía en su contra, creando un vaivén que a pesar de no ser rudo del todo, tampoco era suave. Mantuvo el ritmo constante durante un rato, pero la respiración acelerada y los gruñidos del mayor le indicaban al más joven que estaba completamente necesitado de agilizar un poco las cosas, por lo que a pesar de que aún sentía cierta incomodidad en el trasero, se apoyó con más firmeza en los antebrazos y empezó a moverse con agilidad hacia adelante y atrás.
Suho gimió agradecido por las acciones de D.O, tomando ese movimiento como si le diera vía libre de hacer lo que se le antojara, por lo que no dudó en aumentar la fuerza de las estocadas. Se inclinó hacia adelante pegando el pecho a la espalda de Kyung Soo a la vez que una de las manos la deslizaba por su cadera hasta tomar el miembro ajeno con firmeza para poder masturbarlo al ritmo de sus caderas. Con la nueva postura alcanzó la próstata del menor, por lo que D.O no pudo evitar soltar un sonoro gemido de placer que resonó en las paredes del salón. Joon Myeon orgulloso de haber encontrado ese punto del contrario, empezó a moverse de manera salvaje contra él, buscando dejar el menor tiempo posible entre estocada y estocada para que pudiera sentir esa sensación de placer de manera permanente. D.O se sentía en el paraíso, con cada embestida las piernas le temblaban a causa de la sensación extrema que el mayor le estaba regalando, estaba seguro de que después dolería como los mil demonios, pero en ese momento no podía dejar de gritar.
-Aaah...Su-suho...fuerte, ¡¡dame más fuerte!!
Los gritos llegaron a los oídos de los chicos de la unidad china que llegaban en ese momento. Al entrar al salón quedaron petrificados, Suho le estaba machacando el trasero con saña a D.O mientras el más joven gritaba a pleno pulmón con los ojos apretados. El repiqueteo húmedo de los testículos chocando contra sus glúteos provocaba un sonido sordo que inundaba la estancia ante el silencio provocado por el shock de la escena. Joon Myeon al ver de pie junto a la puerta al grupo de muchachos se excitó de sobre manera. Uno de sus fetiches más profundos era que lo miraran mientras estaba teniendo sexo, y aunque lo había ocultado siempre ante todos en ese momento no podía esconder sus más bajas pasiones. Aceleró el ritmo del vaivén hasta el límite de sus fuerzas, presionando más el pene ajeno con su mano mientras la que tenía libre la llevaba a los voluminosos labios del menor, haciendo que chupara sus dedos como si le practicara el sexo oral.
D.O no tardó mucho en eyacular en la mano contraria, manchando la extremidad y los cojines del sofá ante la gran chorretada de semen que había salido disparada de su anatomía. Suho ronroneó ante la sensación del líquido caliente bañando su mano y el apretón de las paredes interiores de Kyung Soo. Salió del cuerpo del menor y se colocó de pie frente al rostro ajeno, tomó su pelo con fuerza y le alzó el rostro para masturbarse a la vez que introducía levemente el glande en la cavidad bucal del más joven. Sólo pasaron unos segundos hasta que se corrió en su boca, bañando su lengua y labios con la semilla espesa y caliente que emanaba de su miembro, dando algunos espasmos a causa de la corriente eléctrica que recorría su espalda provocada por el orgasmo.
Una vez que acabó se acercó a su rostro y lamió los labios de Kyung Soo, jadeando gustoso al notar el sabor de su propio elixir mezclado con la saliva del menor, besándolo de forma apasionada. Los chicos seguían mirando la escena con cara de espanto, deseaban no haber tenido que presenciar lo que minutos antes había sucedido en el salón de su casa. Suho recogió su ropa y caminó orgulloso hacia el pasillo, guiñándole el ojo a los muchachos cuando pasó por su lado de manera auto suficiente. En el camino hacia el baño, el chino más alto del grupo lo interceptó del brazo hablando con la voz cargada de rencor.
-Creía que esa faceta tuya solo la iba a ver yo. -gruñó molesto.
-Tranquilo chinito...sabes que mi trasero es solo tuyo...-siguió su camino y en la puerta del cuarto de baño se giró para sonreírle- Voy a ducharme...sabes que hacerlo en parejas y tríos es normal para nosotros por lo que nadie va a sospechar, así que si te animas ya sabes donde estoy.- y desapareció por la puerta dejando a un rubio de metro noventa completamente frustrado.