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SUSHI DE OOTORO por Mahozahamy Arisugawa

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Notas del fanfic:

¡Hola! Si, estoy publicando otro fanfic de Durarara. Ermmm realmente no estoy muy segura de donde salió esta historia. Quería hacer algo divertido, XD Realmente espero no aburrir con una publicación tan reciente. 

 

Estoy escribiendo una historia mas larga para esta categoría pero al parecer estas inesperadas ideas siguen poniéndose en medio. =3 Y yo adoro escribirlas. Asi que no hay nada que pueda hacerse.  

 

Esta historia se dividirá en dos partes. Es decir tendrá continuación. Incluirá lemmon en el siguiente capítulo. Por ahora su clasificación es así por la cantidad de palabras groseras que dice Shizuo. Lo siento. 

 

Ojalá lo disfruten. 

 

Con especial dedicatoria para SirenaYaoi. ¡Gracias por el ánimo!

 

        ******Editado*****

 

 

 

 

Notas del capitulo:

     (EDITADO) (Por alguna absurda razón y un error garrafal de mi parte usé una versión anterior del texto, donde se perdieron la mayoría de las correcciones que había hecho, así que mis más sinceras disculpas) m(_._)m

 

Que secretos se esconden en una mente retorcida, ¿Que clase de deseos? 

 
Noche en la ciudad. Una complusión de sentimientos. De acciones. Y deseos. Latir de corazones. Intensidad. La ciudad se componía de todo eso. 
 
Un gran número de personas habían terminado su turno de trabajo. Algunos caminaban animados por la calle. 
 
Otros entraban y salían de los complejos comerciales. Se reunían en los parques, o se dirigían a karaokes y restaurantes para divertirse, pasar un buen rato. 
 
Chicos de preparatoria y gente joven, universitaria en su mayoria. Tambien trabajadores e incluso algunas amas de casa. Esto era la gran ciudad. Rebosante de buena vida nocturna. Y sin embargo... 
 
Toda ciudad tiene sus reglas. Su propia gente extraña. Sus Secretos que no revela a nadie que no sea parte de ella...
 
¡Es Bueno!--llamaba un impresionante hombre de color, de al menos dos metros de altura-- ¡Barato!--decía ofreciendo propaganda a los transeúntes que en su mayoría huían despavoridos-- ¡Coma Sushi!
 
Realmente fresco--aseguraba el hombre--Nuestros ingredientes han llegado esta semana desde la tienda de comestibles.
 
Las personas tomaban rodeos para evitar pasar frente a el. Sin embargo el enorme hombre alto seguía llamando a sus clientes.
 
¡Hemos abierto las latas hoy!--insistía con una gran sonrisa en su rostro.
 
Adelante joven--dijo de la nada a un chico universitario que evadió su mirada, como si lo conociera, incomodándolo pero sin notarlo aparentemente-- No enfermarás si comes un poco. 
 
Durante toda la noche la venta había sido muy buena. A pesar de que muchos clientes nuevos habían sido engañados e intimidados sin querer para comprar la cosas más caras del menú. 
 
Entren chicos, vengan a divertirse--pidió con las manos abiertas, su sonrisa inalterable--Pasen
 
Todo aquel que traspasaba la puerta del restaurante volvía. Por que realmente era un lugar muy bueno. El ambiente era tradicional. Y el sushi era estupendo. 
 
Sin embargo ya quedaba muy poca gente en la calle. Ninguno de ellos parecía interesado en comer. Los que no lo habían hecho estarían más ocupados tratando de correr para alcanzar el último tren. Los que no estaban interesados en volver a casa, buscarían un Manga Cafe donde pasar la noche.
 
¡Es Bueno!--gritó-- Sushi Ruso ¡Tambien Barato!
 
Habían un montón de propaganda esparcida a sus pies y que podía verse ahora que la calle estaba mas despejada y la mayoría evitaba pasar frente al restaurante. 
 
Pero el hombre de color no se desanimaba. Continuaba ofreciendo su propaganda con su sonrisa amable en su traje de chef, nada apropiado para él. 
 
Un chico joven vestido de negro, llamaba la atención sin embargo, por que caminaba por la vacía banqueta directamente hacia el hombre que estaba de espaldas a él, ofreciendo la propaganda a nadie en particular. 
 
Iba enfundado en un abrigo con aplicaciones claras en las mangas y la capucha, tarareando mientras caminaba de un modo muy absurdo, casi como si bailara, escondiendo las manos en los bolsillos. 
 
Tenía un aire muy extraño, de alguna manera era encantador, pero ciertamente repulsivo al mismo tiempo su sonrisa parecía la mueca de una máscara.

Su apariencia era, si, desaliñada, despreocupada pero parecía inmensamente feliz. 
 
---Yo, Simon--dijo una vez que estuvo justo detrás del hombre del traje de chef de sushi.  
 
---Oh, Izaya--dijo a modo de saludo a su vez el hombre enorme voltéandose para mirarlo, lo había reconocido por la voz--mucho tiempo sin verte por aquí. 
 
Por toda respuesta Izaya le monstró el volante de descuento con una torcida sonrisa. Y entraron juntos al interior del restaurante. 
 
---Sachou-san, el último cliente--dijo Simon quitándose la gorra cuando llegaron a la barra.
 
Al interior había silencio. En su mayor parte, pues en uno de los privados del restaurante, estruendosas carcajadas sonaban de vez en cuando.
 
---Oh, Orihara-san, bienvenido--contestó el dueño de la tienda saludando. 

"Una rara ocasión--se dijo frunciendo el ceño pues esas visitas nunca tenían algo bueno-- ¿Que estaría haciendo Izaya en Ikebukuro?"
 
---Hoy tenemos aquí una pequeña fiesta de una empresa de calzado-- informó el dueño mirando un poco preocupado hacia su privado donde al parecer los participantes se habían puesto a cantar un viejo himno samurai--Espero que no te moleste.
 
---Nop, para nada. Una orden doble, señor propietario nagirisushi--dijo Izaya con una ridícula voz infantil--de Ootoro ¿por favor?--añadió mientras daba vueltas en la silla de la barra.
 
---Marchando--contestó y se fue a la trastienda para cortar el pescado al gusto de su exigente cliente. 
 
---Oh, alguien está siendo muy generoso el día de hoy--le dijo Simon con una sonrisa, se había pasado al otro de la barra para empezar a limpiar, cerrarían pronto--Eso es bueno, Izaya, el sushi es muy bueno. Comprar sushi. 
 
---Recién he terminado de trabajar y he recibido mi paga además hoy tengo un volante--dijo pavonéandose exactamente como haría un niño que ha recibo dinero de sus padres por hacer una inocente tarea para ellos y tiene un cupón de descuento. 
 
Sin embargo, los dos sabían perfectamente que el trabajo que Izaya hacía, jamás era sencillo y nunca era inocente. El ruso estaba seguro que dinero era lo menos que había cobrado.

También se cobraba con culaquier clase de información a su alcance. Y poder, sobre todo poder.

Por que sin que sus clientes se dieran cuenta cada que utilizaban sus servicios, el informante ganaba otro hilo a su red, con lo que obtenía más y más información a su alcance.

Izaya amaba el peligro. Desafiar al destino incluso poniendo en la linea su propia vida era su pasión. Simon pensaba que era un hombre realmente peligroso, pero lo dejaba estar. 
 
---No, no, Izaya--dijo Simon conciliadormente--no deberías pedir descuento en un día tan afortunado, estropea la buena suerte--añadió haciendo uso de sus agresivas técnicas de venta forzada--Deberías darselo a alguien--recalcó inútilmente tratando de convencerlo. 
 
---Ahahahahahaha--rió Izaya demoniacamente.

Con su mueca por fin disuelta su sonrisa era aún más espeluznante, perturbadora cuando menos, se reía por el valor que tenía Simon para decirle eso en la cara, por que los dos sabían que Izaya no era un a persona del todo normal, su crueldad era inhumana.

Era muy era peligroso ganarse su rencor, o hacerle enojar, ganarse su desprecio era una muerte segura, pero Izaya ya sabía que el ruso solo hacía lo de siempre y era muy fuerte así que lo dejo estar

--- ¿Es eso cierto, Simon? --preguntó con algo de burla pues no le creía nada--Mmmm de acuerdo--dijo volviendo a estar de estúpido buen humor solo por que sí-- ¿A quien crees que debería darselo? 
 
---Shizuo puede ser una buena idea--declaro secando unos cuencos.  
 
--- ¿A Shizu-chan? Ahahahahahaha realmente quieres verme morir, si a Shizu-chan le hiciera eso, sabes lo que pasaría ¿No? ¿Por que crees que debería?--preguntó ansioso de enterarse de algo divertido sobre su enemigo número uno, ¿Tendría problemas de dinero? ¿Por fin había perdido su empleo? ¡¡El monstruoso perro Shizu-chan desu!!--Peeero...--dijo pensando de inmediato alguna forma de molestar--Me has dado una estupenda idea. Haré algo mucho más divertido. Hahahahahahaha... ¡Eres genial!
 
Simon obviamente solo le seguía la corriente. Izaya lo sabía, pero ahora que se le había ocurrido su mente ya estaba trazando los siguientes pasos para fastidiar a Shizu. 
 
---Servido--dijo el maestro volviendo de la trastienda con el trozo de pescado que serviría a su cliente pero además con un pequeño platito con perfecto sashimi de sekami y un cuenco pequeño de salsa de soya--Invita la casa.  
 
---Itadakimasssu!--exclamó Izaya tomando los palillos en color rojo con detalles en negro que le entregaron para comenzar con el sashimi que no había pedido pero que serviría para empezar mientras veía al chef prepararle su sushi, sumergió en la salsa un poco-- ¡Exquisito! ¡En verdad es un atún estupendo! 
 
---Espera a probar el ootoro, Izaya-kun--dijo mientras empezaba a envolver sus pequeños trozos de arroz con la carne delicada y grasa del atún que acababa de cortar y pasaba al siguiente. 
 
Simon puso una buena lata de cerveza Kirin para acompañar. Aún de buen humor, Izaya comió con gran apetido. El opulento sabor graso del ootoro, se mezclaba muy bien con la frescura de la cerveza. La personalidad del chef le gustaba mucho, tenía tantos secretos. Así en consecuencia, disfrutaba mucho de su comida.
 
--Sachou-san, póngame una orden extra para llevar--dijo cuando comió su última pieza de sushi—Gracias por la comida.
 
---¿Solo ootoro?--se extrañó. Izaya era de buen paladar, sin embargo jamás comía demasiado. Se había comido una orden entera ya, la segunda estaba descansando a su lado en una cajita apropiadamente envuelta y atada, ahora pedía una tercera.
 
---Haaaai--contestó volviendo a dar vueltas con la lata de kirin aún en sus manos-- ¿Sabes Simon? ¡Hoy le invitaré a Shizu-chan la cena!--dijo desternillándose de la risa
 
---Oh, ¿En verdad? Eso es bueno--sonrió Simon-- ¿Izaya-kun quiere ser bueno con Shizuo? Es inesperado ¿No quiere pelear más? Estupendo, pelear no es bueno. 
 
---Umm... no es así--dijo con tristeza-- ¡Por supuesto que quiero matarlo! Quiero cortarlo, extraer esos ojos. Ah su sangre, tan humana. Sería estupendo verlo sufrir--añadió con el fuego del odio encendido en los ojos--Pero también le invitaré la cena hoy--dijo cerrando los ojos con una encantadora sonrisa que descolocaba por su inocencia--Nee Sachou-san, ¿Puedo pedirte un favor especial? Te pagaré bien por supuesto.
 
---Orihara-san es nuestro valioso cliente, haremos lo que esté en nuestra mano. 
 
--- ¡Kyyyaaaa Sachou-san es genial! Pues bien, esto es lo que vas a hacer....
 
Simon y el propietario de la tienda se miraron por un momento. Incluso ellos mismo estaban incrédulos por lo que Izaya les estaba pidiendo. 
 
                         *****************
 
En una zona de apartamentos bastante humildes, había una luz que aún estaba encendida. Unos lentes en color azul-violeta descansaban en una mesita de madera junto a una lámpara, un porta retratos y una corbata negra de moño. Los número rojos del despertador anunciaban la una con siete minutos de madrugada.. 
 
Hewajima Shizuo terminó de beber la botella de leche que tenía en las manos, y apoyó con fuerza el envase de vidro sobre la mesita de noche, arrojó la toalla con la que se había secado el pelo, apagó la lampara y se tendió en la cama. En la silla de al lado estaba ordenadamente colgado su uniforme de camarero. 
 
Apenas se tendió se quedó dormido. Había tenido un día espantoso. Los deudores eran cada vez más descarados. Pero aunque recibían una paliza seria, a Tom no parecía preocuparle demasiado. Dia de mierda. Y eso que no se había encontrado a la jodida pulga de Izaya. 
 
Estaba sumiéndose en un apacible descanso, cubierto por la inconsciencia, la negrura cuando...
 
Sonó el timbre. 
 
JODER
 
Volvió a sonar. Y una molesta risa acompañó el ruido. El timbre sonó repetidamente. Después algunos golpes en la puerta. Y alguien empezó a llamarlo. 
 
 
                         **************
 
Un rugido gutural de ira y unos pasos que parecían truenos fue la señal que Izaya necesitaba para salir corriendo lo más rápido que pudiera. Tenía que escaparse de Ikebukuro ya. Pero no sin antes joderle apropiadamente la vida a Shizu-chan. 
 
Colgó con mucho cuidado la cajita de sushi de la perilla de la puerta de Shizu-chan. Acomodó una nota y de un salto bajó todas las escaleras, dio un giro para ocultarse entre las sombras, echando a correr. 
 
                            *************
 
-- ¿¿¿QUE????--rugió jalando la puerta para abrirla. 

Nadie.

 

¡¡¡¡Joder!!!! 

 
TUD.
 
Espera, algo había golpeado la puerta, miró hacia la perilla por el lado de afuera y encontró la cajita de sushi envuelta y atada colgando. Y encima tenía una nota doblada entre las amarraduras. Quitó la caja sin pensar en nada realmente.

Era nada más ni nada menos que una increíblemente cara ración de sushi de Ootoro. El empaque era del Sushi Ruso. No había que ser un genio para saber quién había dejado esto ahí. 
 
Abrió la nota. 
 
"Ojalá te enfermes :P" decía en perfecta caligrafía que reconocería al otro lado del maldito infierno.  
 
----IIIIIIIIIIIIIIZAAAAAAAAAAYAAAAAAAAAAAAAA--rugió a la noche. 
 
Mientras tanto, riéndose como un maniaco, Izaya esquivaba a la escasa gente que todabía caminaba por la calle, satisfecho por aquel grito, corría a toda velocidad para salir de Ikebukuro lo antes posible. 
 
                            ***************
 
Kasuka había vuelto de su filmación en Kanto. Había tenido una sesión de fotos por la mañana en una agencia de modelos de ropa casual para chicos en Ikebukuro. 
 
La sesión había ido como la seda. Tenía dos horas libres antes de tener que volver a Kanto para la grabación de entrevistas para la premiere del nuevo Dorama. Su agente le aseguró que se incluirían en el DVD y por eso necesitaban grabarse en la locación apropiada. 
 
En compañía de sus inútiles guarda espaldas compró un montón de comestibles para su hermano y decidió visitarlo. Le envió un mensaje. Shizuo estaba en casa. 
 
Kasuka entró sin hacer caso del desorden que reinaba en la humilde habitación. Se sentó en una silla de la cocina. Su hermano estaba en pantalones nada más, exhibiendo su torso lleno de cicatrices... y su terrible mal humor. Sin embargo al famoso chico no le afectaba en absoluto. 
 
Abrió el refrigerador para guardar los productos que había traído. Empezó por acomodar el queso, el yogurt, los jugos, y los vegetales. Entonces se topó con una caja. 
 
--- Nii-san ¿Compraste Sushi?--preguntó, precisamente señalando la caja de nagirisushi de Ootoro que Izaya le había dejado. No había tenido corazón ni agallas para tirar algo tan costoso.
 
--- ¡Espera! ¡No lo comas! Probablemente esté envenado--dijo olvidandose por un momento de su mal humor abalanzándose para detenerlo, por eso mismo no lo había regalado y mucho menos probado, a saber que cajaro tenía aquel sushi--la maldita pulga lo trajo. 
 
---Ya veo--dijo con el rostro inexpresivo examinando de cerca la caja  era un ootoro de gran calidad, decidiendo que sería descortés tomar uno si eran de Izaya-san, cerró el refrigerador---así que, vives con él ahora.
 
No era una pregunta. Y tampoco era una sorpresa para Kasuka. Realmente no entendía por que se habían tardado tanto. 
 
Shizuo levantó el sillón incluso antes de darse cuenta. El sillón se estrelló contra la pared haciendo un gran daño en el aplanado barato, la habitación entera crugió, el mueble golpeó limpiamente detrás de Kasuka, increíblemente sin herirlo, este no se imutó por el estruendo, y no hizo un solo gesto para defenderse. 
 
--- ¡¡¡KASUKA!!!
 
---Traje también dos cajones de leche, niisan--le dijo haciendo caso omiso de su arranque de ira totalmente indiferente--Asegurate de beberlo y también de compartirlo con Izaya-san--con un gesto ordenó a sus guarda espaldas que estaban petrificados, por lo ocurrido con el sillón que los trajeran. Temblando los hombres pusieron las pesadas cajas sobre la mesa.  
 
---¡¡NO ESTOY VIVIENDO CON EL!! --gritó y Kasuka se tapó los oídos-- ¡¡¡MALDICIOOOOOON!!! ¡¡¿¿POR QUE DICES ESO??!!
 
---.... Esta bien si vives con el--dijo Kasuka sin entender realmente por que su querido onii-chan tenía siempre que armar tanto drama romper cosas y gritar por todo. La verdad no lo entendía ¿Temía que lo juzgara? El no haría eso. 
 
Sonó su celular y Shizuo dejo de gritarle, por fin.
 
---Ah, de acuerdo--dijo Kasuka al aparato un poco triste--Si, iré en seguida--Al parecer uno de los fotografos estropeó una toma, tenía que volver para hacerla de nuevo. 
 
Colgó su celular y entregó el montón de cajas y bolsas vacías a sus guarda espaldas para que las pusieran en el contenedor.
 
---Nii-san tengo que irme ya--le dijo acercándose a el y poniéndose de puntillas para besarle la mejilla--adiós por ahora. Te llamaré muy pronto. Filmaremos en Okinawa. Un comercial para una aerolinea me parece, les enviaré un omiage. Saludos a Izaya.  
 
--- ¿DE DONDE SACAS ESO? OOOIIIIII ¡KASUKAAAAA!
 
Los guarda espaldas habían vuelto ya y horrorizados por los gritos y la fuerza de Shizuo hicieron una produnda inclinación al rubio, se fueron corriendo tras Kasuka como leales cachorros. 
 
                               *****************
 
El ambiente estaba cargado por el humo de los muchos cigarrillos que se habían fumado ahí. Los rostros serios indicaban la gravedad de los negocios que ahí se estaban discutiendo. 
 
Izaya se estaba divirtiendo inmensamente. Esta gente distribuía drogas sintéticas a la mitad este de Tokyo y tenían un problema con la competencia. 
 
Se había sumido en sus pensamientos, mientras el líder le miraba de manera intensa. No estaba pensando en como podría solucionar el problema. Eso estaba claro, pro tenía que hacerlo de modo que primero: Recibiera una cantidad mayor de la ofrecida y además todo debía salir de acuerdo a su plan anterior. 
 
En ese instante la banda sonora de un programa infantil se escuchó en el profundo silencio. Indignadísimo el lider de los Yakuza miró reprobadoramente a sus hombres como preguntándose quien sería el imbécil que no tenía el teléfono en silencio. 
 
---Ah, perdoooon--dijo Izaya luego de algunos segundos de miradas desconcertadas por parte de los empleados que se miraban unos a otros. Y de las miradas asesinas por parte del líder. El secretario miraba a Izaya con los ojos desmesuradamente abiertos--Es mi culpa. Veamos, oh, solo un e-mail--dijo cerrando su celular--¿Continuamos?
 
Se aclararon las gargantas obviamente incómodos con la actitud de Izaya.
 
---Por supuesto, Ohirihara-kun--salvó la situación el líder secándose la frente con un pañuelo-- ¿Que podríamos hacer?
 
---Quiero que sus hombres sigan las instrucciones al pie de la letra. 
 
---Por supuesto ¿Cuánto...?
 
---Cincuenta mil serán suficientes por ser usted--sonrió. 
 

 

                  *************************
 
 ---Ohirhara-sama--llamó el chofer realmente descolocado por el extraño pasajero que su lider le había pedido llevar personalmente en la mejor limousine  a donde quisiera-- ¿Puedo ayudarle en alguna otra cosa?
 
---Nah, está bien aquí--dijo aún jugando con la punta de su navaja, la movia tan rápido que daban escalofríos, el tenía una pistola bajo el asiento, pero ni siquiera así se sentía seguro con ese hombre a sus espaldas--quiero ir a Ikebukuro a jugar con Shizu-chan.
 
---Que tenga buena noche, señor--dijo abriéndole la puerta con una reverencia pronunciada. 
 
---Graaaaciaaas--le dijo sonriéndole y bajándose de un salto--Adiós Sakagami-kun--dijo como si lo conociera de toda la vida, cuando el era por lo menos diez años más viejo que Izaya--saludame a Ryouko ¿Si? oh y claro, felicidades por lo de Akami-chan.
 
--P-por supuesto señor, l-les diré--dijo sonriendo lo mejor que podía tratando de no gritar ¿Como había sabido aquel hombre que se llamaba así? nunca los había presentado el jefe, además sabía el nombre de su esposa y encima ¿Como podía saber lo de Akami? Tenía una semana de nacida... 
 
---Bye, bye--dijo Izaya, dandole la espalda. 
 
Aquel hombre de verdad daba miedo. ¿No había dicho justo ahora que iba a jugar con Shizu-chan? No se estaría refiriendo a Hewajima Shizuo-san ¿No?
 
Hasta el que no sabía mucho más allá de Shinjiku sabía lo de Shizuo, y también había oido que Orihara solía pelearse con él. Pero ahora dijo que iba a jugar con el. ¿Estaría bromeando?
 
                       ****************
 
En cuanto perdió de vista al pobre conductor, riendose un poquito, muy satisfecho con haberlo asustado recordó el mensaje que le habían mandado en la reunión. 
 
Remitente: Hewajima Kasuka. Asunto: Mudanza. 
 
Una ligera mueca de incredulidad se dibujo en su rostro. Luego una enorme sonrisa siniestra se extendió por su rostro. Ya no se acordaba muy bien por qué tenia aquel número en el celular. 
 
El número del famoso hermanito de Shizu-chan. Este chico era el ídolo de sus hermanas. ¿Había pedido Kasuka-kun alguna información? No, no parecía probable lo recordaría... ¿Alguien cercano? Su manager podría ser o tal vez el presidente de su agencia ¿Esta información era el pago de alguien?
 
Mmmm, que divertido. ¿Que querría? El asunto decía mudanza. No entendía a que se refería. Abrió el e-mail. Una sola línea. 
 
"Felicitaciones por la mudanza, Izaya-san.  Bienvenido. =3" 
 
 
¿Que era esto? ¿Alguna clase de broma? ¿Un Spam? ¿Un virus?
 
Esperaba que no fuera eso último amaba su celular, lo tenía desde hacía años. Pero aquello no tenía sentido. Tendría que investigar. Llamó al número. 
 
"El número que usted desea contactar, se encuentra fuera del área de cobertura de nuestro sistema" 
 
Colgó. Que misterioso. 
 
Hizo memoria. La agenda de Kasuka... ¿Estaría todavía en Kanto filmando su dorama? No, ya no. Tenía entendido que volvería hoy. Espera

¿No había tenido una sesión de fotos por la mañana en alguna parte de Ikebukuro? ¿Entonces por que no estaba disponible? Raro, muy raro. 
 
En fin, llamaría después o quizá no. Mmm... bueno

¡Hora de molestar a Shizu-chan! 
 
Buscó entre las carpetas de su teléfono alguna fotografía reciente y comprometedora para utilizar como anzuelo. 
 
---Ufu... esta--dijo eligiendo una. 
 
Caminando tontamente por la calle Izaya armó el e-mail que pensaba enviarle a Shizu-chan. Tuvo que ser muy creativo, pues aunque provocar a su amada bestia era muy sencillo, tenía que esforzarse realmente para que el bruto hiciera lo que él quería.

Y aún así casi nunca resultaba como quería. 
 

              *******************************
 
Cambió el canal. Había visto algunos de los programas que había grabado durante la semana. En su mayoría películas de acción extranjeras, pero también algunos capítulos de las comedias menos cursis de su hermano.

Había grabado también la mayoría de sus comerciales y eventos especiales. Tenía toda una colección de entrevistas. 
 
Domingo. Había sido un día más o menos decente. Salvo por la estupidez de la mañana con Kasuka todo había resultado bien. Un buen día de descanso para variar. 
 
Encontró un programa bastante simplón de guerra de chistes Manzai y tomando una soda se tiró al sofá. Planeaba pasar la siguiente hora tirado ahí riéndose de las estupideces. 
 
Las cuatro de la tarde y todo había resultado pacífico.

Bueno había golpeado a un par de punks que le tiraron la cesta de ropa limpia cuando volvía de la lavandería. Y habia roto una lámpara de la calle para golpearlos. Pero realmente nada más.  
 
Compró un paquete ramen en la tienda de conveniencia. Kasuka había comprado un montón de cosas saludables como vegetales que podría ponerle. Quizá hasta se comiera un trozo de tofu después. 
 
Agradecia mucho lo que Kasuka había hecho por el y lo comería todo, pero... algo faltaba, quizá algo dulce...

Por un segundo una imagen MUY bizarra apareció en su mente. Sacudió la cabeza, horrorizado. Maldito fuera...
 
Brrrring Brrrrrrring 
 
Un mensaje. Maldición. ¿Sería Tom? No lo creía, había dicho que llamaría temprano si había trabajo. 

Brrrrrring Brrrrrrrring

Sacó el celular. 
 
                    "¡Oiiiii, Shizu-chan, mira lo que tengo aquí!"

                                          Remitente: Orihara Izaya. 
 

BASTARDO. 
 
Maldito bicho bebedor. Jodida pulga de mierda. ¿Por qué hacía esto? ¿Por que carajo caía él cada vez? Había una imagen insertada como objeto adjunto. 
 
Ya sabía que no debería hacerlo. Izaya vivía por y para joderle la existencia. ¿Que carajo querría ahora?

Pero abrió el mensaje de todos modos. Y palideció. Sus ojos se abrieron desmesuradamente. 
 
Una fotografía. En color. De algo absolutamente vergonzoso. Y él aparecía en primer plano. Evidentemente borracho. 
 
¿Como...? ¿Por qué tenía eso Izaya? ¿Cuándo?
 
También estaban el foto Simon con un cartel del restaurante... y Shinra. Los dos estaban...

Joder. ¿Cuándo habían hecho eso? ¿Quién tomó la foto? Se sonrojó sin poderlo evitar. Apretó con fuerza el teléfono, haciéndolo crujir. 
 
Maldito. Maldito bastardo de mierda. Siempre tenía que saberlo todo ¿No? Incluso esto. ¿Por que siempre le jodía la vída a él...?


Ya se vería quien jodía a quien. Le marcó de vuelta. Ahora mismo se iba a enterar ese desgraciado.  
 
----Ahahahahaha--sonó esa risa molesta--¿Que tal Shizu-chan? ¿Te gustó la foto?--le preguntó nada más descolgar.
 
---Bastardo--replicó Shizuo. 
 
---Realmente tienes un vocabulario limitado, Shizu-chan. Aunque claro no es como si esperara más de un organismo unicelular. 
 
---Cállate, pulga--dijo irritado.  
 
---Uaaaah, estoy taaan  herido--dijo con sorna--Nee, Shizu-chan es realmente aburrido ¿Jugamos?--preguntó inocentemente. 
 
---¿Donde estás maldito infeliz? Esta vez voy a matarte sin duda. 
 
---Nyyyyaaaa, Shizu-chan ¿Tan desesperado estás por verme? Umm preferiría ser yo quien te mate si no te importa. Lo haré con mucho amor ¿Si?
 
---Me das asco. 
 
---Hahahahahahahaha, ¿En serio?... Bueno ¿Sabes que haré si no juegas conmigo? Mañana publicaré esta linda fotografía en todos los foros de internet de Ikebukuro. Será todo un hit.
 
---¿QUE?---¡Bastardo! si esa foto se publicaba tendría problemas con Celty. Y con Shinra... Maldición
 
---Pegaré muchas copias en la calle también, para que todos las vean. 
 
--- ¡IZAYA!
 
---Pero si juegas... te diré cualquier cosa que quieras saber, sin costo, solo para ti ¿Que dices? 
 
---Que es estúpido. Ninguno de tus turbios negocios me interesa. 
 
---Uhhh, eres tan cruel Shizu-chan, en fin que te diviertas quitando las imágenes maña...
 
---Si yo gano--interrumpió Shizuo--contestarás cualquier cosa... acerca de ti. 
 
--- ¿Eh? Kyyyyyyyya--gritó en su mejor tono de colegiala para su bestia favorita, sabía que odiaba que hiciera eso y precisamente por eso lo hacía siempre--Shizu-chan ¿Tanto te intereso? P-E-R-V-E-R-T-I-D-O
 
--- ¿QUIEN ES UN PERVERTIDO MALDITO INFELIZ?
 
---Hoy realmente quiero verte Shizu-chan--dijo esta vez poninendo una voz realmente seria y seductora. A Shizuo le dieron escalofríos y se le puso la piel de gallina--Pero tendré que esperar. Te daré otra ventaja. Estoy en Ikebukuro. Hay una pista esperándote en el restaurante de Simon... encuéntrame... y seré todo tuyo. 
 
Shizuo se quedó ahí parado sin reaccionar por al menos veintes segundos. Cuando el sonido de la linea se hizo insoportable supo que Izaya le había colgado. 
 
Cinco segundos después Hewajima Shizuo salia corriendo rumbo al restaurante de Simon rugiendo con toda su voz. 
 
----IIIIIIIIZAAAAAYAAAAAA
 

                      ***********************
 
Izaya se bajó del tejado de la casa de Shizuo en el que había estado todo el tiempo con un salto bastante limpio, en realidad cuando Shizuo estaba enojado no pensaba con claridad lo vió correr por la calle.

Se había propuesto invitarle a cenar, vaya modales para una cita, pero ¿Que se podía esperar de una bestia llamada Shizu-chan?

Llamó al restaurante para avisar que el invitado de honor de esta noche iba camino hacia allá. Luego envió un mensaje a su equipo. Quería este lugar lo más limpio posible si iba a esperar aquí. 

De una buena patada abrió la puerta, encontrándose como esperaba con un desastre de ropa, envoltorios de comestibles. Comida chatarra. Y leche. 
 
Unas risas grabadas eran todo lo que se escuchaba en el apartamento. Shizu-chan se había dejado el televisor prendido... 
 
---Bueno, manos a la obra-- dijo apagándolo.
 
---Esto es realmente enfermo ¿Sabes?--le dijo Namie-san entrando con el equipo de asistentes--¿Tanto te importa que vas a limpiar como una ama de casa? --preguntó mordaz.

 
 
---Por favor--le dijo Izaya encarándola--no quiero escuchar algo como eso precisamente de ti. A Shizu-chan lo fastidio como se me da la gana. Y si es enfermo, ¡pues más me gusta! Y quien limpiará serás tu. 
 

                      ******************
 
---Shi-zuo--saludó Simon con su espeso acento esperándolo ya en la puerta-- ¿Quieres sushi?
 
---No. 
 
---Um, alguien está de muy mal humor el día de hoy. Eso no es bueno, come un poco de sushi, para que te sientas mejor--no sabía que se traía el enemigo de Shizuo, pero les había pedido que le sirvieran algo costoso como regalo.

Ni siquiera había tratado de convencerlos de que pusieran algo en la comida.  
 
--- ¿Donde esta Izaya?
 
---...Es bueno--dijo Ignorando a Shizuo--nuestro sushi ruso. Deberías comer un poco. 
 
---Sachou-san. Un cliente--dijo entrando con Shizuo al restaurante, arrastrándolo literalmente. 
 
--- ¡Simon!
 
---Tranquilo, joven Shizuo. Veamos ¿Que te gustaría comer?
 
 
                  **********************
 
---Bieeeen--declaró Izaya complacido por la limpieza en general--Ahora lárguese todo el mundo ¿si?
 
---Eres un desgraciado ¿lo sabías?--espetó Namie. 
 
---Si, claro que lo sé--dijo sonriendo para exasperarla más--gracias. 
 
El equipo de asistentes se retiró y tras ellos fue Namie quien cerró la puerta de un portazo. 
 
Bueno, ahora a la fase dos--se dijo llevándose el celular al oído. 
 

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Se había comido una ración muy variada. Enorme, por cierto. Aquello saldría bastante caro.
 
Como siempre Simon le habí traído los mejores platos sin preguntar. Gunkansushi. Uramaki y Temaki. Todo de salmón. Delicioso. 
 
Maldito bastardo de Izaya. Esto era apropiado para el infeliz. Hacerlo gastar inecesariamente una gran cantidad de dinero en una cena que no quería. ¿Por qué rayos lo había enviado con Simon? ¿Y por qué mierda había ido?

¿Tan interesado estaba en su maldito juego? ¡Y una mierda!

AQUEL MALDITO BICHO BEBEDOR NO LE INTERESABA EN ABSOLUTO. 

Además. Si se hubiera puesto a buscarlo por su cuenta seguro que lo habría encontrado tarde o temprano. 

 ---Oi, Simon, la cuenta. Me largo a Shinjiku para matar a Izaya. 
 
---No, no, pelear no es bueno--dijo dándole golpecitos en el hombro esperando su reacción--Ya ha sido pagado. 
 
--- ¿Qué demo...? 
 
Brrrrriiiing Brrrrriiing
 
Estaba empezando a tener un mal presentimiento. Miró la pantalla de su celular. 
 
Llamada Entrante--Orihara Izaya---Llamada Entrante
 
--- ¡¿QUE QUIERES AHORA BASTARDO?!
 
---¿Disfrutaste la cena, Shizu-chan? 
 
--- ¡Fuiste tu! ¡Que demonios estás planeando! ¡¿Que le pu...?!
 
---Nee ¿Lo disfrutaste?--preguntó de nuevo en aquella voz que perturbaba al rubio quien se calló de inmediato y pasó la saliva con dificultad--Estas muy callado de pronto, Shizu-chan. 
 
---.........
 
---Estoy cansado de esperarte. ¿Cuándo vendrás a casa?
 
Esta vez estuvo muy cerca de partir su preciado teléfono por la mitad cuando se volvió a dar cuenta que Izaya le había colgado. 
 

          Maldita pulga bebedora. Pervertido hijo de....

Maldito, jugaba con su mente. Era por eso nada más por eso que estaba imaginandose todas esas cosas. 

No alucinaba ni nada, además Simon no consentiría hacer algo así..... 
 

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Un portazo le indicó que su querido y bestial ser unicelular estaba en casa.
 
---I-ZAYA-KUUUUUN--gruñó mirando al maldito bicho instalado en su comedor.

Su asqueroso abrigo en el respaldo de la silla, bebiéndose una soda. Y... claro... COMIÉNDOSE EL MALDITO SUSHI DE OOTORO...

---¿QUE MIERDA ESTÁS HACIENDO AQUÍ?
 
---Vine a devolverte el favor, Shizu-chan--dijo deslizando discretamente su navaja hacia su palma-- ¿Nunca has oído hablar de las visitas de cortesía?
 
--- ¿Uh?
 
---Visitaste recién mi oficina en Shinjiku aunque como la bestia que eres no llevaste ningún presente--dijo apuntándole con ella--Realmente no tienes modales. 
 
---Tienes mucho valor para estar sentado en la jodida mesa de mi casa, bastardo infeliz. Te matare, matar, matar, ¡Matar!--gritó lanzándose encima. 
 
---Kyyyaaa Shizu-chan, tan intenso--tenía una mueca demencial--hazme lo que tu quieras. 
 
Aquello detuvo a Shizuo en seco. Maldito. Seguía jugando con su mente. Trató de apartar aquellos horribles pensamientos. Levantó la mesa que se interponía entre los dos y la lanzó con fuerza. Polvo y astillas volaron por todas partes. 
 
---Nee, Shizu-chan--dijo Izaya detrás de él se había escurrido de alguna forma y le ponía ahora una mano muy casualmente sobre el hombro para poder susurrar a su oído-- Dime ¿Que crees que pensarán tus vecinos justo ahora? 
 
Esquivó con toda facilidad el puñetazo de Shizuo, pero no pudo evitar que lo tomara por el cuello de la camisa, jalándolo hacia sí. Empezó a reirse. 
 
---Eres un bastardo--dijo pero la punta de sus orejas estaba teñida de un rosa pálido-- Asquerosa pulga pervertida. 
 
---Más--dijo arrastrando la palabras en voz cada vez más grave mientras su sonrisa se extendía por su rostro distorcionándolo lentamente poniéndole las manos en los hombros al rubio--Quiero que digas más, Shizu-chan--añadió mirándolo intensamente--Nee dime que te estás imaginando ahora...  
 
Bastante perturbado por las palabras de Izaya, sintiendo de nuevo la piel de gallina, Shizuo lo apartó de si de un empujón. 
 
--- Asqueroso--declaró el rubio y esquivó su miradad-- ¿Por qué dices eso? ¿Tan enfermo estás? Eres un maldito retorcido, Izaya. 
 
--- ¿De verdad quieres saber?--le preguntó satisfecho con las reacciones de Shizuo, levantándose y apuntándole con la navaja por si acaso. 
 
---Te encontré ¿No?
 
---Uh-oh, Shizu-chan no se ha olvidado del trato. 
 
---.......

---Bastante listo para ser un ser unicelular--declaró--Por eso es que te odio, Shizu-chan--Si le dijera ¿Que tantas posibilidades habría de que le creyera? Shizu-chan era un idiota, podía decirselo todo y no entendería nada

---Habla infeliz. ¿O caso no tienes palabra?

---Bueeeno, te contaré--dijo clavando la navaja en la derruida mesa, caminó lentamente hacia Shizuo, quien ya bastante nervioso, no podía calmarse a pesar de que realmente lo intentaba. Esos sonidos, esa voz estaban impresos en su mente ¿Como había terminado todo así?--Pero primero quiero decirte que es una pena que ni siquiera notaste que me esforcé para limpiar este lugar. 
 
Shizuo totalmente descolocado, tomado por sorpresa miró en todas direcciones dandose cuenta que era verdad. Todo estaba limpio. Salvo por la mesa todo estaba en su sitio. No había basura y tampoco ropa a la vista. 
 
Cuando volvió para mirar a Izaya dandose cuenta que era una distracción ya era demasiado tarde.

El moreno tenía de vuelta su navaja y amenazaba el cuello de Shizuo con ella. Pero no tenía la expresión de siempre y eso fue lo primero que notó el rubio. 

Tenía una mirada horriblemente seria. Pero no la mirada de odio que le dirigía siempre. 

Usando toda su fuerza y su cuerpo Izaya le dio un empujón brutal aprovechando la distracción de Shizu-chan. Aquel sorpresivo ataque hizo que el rubio perdiera su balance.
 
Shizuo estaba sorprendido por aquella mirada, realmente se había quedado impasible, solo mirando, pero la maldita pulga de mierda le tapó los ojos con la mano. 

 

Empezaron a caer juntos.

 
--- ¿En serio quieres saber por qué, Shizu-chan?--preguntó Izaya haciendo presión con la mano. 
 
El rubio de las gafas pretendía contestarle. Pero jamás llegó a hacerlo.

Izaya presionó aún más su cuerpo contra el suyo. Shizuo pudo sentir la huesuda figura de Izaya presionándose contra sí. 

Las imagenes que le había provocado el maldito infeliz regresaron con más fuerza. 

Intentó borrarlas pero era imposible. Y en las fracciones de segundo que tardaron en caer lo admitió. El se las había imaginado por su cuenta. No quería saber, no quería.

Su cuerpo traicionando sus pensamientos actuó por si mismo envolviendo aquel cuerpo con sus brazos. 

Entonces ocurrió. Golpearon contra el piso. Shizuo podía sentir todavía el filo de la navaja amenazando su garganta.Titubeante. 
 
Luego, sintió algo que jamás en todos sus años había sentido o esperado. Un gentil roce. Cálido y suve. Infinitamente dulce en sus labios.
 
         ¿¿¿¿¿¿¿¿¿QUEEEEEEE????????
 

Un simple beso. Que era como fuego líquido. Jadeó sin poder evitarlo. Sintió la sonrisa de Izaya antes de que el beso se hiciera profundo. Su mente estaba en pánico. Por que se daba perfectamente cuenta que su cuerpo estaba reaccionando sin su permiso. Quería esto. Lo ansiaba.

En lo profundo de su conciencia escuchó el tintineo de la navaja sobre el suelo. Y sintió las manos jalarlo por el cuello de la camisa para acercarse más.

 

Su corazón agitado había duplicado sus latidos en una fraccion de segundo. Parecía un pájaro atrapado, intentando desesperadamente escapar de su prisión. 

Izaya... 
 
Estaba totalmente en shock. Y sin embargo estaba respondiendo. Su cuerpo respondía... No entendía lo que sucedía. 

Abruptamente el beso terminó. Empujándolo Izaya se cubrió los labios con el brazo. Era evidente que su respiración era agitada. 
 
--- ¿Sabes por que lo digo, Shizu-chan?--le preguntó mientras lo miraba directo a los ojos, esos ardientes ojos que casi brillaban--Por que eres mío.

---....I...--intentó hablar pero no podía. 

---Te deseo. Y se que tu también sientes lo mismo. 
 
Se miraron, mientras la luz de luna se filtraba por la ventana. El moreno tomó su navaja del suelo, la cerró y se dio la vuelta para irse. 

Ni siquiera sabía en que estaba pensando hasta que se encontró mirando fijamente los ojos de Izaya. 

Lo había lanzado contra la pared al parecer y le impedía escapar sosteniéndole las manos. 

--- ¿A que jugamos ahora, Izaya-kun-yo?

Notas finales:

Owari. Por ahora. Tendrá una segundo parte. Espero escribir pronto. Cuidense, los quiero muchísimo. 


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