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Con los ojos cerrados por KisaKamijou

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Notas del fanfic:

Si lose... no he terminado muchos de mis fics... aun así quería dejarlos con este Dx espero les guste y prometo actualizar este al menos mas seguido al igual que los otros

 

Mi amiga que me ayudara es:

Face: https://www.facebook.com/kimberly.lira.92

Notas del capitulo:

Bueno este es el primer capitulo, escribí este fic porque no hay muchos de esta pareja y la verdad me encanta así que espero disfrunten el fic/capítulo

(Pov Hiroki)

 

Estaba bastante aburrido, la clase de piano era por demás estresante, mi nueva instructora pensaba que un niño de mi edad no podía saber mucho y por ello comenzó desde el principio, con el do, re, mi ,fa ,sol ,la ,si y eso, por más que intente hacerla entrar en razón fue imposible, y por desgracia hoy me tocaban dos horas, y a penas llevaba 45 minutos, puff estresante de verdad me canse, le grite a la instructora que era una tonta pasada de moda y me eche a correr, salí de mi casa y me dirigí a mi lugar especial, aquel paisaje donde el verde, azul y blanco se juntaban, pase por los arbustos y al llegar note que había un intruso en mi parque, era como de mi edad, de cabello color plata, y unos debo decir hermosos ojos violetas, pero que estoy diciendo, es un chico, de inmediato me enoje y le grite

 

— ¿¡Qué haces aquí!?—el me volteo a ver, estaba muy tranquilo y eso me hizo desesperar, el se quedo pensando unos segundos, hasta que se digno a responderme

 

—Pues estaba persiguiendo a un gato, y al llegar aquí me di cuenta de que el verde, azul y blanco se juntaban y era muy bonito así que decidí quedarme—su tranquilidad me ponía mas enojado, pues eso no se podía quedar así, este lugar era solo mío, y no cualquier hijo del vecino podía venir aquí

 

—Pues no puedes estar aquí, es un club muy privado y... tienes que pasar una prueba para quedarte—ni idea de lo que decía, pero en verdad no lo quería en mi parque, el pensó por unos segundos y me volteo a ver tan tranquilo como antes

 

—Y ¿qué tengo que hacer para quedarme?—rayos, no me esperaba esa pregunta, y lo peor es que no tenía ninguna prueba lo suficientemente difícil como para que le diera miedo y no la hiciera, o por lo menos para que no la pasara, suspire y me senté derrotado

 

—Mi nombre es Kamijou, Hiroki Kamijou—dije y le tendí una mano, el me miró y me acepto el gesto, en su boca de formo una sonrisa, muy pequeña, pero sonrisa

 

—Usami, Akihiko Usami, pero dime Usagi—este niño en verdad era extraño, pero excedí a sus deseos, si quería que lo llamara Usagi así le diría, al menos en lo que lo conocía

 

— ¿Dónde vives Usagi?—el se quedo pensando unos segundos y se acostó, yo no lo hice pues todavía no confiaba mucho en el

 

—Cerca de aquí—se limito a decir, yo suspire, en eso recordé que había escondido un libro entre los arbustos, ya me estaba aburriendo aquel niño así que lo busque, estaba justo donde lo deje, con algo que encontré por ahí que era de plástico para protegerlo, lo desenvolví y me puse a leer, sentí la mirada del niño en mi, pero lo ignore y me sumergí en la lectura

 

(Fin pov Hiroki)

 

(Pov Usagi)

 

Estaba sentado en aquel mágico lugar, me quede embobado en la vista, no se cuanto tiempo estuve así, solo que un niño me interrumpió, era de mi edad, sus cabello café era un poco largo, y sus ojos marrones me miraban enojados, eso me causo risa, ni siquiera había hablado y ya estaba enojado, mantuvimos una pequeña conversación hasta que el se paro y busco algo entre los arbustos, en eso vi que sacaba algo de color amarillo, quito el plástico y note que era un libro, se sentó en las raíces de un árbol y se puso a leer, se hundió en la lectura, note que se relajaba y ya no parecía enojado, mas bien tranquilo y hasta se podría decir que feliz, por ocasiones sonreía y una vez rio, al parecer este era el verdadero Hiroki, sin paredes ni nada, solo el, ¿Por qué será tan cerrado? no tengo la menor idea, pero me parece interesante averiguarlo, y lo hare, por ahora disfrutare de como es cuando lee, es una persona muy extraña en verdad, fueron pasando las horas y el seguía leyendo, yo me puse a escribir, la inspiración llego a mi al verlo ahí, se me ocurrió una y mil razones del porque era así, y elegí la que mas me gustaba y la escribí, estuvimos así hasta que se hizo de noche, algo empezó a sonar y note que el ponía cara de desagrado, busco algo en sus ropas y saco un celular y contesto

 

—¿Bueno?—al parecer no le agradaba que le hablaran, o a lo mejor que lo interrumpieran, su mascara regreso, el chico enojón y de cejo fruncido estaba de vuelta—Regresare cuando quiera… es algo que a ti no te importa... ¡Pues dile que marque ella si tanto le interesa!—el grito, estaba aun mas enojado, yo pensé que eso no se podía, después de gritar colgó, respiro hondo un par de veces y se masajeo le entrecejo, se calmo un poco y se sentó sin cuidado alguno, se quedo viendo a la nada unos segundos y yo lo veía a el, con el tiempo su mirada se puso triste pero su ceño fruncido seguía intacto, no supe que pasaba, de pronto se levanto y dejo el libro donde estaba tal y como estaba, después volteo a verme y se relajo un poco mas—Me tengo que ir Usagi, nos vemos mañana—al parecer ya me había aceptado, yo asentí y el se fue refunfuñando un par de cosas que no entendí, al final me quede solo otra vez, note que también era tiempo de que yo me fuera así que tome mis cuadernos y los guarde, agarre mis cosas y me fui a mi casa, al llegar vi que estaba exactamente como cuando me fui, sola, no me importo y fui al cuarto que había visto el día anterior, era un poco alejado y daba al jardín, en este se encontraba un escritorio y un librero pequeño, me senté en el escritorio y seguí escribiendo

 

(Pov Hiroki)

 

Llegue a mi casa y me encerré en mi cuarto, no quería ver a nadie, me puse a escuchar música y me puse a leer, me costo trabajo concentrarme, pero al final lo logre, estaba ya muy enfrascado en la lectura cuando escuche que tocaban

 

—Hiroki... Hiroki abre tenemos que hablar—era la persona que menos quería ver, lo ignore y seguí leyendo, el siguió insistiendo y yo le subí a la música hasta que ya no lo escuche, solo alcance a oír a lo lejos como pateaba mi puerta y maldecía, pero al final se fue, yo me alegre internamente y le baje un poco a la música si no me iba a quedar sordo, volví a mi lectura, pero ahora me fue imposible concentrarme, lo deje por la paz, apague la grabadora y me cambie la ropa y me fui a dormir.

 

Los rayos del sol me pegaban en la cara, abrí los ojos, suspire, a las ocho de la mañana me tocaba clase de tae kwan do, después tenía de natación, después de ingles y para terminar con broche de oro piano, me levante me bañe y vestí para la clase, al bajar a dojo note que ya estaba mi profesor, era alto de cabello negro y ojos cansado, era como de unos 65 años, pero pateaba como de 16, lo salude con una inclinación dando a entender que le tenía respeto, bueno miedo no respeto, el me imito y empezamos con la clase, esta duró al menos hora y media, al terminar me sentía molido, había ido a parar al suelo al menos unas ocho veces y los golpes ni se diga, perdí la cuenta después de los treinta y nueve, pero al menos pude tirarlo cinco veces, y los golpes también le había propinado bastantes, me fui a bañar y cambiar ahora para la clase de natación, al llegar a la piscina mi otro instructor ya estaba ahí también, el tenía el cabello café obscuro y ojos cafés, rondaba por los treinta y ocho, lo salude amablemente y el me respondió del mismo modo, luego me mando a la alberca y bueno, estuve dando vueltas a esta de diferentes maneras, de mariposa, de espaldas, etc. al final quede aun mas cansado, habían pasado dos horas y yo estaba con ganas de irme a dormir y no despertar hasta el fin de semana, y era martes, llegue a mi cuarto y me volví a bañar, y me puse mi ropa de siempre, baje a la sala y ya estaba mi maestra ahí, tenía el cabello corto y rubio que era teñido, sus ojos eran cafés claros y tenía como treinta y un años, empezó la clase apenas llegue, tuve que saludarla en ingles y ella me respondió del mismo modo, la clase fue aburrida y tediosa, hora y media después se acabo para mi gusto, me fui a comer ya que moría de hambre, la cocinera me hizo salmón asado y verduras, comí lo mas lento que pude ya que no deseaba que la clase de piano llegara, de postre me dio helado y al terminar me dirigí al cuarto de juegos donde estaba el piano, ahí ya se encontraba mi profesora que para mi sorpresa era distinta que la del día anterior, pero me dio igual, seguro renuncio, esta era alta, mas que la estatura normal, era pelirroja y sus ojos eran azules, tenía veinte cinco y se me hacía mucho, me presente y ella hizo lo mismo, se llamaba Amanda Pensky, sus padres no eran de Japón lo más seguro, la clase inicio y ella intento empezar por lo mismo que la interior, pero la detuve, y le explique que ya sabía yo eso, ella si lo comprendió, y siguió donde me había yo quedado en verdad, estuve dos horas practicando, hasta que fue mi tiempo libre, de inmediato, subí me puse un abrigo y tome varios libros, cuadernos y mi lapicera, metí las cosas en una mochila chica y me fui a mi lugar secreto no tan secreto ya, al llegar note que Usagi no había llegado, a lo mejor ni venía, no le día mucha importancia y me senté en las raíces del árbol como el día anterior me puse a leer el libro que había empezado la tarde anterior

 

(Fin pov Hiroki)

 

(Pov Usagi)

 

Era de mañana, mi nana me despertó, me bañe y vestí, al finalizar baje a desayunar, el desayuno estuvo tranquilo, mi padre estaba callado y mi madre también, mi hermano por su parte no bajo, estaba enojado por no tengo idea que, a lo mejor por tener que dejar a sus amigos en Inglaterra, yo no tenía muchos, ni tampoco eran muy cercanos a mi por eso no me dolió tanto y menos ahora que ya tenía uno nuevo, en cuanto termine agradecí y me fui a la habitación de ayer, ahí estuve escribiendo hasta que me di cuenta de que ya era tarde, vi la hora y note que eran las cinco de la tarde, tome dos cuadernos, dos lápices, sacapuntas, goma y una pluma, las guarde y me dirigí al parque donde los colores se juntan, al llegar vi que Hiroki ya estaba ahí, se encontraba leyendo, pero a diferencia del día anterior ahora no estaba feliz, si no como triste, me acerque y note que se espanto pues no había notado mi presencia, de inmediato frunció el ceño y me regaño

 

—Bakahiko, ¿No puedes chiflar o algo antes de espantar a la gente?—Baka.. ¿Qué? genial ya me había puesto apodo, algo dentro de mi me dijo que se me iba a quedar por laaargo tiempo, yo pase por alto su enojo y el apodo, me senté a un lado de el y le revolví los cabello, note entonces que eran muy suaves, como el pelo de mi perro, sentí unas incesantes ganas de seguir tocándolo, hasta me dieron ganas de olerlo

 

—Ya no te enojes—note que a cada segundo se enfadaba aun más, se estaba conteniendo, entre lo que le dije y que le acariciaba el cabello estaba echo una furia, y de pronto exploto, en ese entonces me pare y corrí, el tomo un libro y me lo lanzo, yo alcance a esquivarlo y el siguió lanzándome libros y un par de cuadernos

 

—Maldito Bakahiko, ¿Qué rayos sientes que soy? acaso ¿¡Un perro!? ¡No lo soy!—gritaba mientras lanzaba lo que tuviera a la mano, uno de esos me cayo en la cabeza, si lanzaba fuerte, a mi me dio mucha risa como se enojaba mi nuevo amigo

 

—Ya cálmate Hiroki que te van a salir canas—en definitiva eso no ayudo a mi situación, pues se enojo aun mas y ahora echo a correr aun más rápido y me alcanzo, en cuanto estuvo a una distancia razonable me tacleo, a lo mejor de grande va a ser jugador de americano

 

—Jajajajajajajaja—estallo en carcajadas una vez que logro enderezarse un poco, estaba encima mío, yo me estuve conteniendo la risa pero al verlo todo sonrojado, me carcajee como el, el se acostó a un lado mío y se sostuvo el estomago, a lo mejor del dolor que seguro sentía de tanto reír, yo hice lo mismo pues a mi también me empezó a doler, intente calmarme y después de unos minutos lo logre, me acosté viendo el cielo

 

—Sabes—empecé una nueva platica, el me volteo a ver, se notaba cansado y sonrojado por el esfuerzo—Eres mi primer amigo de verdad—mis otros amigos lo eran por mi dinero, pero el no sabía de mi dinero y aun así era mi amigo eso me alegraba mucho

 

—Y tu el mío—por primera vez lo vi sonreír sinceramente, bueno sonreí sin estar detrás de un libro, me senté y tome una de sus manos

 

—Prométeme que siempre seremos amigos—no deseaba perderlo, el se puso serio y acantio con la cabeza, me estrecho la mano para formar el trato, un trato que si bien no estaba plasmado en un papel, pero si en nuestras mentes

 

—Bueno ahora ayúdame a buscar y recoger mi cuadernos y libros—me pidió el, su ceño fruncido había regresado, al parecer era mas costumbre que otra cosa, yo acepte y empezamos la búsqueda, encontré varios libros, cumbres borrascosas, Los juegos del hambre, Corazón de campeón, y un par de títulos mas, eran como ocho los libros que había encontrado, hasta que vi un cuaderno, se me hizo extraño ya que nadie mas que Hiroki y yo conocíamos este lugar, lo tome entre mis manos y note que tenía escrito "Demonio" en la portada

 

— ¿Hiroki esto es tuyo?—le pregunte a mi amigo, este se acerco a mi y miro el cuadernos sorprendido, acantio con la cabeza, yo lo acerque a mi y estaba a punto de abrirlo pero el me lo impidió

 

—Si vamos a ser amigos hay un par de reglas por mi parte—dijo y me quito el cuaderno, se le quedo viendo con nostalgia y después me volteo a ver—primera, jamás veas mis cuadernos—no hizo falta preguntar a que se refería, no podía abrirlos estaba claro, yo asentí con la cabeza—segunda, nunca contestes mi celular, eso por si alguna vez se me olvida, se cae o algo por el estilo—o era muy envidioso o algo malo pasaba, y me fui mas por la segunda por alguna razón—Y por ahora son todas—dijo y se fue a seguir buscando, yo me quede muy sorprendido pero no dije nada, si el quería su privacidad ¿quién era yo para prohibírsela?, nadie en realidad, solo soy un amigo que acaba de conocer, seguí buscando y encontré otros dos libros, llegue a la base secreta y ahí ya estaba Hiroki con cinco libros y dos cuadernos en la mano, le entregue los que yo había encontrado y el los guardo, nos pusimos a platicar de trivialidades, mientras yo escribía y el leía

 

(Pov Hiroki)

 

Me puse a leer intentando prestar la mayor atención posible a la platica que estaba teniendo con Usagi, me sentía un poco mal por las reglas pero era algo necesario para mi, mis cuadernos eran muy preciados para mi, y lo del móvil principalmente era porque no desea que tuviera un mal momento por culpa de Kaoru, en eso sentí que mi bolsillo templaba, al voltear a verlo note que una luz salía de este, empezó a sonar una melodía tranquila. Me estaban llamando, tome el celular y lo acerque a mi rostro para poder ver quien era... hablando del rey de roma, era Kaoru, preferí no contestarle, colgué y apague el celular, note que Usagi me estaba viendo tan tranquilo como siempre, me percate de que deseaba preguntar pero se abstuvo, perfecta idea, yo seguí con mi lectura y el a... no tengo idea de que hacía, pero si el no preguntaba yo tampoco lo haría, la noche cayo y yo no deseaba irme a mi casa, ¿Qué tanto daño haría quedarme a dormir en la guarida? espero que no mucho ya que eso quería hacer, el frío se hizo presente, Usagi empezó a guardar sus cosas, al finalizar me volteo a ver, se espero unos segundos, supongo que esperaba que me levantara o recogiera yo mis cosas

 

—¿No vas a ir a tu casa?—yo negué con la cabeza, el suspiro y se sentó a un lado mío, se quedo pensando en no tengo idea de que, después se levanto de pronto, yo me sorprendí ante esto, me volteo a ver con una ligera y casi imperceptible sonrisa—Bueno ya que no quieres ir a la tuya, te invito a mi casa—yo abrí los ojos, pensé detenidamente en la idea y no me pareció mala, a lo mejor un poco alocada pero no mala

 

—De acuerdo—recogí ahora si mis cosas, en el camino estuvimos en completo silencio hasta que llegamos al barrio donde yo vivía, uno de los mas ricos de la región, y si mi familia y yo tenemos bastante dinero, mamá es dueña de una gran empresa que hace materiales escolares y los distribuye por el mundo, pasamos a un lado de mi casa y seguimos derecho hasta la mansión de alado, así que ahí vivía el, éramos vecinos entonces, que coincidencia, al entrar nos recibió un señor alto con cabellera plateada, se veía tranquilo pero hablaba con mucha cortesía para mi gusto, después de eso nos fuimos al cuarto de Usagi, al final de cuentas era temprano todavía y estábamos en vacaciones  

Notas finales:

Espero les guste y comenten 

 

*Kisa Shouta


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