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[KaiHun] Sorry I'm not made of sugar por hunyeols

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Notas del capitulo:

AU de Adventure time! (Hora de aventura). Así que PRIMERO QUE NADA LEAN ESTE POST por favor ;u; como siempre, también pueden leer este oneshot en mi livejournal si les acomoda. Tengan en mente la polera/remera de esta foto. Disfruten!

Jongin y Sehun tenían problemas que fingían no querer arreglar.

Problemas, diferencias. Diferencias.

Como que Sehun era brillante y colorido, demasiado rodeado de dulzura (en el sentido más literal) y demasiado perfecto. Jongin por otro lado era oscuro y solitario, lleno de decepción y dolor. Jongin era demasiado frío y no como Sehun.

Y eso por ningún motivo era un impedimento, para nada. Sólo… seguían pretendiendo que lo era. Así es más fácil solía pensar Sehun, mientras insultaba a Jongin cada vez que veía oportunidad.




. . .





Era seguido que Sehun se encontraba despierto en mitad de la noche, abrazándose a si mismo con fuerza e intentando capturar el aroma ya desvanecido de la remera que llevaba puesta, aquella remera.

Era seguido que miraba por la ventana esperando una visita que sabía que no llegaría.

A veces una sombra se asomaba, rápidamente, haciendo su corazón latir de manera ridícula, pero se iba en segundos y ¿quién le aseguraba que se trataba de Jongin? Podía ser cualquier cosa, un pájaro incluso. Estúpido.

En esos momentos, cuando se sentía vulnerable, pensaba en ir por él. En pedir perdón por todo, en abrazarlo. Se permitía soñar algo que estaba seguro que nunca haría, claro.

Ignoró todas las lágrimas que se acumularon en sus ojos hasta que el sueño se apoderó de él.




. . .






Jongin recordaba tener a Sehun a su lado en el sillón, envuelto en mil cobijas para protegerse del frío y abrazando sus rodillas. Ambos viendo una película de terror que tenía a Sehun aterrorizado y sin querer admitirlo. Recordaba una escena particularmente fuerte que obligó al menor a soltar un grito demasiado femenino y lanzarse a los brazos de Jongin. Recordaba haberse sonrojado hasta las orejas cuando Sehun se compuso y susurró un tímido “lo siento”. Recordaba haber impedido que se soltara de sus brazos, atrayéndolo más hacia él y terminando ambos acurrucados viendo la pantalla.

No era sano aferrarse a memorias sin ser capaz de dejarlas ir y continuar viviendo. Pero Jongin no se creía capaz de dejar a Sehun. Ni ahora ni nunca. 

Aún así, tampoco podía arreglar las cosas con él. 





. . .





— Ugh, no, no quiero levantarme hoy.

— Príncipe, podemos llamar a Lu Han y Chanyeol para organizar la fiesta — el mayordomo se acercó y puso ropa limpia en los pies de la cama de Sehun. — Sé que está muy cansado por todas las actividades que hemos tenido esta semana.

— No voy a darles tal responsabilidad a ellos, podrían dejarlo hecho un desastre. No te preocupes, Peppermint. 

El chico hizo una venia antes de salir por la puerta, dejando a Sehun para arreglarse y salir a cumplir sus labores. Luego de vestirse ordenó su cabello rosa a la perfección y restregó sus ojos, intentando despertar bien, acercándose a la cortina para recibir la luz del día y juntar ánimos suficien—

— ¡AHH! ¡Kim Jongin! — Sehun saltó hacia atrás y el mayor ahogó una carcajada.—  ¡¿Cómo se te ocurre ponerte a flotar fuera de mi ventana, imbécil?!

— Sólo venía a ofrecerte ayuda, Sehun, no tienes para que reaccionar así — su cuerpo estaba cubierto casi completamente, con una chaqueta tapando tu torso, una gorra en la cabeza y pantalones. Sehun sintió ganas de sacarle toda la ropa para que se quemara vivo ahí mismo. — Escuché algo de una fiesta.

— La fiesta anual de verano…. Espera, ¿Estabas acaso espiándome? — se cruzó de brazos y le dedicó su peor cara. — Y sería genial que me trataras con un poco más de respeto estando en mi reino.

— ¡Tiene toda la razón, príncipe! Por favor, Oh Sehun, su majestad, perdóneme por mi mal comportamiento — Jongin se arrodilló, aún flotando unos centímetros arriba del piso. — Nunca volverá a ocurrir. 

— ¿Sabes qué? Piérdete, en serio. Vete a tu cueva asquerosa que no necesito de tu ayuda.

— … Perfecto. 

En dos segundos Jongin ya había salido disparado sin decir otra palabra. Luego de un par de suspiros, Sehun comenzó a arrepentirse como cada vez que se metía en peleas con el mayor. ¿Por qué era tan difícil cambiar las cosas? ¿Por qué era tan fácil intentar odiarlo?

(Intentar. Porque hacerlo era imposible)





. . .





— Hombre, pudiste pedirnos ayuda antes, habríamos hecho todo ayer — Chanyeol se fue rápidamente a tocar todos los adornos que estaban dentro de cajas mientras Lu Han hablaba con Sehun. — En fin, dejaremos este lugar perfecto. 

— ¡Sí, hermano! — Chanyeol gritó desde donde estaba y Lu Han corrió hasta allá, chocando su puño con el del más alto. — ¡Hagámoslo! 

Sehun rodó dramáticamente los ojos ante ellos, como si no fueran así siempre (compadecía a Minseok y Yixing cada segundo de su vida).

— No hay ningún formato específico, sólo pongan los globos y todas las cosas como ustedes crean que se ven mejor. 

— Está bien, está bien, haremos un trabajo hermoso — Lu Han abrió los brazos exagerando la última palabra. — A todo esto, ¿qué les dio con el rojo? ¿por qué todo es rojo? ¿estás intentando engatusar a Jongin para que venga y succione todos los adornos?

— Lu Han… no, escogemos una princesa o príncipe de otro reino para que escoja el . Este año fue Minseok — Sehun se encogió de hombros. —  Es algo nos da buena suerte.

— ¿Minseok? Oh, no me lo había comentado… pero… wow, genial — Lu Han le dio palmaditas en el hombro y volteó para trabajar. Chanyeol le dedicó una sonrisa gigante (en serio, gigante) antes de hacer lo mismo. 

— Voy a hacer el pastel, cualquier cosa que necesiten estaré en la cocina. 

Pasaron horas en las que Sehun estuvo ocupado cocinando mientras escuchaba a Lu Han y Chanyeol medio trabajar, medio joder por toda la casa (como siempre). Y estaba felizmente a poco de terminar cuando su mayordomo entró agitado a la cocina.

— ¡Príncipe! Hay un enorme, enorme problema. 

— ¡¿Qué?! — Sehun podía sentir como sudor caía por su frente y su interior se revolvía. No estaba preparado para esto. — Por favor, dime que no es nada tan terrible.

— El mensaje nunca llegó a la princesa. El mensajero no quiso realizar el viaje y nos ha mentido. Recibí el aviso de los guardias, ¿qué podemos hacer?

— ¿Nadie hizo aviso de todas formas a la princesa? Podríamos tener mucha suerte de que escoja el rojo…

— Eso es lo malo, príncipe. La princesa Minseok ha escogido blanco. 

Sehun se apoyó en la puerta y cerró los ojos. No estaba preparado para esto.




. . .





— Vamos, Sehun-ah, no está todo perdido. Aún puedes hacer la fiesta con lo que tenemos.

— No lo sé, Lu Han. Minseok no escogió en rojo, eso nos traerá mala suerte. Y mi cabeza está apunto de explotar.

— Mira, hagamos algo. Tú te vas a acostar y nosotros arreglamos esto. No nos tardaremos nada. Confía. 

— Sólo relájate y duerme, te despertaremos con una casa decorada en blanco deslumbrante — Lu Han acarició su espalda y Chanyeol pellizcó su mejilla. — Lo prometemos.




. . .






Quizás fueron horas, ya que el sol comenzaba a esconderse cuando una mano sacudió su hombro con gentileza. Volteó rápidamente en la cama para levantarse, encontrándose de frente con una figura que nunca habría esperado ahí.

— ¿J-Jongin? ¿Qué haces acá? 

El mayor sonrió, llevándose una flor de papel rojo a los labios y enterrando sus dientes en ella. Un par de segundos más tarde Sehun vio como el color se iba perdiendo, entrando a la boca de  Jongin y dando un lugar a un simple blanco. 

Sehun abrió los ojos, perplejo, cuando su cerebro comprendió.

— Sé que no querías mi ayuda, pero mi capacidad para “comer rojo” fue necesaria en este lugar — otra pequeña sonrisa curvó sus labios. — y Lu Han estaba bastante desesperado.

El menor seguía sin responder, abriendo y cerrando la boca sin encontrar palabras para expresarse como quería. 

— Ahora ve a ver tu decoración perfectamente blanca. Si quieres me voy.

— ¡No! Es decir, no, no es necesario que lo hagas… o sea, puedes… quedarte si quieres. 

— Estoy un poco cansado, creo que pasaré de la oferta — volvió a sonreír y comenzó a flotar hacia la ventana. — Pásalo bien, Sehun.

Y salió. Tan rápido como siempre. 

(Aunque esta vez, Sehun se sentía bien y cálido por dentro).




. . .






La fiesta había ido perfecta, pero pasaban los días y no había rastro de Jongin. No era como si siempre apareciera, pero Sehun sentía más la necesidad de verlo que nunca. 

Su corazón latió rápido. Quizás ahora estaba listo, quizás era el tiempo. 

Y fue fácil convencerse, porque con cada impedimento y diferencia que pensaba, su mente le contestaba que no importa, lo amas, eso es todo.





. . .





— ¿Me necesita para algo, príncipe?

Sehun sonrió a la figura asomándose por su ventana, de cierta forma preguntándose cómo había llegado por ahí porque bueno, no era como si Lu Han pudiera volar ni nada por el estilo (a diferencia de otra persona). El más bajo entró con dificultad, haciendo ridículos movimientos tipo ninja para disimular cuanto le estaba costando trepar el marco de  la ventana, aunque claro, Sehun no se compraba nada de lo que hacía, nunca. 

Cuando Lu Han se las arregló para entrar, le dedicó una amplia sonrisa y sacó su gorro, despeinando su cabello dorado con una mano en el proceso. Sehun dio palmaditas a su lado indicándole que se sentara, lo cual Lu Han comprendió como un "no te necesito para nada, sólo conversemos". A veces Sehun era demasiado tímido para pedirle algo tan simple a su mejor amigo, pero Lu Han había aprendido a entender.

Pasaron minutos de Sehun relatándole parte de su semana y Lu Han relatando parte de la suya (de manera mucho más animada, con efectos especiales y movimientos de manos, Sehun no sabía si lo odiaba o lo quería más por ser así). De una manera u otra Sehun terminó recostado en el piso con los pies de Lu Han apoyados en su estómago, o más bien dicho dando pataditas a su estómago ("¡es muy suave, no puedo evitarlo!"). Y de una manera u otra el tema salió solo por los labios del más bajo (aunque Sehun sospechaba que siempre había estado al tanto del rumbo que tomaría su conversación).

— Tú y Jongin deberían parar de hacerse esto — Lu Han ignoró la alarma en los ojos de Sehun, sin embargo el sonrojo en sus mejillas no pasó desapercibido. — Es aún más patético de ver desde afuera, el que finjan odiarse siendo que… no.

Su tono era serio. Lu Han nunca estaba serio. Sehun intentó no entrar en pánico.

— Me gustaría que dejaran de ser así, ambos. Sehun-ah, hablas todo el día de Jongin, da igual si es para hablar terrible de él, lo haces de todas formas. No es muy diferente con Jongin. Se nota lo que sienten por el otro, de aquí a kilómetros. — una patada particularmente fuerte en el estómago de Sehun lo obligó a soltar un gritito ahogado — ¡Dejen de ser tan ciegos!

— ¡Okay entendí! ¡No más patadas, Lu Han!

— Patadas hasta que entiendas, príncipe.

— Lu Han, en serio entiendo. Y… no sé. No sé nada, no entiendo a Jongin, no entiendo cómo funciona su cerebro, no sé qué siente ni qué piensa.

El más bajo rodó los ojos y lo enfrentó con la mirada. Era difícil inventarle excusas a alguien que te conoce tanto.

— Sabes exactamente lo que siente, que no quieras asimilarlo es otra cosa. 

Sehun miró al techo, intentando ignorar la verdad en las palabras de Lu Han.

— Nunca pensaré que llegaría el día en el que tú me estarías dando consejos de amor. — Sehun sonrió de medio lado, intentando hacer más liviana la conversación. Lu Han serio hacía que su cabeza diera vueltas — O sea, ¿qué vas a saber  de amor?

El más bajo levantó su cuerpo apoyándose con los codos, dedicándole una mirada de odio acompañada de sus mejillas rojas. 

— ¿Disculpa? tengo novia, soy totalmente capaz de dar consejos de amor.

— Una novia que a la que no puedes ni siquiera tomarle la mano no cuenta como novia.

— ¡Es de fuego, Sehun! ¡No seas insensible! Aparte estamos inventando métodos para vivir normalmente, nos tomamos las manos con guantes de cocina, ¡¿qué te parece eso?!

El más alto sacó las piernas de Lu Han de su estómago y en un movimiento rápido lo envolvió con sus extremidades, dándole un abrazo dolorosamente fuerte. La esencia de goma de mascar entrando por la nariz de Lu Han lograba relajarlo en un segundo, pero aún así comenzó a empujarlo entre gritos de "¡eres el peor amigo del mundo!" y "¡no me toques, cosa dulce!" que se mezclaban con la risa del menor.





. . .





Luego de dos días, Jongin apareció en medio de la noche flotando en su ventana.

(Sehun negaría por el resto de su vida que ese agudo grito fue suyo, aunque se hubiera caído de la cama y el hecho fuera más que obvio)

— ¡Mierda, Sehun! ¿Estás bien?

Jongin voló hacia adentro, apresurándose a levantarlo antes que el menor pudiera hacerlo por sí mismo. Lo dejó con delicadeza sobre su cama, aún flotando arriba suyo y sin reales intenciones de apartarse. Sehun no podía desviar su mirada de los oscuros ojos del mayor. 

— Dime que estás bien.

— E-Estoy bien, no te preocupes.

(No era primera vez que Sehun sentía los labios de Jongin rozando los suyos entre palabra y palabra, sin embargo, su corazón latía de la misma manera cada vez que ocurría)

Ambos se dieron cuenta que algo entre ellos había cambiado, y ambos tenían claro que Lu Han tenía que ver en gran parte porque el imbécil había decidido jugar a ser cupido y le había salido bastante bien.

— ¿No te cansa estar así? d-digo podrías sentarte a mi lado… o sea, sólo si quieres…. 

Jongin dejó de flotar, cayendo incómodamente arriba de Sehun antes de rodar y acostarse al lado suyo, avergonzado porque ese no era el plan, Kim Jongin, estúpido. Ver a Sehun sonrojado no ayudó mucho tampoco. 

— Nunca me diste la oportunidad de agradecerte por lo de la fiesta la semana pasada. Fue un trabajo increíble, Jongin.

— No fue nada, siempre estaré para ayudarte.

Sus ojos se conectaron y no pudieron evitar dedicarse sonrisas idénticas. El menor juntó todo su valor y entrelazó sus dedos con los de Jongin, ganándose una sonrisa aún más amplia. 

— Es tarde, Sehun, deberías intentar dormir un poco.

— Mmm, ¿vas a irte?

Jongin apretó el agarre de sus manos.

— No, me quedo. Pero duerme, eres un príncipe con responsabilidades.

Sehun rió, acercándose hasta esconder su rostro en el cuello del mayor. Jongin se quedó como piedra por unos segundos antes de rodear a Sehun con sus brazos y presionarlo contra su cuerpo, sus ojos desapareciendo en medialunas de felicidad mientras se mordía los labios para no reír como imbécil. 

Esto eran ellos, siempre había sido así. Cómodo y familiar, tan cerca como sus cuerpos se los permitieran. Eso era lo que estaba bien y Jongin no lo quería de otra forma.




. . .






Sehun pudo haber despertado deliciosamente entre los brazos de Jongin y tener la mejor mañana en mucho tiempo. 

Claro, si a Jongin no se le hubieran quedado las cortinas abiertas en la noche y el sol estuviera comenzando a entrar invasivamente en su cuarto.

— ¡Sehun-ah! ¡Auxilio! — Jongin estaba gimiendo y chillando mientras lo sacudía y se tapaba más con las sábanas. — ¡Me quemo! 

— Porque claro, a ti se te ocurrió dejar las cortinas abiertas de par en par — Sehun se unió al escondite del mayor bajo el cobertor. — No me culpes de nada.

Jongin sólo se limitó a seguir quejándose para luego acurrucarse a su lado. Sehun sonrió.

— ¿Dónde te quemaste? 

— Brazo — y se atrevió a hacer un puchero, dios. — El izquierdo.

— Déjame ver — Sehun inspeccionó el lugar que indicaba Jongin, viendo que la piel se regeneraba rápidamente. — No es nada, eres una niña, Jongin.

— Niña y todo te gusto de todas formas. 

El menor se sonrojó violentamente y buscó los ojos de Jongin, encontrando un sonrojo similar en sus mejillas. Su corazón se volvió loco mientras buscaba palabras para responder.

Y se armó de valor.

— No, no — sus manos se acomodaron en cada mejilla del mayor. — Yo a ti te amo. 

Jongin no pudo pensar en una respuesta más perfecta a esa declaración que la unión de sus labios, por lo que inclinó su cabeza e hizo lo que había estado soñando por años.

Los dedos de Sehun se enredaron en el cabello ajeno, sus cuerpos imposiblemente cerca, sus besos cálidos y tiernos. Jongin estaba apunto de explotar de amor, de emoción, de felicidad. 

De pronto el menor se separó y saltó de la cama, corriendo a cerrar las cortinas. Sólo ahí Jongin se dio cuenta que llevaba puesta esa remera que le había regalado hace tantos años. Su corazón latió más rápido.

— ¿Qué? — Sehun se miró a sí mismo, siguiendo la mirada de Jongin. — ¿Qué pasa?

— Creí que la habías tirado — Jongin se sentó en la cama, ya sin ningún rayito de sol malvado que pudiera atacarlo vagando por ahí. — Nunca pensé que la usabas. 

Sehun se acercó sonriéndole, mordiéndose el labio por dios santo, y se subió a la cama.

— La uso todos los días — y se sentó arriba de Jongin, con una pierna a cada lado de sus caderas. — Como pijama. 

Por alguna estúpida razón, un nudo se formó en la garganta de Jongin y antes que sus ojos se humedecieran vergonzosamente, el menor ya estaba besándolo de nuevo. 

Y no era como si acabara de darse cuenta, pero ese chico era todo lo más hermoso que él no merecía en la vida (lo tomaría de todas formas, gracias).

Porque Sehun era un montón de perfección cegando sus ojos, era calor envolviendo su cuerpo con esencia a multifrutas. Era piel suave y tierna bajo las frías yemas de sus dedos. 

Pudo demorarse en tenerlo, pero tenía desde ahora en adelante para aprovechar cada pedazo de su ser.

Notas finales:

Copio y pego de mi LJ. Necesito aclarar esto!!! no quise ponerlo en el post explicativo porque habría sido un enorme spoiler:
No está explícita la razón por la que Sehun y Jongin se "separaron" en algún momento de sus vidas, y eso es porque en la serie originalmente Princess Bubblegum y Marceline tienen el mismo problema, pero tampoco está explícito, y no quería inventar una razón y pasar a llevar la historia original. Pero es en relación a sus diferencias, y eso es lo que mencioné. Espero que a nadie le moleste :). Ojalá que les haya gustado, gracias por leer y como siempre dejen review porque me hacen muy muy muy muy muyyyy feliz!


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