S de Sincero
El día que se conocieron jamás se les hubiera cruzado por la cabeza a ambos que serian grandes amigos, mucho menos a Watson quien a primera vista parecía un sujeto calmado y tranquilo lo cual era, más sin embargo alguien como Sherlock no encajaba en su lista de “amistades” le sorprendió al momento que le conoció, le parecía interesante e incluso algo misterioso, aquel día que se conocieron de alguna extraña manera Watson fue arrastrado por culpa de Sherlock a uno de los tantos casos que comenzarían a resolver juntos.
Corrieron y subieron escaleras ,cruzaron calles sin parar y sin mirar ni siquiera el semáforo, indagaron hasta el más mínimo detalle, todo parecía claro y a la vez confuso Sherlock parecía emocionado , “estaba” emocionado, estaba que rebosaba de alegría ya que se encontraba bastante aburrido y resolver algo tan inquietante le emocionaba y le hacía brincar como niño de 3 años en el departamento que ahora mismo compartía con Watson quien prefería estar sentado tomado algo de café y leyendo el periódico .
— Debe a ver alguna conexión… — Se decía a sí mismo, mientras observaba la pared que se encontraba llena de fotos, pedazos de papel pintarrajeados y notas de periódicos entre otras cosas, la cosa estaba clara para él sabía que era un asesino en serie pero también sabía que este no los mataba con sus propias manos los cuerpos no tenían pruebas o rastro de que estos se hubieran resistido no…nada de eso entonces la pregunta del millón era. —¿Por qué? Y ¿Para qué? —
— ¿Por diversión? —Respondió en forma de burla Watson quien estaba tomando un café tranquilamente.
— Quizás…pero sería bastante aburrido si ese fuera el caso o la razón de este personaje. — Dijo Sherlock quien dejo de mirar aquella pared aburrida y concentro su mirada en Watson quien se encontraba leyendo el periódico y parecía no hacerle caso alguno a este sonrió un poco aun que ni el mismo se había percatado de aquella sonrisa que le había regalado a Watson quien le miraba de reojo.
Era noche Sherlock estaba aburrido el caso estaba casi resulto solo faltaba poner una ultima pieza para que este estuviera resuelto, el lo sabia ,sabia que el asesino iría por él era tan fácil saber que incluso le jodia que este aun no apareciera para alardear de su perfecto plan de su gran jugada, porque algo que sabia Sherlock muy bien era que los asesinos suelen alardear y no lo pueden resistir simplemente no pueden resistirlo deben ser tan estúpidos tan papanatas y presumirlo al mundo así que solo quedaba esperar, miraba por la ventana las calles oscuras veía algunas cuantas personas caminar el silencio le incomodaba le molestaba y le sacaba de quicio hasta que después de 4 o 5 minutos de esperar un pequeño taxi se estacionó enfrente de aquel edificio
— Ahora regreso... —Dijo Sherlock quien tomo su bufanda y se fue a toda prisa sin dándole oportunidad de reaccionar a Watson quien solo lo miro irse.
Corrió por las escaleras y bajo hasta aquella puerta la cual abrió con fuerza para quedar de frente a un pequeño hombre rollizo algo viejo y con un atuendo muy aburrido pensó, lo analizo y dedujo lo más posible de este sujeto el cual escondía su rostro con un pequeño gorrito que le hacía sombra en la cara, el sujeto le llamo y abrió la puerta trasera de aquel taxi color negro lo invito a pasar lo cual Sherlock hiso sin pensar, en un abrir y cerrar de ojos este se había ido junto a un desconocido.
Las horas pasaban, Watson miraba por la ventana y de vez en cuando se ponía de pie para mirar si Sherlock había regresado, le comenzó a preocupar miraba el reloj contaba los minutos contaba los segundos sentía que su pecho le dolía le apretaba sus manos sudaban caminaba como loco en el departamento el cual compartían ,hasta cansarse de esperar y sin pensarlo una o dos veces tomo la computadora para rastrear el numero de aquel idiota que se había ido sin decir nada, tomo sus llaves se puso una chaqueta tomo su pistola y la escondió entre su ropa para después salir de aquel lugar e ir a buscar aquel idiota.
— ¿Entonces sabias cual era la dosis mortal? — Pregunto aquella vos ronca de aquel sujeto que se encontraba junto a Sherlock le seducía le ordenaba y le obligaba de alguna manera a elegir antes de que este juego terminara antes de que Sherlock le entregara ante la policía o le dejara ir.
— Elemental mi querido amigo. — Respondió sin ninguna prisa tomando un frasco con una de esas píldoras que utilizo para matar a tantas personas.
Ambos se miraron aquel sujeto estaba intrigado y encantado con el cinismo de Sherlock con su seriedad y su maldita sinceridad su maldita y jodida sinceridad la cual le estaba colmando la paciencia. Ambos tomaron las píldoras Sherlock no dudaba de su elección estaba a punto de tomarle antes de que un estruendo causara que aquel sujeto callera de un solo golpe al piso, la sangre rápidamente se hiso presente en su cuerpo en su ropa blanca su pecho se volvía rojizo, el tiempo se le terminaba.
—Dime…dime para quien trabajas. —Le grito Sherlock quien lo tomo de los hombros para preguntarle antes de que este perdiera el conocimiento y no le volviera a ver jamás.
—Es…ta…prohibido…decir..su nombre — La voz del hombre que apenas parecía un suspiro Ros cual rápidamente se apago y callo inconsciente lo cual causo que Sherlock se molestara y pusiera de pie para llamar a la policía.
Camino por los pasillos de aquel lugar, con los brazos dentro de sus bolsillos y la mirada perdida en la salida en la cual se encontraba Watson parado con los brazos cruzados. — Miren a quien tenemos aquí…—exclamo con una gran sonrisa en su rostro quedando enfrente de Watson quien le miraba algo molesto.
— ¡Miren quien esta aquí! — Repitió Watson quien daba respiraciones rápidas tratando de recuperar el aliento ya que había corrido como loco de un edificio al otro solo para verlo.
— ¡Watson! Nunca me alegro tanto ver a alguien.
Watson se quedo en silencio y me miro directamente a los ojos, ambos sonrieron ambos se miraban lo cual causo que Watson se sonrojara un poco y sintiera un pequeño escalofrió recorrer su cuerpo, la mano de Sherlock salió de su abrigo y comenzó a subir hasta el rostro de este quien estaba inmóvil mirándole, parecía que estuviera a puto de decir algo...
— ¡Sherlock holmes! — La voz del jefe de policía se escucho causando que estos dos se dieran vuelta rápidamente y le miraran muy espantados y sorprendidos.
—El caso está resuelto les espera un trabajo ahí dentro…—Respondió dando unos pequeños pasos para irse de aquel lugar no sin antes llamar a Watson —Vámonos de aquí.
Watson sonrió y con un pequeño “con permiso” se fue detrás de Sherlock el cual le esperaba parado mirando las estrellas, las palabras de Sherlock le sonaban como eco en la cabeza lo cual causaban que sus mejillas siguieran aun rojizas “Nunca me alegro tanto ver a alguien.” –Siempre tan sincero- pensó mientras caminaba a su lado –siempre ten jodidamente sincero este idiota logro que le tomara cariño en tan poco tiempo-