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Spell por Sora Jigoku

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Notas del capitulo:

¡Hi desu~! Creo que ya de verdad tenía mucho que no pasaba por aquí en este fan fic y eso es muy feo de mi parte, pido disculpas por eso, pero de verdad no he tenido tiempo de hacerlo. Aparte de que pasé unos días un tanto depresivos, aun no me quito la depresión por completo pero… Tal vez eso me ayudara a escribir mejor este capítulo. Con mucho cariño para ustedes, espero que lo disfruten.

Capítulo 04 It´s always the same sky… ¿Why looks different right now?

Nezumi había llegado a su trabajo en aquel lujoso restaurante el cual odiaba con todo su ser, pero por alguna razón se sentía completamente incomodo… Se sentía nervioso, tenía esa sensación en el pecho de que algo malo pasaría y la incomodidad no lo abandonaba en ningún momento.

Sintió incluso la necesidad de pedir permiso para salir del trabajo temprano, pero después se recordaba que no debía hacer ese tipo de cosas y comenzaba a acreditarle ese malestar al hecho de que por primera vez estaba compartiendo su hogar con alguien a quien bien podría llamarse un extraño y lo que más le alteraba era que tal vez, la situación no había sido completamente normal.

Clientes entrando y saliendo del lugar, falsas sonrisas de su parte, esa era la rutina de siempre, todos los días era así. Salió del trabajo y se dirigió rápidamente a casa… Al llegar encontró al otro en la sala de estar, acomodando el pequeño desorden que tenía Nezumi en su propia casa

Bi-bienvenido… - Dijo con un ligero sonrojo en el rostro

-  ¿Qué estás haciendo? – Preguntó al ver el lugar más acomodado que nunca

Y-yo solo pensé en ayudarte un poco – Sin poder verlo a los ojos – Espero que no te moleste…

-  Uhm, no me molesta en lo absoluto… Es de ayuda de hecho –Sonrió de manera discreta, sin que el otro se diera cuenta… Era demasiado adorable.

Me alegra serte de ayuda – Sonrió de manera completa en dirección al otro

Solo no se esfuerce mucho, su alteza, podría cansarse demás – Contestó tomando un poco de café que estaba recién calentado “De seguro lo preparo para cuando yo llegara…” un pequeño cosquilleo llego a su pecho ante ese pensamiento.

¿Alteza? Lo tomaré como un halago, si no te importa – Se dirigió al otro lado del cuarto donde había un enorme libreto que se encontraba completamente desordenado y eso para un editor era lo peor que le podía ocurrir.

 

Nezumi tomaba tranquilamente de su café hasta que vio el reloj, lamentablemente en ese momento tendría que ir a clases de medicina y por primera vez en su vida… No quería ir a esas clases, lo único que pudo sacarlo de sus pensamientos fue cuando de pronto escucho un “ah” venir del otro lado del cuarto, donde estaba Sion. Sin pensarlo dos veces se puso en pie del lugar en donde estaba y se dirigió hacia el lugar donde estaba el peli castaño a toda prisa pensando en que posiblemente se había hecho daño, pero simplemente estaba ahí parado, frente al librero con la cara completamente roja.

¿Qué pasa? – Preguntó un poco irritado por la forma en la que se había levantado a toda prisa para nada.

Estos libros… ¿Te gustan? – Su voz tembló un poco al decir esa pregunta

¿Cuáles? – Al ver el enorme librero lleno de libros

Estos… - Contestóseñalando la hilera de en medio, la cual era la única que estaba organizada de acuerdo a la fecha en la que se habían publicado.

Ah, sí, son de mis favoritos – Contestó al reconocer los libros de los que había hablado, observó de pronto que el otro se llevó la mano a la boca y el sonrojo se hizo un poco más grande - ¿Qué pasa con eso? ¿También te gustan? – Un poco sorprendido si eso fuera así, la casualidad sería mucha

-  N-no es eso… - Su corazón bombeaba rápidamente y con una fuerza asombrosa

¿Entonces?

-  Tienes todos los libros de los que he estado a cargo – La sorpresa lo había invadido de pronto.

¿Eh? ¡Eso no tiene sentido! – en completo shock, ¿Cómo era eso posible? – Esas publicaciones… La más antigua es de hace tres años… tú tienes 19, ¿no es así? – Su corazón también empezó a bombear con fuerza.

Yo comencé a ser editor hace tres años, terminé antes la carrera y comencé a trabajar en la editorial Astro – De pronto se acercó y señaló el libro que estaba al inicio de los demás – Este libro fue el primero con el que trabajé, de Ikaros, lo recuerdo bastante bien

Ambos se quedaron callados de momento, Sion porque aquello había sido bastante sorpresivo, no esperaba que el otro tuviera todos los libros en los que había trabajado. Por su parte Nezumi seguía en shock, había leído antes el trabajo de Ikaros, pero fue hasta que leyó la edición que en ese momento había señalado Sion que de verdad le había gustado el trabajo de ese autor… Trabajaba la trama de una manera mucho más entretenida y el contenido había mejorado mucho, al igual que con los demás que estaban en esa fila… La forma en la que estaban escritos era diferente, ahora sabía el por qué, era por el editor que tenían… Y el hecho de tener a ese editor en su casa, el que había transformado buenos libros en obras maestras… ¿Era simple coincidencia? Su corazón latió un poco al pensar en ello con un poco de detenimiento… “destino… ¿tal vez?”Cuando esa palabra se le vino a la cabeza su corazón dio un vuelco.

Iré a la universidad, regresó en un rato – Se dio la vuelta y salió de ese lugar, estaba bastante confundido, no sabía expresar como se sentía por dentro en esos momentos o simplemente no quería saber por qué se estaba sintiendo de esa manera.

Sion se quedó viendo cómo se fue el otro, siguió con lo suyo de estar acomodando aquel gran librero, pero en ningún momento su corazón dejo de latir con fuerza, jamás se imaginó que aquel chico leyera las cosas que el editaba, hasta cierto punto sentía como aquello había sido posiblemente un regalo de los cielos, por llamarlo de alguna manera “Ha valido la pena pasar por tanto… Para estar en el lugar en el que estoy hoy” sonrió y siguió con lo suyo.

 

Por su parte, mientras Nezumi estaba en la universidad, aquel presentimiento había vuelto con más fuerza que antes, ahora se sentía mucho más inseguro, pero trató de quitarle peso a aquello en cuanto entró a su salón comenzó a leer uno de los libros que llevaba consigo para poder hacer el examen que tendría dentro de unos cuantos minutos, el salón estaba casi solo, muchos a esa altura de la carrera habían decidido abandonar y no los culpaba, la carrera era cara y difícil en exceso.

Pasadas unas cuantas horas, sus clases terminaron por lo que decidió ir a casa lo más rápido posible, como de costumbre ignoró a las chicas que se le quedaban viendo de manera perdida y susurraban alegremente cosas sobre él, ni siquiera noto el momento en el que sus piernas dejaron de caminar y comenzaron a correr. Estando a una calle de llegar a su casa, se detuvo por completo al ver un auto rojo con un chico que lamentablemente conocía recargado en el lujoso Ferrari.

¿Qué haces aquí? –preguntó con furia, no le agradaba verlo ahí.

Que agresivo eres, siendo que he venido a darte las gracias por cuidar a mi Sion – Le contestó con una sonrisa bastante burlesca en el rostro.

¿Tuyo? Debo recordarte que no es tuyo, maldita basura – Estaba completamente molesto por esas palabras que le acaba de decir el otro, Sion no era de nadie puesto que era una persona, pero si en algún momento debía pertenecer a alguien… Sion definitivamente le pertenecía a él, las casualidades del destino y como lo habían llevado a estar con en su hogar eran las que lo habían decidido.

Bueno, pues… Si quieres verlo así es tu problema no mío… Pero, no es algo de lo que debas molestarte más – Aún con una sonrisa burlesca.

¿”Molestarme más?” – Su corazón dio un latido doloroso al escuchar eso y sin quererlo se puso completamente a la defensiva.

Así es, he recuperado lo que es mío… Solo vine a agradecerte por haberlo cuidado por mí

No pudo seguir hablando porque Nezumi se había abalanzado sobre él y de pronto le dio un golpe directamente en la cara.

¡¿Qué mierda le hiciste a Sion?! – Grito mientras le daba otro golpe en la cara - ¡Responde! ¡¿Dónde está?! – La preocupación de que algo malo le hubiera pasado al otro se volvió insoportable, ahora que entendía de donde venía ese mal presentimiento, al no escuchar respuesta por parte del otro le dio otro golpe directo en la cara – No soy una persona paciente, ¿Qué hiciste con él? – Simplemente escucho como el otro reía un poco ante su desesperación mientras la sangre salía de la comisura de su labio.

Tal vez, deberías ir a casa… Tendrías una pista – No le importaba el dolor de aquellos golpes dados con tanta fuerza, ya que estaba disfrutando la desesperación que se veía en el rostro de aquel.

Te lo juro, si algo malo le pasó a Sion… No va a quedar ni pista de ti – Dicho eso, se levantó del cuerpo de Anubis y comenzó a correr hacía donde estaba su casa con el corazón saliéndose de su pecho y con la angustia más grande que pudiera sentir jamás, abrió la puerta de su casa y entro en ella de manera estrepitosa, la sala de estar estaba completamente vacía, por lo que su corazón estaba doliendo demasiado “No… Sion…” entonces recordó lo que el otro le había dicho Tendrás una pista” por lo que pasó al cuarto que estaba a un lado, el cuarto donde hacía solo unas horas había estado con él, de nuevo la angustia se apoderó lentamente de su mente, ni siquiera sabía porque le importaba tanto.

Fue directo al cuarto para comenzar a buscar algo que le dijera dónde estaba el peli castaño y sus ojos se abrieron de golpe al ver la escena que estaba frente a sus ojos y por un momento pensó que se le doblarían las rodillas por primera vez en su vida. En la cama estaba aquel chico dormido con su ordenador sobre sus piernas y los audífonos en sus oídos.

Se acercó a toda prisa a su lado y se quedó a un lado de la cama, observando como dormía de manera pacífica… Se puso de rodillas a un lado de él y observo aquella tranquila respiración que tenía el otro.

N-Nezumi… - Dijo entre sueños con una ligera sonrisa.

No dudo ni un momento más en lo que haría y tomo entre sus brazos al pequeño estrechándolo fuertemente contra su pecho y dejando que el ordenador se callera de sus piernas. Esto despierto al otro de pronto quien se sorprendió por las acciones del oji plata.

¿Q-qué pasa? – un poco nervioso de aquello

Me da tanto gusto que estés bien – Aún sin poder creerlo del todo.

 

¿por qué no habría de estarlo? – Disfrutando al máximo de aquel abrazo, nunca en su vida pensó que estaría en los brazos de esa persona

No es nada – Dijo para no asustarlo, ya después se lo contaría con más detalle en ese momento simplemente quería saberlo bien, saberlo a su lado. Aspiro con delicadeza aquel hermoso aroma que el otro desprendía, era un hermoso aroma como la flor que su nombre…

Pasaron un rato así, abrazados sin que ninguno de los dos pusiera ninguna queja. Después decidieron bajar a comer algo.

¿Cómo te fue en la escuela? – Pregunto para romper el hielo que estaba entre los dos, ya que Nezumi se veía algo inquieto en ese momento.

Habrá que mudarnos de casa – Anunció pensando en lo que había pasado en la tarde

¿eh? ¿Por qué? – un poco sorprendido por aquello.

Creo que sería más seguro si nos cambiamos de casa – De verdad no quería volver a sentir aquello que le habían provocado las palabras de ese maldito.

No quiero que hagas algo que no quieres por mí – un poco apenado de estar haciendo que el chico que tanto le gustaba se forzara a sí mismo a hacer ese tipo de cosas.

Para mí no sería problema alguno, además… una casa más grande podría ser conveniente para nosotros, ya que vivirás conmigo por un tiempo y necesitamos espacio para tus cosas –le dedicó una pequeña sonrisa curvada, esa que también le salía lograr.

Creo que solo tengo que poner una condición para aceptar eso – Un poco sonrojado por aquellas palabras.

¿Cuál? – volviendo a su seriedad común

Déjame pagar la casa – en tono también serio

Ni hablar, no dejaré que tú pagues la casa– Molesto de que siquiera hubiera pensado que lo dejaría hacer algo como eso.

Por favor, Nezumi, es lo menos que puedo hacer – Ya sabía que el otro no lo dejaría pagar la casa, pero de verdad quería hacerlo

No y es mi última palabra

-  ¡Nezumi!

-  ¡¿Por qué estás tan insistente con eso?! – Saliendo un poco de quicio, no solía ser muy paciente

¡Porque no quiero ser dependiente de ti en un 100%! ¡Quiero llegar a ser tu igual! –Callándose de pronto y poniéndose rojo al momento “Ah, no debí decir eso…”  rojo hasta las orejas.

Siendo así… ¿Te parece la mitad? – Notando aquel sonrojo, ya que no podía decirle que no a aquel rostro tan bello con ese tono rojo.

¡Sí! – Entusiasmado de que aceptara su propuesta.

Después de eso, ambos se estuvieron un rato viendo casa en internet, pero lo único que encontraron relativamente cerca, era una pequeña casa de un solo cuarto, ambos decidieron que estaría bien ir a vivir a esa casa, ya que llegaron al acuerdo de dormir juntos puesto que a ninguno de los dos les incomodaba este hecho.

Nezumi venía de la escuela así que se quedó completamente dormido en el sillón, mientras Sion terminaba de hacer su corrección, pero por un momento se le quedo viendo “No puedo creer que de verdad esto esté pasando… Yo de verdad estoy en su casa con planes de vivir con él por un tiempo… ¿Por qué no puedo simplemente estar satisfecho con eso?” a pesar de que tenía más de lo que jamás había imaginado simplemente no se podía conformar, quería más de ese chico tan hermoso que estaba dormido en ese sillón.

Pasaron las horas y la noche llegó rápidamente cuando el peli azul volvió a abrir los ojos, observó el reloj y con pesadumbre suspiro… De verdad no quería ir al trabajo, ahora menos que nunca.

¿Dormiste bien? – Preguntó con una leve sonrisa mientras el otro se estiraba cómodamente.

-  Seria mejor si no tuviera que ir a trabajar –Aun pesadamente.

Ninguno de los dos volvió a decir nada mientras Nezumi se levantaba y dirigía al cuarto para poder llevarse su “uniforme” para el trabajo. Cuando entro en el cuarto se dio cuenta de que ahí estaba el libro que Sion le había dado sobre la cama “¿Lo deje aquí ayer?” se preguntó mientras intentaba recordar si de verdad lo había puesto ahí, lo tomo entre sus manos y abrió el libro <Capítulo 8: Enfermedades de 1 en millón>Se extrañó un poco más ante eso “Está no es la página que estaba leyendo… Esto lo leí desde el día que Sion me dio el libro” entonces un idea se le vino a la cabeza “Sion estaba arreglando las cosas ayer, tal vez lo tomo y leyó…” Tomo su uniforme y fui hacia donde estaba el pelo castaño.

Oye, Sion – Estaba por preguntar sobre el libro cuando vio algo muy tierno por parte del otro, había bostezado pero el sonido de su voz al bostezar había sonado de lo más tierno.

¿Qué pasa? – Pregunto de pronto

Nada, me voy… De nuevo te digo, que no salgas de aquí – Hablo con voz seria al decir eso, ahora más que nunca estaba nervioso de que saliera.

No lo haré, te esperaré aquí – Con una leve sonrisa, el hecho de que le dijera esas cosas le hacían sentir mariposas en el estómago.

El otro también sonrió de forma que Sion no pudiera verlo y salió de la casa con marcha a su trabajo, llevaba 15 minutos caminando cuando de pronto detuvo sus pasos, recordando las palabras de ese estúpido <Ya no tendrás que hacerlo más…> Tragó saliva con dificultad cuando otro pensamiento lo atravesó <Tal vez, deberías ir a casa… Tendrías una pista>

¡Maldita sea! – Exclamó al tiempo en que sus pasos se daban la vuelta y comenzaba a correr en dirección a la casa. Mientras lo hacía su respiración se había tornado irregular, no estaba acostumbrado a correr de esa manera ni mucho menos.

Al llegar a la que era su casa comenzó a sudar frio, ya que la puerta estaba medio abierta, volvió a tomar impulso y entro de golpe en la casa.

Una furia que no había sentido en muchos años se apoderó de él cuando vio que dos hombres tenían sujeto al peli castaño por ambos brazos impidiendo que se moviera

¡Nezumi! ¡Detrás de ti! – Exclamó al tiempo en que dos hombres también lo sujetaban a él inmovilizando por completo

-  ¡Suéltenlo! – Grito hacia ellos, estaba furioso de que alguien más tocara lo que era suyo.

Vaya, yo pensé que tendría que esperarte hasta mañana – Y ahí estaba el causante de todo eso, mirándolo con arrogancia y triunfo en el rostro

Voy a partirte la cara – Le dijo con la voz más helada que salió de su boca y sus ojos reflejaban el odio más intenso que nunca en su vida, quería golpearlo hasta matarlo en ese momento.

Vine a hacerte un favor, bueno, en realidad son dos – Rio un poco y metió las manos en los bolsillos de su traje – Primer favor; Te diré algo que Sion jamás hará

-  ¿Eh? – Eso si lo tomo por sorpresa y por un momento miró al peli blanco quien ahora observaba a Anubis con un poco de temor en los ojos.

Pero, no te sientas mal, a mí tampoco me lo contó, me lo reveló su padre cuando me lo vendió… Sabes de qué hablo, ¿verdad, Sion?

-  N-no… - Susurró de pronto, por lo cual, se movió la curiosidad de Nezumi, ¿qué era eso que escondía?

Bueno, verás… Sion, es un chico único, en todo aspecto… Uno en un millón diría yo… ­- Al decir eso, se puso en frente de Sion y lo tomo por la barbilla

Cuando Nezumi vio eso, jalo con mucha fuerza para liberarse del agarre que lo sostenía

¡No lo toques! – Bastante molesto.

Jamás imaginé que tan especial… - Ignoró a Nezumi, siguiendo con su sonrisa de burla en el rostro, Sion aparto su rostro de aquel agarre – Siempre rechazándome, ¿Huh? Como decía – Apartó su vista hacia Nezumi, se sorprendió un poco ante aquella mirada tan atemorizante que le estaba lanzando en esos momentos - ¿Sabías acaso que Sion tiene una enfermedad muy curiosa? Se llama “la enfermedad de la abeja y la serpiente” [1]

Ante aquel nombre, los ojos de Nezumi se abrieron de golpe, claro que conocía aquella enfermedad, era la primera que había leído de aquel libro que le había regalado, le lanzó una mirada al chico que tenía la mirada baja, eso no era algo que se esperara.

Anubis se puso detrás del castaño, en ese momento estaba disfrutando de la pena que sentía.

Esto es un regalo de tu padre por no obedecer–Susurró para  hacer que solo él lo escuchara – Y de mi parte también por lo no elegirme a mí –agregó con una sonrisa, sacando un objeto de su bolsillo derecho - Tú quieres ser médico, ¿no es así? – Le pregunto al Nezumi, quien alzo la vista hacia el otro de manera un poco distraída, aún estaba pensando en las palabras sobre la enfermedad de Sion y en que este no lo había negado en lo más minimo – Toma esto como mi segundo regalo – Dicho esto, quito la tapa de la jeringa que tenía escondida y la inyecto en el cuello del otro, haciendo que un grito escapara de su boca.

¡Sion! – Grito al ver eso, entonces comenzó a jalar con más fuerza de aquellos quienes lo sujetaban con rudeza - ¡¿Qué mierda le estás haciendo?! ¡¡DEJALO YA!! –Sus brazos comenzaron a crujir por la fuerza con la que se estaba impulsando.

La enfermedad de Sion… No debería darle problema alguno, solo tiene ciertas consecuencias – Mientras hablaba el otro seguía forzándose por soltarse de aquel agarre, pero otros dos tipos, de mucha fuerza también lo sujetaron – No puede hacer actividad física extrema simplemente, porque sus órganos son muy delicados… Pero, el problema viene si su cuerpo entra en contacto con adrenalina… Leíste el libro, ¿Qué pasa si la adrenalina entra en su cuerpo directamente? – Sion comenzó a quererse librar del agarre que lo sostenía pero Anubis le jalo el cabello

-  ¡¡DETENTE!! – Grito por primera vez en su vida, al recordar lo que decía el libro sabía lo peligroso que eso era

Bingo – Susurró con una sonrisa mientras vertía el líquido de la jeringa en su cuello de manera lenta

Agh… - De pronto comenzaron a pasar punzadas por su cabeza, algo similar a descargas eléctricas, de pronto el dolor se hacía presente en cada parte de su cuerpo y la sensación se hacía simplemente insoportable.

Anubis hizo de pronto la seña para que lo soltaran y en ese momento Sion cayó al suelo, mientras su frágil cuerpo se contraía a causa del dolor.

Nezumi hizo un último esfuerzo apoyando todo su peso en la rodilla para impulsarse hacia adelante y poder soltarse, cosa que logró pero, al hacerlo, uno de sus brazos término rasgado por el agarre del otro. Esto no le importó y se dirigió a donde estaba el editor, tirándose a su lado.

Hey, Sion… - Lo movió un poco, ya que solo unos costosos gemidos de dolor eran  lo único que escapaban de sus labios.

Los hombres querían volver a tomar al peli azul, pero Anubis les hizo la seña de que no lo hiciera.

-  Terminamos aquí, es todo tuyo… Médico – Agregó con sadismo.

La desesperación invadió a Nezumi al ver que el otro no reaccionaba, simplemente se hacía bolita en el suelo

Sion, iré por ayuda, espera aquí – Se puso en pie estaba por salir e ir a buscar a algún doctor que pudiera ayudarle, hasta que sintió como algo lo detenía de seguir avanzando, giro el rostro para ver que era y su corazón se contrajo de manera dolorosa al ver que la mano temblorosa que lo sujetaba era la de Sion.

¡¿Qué debo hacer?! – grito aun sabiendo que el otro no le respondería por lo débil que estaba, su mente estaba en blanco… Sabía que el otro empeoraba con cada segundo que no hacía nada por él - ¡Mierda! – Exclamo mientras sentía la peor desesperación que cualquier persona pudiera llegar a experimentar en cualquier momento, una idea llegó rápidamente a su cabeza, producto de lo que había leído anteriormente en ese libro “Puedo hacer algo por él”. Tomó delicadamente el cuerpo tembloroso y ahora sudado del otro en su espalda y lo llevo al sillón – Solo espera un poco – Se apresuró corriendo a su cuarto y tomo sus instrumentos de la escuela de medicina “Lo único que tengo que hacer, es quitar la adrenalina…” – Voy a detener esto, pero… No tengo analgésicos así que podría dolerte

-  N-no… Importa… - Hizo una pequeña mueca

Nezumi puso boca abajo al peli castaño y se colocó sobre él, tomó su bisturí y lo coloco en el lugar donde estaba el punto rojo donde había enterrado la aguja en contacto con la tersa piel, hizo un pequeño corte haciendo que un grito ahogado saliera de la boca del otro.

B-basta… No lo soporto más – Dijo en susurro, el dolor que lo estaba invadiendo era más de lo que podía soportar, todo su cuerpo se encontraba en llamas en ese momento, cerró los ojos, quería escapar de ese sufrimiento   - ¡Ah! – Una exclamación de sorpresa escapo de sus labios cuando sintió un golpe en la espalda

-  ¡No digas estupideces! – Molesto por lo que acaba de escuchar - ¡Tu no vas a ningún lado! – Dicho esto se estiró sobre si y tomo una jeringa de succión para quitar los residuos que pudieran estar por ahí, otro pequeño grito escapo de la boca del otro al sentir la primera succión – Solo un poco más ¿sí? – Siguió con el procedimiento mientras el otro luchaba por mantenerse consiente.

Ninguno de los dos supo cuánto tiempo pasaron así, hasta que de pronto un sonido metálico se hizo presente, el bisturí y el artefacto de succión [2]

Terminó – Dijo Nezumi en susurro, mientras controlaba la diminuta hemorragia con gasas y una venda alrededor del cuello

Nezumi… - Susurró con la voz débil, cuando el otro le dio vuelta para acomodarlo boca arriba, sus ojos pesaban y comenzaban a cerrarse –Tengo sueño… - Estaba demasiad cansado

No te duermas aun – Sabía que no debía dormirse aún, pero el otro no le estaba haciendo caso, no había abierto los ojos – Sion – Lo tomo por los hombros y lo sacudió levemente – Mantén los ojos abiertos un poco más, por favor – Su voz sonaba suplicante, los ojos del otro se apretaron en señal de que quería estar despierto lo más que podía - ¡Vamos! ¡No sabes nada de la vida! ¡Todavía te faltan muchos libros por crear, no sabes nada sobre relaciones o cómo defenderte a ti mismo! ¡¿Así vas a simplemente rendirte?! ¡¡Después de todos los problemas que he pasado por tenerte a mi lado!! – Aun con eso, Sion seguía medio adormilado, luchando por no volver a cerrarlos “Tengo que hacer algo…” Mi verdadero nombre no es Nezumi, logra pasar a esto y entonces te diré el real - Los ojos del otro se abrieron ante esas palabras dichas con ese tono lograron despertarlo por completo “¿Su verdadero nombre…?”

Nezumi sonrió al ver eso, se levantórápidamente y sirvió agua para darle a beber, pasaron unos diez minutos en los que se encargó de revisar si el peligro ya había pasado

¿Mejor? – Después del agua

Si, me siento mejor – De pronto, no supo si había sido por alucinación de la enfermedad, sintió como la mano del otro acariciaba cariñosamente su cabello

Creo que el peligro ya paso, puedes dormir un poco – Por primera vez en su vida su voz sonó de un modo dulce

Gracias… Nezumi – Entonces cerró los ojos y lo último que sus ojos captaron, fue a los hermosos ojos se Nezumi enfocados solo en él.

 

By: [~Sora Jigoku~]

Notas finales:

¡Hi desu~! ¡Gracias por su enorme paciencia con este fic! ;u; ¡De verdad lamento la demora! Sé que debería organizar mi tiempo para escribir, pero la escuela secó mi cerebro… Y bueno, estaba un poco triste sin motivación por una estupidez, pero ya lo superé ya empecé a trabajar en la continuación sé que la tendré en menos tiempo esta vez –por lo menos eso se espera –

Simplemente espero que alguien siga leyendo esta historia y de verdad perdón… Ahora Sora irá a dormir un poco, son las 3:54 y tengo examen XD pero tenía que escribir esto para ustedes.

¡Ciaossu!
Buenos deseos para ti que me has hecho el favor de leer, espero algún comentario. Por cierto, a partir del siguiente capítulo tendremos a Sion con cabello blanco.

 

Aclaraciones;

[1] Abeja y serpiente, lo de abeja es porque en el anime lo que causa la muerte de las personas… Pero, ¿qué estoy diciendo? Eso ustedes ya lo saben, bueno lo de la serpiente, en la novela escrita la primera vez que Sion sale a respirar aire después de lo de la abeja, los niños que están ahí dicen “Una serpiente” por la piel enrojecida del cuello y mejilla de Sion, espero que este detalle sea de su agrado.

[2] No tengo idea como se llama en verdad, pero es muy usado en quirófanos de manera manual. Si alguien por ahí estudia medicina y sabe su nombre… Sea tan amable de compartir  tan valiosa información por favor: 3


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